lunes, 16 de enero de 2023

José María Tavares Concepción, el ciego, sordo y mudo de Isla Cristina.

 Articulo publicado en el Periódico La Higuerita  15-1-2023

José María Tavares Concepción 


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),  la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una relación estrecha y al límite entre las características del ser humano y las características del entorno donde vive.

En el contexto social, la discapacidad de una persona, es una condición del ser humano qué, por esas deficiencias,  limitan la ejecución de actividades y tareas,  ya que afectan a una estructura o función corporal en situaciones vitales, y las restringe dificultando la relación y la participación de la misma.

El isleño José María Tavares Concepción, el hijo más pequeño del matrimonio de procedencia portuguesa José Tavares Marco y María Concepción Ojeda, había nacido en Isla Cristina en 1922 de un parto normal,  y cuando contaba cinco meses, contrajo una terrible enfermedad, meningitis, que le causó unas lesiones irreversibles. De aquellas consecuencias, José María, pudo salvar la vida, pero  había quedado ciego, sordo y mudo  para toda la vida.

En las culturas antiguas, y hasta no hace mucho tiempo,  nacer o crecer con una discapacidad, era asociada a intervenciones de poderes sobrehumanos o castigos divinos, siendo una condición que generaba rechazo y aislamiento en la sociedad. Por fortuna, este pensamiento ha ido cambiando lentamente hasta llegar a nuestros días, y en la mitad del siglo XX comenzaron a forjarse las primeras asociaciones formadas por personas con discapacidad y sus familias que se unieron para defender sus derechos, adquiriendo presencia en casi todos los ámbitos de la sociedad, como por ejemplo,  la (ONCE) Organización Nacional de Ciegos, cuyo primer sorteo se celebró el 8 de mayo de 1939.  



José María Tavares Concepción  con  su sobrina-nieta
en brazos, la niña Pepí Tavares Franco

El niño de los Tavares Concepción, tuvo el infortunio de vivir toda su vida en una familia muy humilde con esa discapacidad múltiple, que a cualquier persona por aquellos años,   lo hubiera limitado en su totalidad.

Su familia se desplazaba anualmente hacía la localidad de Barbate donde allí residían los cinco meses que duraba la campaña de la pesca del atún, siendo muy niño,  ya había desarrollado unos sentidos especiales y difíciles de explicar y concebir en una persona ciega, sorda y muda, ya que su capacidad creativa imposible de creer si no se viera, era algo espectacular. Ya de joven, su madre lo sentaba en la puerta de su casa o junto a las mujeres que trabajaban y se entretenía con unas alambres de las que aguantaban los corchos en las redes y que el capitán de la almadraba, Vicente Zaragoza le proporcionaba, y a través del tacto, era capaz de copiar, crear y reproducir jaulas, parrillas para asar, tiovivos o barquitos de madera que realizaba  a la perfección y que después vendía. ¿Cómo lo hacía?.

Barquito de madera realizado por José María Tavares


Cuando terminaba la campaña de la almadraba, la familia Tavares, volvía a Isla Cristina con sus cuatro hijos Bernardino, Manuel, Amalia y José María, a su casa donde residían en el número 11 de la C/ Corta, mientras que su padre se dedicaba a la pesca del palangre y a recoger  “carnás” para calar los aparejos.

Con el paso de los años José María ingresó en la ONCE como vendedor de cupones, aquel hombre rubio, siempre iba acompañado de su madre  ubicándose por la zona del antiguo Mercado de Abastos,  y después, recorrían el pueblo,  siempre con una mano apoyada en su hombro del que nunca se separaba y le servía de lazarillo. Al fallecer su madre, este  trabajo lo realizaba con la imprescindible presencia de su hermana Amalia,  que era soltera.

José María Tavares disfrazado de mujer por carnaval


Cuando se acercaban los carnavales, Tavares lo barruntaba, presentía algo especial desde lo más profundo de su ser,  ¿Cómo una persona con sus limitaciones podía saber que era carnaval?, y pedía a su madre que lo disfrazara de mujer, incluso cuando su madre no accedía a ello, él  se enfadaba y se golpeaba la cara hasta conseguirlo. Después, lo paseaban por el pueblo disfrazado, feliz y contento.

José María, a pesar de sus limitaciones, había desarrollado con gran intensidad el olfato y el tacto, destacando de su personalidad la alegría, según cuentan, era muy alegre y risueño, casi siempre sonreía. También, tenía la costumbre de entretenerse con un papelito1, al que daba forma  de cono, se lo colocaba en la boca y lo disparaba, así mataba el tiempo, otra de las anécdotas, era la capacidad de reconocer a las personas por el tacto y el olor corporal, según una de las personas2 que lo conoció, “yo era niño y ayudaba como monaguillo en la iglesia del Gran Poder a don Manuel Zapata, e íbamos a las casas a recoger a los difuntos para llevarlos al templo para celebrar  la misa, Tavares, estaba en uno de aquellos duelos y comenzó a tocar la cruz de guía y los ciriales hasta que llegó a mí, me tocó los hombros, la cabeza y la cara, nunca más se le olvidó,  y cada vez que iba a la iglesia o me rozaba por la calle, me sonreía y se persignaba haciendo la cruz como sabiendo quién era yo, el monaguillo”

Como todo ser humano, a lo largo de su vida, también tuvo necesidades fisiológicas y nos afirman, que ya adulto, para saciar esa necesidad instintiva de varón,  cuanto tenía deseos sexuales emitía un sonido con su garganta y su madre, que lo entendía a la perfección lo llevaba a las “casas de niñas” que existían por aquellos años para  calmar sus deseos,  ¿Qué no es capaz de hacer una madre por sus hijos?. 

José María Tavares Concepción, falleció en Isla Cristina el 7 de noviembre de 1974 a los 52 años. Aún son muchas las personas que lo recuerdan con cariño por su peculiaridad, su gran inteligencia y las dotes extraordinarias que a  pesar de su gran discapacidad tuvo a lo largo de su vida.

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1.- Dato facilitado por Padre D. Emilio López Botello

2.- Dato facilitado por Mauricio Fernández Montero

Mi agradecimiento a Doña Bella Franco Rodríguez, (sobrina política) por la facilitación de algunos datos, fotografías y el barquito realizado por José María Tavares Concepción.

domingo, 1 de enero de 2023

El arquitecto diocesano Mariano González Rojas proyectó, en 1908, una nueva Iglesia para Isla Cristina que no se construyó.

 Articulo publicado en el Periódico La Higuerita el 1-1-2023

Antigua Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores, destruida en 1936

Tras varios intentos, el  de 7 de enero de 18231,  se certificaba por la Curia Eclesiástica del Arzobispado de Sevilla el decreto de erección, que convertía en Parroquia separada a la Iglesia de La Higuerita,  Ntra. Sra. de los Dolores.


Choza utilizada por los primeros colonos en La Higuerita. 


A los pocos años del primer asentamiento en La Real Isla de La Higuerita, ya se había reunido un número importante de personas que dieron lugar a una población regular en chozas y barracas. Con la contribución de todos,  se pudo construir una barraca en la plaza, que se convirtió en el único templo en la población por espacio de 18 años, desde 1757 hasta 1775, “se celebraba en ella el Santo Sacrificio de la Misa2: pero en el año primero de la fundación y parte del segundo sufrían mil incomodidades para oírla; porque era indispensable viajar á la Redondela ó Ayamonte (...) los fuertes temporales, y cuando las mareas no le permitían el paso á la Redondela en las horas perentorias a la Misa”. Tras las gestiones de los colonos de las compañías más poderosas que intercedieron al Administrador de Aduanas de Ayamonte  en  los días festivos,   un Religioso del Convento de San Francisco de Ayamonte se desplazaba en un bote para oficiar misa, posteriormente lo hicieron dos sacerdotes, a quienes daban alojamiento y comida en sus casas, así como en un tiempo,  igualmente los Religiosos Descalzos de N.S. de la Merced, también de Ayamonte.

En 17763 con la aportación de limosnas se comienza a levantar la Capilla de Material, donde se formaron las cuatro paredes principales cubriéndose la techumbre con un toldo y celebrándose desde aquel mismo momento las misas y construyéndose y ampliándose poco a poco en diferentes años,  según iban llegando los donativos. Esta primitiva iglesia de material, fue derribada en 1936 tras el asalto y profanación producida en los primeros días de la fatídica  Guerra Civil.

Para mantener el culto en la población se habilitó un local provisional en la Calle Catalanes, donde se ubicó la Parroquia para ofrecer misas y que duró 15 años.  

A lo largo de la historia, incluso en tiempos del Padre José Mirabent, existieron varios intentos de mejorar aquella humilde parroquia con la construcción de un nuevo templo que cumpliera las expectativas de una población que iba paulatinamente creciendo  y que se quedaba pequeña.   

Plano frontal del proyecto del arquitecto Pérez Carasa,  de 1925.
Foto publicada por Fernando Do Carmo en Facebook. 


No es hasta  1925, cuando el alcalde D. Román Pérez Romeu, encargó el proyecto de una nueva parroquia al reconocido arquitecto D. José María Pérez Carasa, que iría ubicado en la parcela donde actualmente está el colegio “Ángel Pérez”, solar que fue donado por la “Familia Pérez Romeu”, y que por diferentes motivos y adversidades, dicho proyecto4  nunca llegó a ejecutarse.

Al parecer,  este no fue el único proyecto que se realizó para una nueva parroquia, ya que en 1908, recogemos la noticia5 de una importante reunión con motivo del envío del Reverendo Prelado al Arquitecto Diocesano para que se tomaran las medidas y crear el plano de una nueva Parroquia en Isla Cristina, siendo de absoluta necesidad dicha construcción por el engrandecimiento que había tomado la Isla.  Por ello el cura párroco D. Manuel Barba Rebollo, convocó en la sacristía de la antigua parroquia dicha reunión el 22 de septiembre de 1908 para animar a todos a cooperar en una obra tan absolutamente indispensable y a la que asistieron las dignísimas autoridades, los mayores contribuyentes de la localidad y demás personas de significación social.

En aquella reunión el alcalde D. Diego Zarandieta Roselló,  secundó elocuentemente las indicaciones y ruegos del párroco, ofreciéndose incondicionalmente.

Uno de los más entusiastas en la realización de aquel proyecto fue el farmacéutico D. Juan Roselló, apasionado como el que más en la realización del proyecto del arquitecto diocesano D. Mariano González Rojas de quién quedaron impresionados.

A propuesta del Sr. Cura, se constituyó una Junta de Obras, siendo elegida por unanimidad la siguiente: Presidente D. Manuel Barba Rebollo, Cura Párroco; Vicepresidente Don Diego Zarandieta Roselló, Alcalde; Secretario D. José Soler y Barcia, Secretario del Ayuntamiento; Tesorero D. Juan Roselló, Farmacéutico; Vocales D. Serafín Zarandieta, Diputado Provincial; D. Miguel Ángel Soler, propietario; D. José Antonio Zarandieta, propietario y D. Enrique Ortiz, propietario.  Por unanimidad se acordó también enviar un oficio al Rvdmo. Prelado como expresión del profundo agradecimiento por el interés que se había tomado en este asunto.

Cuatro meses después, tenemos conocimiento6 de que los planos realizados por el arquitecto diocesano D. Mariano González Rojas  para  la nueva iglesia parroquial de Isla Cristina, seguían despertando un gran entusiasmo entre la población. Los seis planos enviados de las distintas partes de la Iglesia, fueron colocados en vistosos cuadros y expuestos al público y aseguraban que dada la actividad y el entusiasmo que reina y el apoyo del Rvdmo. Prelado, se podía asegurar que las obras comenzarían en el verano de 1909.

Curiosamente, tanto los proyectos para la nueva y tan necesitada parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores de Isla Cristina, realizados en 1908 por el arquitecto Mariano González Rojas, como en 1925 por el arquitecto D. José María Pérez Carasa nunca pudieron ejecutarse por razones  que desconocemos, aunque intuimos que fueron exclusivamente temas económicos.


Actual Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores. 

En los dificultosos años de posguerra, el actual y majestuoso templo Parroquial de Ntra. Sra. de los Dolores7, por fin pudo realizarse, encargándose de su proyecto y diseño los arquitectos D. Alberto Balbotin de Orta y D. Antonio Delgado Roig en 1941, siendo  bendecida aún sin finalizar el 5 de diciembre de 1954,  por el Obispo de Huelva Don Pedro Cantero Cuadrado.

El próximo 7 de enero de 2023, la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores, que no el templo, cumplirá el II Centenario de su creación como primera parroquia independiente de Isla Cristina.

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1, 2, 3. - Mirabent Soler, José. Memoria sobre la Fundación y Progresos de la Real Isla de La Higuerita. Fundación, Capilla de Material.

4.- Más ampliación: López Márquez, Vicente. Por los caminos de la Historia. Proyecto de Iglesia Parroquial de 1925

5.- El Correo de Andalucía  1-10-1908

6.- El Correo de Andalucía  19-2-1909

7.- Más ampliación: González Salgado, Francisco. Periódico La Higuerita 15-12-2019 / 1-1-2020. Reseña Histórica de la actual Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores de Isla Cristina. Reseña histórica de la Torre y las Campanas de la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores de Isla Cristina