Artículo publicado en el periódico La Higuerita de 15-8-2020![]() |
Pendón Consistorial del Ayuntamiento de Isla Cristina |
Ahora que tanto se escribe y se habla de corrupción, de malversación
de los dineros públicos y se pone en entredicho el Estado de Derecho, la
Democracia y el Poder Judicial, traigo a esta sección un suceso acaecido en
nuestra localidad por irregularidades en la contabilidad del Consistorio
Municipal a finales del siglo XIX, y que
fueron denunciados por cuatro concejales
del consistorio; Diego Zarandieta Roselló, Juan Zamorano Columé, Andrés
Soldevila Cortés y Serafín Zarandieta Casanova, quienes interpusieron la correspondiente denuncia
ante el Gobernador Civil de Huelva.
Abierta una investigación, y tras la examinación de las
cuentas, Ruiz y Capdepón, Gobernador Civil de Huelva remitió a la sección de
Gobernación y Fomento del Consejo de Estado el 23 de septiembre de 1898 el
informe con el expediente relativo a la suspensión de siete concejales del
Ayuntamiento de Isla Cristina, decretada el 27 de agosto. El Gobernador de Huelva, en vista del
expediente, acordó la suspensión de los siete Concejales1; Lorenzo
Pascual y Grao, Juan Martín Cabet, Roque Mirabent Barcia, Ruperto García de
Vinuesa Garganta, Miguel Cordero Toscano, Antonio Mantell Ramírez y Emilio
Martín Bogarin, quienes aparecían como responsables de las faltas comprobadas.
Dos días después, el 29 de agosto, el pleno se reunía en sesión extraordinaria,
donde algunos de los concejales declararon “que
estuvieron ausentes durante tres meses, cuando se formuló la correspondiente denuncia,
y culpaban de toda responsabilidad al
alcalde así como que aceptaban la decisión,
pero protestaban por desconocer los cargos”. El mismo pleno aprobaba
una Comisión de Investigación por malversación de caudales públicos y cesaba
como secretario a Domingo Ercilla y Valverde.
El dictamen por Real Orden publicada en el Boletín Oficial por
el Ministerio, habiéndose examinado el
expediente relativo dio como resultado según los antecedentes, que en virtud de
denuncia presentada ante el Gobernador expresado por cuatro concejales del
Ayuntamiento de Isla Cristina sobre irregularidades de la administración
municipal, el Gobernador de Huelva dispuso en 1º de julio que el alcalde,
Depositario y el Secretario de la Corporación se personaran en la oficinas de
aquel Gobierno con los documentos y libros que se les ordenaba, para proceder
al examen de los mismos y que llevada a
cabo la inspección de la misma, apareció, entre otros particulares, que no se
llevaba el libro Diario de gastos en
ingresos, y el Auxiliar se separa en su forma de los modelos oficiales
publicados al efecto; que las existencias en Caja al cerrarse el ejercicio de
1896 a 1897 no se habían llevado a los libros borradores de 1897 a 98, y que algunos documentos de contabilidad no
aparecían autorizados por los funcionarios encargados de este servicio, sino
por persona extraña a los mismos; que el Alcalde facilitó recibos de los
ingresos del presupuesto sin que los fondos fueran ingresados en el arca de
tres llaves y que no se habían remitido los extractos de las sesiones para su publicación
en el Boletín Oficial, también que por
atenciones de primera enseñanza se adeudaban cantidades de relativa
consideración y que en los gastos de Beneficencia, se había cometido un exceso en el gasto de
502,35 pesetas sobre el crédito presupuestado para el año 1897 a 98, finalizando, que en la Caja
existía menor cantidad de la que debiera, y que no se justificaba que se
hubiera satisfecho a la Hacienda los descuentos de haberes y el 1 por 100 sobre
pagos en los años 1896 a 97 y 1897 a 98.
Dada después audiencia en el expediente a los Concejales
suspensos, estos dejaron transcurrir el plazo concedido al efecto, sin hacer
uso de su derecho. Con posterioridad se unieron al expediente distintas
certificaciones, de las que, entre otros particulares, se demostraron que en los
libros de las actas de sesiones del Ayuntamiento y Junta Municipal no se
llevaban con el timbre o el sello debido.
Por todo ello, la Subsecretaría del Ministerio procedió a confirmar la providencia citada del
Gobernador de Huelva; y en cuanto a la suspensión del Alcalde de su cargo, se
devolvió el expediente al Gobernador de la provincia a fin de que, con toda urgencia,
instruyera, con audiencia del interesado, y remitiera al Ministerio para su
resolución definitiva el oportuno expediente de separación, de conformidad con
lo dispuesto en el art. 189 de ley municipal.
Considerando que los cargos
extractados revestían gravedad, y que de ellos eran responsables los
individuos que conformaban el Ayuntamiento, salvo los cuatro que
suscribieron el escrito de denuncia, y quedaron exentos de responsabilidad, y comprobado que alguno de los hechos que del
mismo resultantes, revestían, al
parecer, caracteres de delito: La sección procedió a confirmar la suspensión
impuesta por el Gobernador de Huelva, y
pasar los antecedentes con el preinserto dictamen a los Tribunales
por Real Orden de S.M. el Rey, y en su nombre la Reina Regente del Reino, María
Cristina de Habsburgo.
El Gobernador nombró al efecto un nuevo ayuntamiento con
carácter interino: Manuel Pérez Mirabent, Juan Bautista Rubio Santamaría, Juan
Custodio Columé, Francisco Álvarez Andrades, Juan Pedro Noya Valdés, Fidel
Cabet Zamorano, Narciso Serrano Yaque, Adolfo Romero Gutiérrez y a Diego Pérez
Milá, este último no llegó a tomar posesión saliendo elegido alcalde Juan
Zamorano Columé y como secretario entrante José Soler Barcia.
Como hemos podido comprobar, la
suspensión de los concejales fue ejecutada,
pero desconocemos cual fue el resultado del dictamen de los Tribunales
ante el delito por el que se les acusaban. Al parecer, estos periodos fueron
muy inestables y con periodos con diferentes alcaldes2: Bruno
Zarandieta Mirabent, desde el 1 de julio de 1895 al 1 de julio de 1897. Serafín
Zarandieta Casanova, del 1 de julio de 1897 hasta su dimisión el 1 de febrero
de 1898. Lorenzo Pascual Grao, tras la reestructuración municipal quedó investido
el 4 de febrero de 1898, siendo nuevamente elegido el 3 de abril de 1898 hasta
que el 31 de agosto de 1898, en el que el
Gobernador Civil lo cesa, siendo
nombrado Alcalde-Presidente Juan
Zamorano Columé.
La Gaceta de Madrid,
2 de octubre de 1898, núm. 275
1.- Acta de la sesión extraordinaria 29 de Agosto de
1898. Archivo Municipal, Ayuntamiento de Isla Cristina.
2.- Diccionario de regidores isleños II. Boletín de
Estudios Históricos y Locales, El Laúd,
Núm. 4. P. Figuereo Agustín