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miércoles, 5 de febrero de 2025

LA IMPORTANCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN EN EL CARNAVAL DE ISLA CRISTINA

Artículo publicado en la Revista Oficial del Carnaval de Isla Cristina 2025

Cartel del Carnaval de Isla Cristina 2025
obra de Maximiliano Ezequiel Cosatti Espínola

 

El Carnaval de Isla Cristina, sin lugar a dudas, es una de las celebraciones más emblemáticas de nuestra localidad, no solo por su raigambre cultural y festiva, sino también por la forma en que a lo largo de los tiempos, ha sabido proyectarse más allá de sus fronteras. Desde una humilde opinión y visión, quisiera destacar la importancia e influencia que tienen y han tenido los medios de comunicación en su difusión, a lo largo del tiempo así como  el impacto actual de las redes sociales. 

El Carnaval no deja de ser una fiesta del pueblo para el pueblo, que con el paso de  los años alcanzó cotas de singularidad y popularidad más allá de nuestro término. La década de los años 80 marcó un antes y un después en su historia mediática. Fueron aquellos años, finales de los 70 y 80 cuando las diferentes delegaciones de fiestas dotaron de partidas presupuestarias e incluyeron a personas vinculadas al periodismo local, que daban cobertura, organizaban actos y ofrecían información a los diferentes medios que impulsados por la corriente de la transición democrática se subieron al carro de las libertades para cubrir páginas, ya que después del de Cádiz,  era quién podía generarlas y servir de espejo para otros pueblos de la provincia.

José Rodríguez López; JOROLÓ, José Biedma Viso o José Luis Camacho Malo, por nombrar algunos, hicieron desde la Comisión de Fiestas de altavoces y cicerones de los festejos, en la que nuestro carnaval no solo quedaba recogido en las páginas del centenario periódico LA HIGUERITA, sino que a través de las Agencias y corresponsalías periodísticas, estuvo presente en la prensa tanto provincial como regional, visitándonos y dando cobertura del mismo en la radio, prensa y TV. Incluso, desde el ayuntamiento se creó un premio y se llegó a organizar la “Comida de la Prensa” que se celebraba en la Caseta del Carnaval y donde de una manera fraternal se departía con los periodistas. En este ámbito de cosas, no podemos olvidarnos de la gran cobertura que durante un tiempo nos proporcionó la Revista “Cádiz Gráfico”, quién se dedicó en exclusiva a divulgar e informar ampliamente sobre el  Carnaval de Isla Cristina durante algún tiempo.

Figuras de la comunicación nacional como Luis del Olmo y Joaquín Prats entre otros, visitaron el concurso de agrupaciones carnavalescas como mantenedores de las coronaciones y vivieron el ambiente de nuestras calles,  llevando el carnaval a un nivel de visibilidad sin precedentes, realizando retransmisiones desde el teatro Gran Vía y programas en directo desde las emisoras de radio en Huelva para toda España, el impacto de estos medios de comunicación fue transformador y  la creatividad, la música y el colorido del carnaval isleño alcanzaron audiencias mucho más amplias, visitando el concurso y los días de calle, diferentes personajes de la política, así como artistas y escritores de renombre. Esto no solo atrajo visitantes y curiosos que querían aprender y exportarlo a sus localidades, sino que también reforzó el orgullo local por una celebración que comenzaba a ser reconocida como un patrimonio cultural de alto valor, y que en 2010 fue declarada de Interés Turístico de Andalucía. 

Con el paso de los años, el fomento de otros carnavales en la provincia y el protagonismo e influencia que Cádiz ha tenido siempre en la televisión pública andaluza, sumada a la crisis económica y la falta de interés o apatía local, el carnaval isleño fue perdiendo su posición mediática y que solo ha sido aliviado en excepciones puntuales por algún que otro medio provincial. Esta situación en el tiempo, solo fue amortiguada por los medios locales: periódico LA HIGUERITA, Radio Isla Cristina, así como la TV por cable que durante muchos años dirigió Antonio Mantell, quiénes han realizado un trabajo importantísimo de difusión y recopilación del Carnaval, pero las limitaciones y su capacidad de cobertura siempre fueron un hándicap que nos aislaron más de lo que estamos, con la única excepción de la visita cada año de la emisora Cadena SER Costa de la Luz, encabezada por el perseverante isleño José Pardo.

En la actualidad, las redes sociales han revolucionado la prensa y las comunicaciones. La irrupción de Canal Costa TV en la final, la emisión digital de pago de Wihu, y las plataformas como YouTube, Facebook, Instagram, etc., han permitido que a lo largo del año las agrupaciones no mueran efímeramente y que el Concurso de Agrupaciones sea seguido en tiempo real o diferido desde cualquier parte del mundo. En este apartado hay que destacar la labor de muchos aficionados que desde sus perfiles han posicionado y realizando un gran trabajo desde hace un tiempo atrás con canales temáticos como “Carnaval de Isla Cristina” de Antonio Contreras, “El Antifaz Carnavalero” de Pedro Lares,  y  los canales genéricos de Diego Neto y Manolo Olías, Enrique López Nieves “ENRI” o “Mi Rinconcito Marinero” de Pedro López, y en los últimos años, la App “Carnaval de Isla Cristina”, realizada por Miguel Piña.

Este avance tecnológico ha liberalizado el acceso a la celebración, llevando su magia a quienes no pueden estar presentes físicamente. Sin embargo, esta proyección digital plantea retos. Una retransmisión de calidad no solo requiere tecnología adecuada, sino también una planificación cuidadosa que respete la esencia del carnaval. La narrativa, los planos de cámara, el sonido y la imagen, y la forma en que se presenta cada detalle son fundamentales para transmitir fielmente como sonamos, como creamos, como somos y como vivimos nuestra fiesta.

Actualmente, para garantizar que todo el trabajo que se realiza en el Carnaval de Isla Cristina sea conocido,  es crucial entender que una buena retransmisión y una organización eficiente son sinónimos de éxito. Esto implica invertir en tecnología de vanguardia, exigir un mínimo de calidad a los medios, una señal única y capacitar y facilitar los instrumentos necesarios a los equipos encargados de las retransmisiones, cuidando cada detalle de la producción audiovisual, reforzando la colaboración entre instituciones y entidades carnavalescas, empresas locales y creadores de contenido para maximizar el impacto del carnaval y que revierta económicamente en la localidad. Esta ordenación no debe entenderse como una rigidez que limite la creatividad, sino como un marco que permita que cada elemento de nuestro carnaval brille con la intensidad que merece,  es la única manera de “vendernos con calidad” y de generar el interés que hace mucho tiempo perdimos.

El Carnaval de Isla Cristina tiene una rica historia y una tradición que lo convierte en único. Las redes sociales, han cambiado los conceptos y han repercutido en el periodismo, sin embargo, el camino por recorrer es largo y fructífero. La combinación de tecnología y creatividad está al alcance de cualquiera, y sólo una buena organización  será la clave para asegurar que el carnaval continúe siendo un referente cultural con calidad en sus retransmisiones, saliendo del ámbito localista en el quedó relegado por el desinterés de los medios tradicionales que hace muchos años nos abandonaron,  y poder llegar  a cualquier lugar del mundo.

Solo nos ha salvado en estos últimos años del olvido y la indiferencia, el mejor altavoz y embajador con que ha contado Isla Cristina y su Carnaval, nuestro internacional artista Manuel Carrasco, quién cada vez que sube a un escenario o a un plató,  nos pone en el mapa, acaparando el interés mediático y presumiendo de su pueblo y de su Carnaval.     

jueves, 30 de enero de 2025

PASION Y GLORIA. Wihu por Jesús Nogales, invitados Javier Castro Medero y Francisco González Salgado

LA CERÁMICA DE LA VIRGEN DEL CARMEN DE ISLA CRISTINA DEL "MUNDO NUEVO"


Para conmemorar los 50 años de la creación de la Diócesis de Huelva, la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen de Isla Cristina, colocó en la fachada lateral de la vivienda de José Sares González "Piquito", en la confluencia de las calles Barrio Nuevo y Arnau, esta bonita cerámica de 12 losas de 15X15 cm. de la Stma. Virgen realizada por la ceramista Victoria Alonso, y enmarcada por un techo y repisa de serie. 

Aunque por la premura con la que paseamos o circulamos por la zona, a veces, su presencia se nos pasa desapercibida. 

La intención de la Hermandad en su momento, además de conmemorar dicha efemérides, fue dejar constancia del amor y la devoción de una gran zona, la de "Allá arriba", dónde han habitado y habitan muchos marineros, y el acercamiento devocional a los vecinos




miércoles, 27 de noviembre de 2024

HASTA SIEMPRE, SEBASTIÁN

El 23 de noviembre de 2004, fallecía D. Sebastián Carrillo Escámez.  Con la colaboración de su hijo José Antonio Carrillo Martín, escribí este artículo para una revista especializada de pesca en diciembre de 2004. 

Ahora que se cumplen 20 años de su fallecimiento, lo recuperamos en su memoria. 

Sebastián Carrillo Escámez

 

En la tarde noche del 23 de noviembre de 2004, en la marinera ciudad de Isla Cristina y a la edad de 68 años, nos dejaba para siempre, Don Sebastián Carrillo Escámez, presidente que fuera, de la Asociación de Armadores de Isla Cristina. Hombre sencillo donde los haya, quién creció, vivió en torno y para el mundo de la mar. 

Nació en el Real de la Almadraba en la Punta de Afuera, (Punta del Moral),  sexto hijo de una familia de pescadores, que conformaban ocho hermanos, llegados de la hermana provincia de Almería. Sus padres José “el Moro” y María, arribaron un día en esta desértica playa, donde se instalaron muchas familias de pescadores procedente  del levante andaluz, llegados como mano de obra para  los galeones y las almadrabas y, como pequeños armadores, con sus barquillas de velas para la pesca de la sardina, ubicándose en un almacén donde se guardaban  los enseres y  las  redes. 

Creció Sebastián, desde muy niño, impregnándose de agua, viento y sal, correteando por aquellos arenales entre retamas, sin una infancia, ya que como es sabido, en el mundo de la mar, no había tiempo para jugar y, sus brazos eran importantísimos para colaborar en el sustento de la familia. Los varones, embarcaron con su padre José  “el Moro”, a muy temprana edad.  Antonio, su hermano mayor, mucho antes que él, cuando contaba con solo 10 añitos y Sebastián, en su primera vez lo haría con 8 años, mientras que las hembras quedaban en tierra en las labores de aparejar, limpiar, preparar los botes  y en el hogar. Al poco tiempo, se trasladaron a esta orilla de la antigua Higuerita, concretamente a la barriada marinera de  Punta del Caimán, donde pasó la mayor parte de su vida. En este periodo, su padre José, fue nombrado por el Alcalde de Isla Cristina, representante o Alcalde pedáneo de los vecinos de esta barriada, que durante muchos años, estuvo separada de la población isleña por un caño de mar llamado del Cepo y que se unía por un puentecillo de madera en el Miramar. 

 Durante estos años, Sebastián, trabajó  codo con codo con sus hermanos e  hicieron un poquito de capital, con muchísimo esfuerzo y sudor, para poder construir una humilde vivienda para vivir. En este lugar conoció a la guapa y joven María “La de Valentín”, hija también de pescadores emigrados del vecino Algarve portugués, de quién se enamoraría y con quién creó un hogar, obteniendo como fruto de su matrimonio seis vástagos, conviviendo con ella,  hasta el ultimo minuto de su vida. La forma de vida y empresarial que trajeron estos “levantinos o levantiscos” como por aquí le llamamos, era el patriarcado jerárquico, es decir: que todo se movía en torno al cabeza de familia; el padre, quién además de respetado, controlaba la economía de todos e invertía los esfuerzos de cada uno de sus hijos sin diferenciar el sexo, en mejorar sus pequeñas embarcaciones, un circulo cerrado, con el único fin de mejorar día a día las técnicas que iban saliendo en el mercado, con lo que conllevaba a hipotecar sus vidas y la de sus hijos en una misma empresa común con el afán  de superación y mirando por el bienestar social de todos. Los años fueron pasando, falleciendo José “el Moro”, de quienes heredaron todos y cada uno de sus hijos su apodo. La familia de   “los Moros”, se convertiría con el tiempo, en una gran y populosa familia de Isla Cristina, ya que todos sus hijos e hijas, habían contraído matrimonio y  se habían multiplicado, llegando el momento de que cada hijo se independizara de este clan familiar, creado por José y María y que ellos mismos creaban  junto a sus hijos, volviéndose a imitar ese mismo estilo de vida y sistema empresarial tan tradicional en la zona. 

De esta manera, Sebastián se convierte en un nuevo patriarca familiar y todos sus hijos se van uniendo a él poco a poco  en las difíciles tatareas de la pesca. En un afán de superación e impropio de una persona que nunca tuvo posibilidades de instruirse culturalmente ya que pisaría la escuela muy poco tiempo, Sebastián, se integra en el Cabildo de la Cofradía de pescadores “Nuestra Señora del Carmen” de Isla Cristina, luchando incansablemente, por el bienestar de los pescadores, pasando en él muchos años. No satisfecho con los logros que desde la Cofradía se hacían y con una mentalidad de abarcar proyectos más ambiciosos y de futuro, junto con un grupo de armadores, deciden fundar la Asociación de Armadores de Isla Cristina, quienes deciden nombrarlo Presidente, intercalando su cargo en dicha asociación, con el propio de empresario armador hasta el último día de su vida. 

Durante se mandato, demostró que era un gran negociador, con una inteligencia innata digna de todos los elogios y difícil de ver en  un simple pescador sin estudios, codeándose con las altas esferas de la política y el mundo empresarial pesquero.  Muchos han sido  los logros que se consiguieron en beneficio del sector pesquero durante su etapa, entre otros y dada su importancia: La explotación de la Lonja de Isla Cristina junto con la Cofradía de Pescadores, uno de los pilares fundamentales en la economía de la localidad. Se acabó con el monopolio establecido con los carburantes, consiguiendo el abaratamiento de los costes del  combustible. Se sanearon las deudas contraídas años atrás por el sector. Se compró un local en propiedad, para ubicar la sede de dicha asociación que no llegó a inaugurar y que muy pronto se llevará a cabo. Fomentó y relanzó los productos más genuinos de nuestra costa;  el último de ellos fue en la ciudad de Alicante una semana antes de su fallecimiento, donde tuvieron una gran acogida. Peleó incansablemente en las diferentes negociaciones allí donde existía  un problema para el sector pesquero,  incluso, jugándose su integridad física y económica. Y además, tuvo el alto honor junto al Patrón Mayor de a Cofradía, Mariano García, de imponer la “Gamba de Oro”, galardón creado por “Lonja Isleña” a  S.A.R. Don Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias, en su visita a la Lonja Isleña.

 

S.A.R Don Felipe de Borbón, Principe de Asturias y actual Rey de España, en su visita a Isla Cristina,  acompañado por Maríano García de Lonja de Isla, se dirigen a saludar a Sebatían Carrillo. 

Su talante, su espontaneidad, su capacidad de entrega y sacrificio, siempre dispuesto a mejorar el mundo de la mar será difícil de igualar. Por eso, marineros, armadores, pueblo en general y los medios de comunicación con el que siempre colaboró, autoridades de todos los escalafones sin excepción, despedimos a Sebastián, en el ultimo adiós, con el convencimiento, de una gran labor cumplida y el honor de haber despedido para siempre a un sencillo y gran hombre que vivió por y para el desarrollo de las gentes de la mar.

Sebastián Carrillo hace entrega al Prince de Asturias de la Gamba de Oro
 en su visita a "Lonja de Isla". 



NOTA:   El 15 de diciembre de 2005, Su Majesta el Rey Juan Carlos I, y en su nombre la Ministra de Agricutura, Pesca y Alimentación,  en atención a las cualidades y circunstancias que concurrían en Don Sebastián Carrillo Escámez, le otorgó el Titulo de la ENCOMIENDA DE NÚMERO de la Orden del Mérito Agrario, Pesquero y Alimentício, Sección del Mérito Pesquero con los honores en insignias que le correspondían. 

También, en sesión ordinaria de fecha 30 de enero de 2007, en su punto quinto, el Ayuntamiento de Isla Cristina, aprobó por unanimidad "Nominar con el nombre de D. Sebastián Carrillo Escámez y en su memoria, una calle en nuestra localidad".  

Hace un par de años, sin aviso a los familiares, sin `publicidad y sin inauguración previa, se rotuló la antigua calle San Francisco en Punta del Caimán, calle donde Sebastián residió y tuvo su vivienda, con el nombre de Sebastián Carrillo Escámez.  





sábado, 16 de noviembre de 2024

HIMNO DEL REAL GREMIO DE HALCONEROS DE ESPAÑA.

Finalizado el Carnaval de 2005, recibí la visita de nuestro recordado amigo, Jesús Martín Biedma, venía a ofrecerme, la participación en la grabación de un tema musical, que Manuel Diego Pareja Obregón de los Reyes, había compuesto y que le gustaría que lo dirigiera con las voces de nuestra comparsa "Mojiganga".
Tras contactar con Manuel Diego, me explicó bien el proyecto, nada más y nada menos, que se trataba de ponerle voz al Himno del Real Gremio de Halconeros de España que acababa de componer. Tras consultar con mi gente, no dudamos en aceptar colaborar en este bonito e interesante proyecto.
Hace unos días, me he topado con algunas fotografías de aquel momento, y que realizamos durante la grabación, me he dispuesto a recuperar este trabajo que he guardado durante 19 años, y al que no dimos mucha difusión. Hoy con las redes sociales, he montado un pequeño video, me gustaría compartirlo con vosotros, ya que merece la pena.
Fue todo un honor para nosotros, quedar inmortalizados en esta obra de Manuel Diego Pareja Obregón y sobre todo, dejar nuestras voces en tan magno proyecto.
Dicho himno fue presentado ante S.A. R el Rey Juan Carlos I en 2006, acto al que teníamos previsto asistir para interpretarlo, pero al final, surgieron algunos problemas que no lo hicieron posible.


jueves, 17 de octubre de 2024

LOS OLORES DEL CARMEN

Artículo recuperado,  publicado en la Revista de las Fiestas de Carmen 2003


 

Cuando se acercan las Fiestas del Carmen, un olor especial inunda mis sentidos, retornándome, hasta una época llena de añoranzas y de recuerdos infantiles. 

El olor a gasoil que impregnaba la ropa azul de mi abuelo Cristóbal y que aún después de jubilado, siempre desprendió su piel curtida por toda una vida de desvelos dedicada a la mar, en la sala de maquinas de aquellos barcos que pescaban en la zona de Agadir. Es ese, el olor que rememoro al llegar estos días, pues de niño, me llevaba a arrancar el motor de un barco que se llamaba “Virgen del Carmen”, a encender las luces y llenar la presión de las botellas de aire, que al paso de la patrona de los marineros, a quien siempre tuvo una gran devoción, las hacía sonar hasta agotarlas, entre la alegría de aquel chiquillo que quedó marcado para toda la vida con la visita de la Virgen y la devoción autentica que mostraban aquellos viejos pescadores hoy, desaparecidos. 

También, el olor a sal, que desprendían las redes secas en la draga de las calderas, entre las que sobresalía, la figura desgastada de mi otro abuelo Rafael, quién tuvo el honor de portar la vara de la Virgen durante la procesión, al serle concedido el Homenaje al Marinero, por toda una vida de lucha y entrega. Hombre temperamental y sin infancia, que intentaba ocultar sus  muestras de fe, emocionándose con gran facilidad cada vez que la Virgen del Carmen recorría las calles y sus ojos se iluminaban y humedecían mientras trataba, avergonzado, de esconder sus nobles sentimientos.

 Pero este Carmen de 2003, llegará con un nombre muy presente  en la mente y el corazón  de todos los isleños: el de Agustín García Cazorla y el de toda su familia, compañeros inseparables de la angustia y la oración. 

Y,  volverá ese momento cumbre y sublime de la fiesta, cuando esa Virgen Chiquita que anida en nuestro corazón, la Estrella de los mares, que como Patrona y Capitana, subirá en uno de nuestros barcos pesqueros, para mirarse en el espejo de plata de nuestra ría, bendiciendo sus aguas, desde la pescadería a la barriada hermana  de  Punta del Moral, en memoria de aquellos centinelas que encontraron la vida eterna bajo su manto protector, para el disfrute de nuestros observadores ojos, en ese instante gozoso y emotivo lleno de fervor popular, en el que las gentes se arremolinan en torno a Ella, mientras los pescadores y costaleros,  se unen en una piña fusionados en un solo corazón para alzarla al cielo, llevándola  a cada uno de los barcos amarrados a puerto y la paseen por la “Lota”, donde las sensaciones interiores florecen entre las sirenas y el color rojo intenso de las bengalas, el impresionante crepúsculo del atardecer, las explosiones multicolores y los estruendos de los cohetes. 

Isla Cristina, ya no es aquella que se echaba a vivir la fiesta intensamente, desde por la mañana en la caseta, la de las carreras de cintas del desaparecido Pepe Cañavate, la de las calles de arena, la de las casitas bajas y sencillas de encalada blancura en las azoteas y paredes deslumbrantes, de vecinos sentados en las puertas de sus casas, la de los estrenos en la víspera y las rozaduras en los pies, la de las filas interminables de velas en la procesión y escapularios carmelitas colgados al cuello a la altura del pecho. Isla Cristina, hoy es una ciudad moderna que ha evolucionado, que ha cambiado en su fisonomía y algunas de sus costumbres y que mira al futuro con alegría sin querer desprenderse de su pasado, con una buena calidad de vida y que a veces esto, hace que nos olvidemos de nuestra raíces y valores culturales, hasta tal punto, de acordarnos de la Virgen, sólo, en momentos de apuros y verdadero peligro. Pero aún así, se sigue y seguirá oyendo ese grito hondo y sentido del pescador que vitorea el nombre de la Stma. Virgen del Carmen con la desgarrada y autentica serenidad de su alma. 

Que así se perdure en el tiempo  y nuestros nietos lo cuenten. 

lunes, 14 de octubre de 2024

FESTIVAL CORAL DEL ATLÁNTICO



Finalizó la XXXVII edición del Festival Coral del Atlántico, quizás, de uno de los festivales en su especialidad más longevos de Andalucía y que a lo largo de su historia,  con sus altibajos, ha aglutinado lo mejorcito de la música polifónica de España, alcanzando, y gracias al empeño exclusivo de los directores, las corales isleñas y del Ayuntamiento, que lograron convertirlo en un referente y una cita obligada para  los amantes de la música y la cultura en la provincia de Huelva.

El mayor éxito de este festival, siempre fue, ha sido y será,  la asistencia del público que abarrota el templo de Ntra. Sra. de los Dolores cada función,  arropando a las agrupaciones, en este preludio otoñal que casi coincide  con el puente del Pilar y el día de la Hispanidad,  convirtiéndolo en un atractivo turístico-cultural.

En tiempos ha, cuando corría la moneda, este Festival Internacional, permitía que los hoteles y restaurantes funcionaran, ya que hospedaban a los participantes generando economía en la localidad, se les organizaban  rutas visitables, comían en restaurantes y se fomentaba a través de la música un intercambio cultural.

Actualmente, y por razones obvias, nada es igual, salvo que a trancas y barrancas se continúa celebrando por el pundonor de los coralístas isleños, verdaderos artífices de este logro,  que consigue año tras año atraer aficionados y visitantes de diferentes partes de la geografía comarcal, así como acompañantes de otras corales, que se desplazan para disfrutar  llenando diariamente el templo.

Isla Cristina, puede presumir sin complejos, de muchas cosas, y una de ellas es el gran sentido musical y la gran afición a la música que atesora,  y por ende, a la organización del Festival Coral del Atlántico, un referente para toda la provincia de Huelva y de Andalucía.

Quienes no lo entiendan así, están ciegos o miopes.

La política tiene que servir para sembrar y engrandecer a los pueblos, un festival único, de estas características en Andalucía, no puede seguir viviendo de espalda a las realidades institucionales provinciales y regionales.

Tenemos un marco incomparable, gracias a la cesión que realiza el Obispado de la Diócesis cada año para su celebración, unas corales propias magníficas, que realzan con sus repertorios y engrandecen el nombre de Isla Cristina y la provincia, allá donde van, además, de un selecto elenco de formaciones musicales, cada vez menos,  que vienen desde los diferentes lugares de la geografía a mostrarnos su arte.

Sé muy bien de lo que hablo, no he faltado casi a ninguna edición como público y también como coralísta, y tuve el honor de presidir su organización durante dos ediciones, dos años de verdadero sufrimiento e ingratitudes,  en la que no había dinero ni para comprar las estatuillas que se entregan, símbolos del festival, pero que pudimos sacar adelante.

El Festival Coral del Atlántico, que organiza el Ayuntamiento de Isla Cristina, con la participación imprescindible de las corales isleñas, es un lujo para nuestra localidad, la provincia de Huelva y Andalucía, no permitáis que el ego, los celos y la vanidad así como los intereses espurios o políticos acaben con él.

Felicidades a la Coral Polifónica Isla Cristina, a la Coral Stella Maris de Torre del Mar (Málaga) única participante invitada) a la Coral de Voces Blancas "Isaac Cueto Burgos" y a la Coral Padre José Mirabent, al Ayuntamiento y como no, a nuestro párroco Don Gregor Kozar. 

miércoles, 9 de octubre de 2024

EL ALTO RELIEVE DE LA VIRGEN DEL MAR

 Articulo recuperado y publicado en la Revista de las Fiestas de la Virgen del Mar en Punta del Caimán de Isla Cristina en 2006.

 

Cuando en la populosa barriada de la Punta del Caimán, se conmemora el 25 Aniversario de las fiestas en honor de Ntra. Sra. del Mar, quisiera, traer a las páginas de esta revista, una reseña histórica que aunque pasa desapercibida para muchos de nosotros, no deja ser importante y es digna de ser conocida por todos. 

Me refiero a la imagen de la Virgen del Mar, que preside los bajos del edificio Monteduna, donde estuvo la anterior Iglesia. 

Dicha imagen, fue una donación personal de Don Juan Ruiz, (de profesión practicante),  esposo de Dña. Mari Tere Mirabent Feu a la Parroquia, siendo encargada al escultor isleño D. Carlos Silva Escobar. 

Dada la provisionalidad de dicha parroquia en aquellos momentos de su inicio y aconsejado por el párroco de entonces Don Manuel Gómez Orta, el escultor, concibió y realizó  este alto relieve, para que un futuro, cuando la futura iglesia fuera construida presidiera la torre del campanario, de ahí la posición de la Virgen que aparece con los pies de puntillas para que pudiera ser observada desde abajo hacia arriba, ganando volumen y toda la importancia en su rostro y el de su hijo Jesús. 

 Modelada en barro y posteriormente vaciada en escayola, se realizó esta preciosa obra de arte en cemento. Fue terminada el 24-10-1973 con unas dimensiones de 1,58x1, 23cm. La pátina primitiva imitaba al barro cocido, apareciendo con una tonalidad mate y muy artística, que se ha perdido con el paso  del tiempo por el deterioro y la aplicación por algún devoto que, con buena intención pero sin ningún conocimiento ha aplicado productos no apropiados de un carácter doméstico y sin rigor técnico, perdiendo su color original. 

La devoción que de unos años acá se ha expandido por toda Isla Cristina, ha permitido que dicha imagen, sea un lugar importante en el corazón de los devotos a la Virgen del Mar, pues, siempre es visitada y donde además, nunca faltan las flores frescas como ofrenda del amor sencillo que los hombres y mujeres de la Punta del Caimán, profesan a su Madre. 

viernes, 4 de octubre de 2024

BAJO EL ANTIFAZ


Artículo recuperado y publicado en la Revista Oficial de la Semana Santa de Isla Cristina 2002


 Acabábamos de rezar la tradicional oración de hermandad, cuando la puerta se abrió de par en par y el murmullo expectante de la muchedumbre se hizo silencio.

 Una nube de incienso, formaba una cortina translúcida de humo que se esparcía por todo el templo y que huía hacia fuera,  inundando el cielo de Isla Cristina e impregnándolo todo de su aromático perfume. La Cruz de guía presidía  y se adueñaba del dintel de la puerta principal de la parroquia,  inicio de aquel cortejo, que pronto volvería a pisar suelo isleño, después de todo un año de espera. Y, entre tanto recogimiento, un estruendo  ensordecedor,  frío y seco, me hizo estremecer, al mismo tiempo que  el paso, donde el Dios Hombre se hallaba, se elevaba impulsado por el esfuerzo cervical y unánime de los costaleros, atendiendo a  la voz firme e imperiosa de su capataz, mientras,  se desplazaban lentamente enfilando la salida. 

           Comenzaron a andar los nazarenos con sus largos cirios encendidos y tras el Señor,  un mar de velas se agolpaban alumbrando los desvelos, las oraciones, los ruegos y peticiones de un pueblo que esa noche, no quiso dejar solo a Cristo en su agónico peregrinar hacia el Gólgota. El olor a clavel se hizo  patente más aún, cuando los zancos del paso volvieron a tierra  y la suave brisa marinera, desplegaba su cálido aroma casi, como acariciándonos. Milimétricamente y después de una ardua maniobra,  abandonábamos  la iglesia ante la atenta mirada de todo el público expectante. Algunos, curiosos y observantes, otros, con la oración en los labios  y  extasiados ante la belleza plástica de quién quiso sufrir como un hombre siendo encarnizado para la redención del mundo. Y de pronto, el aire se llenó de un lamento desgarrado que penetraba en mis sentidos como una flecha, saeta que cruzaba la noche, la oración del pueblo andaluz sonaba a gloria  desde un rincón cualquiera  y sin poder contener la emoción,  el gentío allí reunido,  aplaudía  fervorosamente lleno de entusiasmo,  incluso antes de que acabaran los últimos compases, rompiéndose  ese mágico momento al que fui transportado.

            Pasaron los penitentes entre el estremecedor ruido de las cadenas y el penitencial peso de las cruces. Los niños a los que observé desde mi privilegiada  posición en el cortejo,  miraban asustados a sus padres y abuelos mientras, señalaban con sus manitas, a los pies descalzos de los que se martirizaban, aún más,  en su anónima estación de penitencia, con un pesado madero. Y a lo lejos, escoltada por las luces esplendorosas y destellantes de las velas de la candelería, asomaba la belleza inconfundible y majestuosa de la Virgen en su hermoso paso de palio, rompiéndose de nuevo, ese silencio en el que la Virgen llora, al compás de las bambalinas, tan armónico, como si fuera el acorde musical de una marcha procesional.

           Junto a mi lado, una anciana se santiguaba y  rezaba  entre dientes, sin perderle la mirada  al Señor y en su rostro, denoté un agónico lamento peticional, que solo Dios,  entendería en aquellos momentos.

            La noche fue avanzando y la procesión llegó a su fin. De vuelta a casa, cansado pero con un universo de sensaciones vividas bajo mi túnica y antifaz de nazareno, continué observando a la gente,  pocos se percataron de ello y en sus rostros, denoté, que un soplo de esperanza, iluminaban a esos ojos que antes acompañaron, imploraron, rezaron y agradecieron, al ver pasar al Señor y a su Santísima Madre, tras abandonar su Templo Sagrado,  para acercarse más nosotros en una catequesis que se renueva cada primavera..    

 

miércoles, 2 de octubre de 2024

EL AYER Y EL HOY EN LAS CUADRILLAS.

Artículo recuperado, y que publiqué en 2003 en la Revista Oficial de la Semana Santa de Isla Cristina.

Cuadrilla de costaleros de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder 1983


Al estruendo seco del llamador, el paso se eleva y avanza lentamente de costero a costero, impulsado por el esfuerzo cerviz y acompasado de los hombres que calzan bajo él.

Este hermoso espectáculo que revivimos constantemente durante todo el recorrido y que marca el devenir de la procesión, ha sido quizás, uno de los revulsivos que nuestra Semana Santa ha experimentado en los últimos años, pero no siempre fue así.

Desde la década de los años 20 del siglo pasado, los pasos de las Hermandades históricas de Isla Cristina, tanto las constituidas canónicamente como las que no; los de Ntra. Sra. de los Dolores, Gran Poder, Santo Entierro o Cristo de la Vida, fueron portados a la tradicional y antigua usanza gaditana, es decir: sobre el hombro, en andas o parihuelas, de manera improvisada, sin ensayos previos y utilizando para su descanso  y sostenimiento en el suelo, cuatro horquetas que apoyaban los cargadores en las cuatro esquinas de las andas.

Tras el paréntesis producido por la contienda bélica española (1936-1939) donde los dos templos locales fueron profanados y saqueados, las hermandades isleñas que fueron refundadas, así como las de nueva creación (Flagelación, Cautivo, Mulita y Buena Muerte), continuaron siendo portados en sus salidas -algunos desde fuera y otros desde dentro-, al estilo de los cargadores gaditanos, influencia esta, dada la cercanía por mar y los vínculos marineros y pesqueros de nuestra ciudad con la provincia de la "Tacita de Plata". Para tal menester se reclutaban a los hombres de "la coya" (descargadores de los muelles), que cumplían su cometido, previo el pago estipulado por el mecenazgo de algún que otro Hermano Mayor o miembro pudiente de las diferentes Juntas de Gobierno y quienes, para guardar sitio, anudaban un pañuelo en el costero donde más tarde habrían de cargar. En este periodo, los pasos tuvieron que ser agrandados.

Es en 1957, y tras el estreno del paso del Stmo. Cristo Yacente, cuando aparece la primera cuadrilla de costaleros (profesionales venidos de Huelva capital), que duró aproximadamente casi una década con grandes altibajos hasta su desaparición. Y es a partir de 1981, cuando la primera cuadrilla de Hermanos costaleros isleños, es introducida  en nuestra Semana Santa al mando de Francisco Eugenio como capataz  y portando la imagen de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder, después de un largo periodo de decaimiento económico de los mecenas, de abandono y desidia que llevó a las mismas a adaptar los tronos con las antiestéticas ruedas para su desplazamiento salvándose así, las salidas procesionales y, aunque no nos guste a los cofrades este sistema de las ruedas, casi con total seguridad tenemos que reconocer que fue la supervivencia y evitó la desaparición de nuestras cofradías, al facilitar el cumplimiento con uno de los puntos más importantes de las reglas como es la salida y la protestación pública de fe en la calle. Por desgracia, solo una cofradía isleña continúa procesionando por este feo pero necesario sistema ante la dejadez y falta de interés de unos o la soberbia y tozudez de otros ¡no lo sabemos!. Es en 1991 cuando la mujer reivindica un lugar también como costalera, formándose una cuadrilla para portar a la preciosa imagen de la Stma. Virgen de la Soledad, que desde su fundación en 1975, lo venía haciendo a ruedas y que nos llega hasta hoy, aunque, al mando de un hombre como capataz.

Actualmente y en nuestros días, solo el paso de Stmo. Cristo de la Vida conserva aquel estilo primitivo y original de llevar los pasos en nuestra Semana Santa, habiendo introducido los hermanos cargadores, con la diferencia de antaño, en un refinamiento y la sobriedad que caracteriza a esta corporación. Huyendo si cabe, del "asevillanamiento" que todas nuestras cofradías han ido y están tomando desde hace años, estilo que en definitiva nos ha servido de motor para el engrandecimiento, auge y lucimiento de nuestra Semana Mayor.

martes, 24 de septiembre de 2024

LA VIDA SIGUE

Artículo recuperado,  y que publiqué en el Boletín de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder  en la Cuaresma de 2006.

Manuel Jesús Moreno Martín, "Pañero",  retocando
a la Stma. Virgen de las Mercedes y San Juan Evangelista. 

Cuando aún solo han pasado algunos meses del fallecimiento de nuestro amigo Pañero, me trae a esta líneas, la necesidad y la obligación imperiosa de rendirle este merecido recuerdo a través del boletín de nuestra, su querida Hermandad del Gran Poder. 

Sería fácil ahora, en tiempo pretérito, hablar de Manolo “Pañero”, pero para aquellos que lo conocimos de verdad, esos que compartimos muchos ratos y momentos con él, los que discutimos enzarzadamente por mil y una cuestiones, los que hemos reído y hemos  llorado a su lado en torno a una misma fe, se nos hace muy difícil hacerlo o por lo menos, así lo siento. 

El tiempo pasa rápidamente cicatrizando las heridas, borrando los recuerdos como hace el viento cuando sopla fuertemente alisando la tierra y borrando las huellas. La vida sigue, es como una corriente imparable en la espera de un final que no sabemos cuando llegará, en la desembocadura del río de nuestra existencia para fundirse con el mar de lo infinito. 

Y, Manolo se nos fue, lentamente tras haber sufrido lo suyo en este Valle de Lagrimas, acudiendo a su llamada, porque la Virgen de la Mercedes, su Virgen, necesitaba un artista del alfiler y los encajes para vestirla en el Cielo y quiso, llevárselo a su lado después de haber puesto todo el empeño del mundo en terminar la obra que un día se propuso, la que le costó enemistades y reconocimientos. 

Débil y delgado, tomé estas, sus últimas fotografías arriba del paso, mientras retocaba momentos antes de la salida procesional de 2005 a nuestra Madre de las Mercedes y a San Juan Evangelista. Con qué mimo, sabiendo que el tiempo se acababa, sus manos primorosas determinaban el rostrillo y las alhajas de la Señora, quizás, ¿le hablaba?,  con la resignación cristiana que Dios dota a los enfermos para aguantar estoicamente al lado de ellos. Pañero se nos fue, habiendo desempeñado varios cargos en nuestra Hermandad, Vestidor,  Prioste, Hermano Mayor, convirtiéndose en uno de los cofrades más representativos de nuestra cofradía y de la Semana Santa  isleña.

 Pero la vida sigue y una nueva Junta de Gobierno abandera los designios de nuestra cofradía, es ley de vida, con proyectos, ideas e ilusiones renovadas, parece haber pasado una inmensidad y solo hace unos meses de su ausencia. 

Este año, antes de la salida procesional, un sentimiento auténtico de Hermandad  flotaba en la capilla, parecía que su presencia era total. Desde mi privilegiado sitio junto a la Virgen,  cada año observo cuidadosamente cada movimiento en el palio, las velas, las flores, las miradas, las expresiones y el comportamiento de la gente. Pañero rondaba por allí, estoy convencido,  en la primera oración, en las primeras “levantás” de los pasos, y en el recuerdo de todos nosotros, aunque, al mirar detenidamente a nuestra Madre, me di cuenta de que su presencia era espiritual, porque otras manos habían vestido a la Señora, parece mentira, pero no parecía Ella.

En mis retinas quedaron grabadas esa noche alguna que otra lagrima, la de sus amigos y especialmente las de su madre Encarna, quién abatida y desconsolada, había vuelto a sentir y por segunda vez  en sus carnes,  el dolor de los dolores.  

“Pañero”, sé que estarás en un balcón preferente de la gloria cada madrugada del Viernes Santo, junto a ese otro gran hombre que fue para nuestra Hermandad, y que hace unos días nos ha abandonado “Juanichi” Estévez, mientras observáis por el paseo de Las Palmeras, el paso por Carrera Oficial  de la Hermandad de vuestros amores. Porque: “el que cree en mi, aunque muera vivirá; y todo el que vive en mi y cree en mi, no morirá jamás”. (Jn 11, 25-26).

jueves, 19 de septiembre de 2024

LA DEVOCIÓN MÁS ANTIGUA.

Artículo recuperado,  y que publiqué en el Boletín de la Hermandad del Cristo de la Vida (Los 33)  en la cuaresa de 2006.  


A su izquierda,  la imagen que esculpió Juan de Astorga.
A su derecha, la imagen que reprodujo Sebastián Santos


Junto con la primera choza o barraca  levantada como templo sagrado en La Higuerita, fue en 1757, la primera devoción mariana de nuestra localidad; aquí comenzó el culto en  nuestra población a la Virgen de los Dolores. 

 Desde los orígenes, fue colocada en una mesa de Altar y presidiendo en su frontil, la imagen de Ntra. Sra. de los Dolores pintada sobre una tabla de madera que duró hasta 1823, ya deteriorada y envejecida, y a  expensas de una devota, se renovó cubriendo la antigua con un lienzo nuevo en el que según el Padre José Mirabent, “un diestro pintor la copió imitándola perfectamente y se colocó sobre el arco de la capilla mayor adornado con una marco igualmente nuevo”. 

Curiosamente, ningún historiador local que yo sepa, ni siquiera el Padre Mirabent, nunca nos dijo la procedencia de esa primera devoción mariana. Y me he preguntado, ¿por qué de los Dolores y no otra?... Muchas han sido las veces que  he pensado en ello y en mis investigaciones, he llegado a la conclusión que esta antigua devoción mariana pudo venir con casi toda seguridad  de la vecina tierra de Portugal. Curioso, ¿verdad?,  el fundamento que da base a este criterio, no es otro que nuestros fundadores catalanes, antes de la fundación de La Higuerita, ya pescaban y salaban el pescado por estas costas, concretamente en la playa de Montegordo y, ¿saben cuál es la devoción principal y la patrona de Montegordo?, pues Ntra. Sra. das Dores. Por eso, este planteamiento no ilógico, me ha llevado a pensar que tras el terremoto-maremoto que dio origen a la fundación de la Real Isla de la Higuerita, cualquiera de ellos trajese dicho frontil para presidir aquella primitiva choza que nos sirviera de templo a los higuereteños. 

Ya en la nueva iglesia de material, en el año  1787, se realizó el Altar Mayor de la Iglesia y fue colocada  una imagen de bulto de nuestra Señora de los Dolores de muy mal gusto y escultura que duró hasta el año 1814, en el que el Padre José Mirabent, la retiró del culto definitivamente, dada lo poco agraciada y tras habérsele intentado corregir los defectos en el  rostro y las manos, que al no conseguirse,  decidió enajenarla. “En su lugar, fue colocada otra de vestido casi natural muy agravada y dolorida, obra de Juan de Astorga, escultor de Sevilla, cuya imagen se costeó por los devotos de este vecindario, abriendo una suscripción al intento”. 

En el año de 1819, de la Silla Apostólica se le concede el  “Patronato” en propiedad con todas las solemnidades y circunstancias que disponen las Bullas Pontificias con respecto a los patronos principales de todos los pueblos. ¿Por qué entonces dejó de ser Patrona en  favor de Ntra. Sra. del Rosario?   Las razones son sencillas; pues porque Ella así lo ha querido. (En otro momento lo ampliaremos) 

Sería en los fatídicos días primeros del alzamiento militar, posiblemente el 21  julio de 1936, cuando un grupo de exaltados, se introducen en el templo, destrozando y profanando las imágenes, perdiéndose casi todo incluido el archivo parroquial. Poco pudo salvarse de aquella salvajada, la Imagen de Ntra. Virgen del Rosario y poco más. 

De la hermosa efigie de Ntra. Sra. del los Dolores, solo parte de su mascarilla, y su ajuar pudo ser salvado ya que se encontraba en casa de su camarista y benefactora Doña Dolores Pérez Romeu; el manto de salida y  las bambalinas de estilo juanmanuelino, bordados por Juan Manuel Rodríguez Ojeda y la saya, algunas joyas, así como una antigua corona de plata de ley sobredorada que nos da fe de su antigüedad, ya que en su interior aparece dicha descripción: “Esta corona la donó Juan (sic) y su esposa Doña Teresa Rodríguez para que le sirva a la Virgen de la Higuerita en las fiestas del año y tenga en su (sic) y la tenga”. Año 1794 (Las lagunas en el texto son debidas a una soldadura posterior que deterioró el escrito). Es decir: esta corona es más antigua incluso que la dolorosa que esculpiera Juan de Astorga y Moyano y, fue regalada para aquella imagen que el Padre Mirabent nos relata como muy  poco agraciada. 

En plena Guerra Civil, es en el año de1938,  cuando la actual imagen de Ntra. Sra., es encargada al imaginero Sebastián Santos Rojas, intentando copiar la belleza de aquella que anteriormente las gubias de Juan de Astorga habían esculpido. 

Han pasado 250 años desde nuestra fundación como núcleo urbano, como  pueblo y en este año de conmemoraciones, no podemos olvidar la devoción  a  nuestra Madre María Santísima de los Dolores,  quién el próximo año 2007, cumplirá también 250 años presidiendo desde el Altar Mayor de nuestra Parroquia, el devenir de su pueblo Isla Cristina.


viernes, 13 de septiembre de 2024

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ?

Artículo recuperado,  y que publiqué en el Boletín de la Hermandad del Cristo de la Vida (Los 33)  en la cuaresa de 2005. 


El  golpe duro y seco del llamador, rompió el silencio, dejándonos  la respiración entrecortada  y un hilo de melancolía en el corazón,  cuando los zancos,  volvieron  a tierra tras el último crujir de los costeros.

Y, Cristo y  su madre María, la Virgen, quedaron nuevamente expuestos  sobre sus tronos en la parroquia  a nuestros ojos,  tras recorrer las calles de una Isla Cristina convertida en Jerusalén,  cumpliéndose así, una vez más,  la profecía, para que el Dios hombre, escarnecido y humillado, escupido, ultrajado y condenado a muerte injustamente, se acercara  a nosotros.

 Así estaba escrito y así debía suceder, que el primer idealista de la humanidad, fuese vendido por Judas, para luego ser apresado, juzgado sin justicia,  jaleado e insultado por  un pueblo ciego y enfervorizado, que democráticamente le condenaba y a la vez indultaba  al delincuente Barrabás. Mientras, el gobernador Pilatos, lavaba sus manos en la sangre inocente que había de derramar  camino al Gólgota, para expirar en la agonía de la muerte.  (Una metáfora de la propia vida).

Isla Cristina, cada primavera vuelve a revivir el sufrimiento agónico de aquél Hombre que cambió a la humanidad y nos puso en el camino, la Esperanza de la Resurrección y La Vida eterna. “Quién cree en mi nunca morirá”.

Ese fue el nombre que recibió el cuadro del primer crucificado que el Padre José Mirabent colocó para presidir la capilla del primer cementerio isleño (Ermita). Con los años, pudiera ser esta, la misma imagen (¿)  que procesionó auspiciado por la Hdad. Sacramental de la Parroquia de los Dolores, hoy fusionada a la Hermandad de los 33 y que estaba presidida por Ventura Mirabent. El 15 de abril de 1960,  por una acción de gracia,  es fundada la actual  Hermandad del SANTÍSIMO CRISTO DE LA VIDA, el “canejito”, el mismo que actualmente procesiona como   titular de esta Cofradía.

Su cuerpo rendido y muerto, todavía en la cruz, es portado a hombros por cargadores, (a la antigua usanza gaditana), mientras que el aire trémulo vibra a su paso. El cristo de la Vida, es el señorío de las procesiones isleñas. Solo el ruido de las cadenas son capaces de robarnos la atención al pesado esfuerzo que como penitencias se imponen los anónimos penitentes, mientras que a su madre: Siete puñales de dolor le atraviesan el corazón Inmaculado.

Sin embargo, de vez en cuando, nos perdemos en el laberinto de la parafernalia estética y olvidamos su verdadero mensaje. Aún se persiguen y se siguen flagelando los derechos de millones de personas, humillados, ultrajados  y condenados a la hambruna,  mientras que los gobernantes del mundo, imitadores de Pilatos, lavan sus manos sin querer oír ni ver los lamentos agónicos de  un sub-mundo   que desfallece.

¡Bendita sea pues, la liturgia popular de los sentidos!, esa que nos emociona y nos encanta,  pero, nunca olvidemos SU MENSAJE, ni el por qué, ni para qué, fueron fundadas  nuestras Hermandades.

jueves, 12 de septiembre de 2024

FENÓMENO SOCIAL EN ISLA CRISTINA.


Entre mis cosas, he podido recuperar este artículo que escribí, hace ahora casi 22 años y que se publicó en el periódico Odiel el 16-11-2002


 

Hacía años que los nacidos en este terroncito de  tierra del sur de Andalucía, no vivíamos un   fenómeno social  como en el que actualmente se encuentra inmersa la provincia de Huelva y especialmente la Ciudad Isla Cristina,  gracias, a que un joven isleño, Manuel Carrasco, conocido  popularmente como “Lolito”, surca los mares de la ilusión embarcado en esa nave musical, con  rumbo al éxito.

 Manuel Carrasco, es un joven de profesión, pintor de brocha gorda, que con su guitarra a cuestas y  en su cabeza la única idea de ser artista, lo llevó a presentarse a la selección para el 2º Concurso de Operación Triunfo que emite T.V.E., siendo seleccionado y en estos momentos favorito de los teleespectadores por tercera vez.  Manuel, sin proponérselo y con su buen hacer, su gran sentido musical, las ganas de aprender y su sencillez, está haciendo estragos en los corazones de las quince añeras de toda España. Pero en Isla Cristina, más aún. Su pueblo se siente orgulloso de él, ocurra lo que ocurra, pues él solito, ha sido capaz de enamorarnos a todos y de llevar el nombre de su pueblo y el de su provincia, Huelva, a cotas de audiencia y publicidad que no sabríamos equiparar los beneficios que nos está reportando.

 Desde que Carrasco ingresó en la academia, es el gran  tema de conversación de todos sus paisanos, que vivimos intensamente cada minuto de su andadura televisiva, llegando a paralizar los lunes a todos, incluyendo los ensayos de las agrupaciones carnavalescas para la edición del Carnaval 2003, donde cuenta Manuel, con innumerables amigos de batallas, pues tenemos que recordar, que es el lugar de donde proviene su afición a la música, habiendo sido componente y director de algunas de ellas, a pesar de su juventud pues solo cuenta con 21 años.

 Los automóviles  y los comercios con su fotografía y eslogan, no se cansan de dar ánimos. Se agotan antes de llegar las revistas y los C.D relacionados con el programa en quioscos y librerías, han aumentado los clientes del canal satélite,  “La Higuerita” periódico decano de la provincia y la radio local nos proporcionan  y siguen facilitándonos cobertura diaria a lo que acontece en dicha academia, gracias a la improvisada colaboración de una oyente, que hace de comentarista improvisada y que posee el canal de Operación Triunfo, haciendo balance de lo acontecido y el Ayuntamiento, también ha querido unirse a este apoyo espontáneo que ha nacido de manera popular  instalando  el día de las actuaciones una pantalla gigante en el gimnasio del colegio Reina María Cristina, donde se desata el delirio cada vez que Manuel Carrasco aparece.  Los martes, solo existe un tema de conversación y una pregunta obligada: “¿Viste anoche a Lolito?”. Los cintillos se han puesto de moda, las camisetas con su rostro inundan la localidad y los temas interpretados en las galas, salen por las ventanas de las viviendas y ventanillas de los vehículos, logrando que todo el pueblo esté ilusionado con este acontecimiento.

   Este fenómeno sociológico que nos invade es motivo de alegría para una provincia y especialmente para un pueblo que harto de ver empañado su hermoso nombre con pequeñeces  que ensombrecen su nobleza, buen hacer y laboriosidad,  ve premiado su esfuerzo,  gracias a  este joven  que hoy por hoy, es uno de los  estandartes y el mejor escaparate de Isla Cristina ante los ojos de toda España y del mundo.

sábado, 31 de agosto de 2024

UN MURAL HOMENAJE A MANUEL CARRASCO, OBRA DE VICTOR KONESTILO.



He cruzado el Miramar, bordeando las obras del boulevard en dirección Punta del Caimán, al volver, desde la Avda. de la Constitución, se divisa aún sin terminar, el espectacular mural con el rostro de Manuel Carrasco nuestro mejor "embajador" junto al singular edificio "Faro".

Este artístico mural de 120 metros cuadrados, se encuentra en el inicio de la Barriada de Ntra. Sra. del Mar, barrio donde nuestro ilustre artista y amigo, se crió, frente a su colegio, concretamente, en el primer bloque, en la calle Poeta José Félix Navarro.
A medida que me iba acercando, decidí realizar estas fotografías, sin poder evitar pararme para observar y felicitar a su autor, por tan magistral obra artística y que se encontraba inmerso en su trabajo, el onubense Victor Romero Toscano.
Enhorabuena, porque seguro, este gran mural, se convertirá en un referente mediático y turístico para inmortalizarse junto al gigante "Lolito", en su barriada y en su pueblo, Isla Cristina.
Manuel Carrasco, no para de darnos alegrías con sus éxitos, su imagen, su amor hacia Isla Cristina de la que es su Cicerón y mejor embajador. Qué orgullo para sus padres, Manuel y María, y toda la familia.
Enhorabuena Víctor Konestilo por este gran trabajo, y espero y deseo, te sonría a partir de ahora, la suerte que un artista debe tener, porque con esta acertada y bonita obra, antes de finalizarla, ya nos has cautivado. Suerte...