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Recorte de prensa junto a la batuta recibida por Don Gerardo Jiménez Vaquero. |
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Preciosa batuta, recibida por Gerardo Jimñenez Vaquero, como regalo al aprobar las oposicones a Músicos Mayores del Ejercito en 1927 |
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Recorte de prensa junto a la batuta recibida por Don Gerardo Jiménez Vaquero. |
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Preciosa batuta, recibida por Gerardo Jimñenez Vaquero, como regalo al aprobar las oposicones a Músicos Mayores del Ejercito en 1927 |
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Jesús de la Divina Misericordia |
El pasado 11 de mayo, en
la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores, fue bendecida por el obispo de
Huelva Don Santiago Gómez Sierra, una pintura con la imagen de Jesús de la
Divina Misericordia, aprovechando su visita para las confirmaciones.
La pintura, representa
el Corazón de Jesús, con un vestido ligero, de pie, con la mano derecha
levantada en señal de bendición y con la mano izquierda señalando el costado traspasado
de donde brotan dos rayos de una herida invisible: rojo y blanco, y que ha sido colocada arriba de la puerta que da
acceso a la capilla del Sagrario.
El autor es el afamado
pintor cracovio, el polaco Janusz Antosz, especializado en las imágenes de
Jesús Misericordioso que han llegado a diferentes rincones del mundo, incluido
el Vaticano. “Su pintura es más que un simple intento de reflejar la belleza y
perfección”.
Monentos del montaje por los operarios del taller
de Daniel Sánchez Vázquez
Esta obra de arte, que ha quedado expuesta al culto
y la oración, ha sido promovida por el
interés y el empeño del párroco Don Grzegorz Koza,
siendo sufragada con los donativos de la
feligresía de la parroquia. Está enmarcada
por un gran moldurón realizado en madera de cedro real de estilo neoclásico
dorado con oro de ley de 23 ¾K, realizado en el taller de arte sacro del isleño
Daniel Sánchez Vázquez con unas medidas de 2,85 cm. X 1,20 cm.
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Lugar donde se encuentra ubicado, encima de la Capilla del Sagrario |
Articulo puoblicado en la Revista de la Real e Ilustre Hermandad
de Ntra. Sra. del Rocío de Isla Cristina
Me invita nuestro Hermano Mayor, José
Brizo, a que escriba unas líneas en esta
revista y rememore los pormenores que vivimos durante la elaboración y el estreno
de la plegaría “Y así que pase medio siglo”,
compuesta para cerrar el Pregón de la Romería de 2024 que además, coincidía con la conmemoración de la celebración del 50
Aniversario Fundacional de nuestra querida Hermandad Rociera, y en la que participaron doce pregoneros de
nuestra localidad: Augusto Thassio (1996); Pedro Jesús Álvarez
Rodríguez (2010); Jerónimo Sosa Sosa (2011); José Manuel Ramos León (2012);
Mari Toni Contreras Montenegro (2013); Rafael Salgado Galloso (2014); Isabel
Perera Moreno (2016); Carmelo Fernández Faneca
(2018); Pepa Sosa Sosa (2019); José
Manuel Escobar Martin (2022); Francisco
Javier Morgaz Sierra (2023) y este que suscribe, Francisco González Salgado en (1994 y 2008).
Desde el mismo momento que nuestra
presidenta Mari Carmen Verdún junto a algunos miembros de la Junta de Gobierno
se reunieron conmigo para ofrecerme este pregón, se generó en mi, una gran
responsabilidad que no debía asumir, ya que había sido con anterioridad nombrado
pregonero en dos ocasiones, en 1994 y en 2008, y además, había sido el exaltador en la bendición del nuevo Simpecado en 2003, por
ello, mi negativa fue tajante, aunque no podía negarme a colaborar sin
corresponder a quienes con tanto cariño,
habían recurrido a mí para dicho menester.
Durante la conversación que
mantuvimos, tuve algunos flases, esos que a veces suelen surgir y que dibujaron
en pocos segundos en mi mente, lo que meses después iba a acontecer. Les
propuse una idea, ¿por qué no contamos con todos los pregoneros de nuestro
pueblo y hacemos algo grande para la Virgen y así conmemoramos entre todos el
cincuenta aniversario de nuestra fundación? La incertidumbre y la incredulidad se
hizo dueña de todos ellos, y surgieron algunas preguntas: “¿pero cómo va a ser
eso, es muy difícil y además, sería larguísimo?” mi respuesta fue: “a esto sí
que me comprometo con vosotros, yo me encargo de llevarlo a cabo y hacerlo
posible”
Pasados algunos unos días,
comencé a dar forma a esta idea, y a contactar con cada uno de los pregoneros.
Desde ese momento, tuve que priorizar, y dejar de lado, algunas cosillas que
tenía para centrarme en dar forma al pregón, contactar con los pregoneros,
solistas, músicos y sumarlas al proyecto.
Sabía lo que quería, y cómo
debíamos acabar, estaba convencido de que todos los pregoneros estarían a gran
altura, dándoles libertad para que seleccionaran de sus pregones lo que mejor
creyeran conveniente, para después, darle
forma y sentido en un solo pregón a toda esa amalgama de sentimientos y
amor hacia la Virgen del Rocío. También,
además de la palabra recitada, teníamos que recuperar y poner en valor gran
parte del patrimonio musical, que a lo largo de todos estos cincuenta años se había
gestado en nuestra hermandad por diferentes autores, y que debíamos culminarlo
con una pieza de nueva creación que aglutinara todos esos sentimientos y nos
identificara cuando la cantáramos.
Tras algunos días tanteando
a “las musas”, llegaron los primeros compases, con esa sencillez que encierran
a las cosas hermosas, los primeros versos y tachones en un papel y un inmenso
amor en cada compás. La misma, debía
plasmar un grito de verdadera protestación pública de fe “Me emociono con decir tu nombre, me
consuelas y llenas mi corazón, y al mirarte me lleno de tu Rocío, Rocío,
Rocío….” al mismo tiempo, debía
recoger también esos cincuenta años de Hermandad, que se han fraguado con el paso
de los años y que con el tiempo en vez de diluirse como algo novedoso, cimentó en tierra fértil “y
así que pase medio siglo, cincuenta primaveras de amor y de suspiros, caminos
de promesas, soñando contigo, mi “Simpecao” bendito…” también, debía resaltar la donación de un
vestido bordado que como ofrenda de amor, nuestra hermandad hizo al Pastorcito
Divino durante la misa de peregrinación oficial por este cincuentenario “y un vestido bordado de sueños para el
pastorcito yo puse a tu pies, y el cariño de todo mi pueblo y de los rocieros
que rezan con fe..” rematándose con un recuerdo para todos aquellos
rocieros que tanto hicieron y quisieron a nuestra hermandad, y que hoy habitan bajo su manto en esas Marismas
Azules del Cielo. “Y de aquellos que
un día partieron hacia las marismas para estar contigo en el Rocío
Cielo…….”
Una vez finalizada esta
obra, contacté con a mi buen amigo Nacho Vinagre para comunicárselo y quedamos
para grabarla. Después, teníamos que buscar voces que la hicieran
realidad, y no podían ser otras sino de gente
rociera, que la sintieran como suya, por ello, recurrí al incombustible José
Antonio Monclova con su gente y al Coro “La Familia” dirigido por Mari Toni
Contreras, ¡benditos los “hados” que nos iluminaron en dicha elección, y en la
contundente y afirmativa respuesta! Unas
semanas antes del acto, comenzamos los ensayos, dónde se unieron al proyecto
algunos amigos que quisieron acompañarme, y faltaba la guinda, teníamos las
voces, buenos guitarras, pero esta pieza necesitaba de un plus, necesitábamos
envolvernos y abrazarnos a la música en la grandiosidad de lo que estábamos
intentando representar. Ramón Gómez, tampoco dudó ante nuestra llamada y
comenzó a trabajar en los arreglos musicales, poniendo ese toque romántico y
melancólico de su violonchelo que nos envolvió a todos, pero aún nos faltaba la intensidad profunda y armónica de
un piano, así estaba concebida esta
obra, y no llegaba. Al principio, casi todo fueron impedimentos y negativas más
que justificadas, hasta que surgió la luz que nos iluminó poniéndonos en el
camino a un gran músico, David Núñez, a quién bastó un solo ensayo horas antes
del estreno junto a todo el cuerpo musical y sin ni siquiera ensayar con las
voces.
Tras varios días disfrutando
de los ensayos, con el coro y los solistas, pudimos ultimar la plegaria con la que cerrábamos el Pregón del Cincuentenario, “Y
así que pase medio siglo”. Espero y
deseo, que fuera del agrado de los rocieros isleños y que estuviéramos a la
altura de tan magno acontecimiento.
Me emociono con decir tu
nombre,
me consuelas y llenas mi
corazón,
y al mirarte me lleno de tu
Rocío,
Rocío, Rocío….
Y así que pase medio siglo,
cincuenta primaveras
de amor y de suspiros,
caminos de promesas,
soñando contigo,
mi “Simpecao” bendito
Y un vestido
bordado de sueños
para el pastorcito
yo puse a tu pies,
y el cariño de todo mi
pueblo
y de los rocieros que rezan
con fe
y de aquellos que un día
partieron
hacia las marismas para
estar contigo
en el Rocío Cielo…….
Mi profundo agradecimiento a
los coros “La Familia” y de “José A. Monclova”, así como a
cuantos se sumaron al proyecto. A los guitarras Nacho Vinagre Pérez, Manuel Jesús Garrido Gómez y
José Antonio Monclova Rodríguez. A Manuel
Ramón Gómez Martínez con su violonchelo y a David Núñez Manó al piano.
También a la preciosa voz de Carmen Villaseñor Rodríguez y a los solistas que durante el pregón lo bordaron: María Ceren Redondo, José Manuel Ramos León, Alejandra Morón Muriel, Aurora García Rivas, Beatriz Morón Muriel y al joven Antonio José Domínguez Contreras, quién nos deleitó con su gaita y su tamboril. A todos ellos, siempre agradecido….
El detalle:
La Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad, organizadora y encargada del culto a la preciosa imagen el siglo XVIII, este año 2025, cumple 50 años de su fundación canónica.
Donada a la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores por el Doctor en medicina Don Carlos Granados, fue colocada durante algunos años en una hornacina en la sacristía del templo. Al parecer, era propiedad de sus antepasados y adquirida, tras la desamortización de Mendizábal de un convento granadino.
En 1975, el párroco Don Manuel Martín Gil, enamorado de esta maravilla, contactó con Manuel Carrasco Fragoso “Manolito el de los Santos”, para que creara una hermandad en su honor y le adaptara un candelero para vestirla, quedando expuesta al culto desde entonces en la Parroquia.
Hace algunos meses, esta talla que rezaba como anónima, pues se desconocía su autoría, los investigadores la atribuían por sus características o parecido a muchos los autores de la época, sin ninguna garantía científica o documental.
Tras el estudio del catedrático de Hª del Arte de la UMA, D. Juan Antonio Sánchez López y el profesor titular de la Hª del Arte de la UMA, Sergio Ramírez González, que se han llevado años estudiando la obra de la “Familia Asencio de la Cerda”, de estilo malagueño-antequerano, existen pruebas y características más que evidentes para atribuirla a uno de ellos, concretamente a uno de sus hijos, Vicente Asencio de la Cerda, quién la realizó entre los años de 1775 y 1790, siendo restaurada en 1996 por el imaginero isleño Francisco José Zamudio Barroso.
Este año, Dios mediante, durante el mes de septiembre, volverá a salir por las calles de Isla Cristina, para conmemorar el 50 Aniversario de la fundación de su Hermandad.
¡Felicidades!
El detalle:
Durante la procesión, el Señor lució la antigua túnica bordada realizada en 1925, y que fue restaurada y pasada a un nuevo terciopelo en la década de los años 90.
La última vez que la vistió, fue en 2015, coincidiendo con la conmemoración del 75 aniversario de la hechura de la actual imagen del Señor, para visitar las tres Parroquias de Isla Cristina.
En 1946, Don Manuel Carrasco Fragoso "Manolito el de los Santos", funda la Hermandad de la Flagelación, tras adquirir la imagen del titular, obra del escultor Pío Mollar.
Por aquellos años, solo existían
dos hermandades, la de Padre Jesús y Santo Entierro, y la recién creada del
Cautivo, así como también procesionaba realizando su salida las imágenes de la Virgen de los
Dolores y el Cristo de la Vida.
Todas estas imágenes recorrían exclusivamente, la zona centro y el casco antiguo de la localidad. Las que salían de La Ermita, venían para "abajo", y las de la Parroquia de los Dolores se movían en su entorno histórico.
El Señor de la Flagelación, es la primera imagen que se dirige al " Mundo Nuevo" es decir, para la zona de "Allá Arriba" en el entorno de Matapiojos.
En casi toda aquella zona al oriente de la población, existía un gran número de chabolas y casitas humildes, donde habitaban la mayoría de los gitanos de la localidad.
Manolito "El de los
Santos", reclutó un buen número de hombres de aquella zona, en su mayoría
gitanos, que portaron al Señor durante muchos años..
Ante aquella novedad, le sobrevino, el cariñoso apelativo de Hermandad de los Jumarros, que no es lo mismo que gumarros, ya que esta última, es una deformación fonética de la primera, aprendida por la transmisión oral, es decir, es un localismo, por la deformación muy usada en nuestra localidad de forma despectiva para calificar a una persona de poca educación y ordinaria. Muy lejos de lo que en verdad significa Jumarros.
El verdadero origen de este apelativo, es que a pie de aquellas casas y chabolas en su mayoría sin luz eléctrica, se encendían las candelas en la calle que servían de braseros y evidentemente, desprendían una gran humareda, valgan expresiones como: "por allí jumea" o "vaya jumerío".
La gente de "Abajo", del centro, no acostumbrada a este hecho, comenzó a llamar a esta cofradía como la " Hermandad de los Jumarros" por el humo que desprendían las candelas, y se escuchaba decir este dicho: " hay que ver Manolito, mira que llevarse al Señor pallá arriba con to el jumerío".
Manuel Carrasco Fragoso, sabia muy bien lo que hacía, y no era otra cosa, que llevar al Señor al Mundo Nuevo, a la gente de Allá Arriba, y portado por sus amigos, los gitanos de Isla Cristina.
Artículo publicado en la Revista Oficial del Carnaval de Isla Cristina 2025 ![]() |
Cartel del Carnaval de Isla Cristina 2025 obra de Maximiliano Ezequiel Cosatti Espínola |
El Carnaval de Isla Cristina, sin lugar a dudas, es
una de las celebraciones más emblemáticas de nuestra localidad, no solo por su
raigambre cultural y festiva, sino también por la forma en que a lo largo de
los tiempos, ha sabido proyectarse más allá de sus fronteras. Desde una humilde
opinión y visión, quisiera destacar la importancia e influencia que tienen y
han tenido los medios de comunicación en su difusión, a lo largo del tiempo así
como el impacto actual de las redes
sociales.
El Carnaval no deja de ser una fiesta del pueblo
para el pueblo, que con el paso de los
años alcanzó cotas de singularidad y popularidad más allá de nuestro término.
La década de los años 80 marcó un antes y un después en su historia mediática.
Fueron aquellos años, finales de los 70 y 80 cuando las diferentes delegaciones
de fiestas dotaron de partidas presupuestarias e incluyeron a personas
vinculadas al periodismo local, que daban cobertura, organizaban actos y
ofrecían información a los diferentes medios que impulsados por la corriente de
la transición democrática se subieron al carro de las libertades para cubrir
páginas, ya que después del de Cádiz, era
quién podía generarlas y servir de espejo para otros pueblos de la provincia.
José Rodríguez López; JOROLÓ, José Biedma Viso o José
Luis Camacho Malo, por nombrar algunos, hicieron desde la Comisión de Fiestas de
altavoces y cicerones de los festejos, en la que nuestro carnaval no solo
quedaba recogido en las páginas del centenario periódico LA HIGUERITA, sino que a través de las Agencias y corresponsalías
periodísticas, estuvo presente en la prensa tanto provincial como regional,
visitándonos y dando cobertura del mismo en la radio, prensa y TV. Incluso,
desde el ayuntamiento se creó un premio y se llegó a organizar la “Comida de la
Prensa” que se celebraba en la Caseta del Carnaval y donde de una manera
fraternal se departía con los periodistas. En este ámbito de cosas, no podemos olvidarnos
de la gran cobertura que durante un tiempo nos proporcionó la Revista “Cádiz
Gráfico”, quién se dedicó en exclusiva a divulgar e informar ampliamente sobre
el Carnaval de Isla Cristina durante
algún tiempo.
Figuras de la comunicación nacional como Luis del Olmo
y Joaquín Prats entre otros, visitaron el concurso de agrupaciones
carnavalescas como mantenedores de las coronaciones y vivieron el ambiente de nuestras calles, llevando el carnaval a
un nivel de visibilidad sin precedentes, realizando retransmisiones desde el
teatro Gran Vía y programas en directo desde las emisoras de radio en Huelva
para toda España, el impacto de estos medios de comunicación fue transformador
y la creatividad, la música y el
colorido del carnaval isleño alcanzaron audiencias mucho más amplias, visitando
el concurso y los días de calle, diferentes personajes de la política, así como
artistas y escritores de renombre. Esto no solo atrajo visitantes y curiosos que
querían aprender y exportarlo a sus localidades, sino que también reforzó el
orgullo local por una celebración que comenzaba a ser reconocida como un patrimonio
cultural de alto valor, y que en 2010 fue declarada de Interés Turístico de Andalucía.
Con el
paso de los años, el fomento de otros carnavales en la provincia y el
protagonismo e influencia que Cádiz ha tenido siempre en la televisión pública
andaluza, sumada a la crisis económica y la falta de interés o apatía local, el
carnaval isleño fue perdiendo su posición mediática y que solo ha sido aliviado
en excepciones puntuales por algún que otro medio provincial. Esta situación en
el tiempo, solo fue amortiguada por los medios locales: periódico LA HIGUERITA, Radio Isla Cristina, así
como la TV por cable que durante muchos años dirigió Antonio Mantell, quiénes han
realizado un trabajo importantísimo de difusión y recopilación del Carnaval,
pero las limitaciones y su capacidad de cobertura siempre fueron un hándicap
que nos aislaron más de lo que estamos, con la única excepción de la visita cada
año de la emisora Cadena SER Costa de la Luz, encabezada por el perseverante
isleño José Pardo.
En la actualidad, las redes sociales han revolucionado
la prensa y las comunicaciones. La irrupción de Canal Costa TV en la final, la
emisión digital de pago de Wihu, y las plataformas como YouTube, Facebook, Instagram,
etc., han permitido que a lo largo del año las agrupaciones no mueran
efímeramente y que el Concurso de Agrupaciones sea seguido en tiempo real o
diferido desde cualquier parte del mundo. En este apartado hay que destacar la
labor de muchos aficionados que desde sus perfiles han posicionado y realizando
un gran trabajo desde hace un tiempo atrás con canales temáticos como “Carnaval
de Isla Cristina” de Antonio Contreras, “El Antifaz Carnavalero” de Pedro
Lares, y
los canales genéricos de Diego Neto y Manolo Olías, Enrique López Nieves
“ENRI” o “Mi Rinconcito Marinero” de Pedro López, y en los últimos años, la App
“Carnaval de Isla Cristina”, realizada por Miguel Piña.
Este avance tecnológico ha liberalizado el acceso a la
celebración, llevando su magia a quienes no pueden estar presentes físicamente.
Sin embargo, esta proyección digital plantea retos. Una retransmisión de
calidad no solo requiere tecnología adecuada, sino también una planificación
cuidadosa que respete la esencia del carnaval. La narrativa, los planos de
cámara, el sonido y la imagen, y la forma en que se presenta cada detalle son
fundamentales para transmitir fielmente como sonamos, como creamos, como somos
y como vivimos nuestra fiesta.
Actualmente, para garantizar que todo el trabajo que
se realiza en el Carnaval de Isla Cristina sea conocido, es crucial entender que una buena
retransmisión y una organización eficiente son sinónimos de éxito. Esto implica
invertir en tecnología de vanguardia, exigir un mínimo de calidad a los medios,
una señal única y capacitar y facilitar los instrumentos necesarios a los
equipos encargados de las retransmisiones, cuidando cada detalle de la
producción audiovisual, reforzando la colaboración entre instituciones y
entidades carnavalescas, empresas locales y creadores de contenido para maximizar
el impacto del carnaval y que revierta económicamente en la localidad. Esta ordenación
no debe entenderse como una rigidez que limite la creatividad, sino como un
marco que permita que cada elemento de nuestro carnaval brille con la
intensidad que merece, es la única
manera de “vendernos con calidad” y de generar el interés que hace mucho tiempo
perdimos.
El Carnaval de Isla Cristina tiene una rica historia y
una tradición que lo convierte en único. Las redes sociales, han cambiado los
conceptos y han repercutido en el periodismo, sin embargo, el camino por
recorrer es largo y fructífero. La combinación de tecnología y creatividad está
al alcance de cualquiera, y sólo una buena organización será la clave para asegurar que el carnaval
continúe siendo un referente cultural con calidad en sus retransmisiones, saliendo
del ámbito localista en el quedó relegado por el desinterés de los medios
tradicionales que hace muchos años nos abandonaron, y poder llegar a cualquier lugar del mundo.
Solo nos ha salvado en estos últimos años del olvido y la indiferencia, el mejor altavoz y embajador con que ha contado Isla Cristina y su Carnaval, nuestro internacional artista Manuel Carrasco, quién cada vez que sube a un escenario o a un plató, nos pone en el mapa, acaparando el interés mediático y presumiendo de su pueblo y de su Carnaval.
Para conmemorar los 50 años de la creación de la Diócesis de Huelva, la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen de Isla Cristina, colocó en la fachada lateral de la vivienda de José Sares González "Piquito", en la confluencia de las calles Barrio Nuevo y Arnau, esta bonita cerámica de 12 losas de 15X15 cm. de la Stma. Virgen realizada por la ceramista Victoria Alonso, y enmarcada por un techo y repisa de serie.
Aunque por la premura con la que paseamos o circulamos por la zona, a veces, su presencia se nos pasa desapercibida.
La intención de la Hermandad en su momento, además de conmemorar dicha efemérides, fue dejar constancia del amor y la devoción de una gran zona, la de "Allá arriba", dónde han habitado y habitan muchos marineros, y el acercamiento devocional a los vecinosEl 23 de noviembre de 2004, fallecía D. Sebastián Carrillo Escámez. Con la colaboración de su hijo José Antonio Carrillo Martín, escribí este artículo para una revista especializada de pesca en diciembre de 2004.
Ahora que se cumplen 20 años de su fallecimiento, lo recuperamos en su memoria.
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Sebastián Carrillo Escámez |
En la tarde noche del 23 de noviembre de 2004, en la marinera ciudad de Isla Cristina y a la edad de 68 años, nos dejaba para siempre, Don Sebastián Carrillo Escámez, presidente que fuera, de la Asociación de Armadores de Isla Cristina. Hombre sencillo donde los haya, quién creció, vivió en torno y para el mundo de la mar.
Nació en el Real de la Almadraba en la Punta de Afuera, (Punta del Moral), sexto hijo de una familia de pescadores, que conformaban ocho hermanos, llegados de la hermana provincia de Almería. Sus padres José “el Moro” y María, arribaron un día en esta desértica playa, donde se instalaron muchas familias de pescadores procedente del levante andaluz, llegados como mano de obra para los galeones y las almadrabas y, como pequeños armadores, con sus barquillas de velas para la pesca de la sardina, ubicándose en un almacén donde se guardaban los enseres y las redes.
Creció Sebastián, desde muy niño, impregnándose de agua, viento y sal, correteando por aquellos arenales entre retamas, sin una infancia, ya que como es sabido, en el mundo de la mar, no había tiempo para jugar y, sus brazos eran importantísimos para colaborar en el sustento de la familia. Los varones, embarcaron con su padre José “el Moro”, a muy temprana edad. Antonio, su hermano mayor, mucho antes que él, cuando contaba con solo 10 añitos y Sebastián, en su primera vez lo haría con 8 años, mientras que las hembras quedaban en tierra en las labores de aparejar, limpiar, preparar los botes y en el hogar. Al poco tiempo, se trasladaron a esta orilla de la antigua Higuerita, concretamente a la barriada marinera de Punta del Caimán, donde pasó la mayor parte de su vida. En este periodo, su padre José, fue nombrado por el Alcalde de Isla Cristina, representante o Alcalde pedáneo de los vecinos de esta barriada, que durante muchos años, estuvo separada de la población isleña por un caño de mar llamado del Cepo y que se unía por un puentecillo de madera en el Miramar.
Durante estos años, Sebastián, trabajó codo con codo con sus hermanos e hicieron un poquito de capital, con muchísimo esfuerzo y sudor, para poder construir una humilde vivienda para vivir. En este lugar conoció a la guapa y joven María “La de Valentín”, hija también de pescadores emigrados del vecino Algarve portugués, de quién se enamoraría y con quién creó un hogar, obteniendo como fruto de su matrimonio seis vástagos, conviviendo con ella, hasta el ultimo minuto de su vida. La forma de vida y empresarial que trajeron estos “levantinos o levantiscos” como por aquí le llamamos, era el patriarcado jerárquico, es decir: que todo se movía en torno al cabeza de familia; el padre, quién además de respetado, controlaba la economía de todos e invertía los esfuerzos de cada uno de sus hijos sin diferenciar el sexo, en mejorar sus pequeñas embarcaciones, un circulo cerrado, con el único fin de mejorar día a día las técnicas que iban saliendo en el mercado, con lo que conllevaba a hipotecar sus vidas y la de sus hijos en una misma empresa común con el afán de superación y mirando por el bienestar social de todos. Los años fueron pasando, falleciendo José “el Moro”, de quienes heredaron todos y cada uno de sus hijos su apodo. La familia de “los Moros”, se convertiría con el tiempo, en una gran y populosa familia de Isla Cristina, ya que todos sus hijos e hijas, habían contraído matrimonio y se habían multiplicado, llegando el momento de que cada hijo se independizara de este clan familiar, creado por José y María y que ellos mismos creaban junto a sus hijos, volviéndose a imitar ese mismo estilo de vida y sistema empresarial tan tradicional en la zona.
De esta manera, Sebastián se convierte en un nuevo patriarca familiar y todos sus hijos se van uniendo a él poco a poco en las difíciles tatareas de la pesca. En un afán de superación e impropio de una persona que nunca tuvo posibilidades de instruirse culturalmente ya que pisaría la escuela muy poco tiempo, Sebastián, se integra en el Cabildo de la Cofradía de pescadores “Nuestra Señora del Carmen” de Isla Cristina, luchando incansablemente, por el bienestar de los pescadores, pasando en él muchos años. No satisfecho con los logros que desde la Cofradía se hacían y con una mentalidad de abarcar proyectos más ambiciosos y de futuro, junto con un grupo de armadores, deciden fundar la Asociación de Armadores de Isla Cristina, quienes deciden nombrarlo Presidente, intercalando su cargo en dicha asociación, con el propio de empresario armador hasta el último día de su vida.
Durante
se mandato, demostró que era un gran negociador, con una inteligencia innata
digna de todos los elogios y difícil de ver en
un simple pescador sin estudios, codeándose con las altas esferas de la
política y el mundo empresarial pesquero.
Muchos han sido los logros que se
consiguieron en beneficio del sector pesquero durante su etapa, entre otros y
dada su importancia: La explotación de la Lonja de Isla Cristina junto con la
Cofradía de Pescadores, uno de los pilares fundamentales en la economía de la
localidad. Se acabó con el monopolio establecido con los carburantes,
consiguiendo el abaratamiento de los costes del
combustible. Se sanearon las deudas contraídas años atrás por el sector.
Se compró un local en propiedad, para ubicar la sede de dicha asociación que no
llegó a inaugurar y que muy pronto se llevará a cabo. Fomentó y relanzó los
productos más genuinos de nuestra costa;
el último de ellos fue en la ciudad de Alicante una semana antes de su
fallecimiento, donde tuvieron una gran acogida. Peleó incansablemente en las diferentes
negociaciones allí donde existía un
problema para el sector pesquero,
incluso, jugándose su integridad física y económica. Y además, tuvo el
alto honor junto al Patrón Mayor de a Cofradía, Mariano García, de imponer la
“Gamba de Oro”, galardón creado por “Lonja Isleña” a S.A.R. Don Felipe de Borbón, Príncipe de
Asturias, en su visita a la Lonja Isleña.
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S.A.R Don Felipe de Borbón, Principe de Asturias y actual Rey de España, en su visita a Isla Cristina, acompañado por Maríano García de Lonja de Isla, se dirigen a saludar a Sebatían Carrillo. |
Su talante, su espontaneidad, su capacidad de entrega y sacrificio, siempre dispuesto a mejorar el mundo de la mar será difícil de igualar. Por eso, marineros, armadores, pueblo en general y los medios de comunicación con el que siempre colaboró, autoridades de todos los escalafones sin excepción, despedimos a Sebastián, en el ultimo adiós, con el convencimiento, de una gran labor cumplida y el honor de haber despedido para siempre a un sencillo y gran hombre que vivió por y para el desarrollo de las gentes de la mar.
Sebastián Carrillo hace entrega al Prince de Asturias de la Gamba de Oro
en su visita a "Lonja de Isla".
NOTA: El 15 de diciembre de 2005, Su Majesta el Rey Juan Carlos I, y en su nombre la Ministra de Agricutura, Pesca y Alimentación, en atención a las cualidades y circunstancias que concurrían en Don Sebastián Carrillo Escámez, le otorgó el Titulo de la ENCOMIENDA DE NÚMERO de la Orden del Mérito Agrario, Pesquero y Alimentício, Sección del Mérito Pesquero con los honores en insignias que le correspondían.
También, en sesión ordinaria de fecha 30 de enero de 2007, en su punto quinto, el Ayuntamiento de Isla Cristina, aprobó por unanimidad "Nominar con el nombre de D. Sebastián Carrillo Escámez y en su memoria, una calle en nuestra localidad".
Hace un par de años, sin aviso a los familiares, sin `publicidad y sin inauguración previa, se rotuló la antigua calle San Francisco en Punta del Caimán, calle donde Sebastián residió y tuvo su vivienda, con el nombre de Sebastián Carrillo Escámez.
Artículo recuperado, publicado en la Revista de las Fiestas de Carmen 2003
Cuando se acercan las Fiestas del Carmen, un olor especial inunda mis sentidos, retornándome, hasta una época llena de añoranzas y de recuerdos infantiles.
El olor a gasoil que impregnaba la ropa azul de mi abuelo Cristóbal y que aún después de jubilado, siempre desprendió su piel curtida por toda una vida de desvelos dedicada a la mar, en la sala de maquinas de aquellos barcos que pescaban en la zona de Agadir. Es ese, el olor que rememoro al llegar estos días, pues de niño, me llevaba a arrancar el motor de un barco que se llamaba “Virgen del Carmen”, a encender las luces y llenar la presión de las botellas de aire, que al paso de la patrona de los marineros, a quien siempre tuvo una gran devoción, las hacía sonar hasta agotarlas, entre la alegría de aquel chiquillo que quedó marcado para toda la vida con la visita de la Virgen y la devoción autentica que mostraban aquellos viejos pescadores hoy, desaparecidos.
También,
el olor a sal, que desprendían las redes secas en la draga de las calderas,
entre las que sobresalía, la figura desgastada de mi otro abuelo Rafael, quién
tuvo el honor de portar la vara de la Virgen durante la procesión, al serle
concedido el Homenaje al Marinero, por toda una vida de lucha y entrega. Hombre
temperamental y sin infancia, que intentaba ocultar sus muestras de fe, emocionándose con gran
facilidad cada vez que la Virgen del Carmen recorría las calles y sus ojos se
iluminaban y humedecían mientras trataba, avergonzado, de esconder sus nobles
sentimientos.
Y, volverá ese momento cumbre y sublime de la fiesta, cuando esa Virgen Chiquita que anida en nuestro corazón, la Estrella de los mares, que como Patrona y Capitana, subirá en uno de nuestros barcos pesqueros, para mirarse en el espejo de plata de nuestra ría, bendiciendo sus aguas, desde la pescadería a la barriada hermana de Punta del Moral, en memoria de aquellos centinelas que encontraron la vida eterna bajo su manto protector, para el disfrute de nuestros observadores ojos, en ese instante gozoso y emotivo lleno de fervor popular, en el que las gentes se arremolinan en torno a Ella, mientras los pescadores y costaleros, se unen en una piña fusionados en un solo corazón para alzarla al cielo, llevándola a cada uno de los barcos amarrados a puerto y la paseen por la “Lota”, donde las sensaciones interiores florecen entre las sirenas y el color rojo intenso de las bengalas, el impresionante crepúsculo del atardecer, las explosiones multicolores y los estruendos de los cohetes.
Isla Cristina, ya no es aquella que se echaba a vivir la fiesta intensamente, desde por la mañana en la caseta, la de las carreras de cintas del desaparecido Pepe Cañavate, la de las calles de arena, la de las casitas bajas y sencillas de encalada blancura en las azoteas y paredes deslumbrantes, de vecinos sentados en las puertas de sus casas, la de los estrenos en la víspera y las rozaduras en los pies, la de las filas interminables de velas en la procesión y escapularios carmelitas colgados al cuello a la altura del pecho. Isla Cristina, hoy es una ciudad moderna que ha evolucionado, que ha cambiado en su fisonomía y algunas de sus costumbres y que mira al futuro con alegría sin querer desprenderse de su pasado, con una buena calidad de vida y que a veces esto, hace que nos olvidemos de nuestra raíces y valores culturales, hasta tal punto, de acordarnos de la Virgen, sólo, en momentos de apuros y verdadero peligro. Pero aún así, se sigue y seguirá oyendo ese grito hondo y sentido del pescador que vitorea el nombre de la Stma. Virgen del Carmen con la desgarrada y autentica serenidad de su alma.
Que así se perdure en el
tiempo y nuestros nietos lo
cuenten.
Finalizó la XXXVII edición del Festival Coral del Atlántico,
quizás, de uno de los festivales en su especialidad más longevos de Andalucía y
que a lo largo de su historia, con sus
altibajos, ha aglutinado lo mejorcito de la música polifónica de España, alcanzando,
y gracias al empeño exclusivo de los directores, las corales isleñas y del
Ayuntamiento, que lograron convertirlo en un referente y una cita obligada
para los amantes de la música y la
cultura en la provincia de Huelva.
El mayor éxito de este festival, siempre fue, ha sido y
será, la asistencia del público que
abarrota el templo de Ntra. Sra. de los Dolores cada función, arropando a las agrupaciones, en este
preludio otoñal que casi coincide con el
puente del Pilar y el día de la Hispanidad,
convirtiéndolo en un atractivo turístico-cultural.
En tiempos ha, cuando corría la moneda, este Festival
Internacional, permitía que los hoteles y restaurantes funcionaran, ya que
hospedaban a los participantes generando economía en la localidad, se les
organizaban rutas visitables, comían en
restaurantes y se fomentaba a través de la música un intercambio cultural.
Actualmente, y por razones obvias, nada es igual, salvo que a
trancas y barrancas se continúa celebrando por el pundonor de los coralístas
isleños, verdaderos artífices de este logro,
que consigue año tras año atraer aficionados y visitantes de diferentes
partes de la geografía comarcal, así como acompañantes de otras corales, que se
desplazan para disfrutar llenando
diariamente el templo.
Isla Cristina, puede presumir sin complejos, de muchas cosas,
y una de ellas es el gran sentido musical y la gran afición a la música que
atesora, y por ende, a la organización
del Festival Coral del Atlántico, un referente para toda la provincia de Huelva
y de Andalucía.
Quienes no lo entiendan así, están ciegos o miopes.
La política tiene que servir para sembrar y engrandecer a los
pueblos, un festival único, de estas características en Andalucía, no puede
seguir viviendo de espalda a las realidades institucionales provinciales y
regionales.
Tenemos un marco incomparable, gracias a la cesión que
realiza el Obispado de la Diócesis cada año para su celebración, unas corales
propias magníficas, que realzan con sus repertorios y engrandecen el nombre de
Isla Cristina y la provincia, allá donde van, además, de un selecto elenco de
formaciones musicales, cada vez menos,
que vienen desde los diferentes lugares de la geografía a mostrarnos su
arte.
Sé muy bien de lo que hablo, no he faltado casi a ninguna
edición como público y también como coralísta, y tuve el honor de presidir su
organización durante dos ediciones, dos años de verdadero sufrimiento e
ingratitudes, en la que no había dinero
ni para comprar las estatuillas que se entregan, símbolos del festival, pero
que pudimos sacar adelante.
El Festival Coral del Atlántico, que organiza el Ayuntamiento
de Isla Cristina, con la participación imprescindible de las corales isleñas,
es un lujo para nuestra localidad, la provincia de Huelva y Andalucía, no
permitáis que el ego, los celos y la vanidad así como los intereses espurios o
políticos acaben con él.
Felicidades a la Coral Polifónica Isla Cristina, a la Coral Stella Maris de Torre del Mar (Málaga) única participante invitada) a la Coral de Voces Blancas "Isaac Cueto Burgos" y a la Coral Padre José Mirabent, al Ayuntamiento y como no, a nuestro párroco Don Gregor Kozar.
Articulo recuperado y publicado en la Revista de las Fiestas de la Virgen del Mar en Punta del Caimán de Isla Cristina en 2006.
Cuando en la populosa barriada de la Punta del Caimán, se conmemora el 25 Aniversario de las fiestas en honor de Ntra. Sra. del Mar, quisiera, traer a las páginas de esta revista, una reseña histórica que aunque pasa desapercibida para muchos de nosotros, no deja ser importante y es digna de ser conocida por todos.
Me refiero a la imagen de la Virgen del Mar, que preside los bajos del edificio Monteduna, donde estuvo la anterior Iglesia.
Dicha imagen, fue una donación personal de Don Juan Ruiz, (de profesión practicante), esposo de Dña. Mari Tere Mirabent Feu a la Parroquia, siendo encargada al escultor isleño D. Carlos Silva Escobar.
Dada la provisionalidad de dicha parroquia en aquellos momentos de su inicio y aconsejado por el párroco de entonces Don Manuel Gómez Orta, el escultor, concibió y realizó este alto relieve, para que un futuro, cuando la futura iglesia fuera construida presidiera la torre del campanario, de ahí la posición de la Virgen que aparece con los pies de puntillas para que pudiera ser observada desde abajo hacia arriba, ganando volumen y toda la importancia en su rostro y el de su hijo Jesús.
Modelada en barro y posteriormente vaciada en escayola, se realizó esta preciosa obra de arte en cemento. Fue terminada el 24-10-1973 con unas dimensiones de 1,58x1, 23cm. La pátina primitiva imitaba al barro cocido, apareciendo con una tonalidad mate y muy artística, que se ha perdido con el paso del tiempo por el deterioro y la aplicación por algún devoto que, con buena intención pero sin ningún conocimiento ha aplicado productos no apropiados de un carácter doméstico y sin rigor técnico, perdiendo su color original.
La devoción que de unos años acá se ha expandido por toda Isla Cristina, ha permitido que dicha imagen, sea un lugar importante en el corazón de los devotos a la Virgen del Mar, pues, siempre es visitada y donde además, nunca faltan las flores frescas como ofrenda del amor sencillo que los hombres y mujeres de la Punta del Caimán, profesan a su Madre.