Esta frase, la recibí como respuesta de mi hermano a mi felicitación de Navidad, y me ha hecho meditar y pesar, para escribir este pensamiento en voz alta.
Este misterio del nacimiento de Jesús, obra del escultor Carlos Silva, lleva conmigo desde hace más de 35 años, y es cierto, es entrañable y hermoso, y además de representar el nacimiento de Jesús, representa algo tan fundamental e importante como es la familia, “La Sagrada Familia”.
Los tiempos que corren son difíciles, desde mi percepción, una parte importante de la sociedad en la que vivimos, va a la deriva, está distraída con cosas superfluas y la ausencia de valores cada vez es mayor.
Los políticos se han empeñado en adoctrinarnos desde sus pulpitos y plataformas e imponer una forma de entender la vida, la que ellos quieren. Aprovechan cualquier resquicio en sus políticas e utilizan los medios de comunicación como medios de adoctrinamiento para imponer sus ideologías. Si no entras por el aro, te descuelgas, y te pueden tachar de carca o casposo, por no utilizar otros adjetivos más duros, mientras generan corrientes de opinión.
Cada día veo en las redes sociales los comportamientos de mucha gente, de la que en algunos casos tengo estima, y me sorprende ver como se respira. Muchos de ellos van de progres, tolerantes y demócratas, pero solo hay que leerlos bien y analizarlos, para observar qué, son poco progresistas, poco demócratas y nada tolerantes, ya que imponen una forma de entender la vida basada en una libertad de expresión, que traspasa la libertad de los demás y además, ofenden y hacen daño.
Escribo esto, porque desde el máximo de los respetos, cada persona es libre de pensar y sentirse como quiera, puede ser creyente o no, me da igual, pero lo que no se puede tener es ausencia de educación y no respetar a los demás.
Hace unos días una señora, en TVE, en el programa de las campanadas de fin de año, utilizaba la imagen del Corazón de Jesús con la cabeza de una vaca, para hacer mofa y que los telespectadores se rieran. No le encuentro la gracia, ¿es necesario herir a otras personas que se sienten identificada espiritualmente con esa imagen?, ¿Qué ocurriría si otro cómico se riera del físico de esta mujer y se mofara de ella por su aspecto, llamándola vaca gorda?. ¿Dónde comienza y acaba la libertad de expresión?
No es de recibo, que un medio público, que pagamos todos, permita esa falta de respeto a los cristianos católicos o a cualquier otra religión, no podemos olvidar, que la Constitución Española es aconfesional y no laica. Pero lo curioso, es la cantidad de gente simpática que en las redes sociales, han difundido y abanderado este hecho, mofándose de lo ocurrido y expandiéndolo como algo normal, basándose en su “libertad de expresión”, ahora, que parece que el gobierno quiere reformar la ley de protección penal de los sentimientos religiosos. ¿Qué ocurriría si algún cómico realizara chistes sobre negros, con tintes machistas, o dirigidos a tartamudos, personas con discapacidad o que ridiculicen la orientación sexual de otras personas, etc., etc.? ¿A caso no estarían en su libertad de expresión?
El misterio del Nacimiento de Jesús en Belén, nos envía un mensaje que no interesa a algunas ideologías sectarias, rompen sus esquemas y la Familia es un peligro, porque está llena de valores, valores que fortalecen los lazos de unión, el respeto y la confianza. Se fomenta el amor y se cuidan unos a otros, se respetan a las personas mayores, se colabora en las labores del hogar, fomenta la bondad, la caridad y la honestidad, haciendo que las personas ejerzan como buenos ciudadanos en cada uno de los grupos sociales a los que pertenecen. Da igual si eres creyente o no, es lo de menos, o lo demás……
Creo, que solo la educación y los valores nos pueden marcan el límite de lo que puede estar bien o mal. Cada uno cree en lo que quiere, y nadie está en posesión de la verdad absoluta.
Si no crees, respeta, y deja que cada cual se muestre y manifieste como quiera, porque si quieres que te respeten, respeta.
PD: El comportamiento de los cafres que no respetan la ilusión de los niños durante la cabalgata de los Reyes Magos, (por cierto, tradición y con un gran sentido cristiano) no es un problema de organización, sino de la ausencia de valores y de la falta de educación, que se adquiere también en la familia.
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