En los albores de la antigua Higuerita, para acceder al núcleo urbano, había que hacerlo por medio de lanchas y barcazas que cruzaban la ría con los víveres, animales y personas, hasta la construcción del primer puente de madera en 1889, y que posibilitó el enlace terrestre entre la barriada de Puente Carreras, hoy de Román Pérez, hasta entonces término de Ayamonte, con la calle Carreras.
Esta vía, se sitúa en la parte norte del casco antiguo,
y como bien se dice, está pequeñita calle, propició el único acceso a la
localidad directamente durante muchos años
con el mercado de abastos y todo el casco antiguo.
Tras la construcción de las
diferentes fábricas de Augusto García Limón y “El Ancho” Conservas Mirabent, se
produjo un taponamiento en la misma, dejándola sin entrada ni salida,
confluyendo con este acceso las calles San Magín, San Antonio y desembocando en
la Plaza Hnos. Pinzón en el antiguo mercado de abastos, donde llegaban los
carros de tracción animal para descargar en el mercado los suministros
alimenticios; verduras, leche, huevos, frutas, carnes etc.., de ahí que junto
al mercado existieran diferentes posadas y patios que se encargaban de acoger y
atender a los transeúntes y al ganado.
El nombre Carretera es más que evidente, porque
tras cruzar la ría en aquellas primitivas barcas, enlazaba en línea recta con
la carretera que se construyó al levantarse la barbilla en dirección a Pozo del
Camino, constituyendo un hito histórico
que daba entrada y salida por tierra a toda la producción pesquera, conservera y
salazonera que se producía.