sábado, 14 de agosto de 2021

DOLORES Y JOSEFA, LAS SIRVIENTAS “ISLEÑAS” DE BLAS INFANTE.

 Articulo publicado en el Periódico La Higuerita 15-8-2021



Muchos son los historiadores que han dedicado estudios y publicaciones que resaltan la vida y figura de Don Blas Infante Pérez de Vargas, Padre de la Patria Andaluza.

Nacido el 5 de julio de 1885 en Casares (Málaga), tuvo la desdicha de ser detenido en su casa de Coria del Rio (Sevilla) por las fuerzas del movimiento el 2 de agosto, junto a otros detenidos, siendo conducido en un camión hacia la carretera de Carmona, donde fue fusilado en la madrugada del 11 de agosto de 1936, en el linde de la antigua Huerta de las Clarisas.

Cuatro años después de su fallecimiento, el 4 de mayo de 1940,  un jurado dictaría sentencia para justificar su injusta muerte, con el argumento de estas razones: “Formó parte de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931; en los años sucesivos hasta el 1936 se significó como propagandista para la constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz, y [...] falleció el 10 de agosto, noche de San Lorenzo de 1936 a consecuencia de la aplicación del Bando de Guerra”.

El notario Blas Infante, fue un hombre de una gran carga idealista y de una visión esencialista. Trató la política del sentimiento de amor a la tierra para transformarlo en conciencia social del pueblo. Algunas de sus ideas, han permanecido hasta nuestros días, en cambio otras, se han ido desvirtuando.

Los andaluces, y la Comunidad Autónoma de Andalucía no solo recibimos de él la herencia de sus símbolos: la bandera, el himno y el escudo,  sino que nos dejó el ideario de una “Andalucía para sí, para España y para la Humanidad”. El verde y el blanco de su bandera1, “Porque sus colores eran los más apropiados para representar la empresa de la restauración de un Pueblo, nunca bélico, y siempre creador de culturas originales directoras de la Humanidad, como lo fue Andalucía.”

La letra del himno,  con música inspirada en el “Santo Dios” cante que se usaba en algunos pueblos andaluces como en Cantillana, por los segadores, a la salida y a la puesta del Sol, y que fue adaptada y  armonizada por el maestro José del Castillo, director de la Banda de Música de Sevilla sobre 1933, el propio Infante escribe2 sobre él: “Mejor dicho, que usaban en este pueblo los segadores, recientemente ha dejado de cantarse porque la letra del himno invoca a Dios y esta es una palabra tabú para el embeleco marxista de los jornaleros andaluces, quienes en mala hora vinieron a denominarse obreros, como en Europa, con detrimento de su rango de andaluces”.

El escudo, inspirado en el de la antigua ciudad de Cádiz, cabecera del pueblo andaluz antes de Tartesos, en los tiempos primitivos,  cerrándolo un arco de medio punto, donde figuran también las palabras latinas “DOMINATOR HERCULES FUNDATOR” y la leyenda: “ANDALUCÍA, POR SÍ PARA ESPAÑA Y LA HUMANIDAD”

El notario Blas Infante Pérez de Vargas, llegó a Isla Cristina por primera vez3, el 9 de octubre de 1921, invitado por el alcalde, Román Pérez Romeu para pronunciar una conferencia en el Teatro Victoria, con quién mantenía una buena relación de amistad, participando a lo largo de su estancia en la vida cultural de la localidad.

Es en 1922 cuando se traslada a Isla Cristina como notario, dedicándose al estudio y a su familia, mientras se producían la clausura de los Centros Andaluces, con el nuevo régimen del General Primo de Rivera.

Casado con Angustias García Parias, durante el periodo de 1922 a 1931,    nacen en Isla Cristina sus dos primeras hijas, María Luisa en 1928 y María de los Ángeles en 1930, de quiénes Blas Infante transmitió -en una carta al periódico La Higuerita, del que era suscriptor- que consideraba a Isla Cristina "su patria, por ser aquella la de mis hijas, y por haber vivido momentos felicísimos en nuestra ciudad en su vida personal". Ya en Coria del Rio, nacieron su único varón Luis Blas en 1931 y Alegría de las Mercedes en 1936.

Las hermanas Dolores y Josefa Borrero Oliva, cocinera y niñera de Blas Infante.

En los años que la familia Infante García, vivió en la Calle Real, nº 9 de Isla Cristina, fueron años florecientes en la pesca y la industria, donde mucha gente se desplazaba buscando un mejor porvenir. Dolores y Josefa Borrero Oliva, dos jovenzuelas y hermanas que emigraron desde la localidad de Aroche hacia Isla Cristina, fueron contratadas para servir, elegantemente uniformadas con sus cofias y delantales en las labores del hogar, la  cocina y cuidado de las niñas.

La mayor de las hermanas  fue la encargada de cocinar para los Infante. Dolores Borrero Oliva, quién nació en Aroche en 1906 y falleció en Isla Cristina en 1979, casó con Manuel Franco Palacios, empleado albañil en el ayuntamiento y natural de Villablanca 1906, falleciendo en Isla Cristina en 1969. Tuvieron cinco hijos, José, Rosa, Dolores, Manuela, Carmen y Juani Franco Borrero, quién actualmente es la única que vive, esposa de nuestro buen y apreciado amigo Pedro Lima Valero, Policía Local jubilado.

Josefa Borrero Oliva, natural también de Aroche, nació el 5 de octubre de 1909 era la encargada de cuidar y pasear a las niñas,  falleció en Isla Cristina y casó con Manuel López Rodríguez, natural de Moguer, 1908,  quién regentó la bodega “El Rincón” junto a la Plaza de San Francisco.  Fueron padres de Manuel y José López Borrero. Fallecido Manuel “El cartero”, Pepe Borrero, como así lo conocemos, disfruta actualmente de su familia y de su jubilación bien merecida como maestro de escuela.

De Don José, pude disfrutar algunos cursos de su docencia como maestro de sociales, y curiosamente, también fue concejal en el Ayuntamiento de Isla Cristina durante algunos años por las siglas del extinguido Partido Andalucista, el mismo que promovió y defendía la doctrina de Blas Infante.

Tanto Juani, como Pepe, destacan de sus  recuerdos, que era Josefa quién atendía y alimentaba al zorro “Don Dimas”, la mascota de Don Blas, y que este,  no dejaba que las niñas se acercaran a él  por precaución. También, que colgaban del cuello de las niñas un cartel que decía “si me quieres, no me beses”, algo que muchos no entendían y que hoy,  recobra bastante sentido, al revivirse una pandemia parecida a la Gripe Española de 1918 que padecían por aquellos años.

Cuando tuvieron conocimiento del fatídico desenlace, lloraron amargamente, y sintieron su muerte como la de alguien de la familia, afirmando, que siempre fue un hombre atento con ellas, cariñoso y buena persona”·

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1.- Los símbolos de Andalucía. Fundación Blas Infante

2.- Blas Infante Pérez, Orígenes de lo flamenco y secreto del cante jondo, 1929-1933, reproducción facsímil de la edición de la Junta de Andalucía de 1980, Sevilla, Junta de Andalucía, 2010, pp 104-105.

3.- Isla Cristina, Por los caminos de la historia. López Márquez Vicente.

Nota: Mi agradecimiento a Juani Franco Borrero y a José López Borrero, por las fotografías y los datos facilitados.

lunes, 2 de agosto de 2021

LA MANSIÓN DE DIOS, EN EL ORIGEN DEL GRUPO ESCOLAR NTRA. SRA. DE LOS ÁNGELES “LA ERMITA”

Articulo publicado en el Periódico La Higuerita de 1-8-2021

Fachada de la capilla del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles.


El empresario y doctor en medicina José Caballero Romeu,  en 1914 gestó la idea de la construcción en el solar del primitivo cementerio “del Santo Cristo de la Resurrección y la Vida” en desuso desde 1884, de  un edificio que comprendiese iglesia, hospital y escuelas,  con el fin de dotar de cultura y conocimientos a los muchos trabajadores de la época, faltos de los más elementales conocimientos primarios.

Para ello, instó a la creación de un Patronato Benéfico, del cual,  fue nombrado presidente, solicitando aquel mismo año al Ayuntamiento de Isla Cristina dicho solar para construir su ansiado proyecto que comprendía una iglesia, dos naves para la enseñanza de párvulos y adultos en clases nocturnas, y otras dos para la asistencia de enfermos de ambos sexos, así como un nave para residencia de las Hermanas Mercedarias de la Caridad, las cuales se pretendía destinar al cuidado de tales servicios. 

El ayuntamiento, nunca respondió a aquella primera solicitud, en la que además del solar, se solicitaba una subvención para que se hiciera cargo de las asignaciones en el sostenimiento de seis Hermanas de la Caridad, de la indicada Orden Mercedaria, mientras tanto el patronato, no contara con la economía suficiente para este menester.

José Caballero Romeu, inició una campaña de captación de colaboradores económicos  en la prensa local.

El 15 de marzo de 19151, en un acto, presentó la memoria,  los planos y las bases correspondientes, acompañado del modelo de edificio que habría de construirse, representándolo en proporción del 2 % en una superficie de 1 m² con una precisión y un lujo de detalles admirables.  A dicha reunión asistieron como presidente el autor del proyecto don José Caballero Romeu,  el alcalde Presidente del Ayuntamiento Don Diego Zarandieta Roselló,  el ayudante militar de Marina Don Juan de Flores y Cavieces, el cura párroco de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores Don Salvador Sánchez Palomas, los  concejales Don Serafín Zarandieta Romeu,  Don Toribio Lázaro Tuset y Don José caballero Cuchi, el secretario accidental del Ayuntamiento Don Juan Martín Quintana, los industriales y comerciantes don Bartolomé Rodríguez por los señores Rodríguez Hnos. y compañía,  y Don Miguel Cordero Toscano.  Los maestros de las escuelas nacionales de esta isla,  Don Sebastián Urbano Vázquez y Don Emilio Pérez Molina,  el médico titular Don José Roselló Ferrera,  Don Juan Bautista Rubio Zamorano, Don Antonio Ortiz Frigolet,  Don Francisco Cervantes de la Vega y don Tomás Vesaluce Barrena,  director y redactores del recién fundando semanario La Higuerita y Don Ángel Grinda Quínter,  director del Semanario Ecos.

El 17 de noviembre de 19152, volvió a enviar un nuevo escrito al ayuntamiento en el que hacía saber,  el historial de beneficios que por la construcción de dicho edificio recibirían los habitantes de la barriada del “Mundo Nuevo o Barrio Nuevo” distante casi un kilómetro del centro de la población y que carecían de iglesia y escuela,  y donde los habitantes de Isla Cristina encontrarían la formación cultural adecuada.

Los puntos fundamentales de aquel ambicioso proyecto eran:

1.- Dotar al barrio llamado “Mundo Nuevo”, de un centro de cultura tanto civil como religiosa, que satisficiera las exigencias de saber del pueblo. 2.- Disponer de asilo para atender a los que fueran víctimas de accidentes del trabajo o cualquier otra enfermedad, evitándose, ver morir en las calles a muchas personas por falta de medios económicos o no disfrutar de una adecuada prestación médico sanitaria y de alimentación. 3.- Dotar a los vecinos de una iglesia, que aunque fuera pequeña, contribuyese a combatir la ignorancia absoluta en que se hallaban la mayor parte de los vecinos de todo principio religioso, enseñándoles el camino de la fe, fortaleciendo su formación moral y sus deberes cristianos. 4.- Hacer partícipe a Isla Cristina de los incalculables beneficios que se desprenden de la asistencia domiciliaria nocturna, prestada por las caritativas Hermanas Mercedarias.

Una de las primeras ayudas que se recibieron fueron 5.000 ptas., en altruista gesto por el industrial alosnero José Toronjo Limón, consiguiéndose que el Arzobispado de Sevilla cediera el terreno, ya que pertenecía a la iglesia, comenzándose los estudios para su inmediata construcción con un presupuesto de gastos de unas cuarenta y cinco mil pesetas.

El nombre elegido para el proyectado edificio era el de “La Mansión de Dios”, un proyecto que nunca pudo ver la luz, ya que el doctor José Caballero Romeu, fallecería en Isla Cristina el 1 de abril de 1918.

Aquel mismo año, la familia Pérez Romeu o sobrinos de Tomás López, en el mes julio, retomaron el sueño de engendrar en realidad el pensamiento de su primer impulsor, aunque con importantes cambios y matices, obligados por la ausencia del doctor Caballero.

La epidemia de gripe que también asoló a la familia, llevándose consigo al filántropo Ángel Pérez, hizo que las obras no continuasen con el ritmo proyectado, siendo reanudadas por su sobrino-yerno y gran benefactor Román Pérez Romeu, finalizándose en 1920 y siendo inaugurado oficialmente el 8 de marzo de 1921.

En la víspera de la Semana Santa de 1921, y coincidiendo con la inauguración del edificio, se funda la Hermandad de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder, gracias a la donación  de la imagen que presidía la Capilla de Ntro. Padre Jesús Nazareno del Grupo Escolar “Nuestra Sra. de los Ángeles”, nombre este, que adquirió en memoria de Ángel Pérez, fallecido por la pandemia de Gripe en 1918.  En 1929, la hermandad adquiere la primitiva imagen de la Virgen de las Mercedes, a quién bendicen con el nombre de Mercedes, en honor de las Hermanas Mercedarias de la Caridad que nunca pudieron venir a servir al asilo. 

Siete años después de que el industrial y doctor José Caballero Romeu idealizara en su mente el proyecto de “La Mansión de Dios”, Román Pérez Romeu, hizo posible para Isla Cristina, la Capilla de Jesús Nazareno, y el Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles.

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1.- La Provincia 16-3-1915

2.- Sosa Rodríguez, José Historia de Isla Cristina, (biografía sentimental)