Mostrando entradas con la etiqueta Cristo de la Vida. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cristo de la Vida. Mostrar todas las entradas

jueves, 19 de septiembre de 2024

LA DEVOCIÓN MÁS ANTIGUA.

Artículo recuperado,  y que publiqué en el Boletín de la Hermandad del Cristo de la Vida (Los 33)  en la cuaresa de 2006.  


A su izquierda,  la imagen que esculpió Juan de Astorga.
A su derecha, la imagen que reprodujo Sebastián Santos


Junto con la primera choza o barraca  levantada como templo sagrado en La Higuerita, fue en 1757, la primera devoción mariana de nuestra localidad; aquí comenzó el culto en  nuestra población a la Virgen de los Dolores. 

 Desde los orígenes, fue colocada en una mesa de Altar y presidiendo en su frontil, la imagen de Ntra. Sra. de los Dolores pintada sobre una tabla de madera que duró hasta 1823, ya deteriorada y envejecida, y a  expensas de una devota, se renovó cubriendo la antigua con un lienzo nuevo en el que según el Padre José Mirabent, “un diestro pintor la copió imitándola perfectamente y se colocó sobre el arco de la capilla mayor adornado con una marco igualmente nuevo”. 

Curiosamente, ningún historiador local que yo sepa, ni siquiera el Padre Mirabent, nunca nos dijo la procedencia de esa primera devoción mariana. Y me he preguntado, ¿por qué de los Dolores y no otra?... Muchas han sido las veces que  he pensado en ello y en mis investigaciones, he llegado a la conclusión que esta antigua devoción mariana pudo venir con casi toda seguridad  de la vecina tierra de Portugal. Curioso, ¿verdad?,  el fundamento que da base a este criterio, no es otro que nuestros fundadores catalanes, antes de la fundación de La Higuerita, ya pescaban y salaban el pescado por estas costas, concretamente en la playa de Montegordo y, ¿saben cuál es la devoción principal y la patrona de Montegordo?, pues Ntra. Sra. das Dores. Por eso, este planteamiento no ilógico, me ha llevado a pensar que tras el terremoto-maremoto que dio origen a la fundación de la Real Isla de la Higuerita, cualquiera de ellos trajese dicho frontil para presidir aquella primitiva choza que nos sirviera de templo a los higuereteños. 

Ya en la nueva iglesia de material, en el año  1787, se realizó el Altar Mayor de la Iglesia y fue colocada  una imagen de bulto de nuestra Señora de los Dolores de muy mal gusto y escultura que duró hasta el año 1814, en el que el Padre José Mirabent, la retiró del culto definitivamente, dada lo poco agraciada y tras habérsele intentado corregir los defectos en el  rostro y las manos, que al no conseguirse,  decidió enajenarla. “En su lugar, fue colocada otra de vestido casi natural muy agravada y dolorida, obra de Juan de Astorga, escultor de Sevilla, cuya imagen se costeó por los devotos de este vecindario, abriendo una suscripción al intento”. 

En el año de 1819, de la Silla Apostólica se le concede el  “Patronato” en propiedad con todas las solemnidades y circunstancias que disponen las Bullas Pontificias con respecto a los patronos principales de todos los pueblos. ¿Por qué entonces dejó de ser Patrona en  favor de Ntra. Sra. del Rosario?   Las razones son sencillas; pues porque Ella así lo ha querido. (En otro momento lo ampliaremos) 

Sería en los fatídicos días primeros del alzamiento militar, posiblemente el 21  julio de 1936, cuando un grupo de exaltados, se introducen en el templo, destrozando y profanando las imágenes, perdiéndose casi todo incluido el archivo parroquial. Poco pudo salvarse de aquella salvajada, la Imagen de Ntra. Virgen del Rosario y poco más. 

De la hermosa efigie de Ntra. Sra. del los Dolores, solo parte de su mascarilla, y su ajuar pudo ser salvado ya que se encontraba en casa de su camarista y benefactora Doña Dolores Pérez Romeu; el manto de salida y  las bambalinas de estilo juanmanuelino, bordados por Juan Manuel Rodríguez Ojeda y la saya, algunas joyas, así como una antigua corona de plata de ley sobredorada que nos da fe de su antigüedad, ya que en su interior aparece dicha descripción: “Esta corona la donó Juan (sic) y su esposa Doña Teresa Rodríguez para que le sirva a la Virgen de la Higuerita en las fiestas del año y tenga en su (sic) y la tenga”. Año 1794 (Las lagunas en el texto son debidas a una soldadura posterior que deterioró el escrito). Es decir: esta corona es más antigua incluso que la dolorosa que esculpiera Juan de Astorga y Moyano y, fue regalada para aquella imagen que el Padre Mirabent nos relata como muy  poco agraciada. 

En plena Guerra Civil, es en el año de1938,  cuando la actual imagen de Ntra. Sra., es encargada al imaginero Sebastián Santos Rojas, intentando copiar la belleza de aquella que anteriormente las gubias de Juan de Astorga habían esculpido. 

Han pasado 250 años desde nuestra fundación como núcleo urbano, como  pueblo y en este año de conmemoraciones, no podemos olvidar la devoción  a  nuestra Madre María Santísima de los Dolores,  quién el próximo año 2007, cumplirá también 250 años presidiendo desde el Altar Mayor de nuestra Parroquia, el devenir de su pueblo Isla Cristina.


viernes, 13 de septiembre de 2024

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ?

Artículo recuperado,  y que publiqué en el Boletín de la Hermandad del Cristo de la Vida (Los 33)  en la cuaresa de 2005. 


El  golpe duro y seco del llamador, rompió el silencio, dejándonos  la respiración entrecortada  y un hilo de melancolía en el corazón,  cuando los zancos,  volvieron  a tierra tras el último crujir de los costeros.

Y, Cristo y  su madre María, la Virgen, quedaron nuevamente expuestos  sobre sus tronos en la parroquia  a nuestros ojos,  tras recorrer las calles de una Isla Cristina convertida en Jerusalén,  cumpliéndose así, una vez más,  la profecía, para que el Dios hombre, escarnecido y humillado, escupido, ultrajado y condenado a muerte injustamente, se acercara  a nosotros.

 Así estaba escrito y así debía suceder, que el primer idealista de la humanidad, fuese vendido por Judas, para luego ser apresado, juzgado sin justicia,  jaleado e insultado por  un pueblo ciego y enfervorizado, que democráticamente le condenaba y a la vez indultaba  al delincuente Barrabás. Mientras, el gobernador Pilatos, lavaba sus manos en la sangre inocente que había de derramar  camino al Gólgota, para expirar en la agonía de la muerte.  (Una metáfora de la propia vida).

Isla Cristina, cada primavera vuelve a revivir el sufrimiento agónico de aquél Hombre que cambió a la humanidad y nos puso en el camino, la Esperanza de la Resurrección y La Vida eterna. “Quién cree en mi nunca morirá”.

Ese fue el nombre que recibió el cuadro del primer crucificado que el Padre José Mirabent colocó para presidir la capilla del primer cementerio isleño (Ermita). Con los años, pudiera ser esta, la misma imagen (¿)  que procesionó auspiciado por la Hdad. Sacramental de la Parroquia de los Dolores, hoy fusionada a la Hermandad de los 33 y que estaba presidida por Ventura Mirabent. El 15 de abril de 1960,  por una acción de gracia,  es fundada la actual  Hermandad del SANTÍSIMO CRISTO DE LA VIDA, el “canejito”, el mismo que actualmente procesiona como   titular de esta Cofradía.

Su cuerpo rendido y muerto, todavía en la cruz, es portado a hombros por cargadores, (a la antigua usanza gaditana), mientras que el aire trémulo vibra a su paso. El cristo de la Vida, es el señorío de las procesiones isleñas. Solo el ruido de las cadenas son capaces de robarnos la atención al pesado esfuerzo que como penitencias se imponen los anónimos penitentes, mientras que a su madre: Siete puñales de dolor le atraviesan el corazón Inmaculado.

Sin embargo, de vez en cuando, nos perdemos en el laberinto de la parafernalia estética y olvidamos su verdadero mensaje. Aún se persiguen y se siguen flagelando los derechos de millones de personas, humillados, ultrajados  y condenados a la hambruna,  mientras que los gobernantes del mundo, imitadores de Pilatos, lavan sus manos sin querer oír ni ver los lamentos agónicos de  un sub-mundo   que desfallece.

¡Bendita sea pues, la liturgia popular de los sentidos!, esa que nos emociona y nos encanta,  pero, nunca olvidemos SU MENSAJE, ni el por qué, ni para qué, fueron fundadas  nuestras Hermandades.