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lunes, 28 de octubre de 2024

LAS DIFERENCIAS DE HISPANOAMERICANO, LATINOAMERICANO, IBEROAMERICANO Y SUDAMERICANO.

                  


Suele ser muy común que oigamos, como se denominan a las personas del continente americano de habla española, como latinoamericanas, un uso que cada vez es más extendido y que está mal utilizado.

Por ello, dejo estás observaciones, por si os pudiera interesar, y cuáles son las diferencias de cada una: Hispanoamericano, Latinoamericano, iberoamericano y Sudamericano.

Hispanoamericano: se refiere al ‘conjunto de países americanos de lengua española’, relativo a la América que fue española.

Latinoamericano: se les llama al conjunto de países del continente americano donde se hablan lenguas derivadas del latín: español, portugués y francés. Esta forma, fue introducida por el interés y el control de los franceses, cuando dominaban España por la ocupación en el siglo XIX.

Para referirse exclusivamente a los países de lengua española es más propio que usemos el término Hispanoamericano y sí se incluye a Brasil, país de habla portuguesa, el término es Iberoamericano.

Sudamericano no es correcto cuando se incluyen a los mexicanos, cubanos y puertorriqueños, etc., o Centroamérica, porque no pertenecen al sur de América sino al norte, al centro o a los países del Caribe.

Espero que nadie se ofenda, y pongamos un poquito de nuestra parte, sobre todo, los que que manejan los medios de comunicación. 

miércoles, 23 de octubre de 2024

UNA MUESTRA, 250 AÑOS

Nota: Artículo recuperado y publicado en el periódico La Higuerita, el 1 de septiembre de 2006

 
Según una anécdota que cuenta Pepe Biedma en su libro “Carnavales de Isla Cristina”, un día, un forastero que visitaba nuestra localidad, se acercó al establecimiento que Marcelino Fernández Concepción “Zoilo”, regentaba en el paseo de los Reyes y le preguntó: “oiga, por favor, ¿sabe usted cuando son los carnavales de Isla Cristina?”, a lo que Marcelino con mucha guasa le contestó: “¡los carnavales, aquí carnaval es todo el año, hombre!”. 

Esta respuesta llena de doble intencionalidad, tiene muchísimas lecturas. No sé, lo que aquel hombre pudo interpretar con aquella magistral respuesta pero, para los isleños, está más que clara; el Carnaval,  no es una fiesta cualquiera en el calendario sino un sentimiento colectivo, una forma singular de  exteriorizar y entender la vida, donde el entretenimiento y la diversión se conjugan perfectamente con un profundo matiz  cultural, donde todo ese cúmulo y amalgamas se conjugan para eclosionar cada febrero. Por eso, desde la “Asociación de Carnaveleros Isleños ACI”,  a la que me digno pertenecer como Vicepresidente,  y acudiendo a la llamada que nuestro Ayuntamiento nos hizo como asociación,  entendíamos que el Carnaval, nuestro Carnaval, no podía faltar en los actos conmemorativos del 250 Aniversario Fundacional de Isla Cristina. 

Puestos manos a la obra y tras un sin fin de reuniones, el pasado sábado día 19 a las 21,00 h. volvían las calles de Islas Cristina, a acoger esa  algarabía llena de un multicolor desbordante que caracteriza a  nuestra Cabalgata, plasmada para esta ocasión en una “Muestra”, muestra que desbordó todas las expectativas tanto en participación como en público. En mi opinión y como dijera nuestro amigo y  presidente Emilio Bogarín, creo que hasta ahora, ha sido el acto que más personas a convocado de todos los que se han organizado para dicha efemérides pues, podríamos contar por miles las  personas  allí congregadas. 

Es verdad, que  esta muestra carnavalesca de nuestra cabalgata,  ha sido un trampolín extraordinario para promocionar nuestros carnavales a todos los forasteros y visitantes que en estas fechas estivales disfrutan de nuestras playas y nuestro clima y, que por circunstancias,  no conocen o no pueden visitar Isla Cristina en febrero pero, también es verdad, que no estuvieron todos los carnavaleros  que debían haber estado, algunos por motivos laborales y otros por que sencillamente no creyeron (gentes de poca fe) o no quisieron estar (ellos se lo perdieron). 

Pocas han sido las voces, pero sí  algunas, las  que al parecer han intentado desestabilizar este proyecto, enviando globos sondas que equivocaban o liaban a la opinión pública, con fechas erróneas  o inventándose una crispación con la organización de las fiestas de la populosa barriada de Punta del Caimán que nunca existieron, a la que desde aquí tengo que agradecer su condicional apoyo a este proyecto y en su nombre, a su presidente Luís Fernández Álvarez,  así como a los vecinos de la Avenida Federico Silva Muñoz que nos cedieron los puntos de luz para conectar la megafonía. 

Nada hubiera sido posible, sin la entrega de todos los grupos participantes en esta cabalgata, “Mushindo Batuca”, “Parece que fue ayer”, “Cachondeo Caribeño”, “Las Matildas”, “Comparsa Increíble”, “Bolando boy bolando bengo”, Murga “Todo por la cabra”, “Vini vidi vini”, la Comparsa Infantil “Desde mi casa al teatro”, “María Figueroa”, “Akungele” “Isla Cristina Guiri tours”, Murga “Por culpa del azuquita”……., “Los últimos en apuntarse”,  “María Antonieta”, “Kasi ke me echao laka killo”, La Asociación “miércoles de Ceniza” con su grupo y Carroza, la ComparsaLa Fábrica” y las Carrozas municipales “250 Aniversario, Aventura, Reinas Infantil y Juvenil con sus respectivas Cortes de Honor”. A todos ellos,  nuestra gratitud, por conseguir que este inalcanzable proyecto para algunos hoy sea una realidad consumada, y con una única espectacular  beneficiaria, Isla Cristina. Gracias también  a  “Oli”,  ejemplar  carnavalero isleño y a su equipo, a quien vimos nervioso, expectante y entregado con nuestra causa, su causa y que nos hicieron sentirnos más isleños aún, también a la Policía Local y a Protección Civil. 

Isla Cristina, desde sus orígenes es sinónimo de carnaval, por eso, podemos sentirnos orgullosos de haber sido participes en estos 250 años de haber  escrito páginas de la historia de nuestra Ciudad y con nuestra aportación a dicha efemérides,  honrar la memoria del Zoilo, Clemente, Horacio Noguera, El Mellizo. El Cadáver, El Patitas, El maestro Cervantes de la Vega, Milá, Carmelo El Vergüenza, Juan Figuereo, Miguel Montera, Alonso, Borrero, El Hormiga, Juan Andrés, Joselillo el Cabo Tambor, El Marqués, Claudio Núñez, Jerónimo López, Luís El Carbonero, Cayetano Delgado, Rita Arnau, Manolo Cabot, José Frigolet, Rafael Flores y el del Lunar, El Choquito, El Mata, Bartolo Beltrán y un sin fin de isleños que se me haría difícil de enumerar y que estuvieron  presentes ese día, junto a nosotros y en nuestros corazones.

Según una anécdota que cuenta Pepe Biedma en su libro “Carnavales de Isla Cristina”, un día, un forastero que visitaba nuestra localidad, se acercó al establecimiento que Marcelino Fernández Concepción “Zoilo”, regentaba en el  paseo de los Reyes y le preguntó: “oiga, por favor, ¿sabe usted cuando son los carnavales de Isla Cristina?”, a lo que Marcelino con mucha guasa le contestó: “¡los carnavales, aquí carnaval es todo el año, hombre!”. 

Esta respuesta llena de doble intencionalidad, tiene muchísimas lecturas. No sé, lo que aquel hombre pudo interpretar con aquella magistral respuesta pero, para los isleños, está más que clara; el Carnaval,  no es una fiesta cualquiera en el calendario sino un sentimiento colectivo, una forma singular de  exteriorizar y  entender la vida, donde el entretenimiento y la diversión se conjugan perfectamente con un profundo matiz  cultural, donde todo ese cúmulo y amalgamas se conjugan para eclosionar cada febrero. Por eso, desde la “Asociación de Carnaveleros Isleños ACI”,  a la que me digno pertenecer como Vicepresidente,  y acudiendo a la llamada que nuestro Ayuntamiento nos hizo como asociación,  entendíamos que el Carnaval, nuestro Carnaval, no podía faltar en los actos conmemorativos del 250 Aniversario Fundacional de Isla Cristina. 

Puestos manos a la obra y tras un sin fin de reuniones, el pasado sábado día 19 a las 21,00 h. volvían las calles de Islas Cristina, ha acoger esa  algarabía llena de un multicolor desbordante que caracteriza a  nuestra Cabalgata, plasmada para esta ocasión en una “Muestra”, muestra que desbordó todas las expectativas tanto en participación como en público. En mi opinión y como dijera nuestro amigo y  presidente Emilio Bogarín, creo que hasta ahora, ha sido el acto que más personas a convocado de todos los que se han organizado para dicha efemérides pues, podríamos contar por miles las  personas  allí congregadas. 

Es verdad, que  esta muestra carnavalesca de nuestra cabalgata,  ha sido un trampolín extraordinario para promocionar nuestros carnavales a todos los forasteros y visitantes que en estas fechas estivales disfrutan de nuestras playas y nuestro clima y, que por circunstancias,  no conocen o no pueden visitar Isla Cristina en febrero pero, también es verdad, que no estuvieron todos los carnavaleros  que debían haber estado, algunos por motivos laborales y otros por que sencillamente no creyeron (gentes de poca fe) o no quisieron estar (ellos se lo perdieron). 

Pocas han sido las voces, pero sí  algunas, las  que al parecer han intentado desestabilizar este proyecto, enviando globos sondas que equivocaban o liaban a la opinión pública, con fechas erróneas  o inventándose una crispación con la organización de las fiestas de la populosa barriada de Punta del Caimán que nunca existieron, a la que desde aquí tengo que agradecer su condicional apoyo a este proyecto y en su nombre, a su presidente Luís Fernández Álvarez,  así como a los vecinos de la Avenida Federico Silva Muñoz que nos cedieron los puntos de luz para conectar la megafonía. 

Nada hubiera sido posible, sin la entrega de todos los grupos participantes en esta cabalgata, “Mushindo Batuca”, “Parece que fue ayer”, “Cachondeo Caribeño”, “Las Matildas”, “Comparsa Increíble”, “Bolando boy bolando bengo”, Murga “Todo por la cabra”, “Vini vidi vini”, la Comparsa Infantil “Desde mi casa al teatro”, “María Figueroa”, “Akungele” “Isla Cristina Guiri tours”, Murga “Por culpa del azuquita”……., “Los últimos en apuntarse”,  “María Antonieta”, “Kasi ke me echao laka killo”, La Asociación “miércoles de Ceniza” con su grupo y Carroza, la ComparsaLa Fábrica” y las Carrozas municipales “250 Aniversario, Aventura, Reinas Infantil y Juvenil con sus respectivas Cortes de Honor”. A todos ellos,  nuestra gratitud, por conseguir que este inalcanzable proyecto para algunos hoy sea una realidad consumada, y con una única espectacular  beneficiaria, Isla Cristina. Gracias también  a  “Oli”,  ejemplar  carnavalero isleño y a su equipo, a quien vimos nervioso, expectante y entregado con nuestra causa, su causa y que nos hicieron sentirnos más isleños aún, también a la Policía Local y a Protección Civil. 

Isla Cristina, desde sus orígenes es sinónimo de carnaval, por eso, podemos sentirnos orgullosos de haber sido participes en estos 250 años de haber  escrito páginas de la historia de nuestra Ciudad y con nuestra aportación a dicha efemérides,  honrar la memoria del Zoilo, Clemente, Horacio Noguera, El Mellizo. El Cadáver, El Patitas, El maestro Cervantes de la Vega, Milá, Carmelo El Vergüenza, Juan Figuereo, Miguel Montera, Alonso, Borrero, El Hormiga, Juan Andrés, Joselillo el Cabo Tambor, El Marqués, Claudio Núñez, Jerónimo López, Luís El Carbonero, Cayetano Delgado, Rita Arnau, Manolo Cabot, José Frigolet, Rafael Flores y el del Lunar, El Choquito, El Mata, Bartolo Beltrán y un sin fin de isleños que se me haría difícil de enumerar y que estuvieron  presentes ese día, junto a nosotros y en nuestros corazones.


martes, 22 de octubre de 2024

MI COLABORACIÓN EN EL PROGRAMA "CARNAVALEANDO" DE RADIO ISLA CRISTINA.

El pasado lunes 22 de octubre, fui invitado a participar en el programa "Carnavaleando" que dirigen Jesús Hermoso y Toni Riego en Radio Isla Cristina. Hablamos de muchas curiosidades relacionadas con el Carnaval de Isla Cristina y su historia.   



Si no lo pudiste oír, os dejo un enlace directo con el mismo:  CARNAVALEANDO CON PACO GONZÁLEZ 

viernes, 4 de octubre de 2024

BAJO EL ANTIFAZ


Artículo recuperado y publicado en la Revista Oficial de la Semana Santa de Isla Cristina 2002


 Acabábamos de rezar la tradicional oración de hermandad, cuando la puerta se abrió de par en par y el murmullo expectante de la muchedumbre se hizo silencio.

 Una nube de incienso, formaba una cortina translúcida de humo que se esparcía por todo el templo y que huía hacia fuera,  inundando el cielo de Isla Cristina e impregnándolo todo de su aromático perfume. La Cruz de guía presidía  y se adueñaba del dintel de la puerta principal de la parroquia,  inicio de aquel cortejo, que pronto volvería a pisar suelo isleño, después de todo un año de espera. Y, entre tanto recogimiento, un estruendo  ensordecedor,  frío y seco, me hizo estremecer, al mismo tiempo que  el paso, donde el Dios Hombre se hallaba, se elevaba impulsado por el esfuerzo cervical y unánime de los costaleros, atendiendo a  la voz firme e imperiosa de su capataz, mientras,  se desplazaban lentamente enfilando la salida. 

           Comenzaron a andar los nazarenos con sus largos cirios encendidos y tras el Señor,  un mar de velas se agolpaban alumbrando los desvelos, las oraciones, los ruegos y peticiones de un pueblo que esa noche, no quiso dejar solo a Cristo en su agónico peregrinar hacia el Gólgota. El olor a clavel se hizo  patente más aún, cuando los zancos del paso volvieron a tierra  y la suave brisa marinera, desplegaba su cálido aroma casi, como acariciándonos. Milimétricamente y después de una ardua maniobra,  abandonábamos  la iglesia ante la atenta mirada de todo el público expectante. Algunos, curiosos y observantes, otros, con la oración en los labios  y  extasiados ante la belleza plástica de quién quiso sufrir como un hombre siendo encarnizado para la redención del mundo. Y de pronto, el aire se llenó de un lamento desgarrado que penetraba en mis sentidos como una flecha, saeta que cruzaba la noche, la oración del pueblo andaluz sonaba a gloria  desde un rincón cualquiera  y sin poder contener la emoción,  el gentío allí reunido,  aplaudía  fervorosamente lleno de entusiasmo,  incluso antes de que acabaran los últimos compases, rompiéndose  ese mágico momento al que fui transportado.

            Pasaron los penitentes entre el estremecedor ruido de las cadenas y el penitencial peso de las cruces. Los niños a los que observé desde mi privilegiada  posición en el cortejo,  miraban asustados a sus padres y abuelos mientras, señalaban con sus manitas, a los pies descalzos de los que se martirizaban, aún más,  en su anónima estación de penitencia, con un pesado madero. Y a lo lejos, escoltada por las luces esplendorosas y destellantes de las velas de la candelería, asomaba la belleza inconfundible y majestuosa de la Virgen en su hermoso paso de palio, rompiéndose de nuevo, ese silencio en el que la Virgen llora, al compás de las bambalinas, tan armónico, como si fuera el acorde musical de una marcha procesional.

           Junto a mi lado, una anciana se santiguaba y  rezaba  entre dientes, sin perderle la mirada  al Señor y en su rostro, denoté un agónico lamento peticional, que solo Dios,  entendería en aquellos momentos.

            La noche fue avanzando y la procesión llegó a su fin. De vuelta a casa, cansado pero con un universo de sensaciones vividas bajo mi túnica y antifaz de nazareno, continué observando a la gente,  pocos se percataron de ello y en sus rostros, denoté, que un soplo de esperanza, iluminaban a esos ojos que antes acompañaron, imploraron, rezaron y agradecieron, al ver pasar al Señor y a su Santísima Madre, tras abandonar su Templo Sagrado,  para acercarse más nosotros en una catequesis que se renueva cada primavera..    

 

miércoles, 3 de enero de 2024

Normas para el gobierno político de la Real Isla de La Higuerita en 1777

Articulo publicado en el Periódico La Higuerita 1-1-2024



Dos décadas después del primer asentamiento en la colonia de pescadores de La Higuerita,  el Ayuntamiento de Ayamonte, quién regía los destinos de aquellos colonos temporeros, antes de que la Real Isla de La Higuerita fuera incorporada a la Corona Española, dictó unas normas para el gobierno político de la isla.

Podríamos casi sospechar, que estas normas recogidas por el escribano ayamontino1,  Antonio Díaz (…..ilegible) y Delgado,  el 27 de agosto de 1777, pudieran ser las primeras reglas que se aplicaran en la isla y  por orden del alcalde ordinario de su término y jurisdicción,  Francisco Medero, para un mejor gobierno político en el sitio de la población de La Higuerita, de esto hace nada más y nada menos que 247 años,  y en dicho término, hacer conveniente a los moradores estantes y habitantes,  y hacer saber a los particulares menos precisos,  que por las leyes del reino se ordenaban; y en su consecuencia se publicaron  y fijaron carteles en sitios públicos para que fueran observados en la parte que les tocara en modo y la forma siguiente:

 “Que ninguna persona juegue a juegos de naipes prohibidos, ni otros que lo sean pena de seis meses y diez días de cárcel; no lo permita en su choza, almacén y casa alguna del sitio, porque se procederá conforme a las leyes”.

 “Que ninguna persona sirva amancebada, ni con escándalo, ni sirva de alcahuete bajo de la otra pena y de proceder contra los inconvenientes según las leyes.

“Que ninguna mujer se ocupe de día en el acarreo de sardina del río a las chozas ni otra especie de pescado, sino que sea de noche, para evitar el escándalo consiguiente, considerando pena de cuatro días de proceder a lo que haya lugar contra la deshonra que lo consintiese, ni tampoco las otras mujeres francas en chozas, casas, ni almacenes de noche, y si de sol a sol, bajo otra pena de cuidar muchas ofensas a Dios Nuestro Señor y su Dios evocándolo que sea informado de ello”.

“Que ninguna mujer habitará en otra choza, casas ni almacenes de esta población que no sea esposa, madre o familia de la persona o parienta cuya conducta sea nada notoriamente conocida porque fuera bajo pena de Dios Señor y de proceder a lo de mayor y haya lugar”.

“Que ninguna persona eche blasfemias contra la Divina Sagrada Virgen en gracia, ni santos de la corte celestial, ni cosa sagrada, sobre penas impuestas por las leyes del reino”.

“Que ninguna persona traiga armas prohibidas, ni andar en cuadrillas por la noche, ni den escándalo, pena de ocho ducados y de procederse a los de mayor que haya lugar”.

“Que las venteras y puestos pre hechos no vendan cosa alguna de precio y necesidad, sino que sean los precios que en arreglados al marcho de….. (ilegible) y lo mismo las medidas pena de ………(ilegible)”

“Que los cerdos se quiten y anden por esta población y los pongan fuera de ella, será causa de pena de un ducado por cada uno que se aprehenda en las calles”.

Todo lo cual,  se guarde y cumpla porque así conviene a la tierra donde se presenta, y que se hizo en el sitio de La Higuerita para que llegue a notica de todo; y que lo firmo y certifico: Francisco Medero.

Como podemos comprobar, se hicieron varios edictos  tras las visitas que se recogen en las actas, realizadas como inspección.  Salvo algunas puntualidades, la prohibición de los juegos de cartas, la tenencia de armas y pasear en grupos de noche o que los cerdos deambularan  sueltos, la mayoría de las normas estaban dirigidas a la moral  y salvaguardar la imagen, y sobre todo,  que lo que ocurriera de puertas para adentro de las chozas y almacenes, no fuera motivo de escándalo.   

A continuación,  transcribimos la resolución de las inspecciones realizadas a algunos tenderos y que certificaban, que los pesos estaban conforme a la legalidad vigente que se regía por el “marco de Ávila”.

"Certifico, haber recibido ocho ducados como Alcalde, en este sitio, en este día, a presencia de muchas personas, hice un edicto en la pared con (…) y  que convenía a la (...), los capítulos de autos que precede, y para que concrete se pone por diligencia al momento de una que firmo en La Higuerita a veintiocho de agosto de mil setecientos setenta y siete".  Fdo. Medero

"Estando en el sitio de La Higuerita a veinte de septiembre de dicho año, el citado Sr. Alcalde, asistido de mí el escribano y su alguacil ordinario estando en este otro sitio procedió a hacer y con efecto se hizo visita de todas las casas porque se vendía vino aguardiente y diciendo que eran comestibles, sin pesos ni medidas, y habiendo reconocido cada cosa de por sí, con todo cuidado y atención, se hallaron estar arregladas y conforme a el marco de Ávila, que para cómo se pone por diligencia y firmo". Doy fe   (...)                  Medero  (...)             Antonio Díaz (ilegible) y Delgado

"Estando en el sitio de La Higuerita este día diez de noviembre de dicho año; como Alcalde con mi asistente y la de su sitio ordinario, visito de nuevo otros almacenes y venta de cosas de comer y los pongan pesas y medidas de ellas, y están arregladas al marco de Ávila y lo mando poner para diligencia,  que firmo y como escribano lo certifico".    Medero  (...)    Antonio Díaz Francisco y Delgado

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1.- Legajo 20, Año 1777, Normas para el gobierno político de La Higuerita. Archivo Municipal de Ayamonte