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domingo, 11 de mayo de 2025

“Y ASÍ QUE PASE MEDIO SIGLO". HISTORIA DE UNA PLEGARIA PARA EL CINCUENTENARIO DE NUESTRA HERMANDAD.

                           Articulo puoblicado en la Revista de la Real e Ilustre Hermandad 

                                             de Ntra. Sra. del Rocío de Isla Cristina


Me invita nuestro Hermano Mayor, José Brizo, a que  escriba unas líneas en esta revista y rememore los pormenores que vivimos durante la elaboración y el estreno de la plegaría “Y así que pase medio siglo”,  compuesta para cerrar el Pregón de la Romería de 2024 que además,  coincidía  con la conmemoración de la celebración del 50 Aniversario Fundacional de nuestra querida Hermandad Rociera,  y en la que participaron doce pregoneros de nuestra localidad: Augusto Thassio (1996); Pedro Jesús Álvarez Rodríguez (2010); Jerónimo Sosa Sosa (2011); José Manuel Ramos León (2012); Mari Toni Contreras Montenegro (2013); Rafael Salgado Galloso (2014); Isabel Perera Moreno (2016); Carmelo Fernández Faneca (2018); Pepa Sosa Sosa (2019); José Manuel Escobar Martin (2022);  Francisco Javier Morgaz Sierra (2023) y este que suscribe,  Francisco González Salgado en (1994 y 2008).



Desde el mismo momento que nuestra presidenta Mari Carmen Verdún junto a algunos miembros de la Junta de Gobierno se reunieron conmigo para ofrecerme este pregón, se generó en mi, una gran responsabilidad que no debía asumir, ya que había sido con anterioridad nombrado pregonero en dos ocasiones, en 1994 y en 2008,  y además,  había sido el exaltador en  la bendición del nuevo Simpecado en 2003, por ello, mi negativa fue tajante, aunque no podía negarme a colaborar sin corresponder a quienes con tanto cariño,  habían recurrido a mí para dicho menester.

Durante la conversación que mantuvimos, tuve algunos flases, esos que a veces suelen surgir y que dibujaron en pocos segundos en mi mente, lo que meses después iba a acontecer. Les propuse una idea, ¿por qué no contamos con todos los pregoneros de nuestro pueblo y hacemos algo grande para la Virgen y así conmemoramos entre todos el cincuenta aniversario de nuestra fundación? La incertidumbre y la incredulidad se hizo dueña de todos ellos, y surgieron algunas preguntas: “¿pero cómo va a ser eso, es muy difícil y además, sería larguísimo?” mi respuesta fue: “a esto sí que me comprometo con vosotros, yo me encargo de llevarlo a cabo y hacerlo posible”

Pasados algunos unos días, comencé a dar forma a esta idea, y a contactar con cada uno de los pregoneros. Desde ese momento, tuve que priorizar, y dejar de lado, algunas cosillas que tenía para centrarme en dar forma al pregón, contactar con los pregoneros, solistas, músicos y sumarlas al proyecto.

Sabía lo que quería, y cómo debíamos acabar, estaba convencido de que todos los pregoneros estarían a gran altura, dándoles libertad para que seleccionaran de sus pregones lo que mejor creyeran conveniente,  para después, darle forma y sentido en un solo pregón a toda esa amalgama de sentimientos y amor  hacia la Virgen del Rocío. También, además de la palabra recitada, teníamos que recuperar y poner en valor gran parte del patrimonio musical, que a lo largo de todos estos cincuenta años se había gestado en nuestra hermandad por diferentes autores, y que debíamos culminarlo con una pieza de nueva creación que aglutinara todos esos sentimientos y nos identificara cuando la cantáramos.

Tras algunos días tanteando a “las musas”, llegaron los primeros compases, con esa sencillez que encierran a las cosas hermosas, los primeros versos y tachones en un papel y un inmenso amor en cada compás. La misma,  debía plasmar un grito de verdadera protestación pública de fe “Me emociono con decir tu nombre, me consuelas y llenas mi corazón, y al mirarte me lleno de tu Rocío, Rocío, Rocío….” al mismo tiempo, debía recoger también esos cincuenta años de Hermandad, que se han fraguado con el paso de los años y que con el tiempo en vez de diluirse como algo novedoso,  cimentó en tierra fértil  “y así que pase medio siglo, cincuenta primaveras de amor y de suspiros, caminos de promesas, soñando contigo, mi “Simpecao” bendito…”  también, debía resaltar la donación de un vestido bordado que como ofrenda de amor, nuestra hermandad hizo al Pastorcito Divino durante la misa de peregrinación oficial por este cincuentenario “y un vestido bordado de sueños para el pastorcito yo puse a tu pies, y el cariño de todo mi pueblo y de los rocieros que rezan con fe..” rematándose con un recuerdo para todos aquellos rocieros que tanto hicieron y quisieron a nuestra hermandad,  y que hoy habitan bajo su manto en esas Marismas Azules del Cielo. Y de aquellos que un día partieron hacia las marismas para estar contigo en  el Rocío Cielo…….”

Una vez finalizada esta obra, contacté con a mi buen amigo Nacho Vinagre para comunicárselo y quedamos para grabarla. Después, teníamos que buscar voces que la hicieran realidad,  y no podían ser otras sino de gente rociera, que la sintieran como suya, por ello, recurrí al incombustible José Antonio Monclova con su gente y al Coro “La Familia” dirigido por Mari Toni Contreras, ¡benditos los “hados” que nos iluminaron en dicha elección, y en la contundente y afirmativa respuesta!  Unas semanas antes del acto, comenzamos los ensayos, dónde se unieron al proyecto algunos amigos que quisieron acompañarme, y faltaba la guinda, teníamos las voces, buenos guitarras, pero esta pieza necesitaba de un plus, necesitábamos envolvernos y abrazarnos a la música en la grandiosidad de lo que estábamos intentando representar. Ramón Gómez, tampoco dudó ante nuestra llamada y comenzó a trabajar en los arreglos musicales, poniendo ese toque romántico y melancólico de su violonchelo que nos envolvió a todos, pero aún  nos faltaba la intensidad profunda y armónica de un piano,  así estaba concebida esta obra, y no llegaba. Al principio, casi todo fueron impedimentos y negativas más que justificadas, hasta que surgió la luz que nos iluminó poniéndonos en el camino a un gran músico, David Núñez, a quién bastó un solo ensayo horas antes del estreno junto a todo el cuerpo musical y sin ni siquiera ensayar con las voces.  

Tras varios días disfrutando de los ensayos, con el coro y los solistas, pudimos ultimar la plegaria con la  que cerrábamos el Pregón del Cincuentenario, “Y así que pase medio siglo”. Espero y deseo, que fuera del agrado de los rocieros isleños y que estuviéramos a la altura de tan magno acontecimiento. 

Me emociono con decir tu nombre,

me consuelas y llenas mi corazón,

y al mirarte me lleno de tu Rocío,

Rocío, Rocío….

 

Y así que pase medio siglo,

cincuenta primaveras

de amor y de suspiros,

caminos de promesas,

soñando contigo,

mi “Simpecao” bendito

 

Y un vestido

bordado de sueños

para el pastorcito

yo puse a tu pies,

y el cariño de todo mi pueblo

y de los rocieros que rezan con fe

y de aquellos que un día partieron

hacia las marismas para estar contigo

en  el Rocío Cielo…….


 

Mi profundo agradecimiento a los coros “La Familia” y de “José A. Monclova”,  así como a cuantos se sumaron al proyecto. A los guitarras Nacho Vinagre Pérez, Manuel Jesús Garrido Gómez y José Antonio Monclova Rodríguez. A  Manuel Ramón Gómez Martínez con su violonchelo y a David Núñez Manó al piano.

También a la preciosa voz de  Carmen Villaseñor Rodríguez y a los solistas que durante el pregón lo bordaron: María Ceren Redondo, José Manuel Ramos León, Alejandra Morón Muriel, Aurora García Rivas, Beatriz Morón Muriel y al joven Antonio José Domínguez Contreras, quién nos deleitó con su gaita y su tamboril.  A todos ellos, siempre agradecido….      

    

domingo, 20 de abril de 2025

CINCUENTENARIO FUNDACIONAL DE LA HERMANDAD DE NTRA. SRA. DE LA SOLEDAD


El detalle:

La Hermandad de Ntra. Sra. de la Soledad, organizadora y encargada del culto a la preciosa imagen el siglo XVIII, este año 2025, cumple 50 años de su fundación canónica.  

Donada a la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores por el Doctor en medicina Don Carlos Granados, fue colocada durante algunos años en una hornacina en la sacristía del templo. Al parecer, era propiedad de sus antepasados y adquirida,  tras la desamortización de Mendizábal de un convento granadino.

En 1975, el párroco Don Manuel Martín Gil, enamorado de esta maravilla, contactó con Manuel Carrasco Fragoso “Manolito el de los Santos”,  para que creara una  hermandad en su honor y le adaptara un candelero para vestirla, quedando expuesta al culto desde entonces en la Parroquia.  

Hace algunos meses, esta talla que rezaba como anónima, pues se desconocía su autoría, los investigadores la atribuían por sus características o parecido a muchos los autores de la época, sin ninguna garantía científica o documental.

Tras el estudio del catedrático de Hª del Arte de la UMA,  D. Juan Antonio Sánchez López y el profesor titular de la Hª del Arte de la UMA, Sergio Ramírez González, que se han llevado años estudiando la obra de la “Familia Asencio de la Cerda”, de estilo malagueño-antequerano, existen pruebas y características más que evidentes para atribuirla a uno de ellos, concretamente a uno de sus hijos,  Vicente Asencio de la Cerda, quién la  realizó entre los años de 1775 y 1790, siendo restaurada en 1996 por el imaginero isleño Francisco José Zamudio Barroso.

Este año, Dios mediante, durante el mes de septiembre, volverá a salir por las calles de Isla Cristina, para conmemorar el 50 Aniversario de la fundación de su Hermandad.

 ¡Felicidades!

 

LA TÚNICA DE NTRO. PADRE JESÚS DEL GRAN PODER Y MISERICORDIA.




El detalle:

Durante la procesión, el Señor lució la antigua túnica bordada realizada en 1925, y que fue restaurada y pasada a un nuevo terciopelo en la década de los años 90.

La última vez que la vistió, fue en 2015, coincidiendo con la conmemoración del 75 aniversario de la hechura de la actual imagen del Señor, para visitar las tres Parroquias de Isla Cristina.


jueves, 17 de abril de 2025

EL SEÑOR DE LOS "JUMARROS"


 

En 1946, Don Manuel Carrasco Fragoso "Manolito el de los Santos", funda la Hermandad de la Flagelación, tras adquirir la imagen del titular, obra del escultor Pío Mollar. 

Por aquellos años, solo existían dos hermandades, la de Padre Jesús y Santo Entierro,  y la recién creada del Cautivo, así como también procesionaba realizando su salida las imágenes de la  Virgen de los Dolores y el Cristo de la Vida.

Todas estas imágenes recorrían exclusivamente, la zona centro y el casco antiguo de la localidad. Las que salían de La Ermita, venían para "abajo", y las de la Parroquia de los Dolores se movían en su entorno histórico.

El Señor de la Flagelación, es la primera imagen que se dirige al " Mundo Nuevo" es decir, para la zona de "Allá Arriba" en el entorno de Matapiojos. 

En casi toda aquella zona al oriente de la población, existía un gran número de chabolas y casitas humildes, donde habitaban la mayoría de los gitanos de la localidad. 

Manolito "El de los Santos", reclutó un buen número de hombres de aquella zona, en su mayoría gitanos, que portaron al Señor durante muchos años..

Ante aquella novedad, le sobrevino, el cariñoso apelativo de Hermandad de los Jumarros, que no es lo mismo que gumarros, ya que esta última, es una deformación fonética de la primera, aprendida por la transmisión oral, es decir, es un localismo, por la deformación muy usada en nuestra localidad de forma despectiva para calificar a una persona de poca educación y ordinaria. Muy lejos de lo que en verdad significa Jumarros.

El verdadero origen de este apelativo, es que a pie de aquellas casas y chabolas en su mayoría sin luz eléctrica, se encendían las candelas en la calle que servían de braseros y evidentemente, desprendían una gran humareda, valgan expresiones como: "por allí jumea" o "vaya jumerío". 

La gente de "Abajo", del centro, no acostumbrada a este hecho, comenzó a llamar a esta cofradía como la " Hermandad de los Jumarros" por el humo que desprendían las candelas, y se escuchaba decir este dicho: " hay que ver Manolito, mira que llevarse al Señor pallá arriba con to el jumerío". 

Manuel Carrasco Fragoso, sabia muy bien lo que hacía, y no era otra cosa, que llevar al Señor al Mundo Nuevo, a la gente de Allá Arriba, y portado por sus amigos, los gitanos de Isla Cristina.


sábado, 16 de noviembre de 2024

HIMNO DEL REAL GREMIO DE HALCONEROS DE ESPAÑA.

Finalizado el Carnaval de 2005, recibí la visita de nuestro recordado amigo, Jesús Martín Biedma, venía a ofrecerme, la participación en la grabación de un tema musical, que Manuel Diego Pareja Obregón de los Reyes, había compuesto y que le gustaría que lo dirigiera con las voces de nuestra comparsa "Mojiganga".
Tras contactar con Manuel Diego, me explicó bien el proyecto, nada más y nada menos, que se trataba de ponerle voz al Himno del Real Gremio de Halconeros de España que acababa de componer. Tras consultar con mi gente, no dudamos en aceptar colaborar en este bonito e interesante proyecto.
Hace unos días, me he topado con algunas fotografías de aquel momento, y que realizamos durante la grabación, me he dispuesto a recuperar este trabajo que he guardado durante 19 años, y al que no dimos mucha difusión. Hoy con las redes sociales, he montado un pequeño video, me gustaría compartirlo con vosotros, ya que merece la pena.
Fue todo un honor para nosotros, quedar inmortalizados en esta obra de Manuel Diego Pareja Obregón y sobre todo, dejar nuestras voces en tan magno proyecto.
Dicho himno fue presentado ante S.A. R el Rey Juan Carlos I en 2006, acto al que teníamos previsto asistir para interpretarlo, pero al final, surgieron algunos problemas que no lo hicieron posible.


miércoles, 23 de octubre de 2024

UNA MUESTRA, 250 AÑOS

Nota: Artículo recuperado y publicado en el periódico La Higuerita, el 1 de septiembre de 2006

 
Según una anécdota que cuenta Pepe Biedma en su libro “Carnavales de Isla Cristina”, un día, un forastero que visitaba nuestra localidad, se acercó al establecimiento que Marcelino Fernández Concepción “Zoilo”, regentaba en el paseo de los Reyes y le preguntó: “oiga, por favor, ¿sabe usted cuando son los carnavales de Isla Cristina?”, a lo que Marcelino con mucha guasa le contestó: “¡los carnavales, aquí carnaval es todo el año, hombre!”. 

Esta respuesta llena de doble intencionalidad, tiene muchísimas lecturas. No sé, lo que aquel hombre pudo interpretar con aquella magistral respuesta pero, para los isleños, está más que clara; el Carnaval,  no es una fiesta cualquiera en el calendario sino un sentimiento colectivo, una forma singular de  exteriorizar y entender la vida, donde el entretenimiento y la diversión se conjugan perfectamente con un profundo matiz  cultural, donde todo ese cúmulo y amalgamas se conjugan para eclosionar cada febrero. Por eso, desde la “Asociación de Carnaveleros Isleños ACI”,  a la que me digno pertenecer como Vicepresidente,  y acudiendo a la llamada que nuestro Ayuntamiento nos hizo como asociación,  entendíamos que el Carnaval, nuestro Carnaval, no podía faltar en los actos conmemorativos del 250 Aniversario Fundacional de Isla Cristina. 

Puestos manos a la obra y tras un sin fin de reuniones, el pasado sábado día 19 a las 21,00 h. volvían las calles de Islas Cristina, a acoger esa  algarabía llena de un multicolor desbordante que caracteriza a  nuestra Cabalgata, plasmada para esta ocasión en una “Muestra”, muestra que desbordó todas las expectativas tanto en participación como en público. En mi opinión y como dijera nuestro amigo y  presidente Emilio Bogarín, creo que hasta ahora, ha sido el acto que más personas a convocado de todos los que se han organizado para dicha efemérides pues, podríamos contar por miles las  personas  allí congregadas. 

Es verdad, que  esta muestra carnavalesca de nuestra cabalgata,  ha sido un trampolín extraordinario para promocionar nuestros carnavales a todos los forasteros y visitantes que en estas fechas estivales disfrutan de nuestras playas y nuestro clima y, que por circunstancias,  no conocen o no pueden visitar Isla Cristina en febrero pero, también es verdad, que no estuvieron todos los carnavaleros  que debían haber estado, algunos por motivos laborales y otros por que sencillamente no creyeron (gentes de poca fe) o no quisieron estar (ellos se lo perdieron). 

Pocas han sido las voces, pero sí  algunas, las  que al parecer han intentado desestabilizar este proyecto, enviando globos sondas que equivocaban o liaban a la opinión pública, con fechas erróneas  o inventándose una crispación con la organización de las fiestas de la populosa barriada de Punta del Caimán que nunca existieron, a la que desde aquí tengo que agradecer su condicional apoyo a este proyecto y en su nombre, a su presidente Luís Fernández Álvarez,  así como a los vecinos de la Avenida Federico Silva Muñoz que nos cedieron los puntos de luz para conectar la megafonía. 

Nada hubiera sido posible, sin la entrega de todos los grupos participantes en esta cabalgata, “Mushindo Batuca”, “Parece que fue ayer”, “Cachondeo Caribeño”, “Las Matildas”, “Comparsa Increíble”, “Bolando boy bolando bengo”, Murga “Todo por la cabra”, “Vini vidi vini”, la Comparsa Infantil “Desde mi casa al teatro”, “María Figueroa”, “Akungele” “Isla Cristina Guiri tours”, Murga “Por culpa del azuquita”……., “Los últimos en apuntarse”,  “María Antonieta”, “Kasi ke me echao laka killo”, La Asociación “miércoles de Ceniza” con su grupo y Carroza, la ComparsaLa Fábrica” y las Carrozas municipales “250 Aniversario, Aventura, Reinas Infantil y Juvenil con sus respectivas Cortes de Honor”. A todos ellos,  nuestra gratitud, por conseguir que este inalcanzable proyecto para algunos hoy sea una realidad consumada, y con una única espectacular  beneficiaria, Isla Cristina. Gracias también  a  “Oli”,  ejemplar  carnavalero isleño y a su equipo, a quien vimos nervioso, expectante y entregado con nuestra causa, su causa y que nos hicieron sentirnos más isleños aún, también a la Policía Local y a Protección Civil. 

Isla Cristina, desde sus orígenes es sinónimo de carnaval, por eso, podemos sentirnos orgullosos de haber sido participes en estos 250 años de haber  escrito páginas de la historia de nuestra Ciudad y con nuestra aportación a dicha efemérides,  honrar la memoria del Zoilo, Clemente, Horacio Noguera, El Mellizo. El Cadáver, El Patitas, El maestro Cervantes de la Vega, Milá, Carmelo El Vergüenza, Juan Figuereo, Miguel Montera, Alonso, Borrero, El Hormiga, Juan Andrés, Joselillo el Cabo Tambor, El Marqués, Claudio Núñez, Jerónimo López, Luís El Carbonero, Cayetano Delgado, Rita Arnau, Manolo Cabot, José Frigolet, Rafael Flores y el del Lunar, El Choquito, El Mata, Bartolo Beltrán y un sin fin de isleños que se me haría difícil de enumerar y que estuvieron  presentes ese día, junto a nosotros y en nuestros corazones.

Según una anécdota que cuenta Pepe Biedma en su libro “Carnavales de Isla Cristina”, un día, un forastero que visitaba nuestra localidad, se acercó al establecimiento que Marcelino Fernández Concepción “Zoilo”, regentaba en el  paseo de los Reyes y le preguntó: “oiga, por favor, ¿sabe usted cuando son los carnavales de Isla Cristina?”, a lo que Marcelino con mucha guasa le contestó: “¡los carnavales, aquí carnaval es todo el año, hombre!”. 

Esta respuesta llena de doble intencionalidad, tiene muchísimas lecturas. No sé, lo que aquel hombre pudo interpretar con aquella magistral respuesta pero, para los isleños, está más que clara; el Carnaval,  no es una fiesta cualquiera en el calendario sino un sentimiento colectivo, una forma singular de  exteriorizar y  entender la vida, donde el entretenimiento y la diversión se conjugan perfectamente con un profundo matiz  cultural, donde todo ese cúmulo y amalgamas se conjugan para eclosionar cada febrero. Por eso, desde la “Asociación de Carnaveleros Isleños ACI”,  a la que me digno pertenecer como Vicepresidente,  y acudiendo a la llamada que nuestro Ayuntamiento nos hizo como asociación,  entendíamos que el Carnaval, nuestro Carnaval, no podía faltar en los actos conmemorativos del 250 Aniversario Fundacional de Isla Cristina. 

Puestos manos a la obra y tras un sin fin de reuniones, el pasado sábado día 19 a las 21,00 h. volvían las calles de Islas Cristina, ha acoger esa  algarabía llena de un multicolor desbordante que caracteriza a  nuestra Cabalgata, plasmada para esta ocasión en una “Muestra”, muestra que desbordó todas las expectativas tanto en participación como en público. En mi opinión y como dijera nuestro amigo y  presidente Emilio Bogarín, creo que hasta ahora, ha sido el acto que más personas a convocado de todos los que se han organizado para dicha efemérides pues, podríamos contar por miles las  personas  allí congregadas. 

Es verdad, que  esta muestra carnavalesca de nuestra cabalgata,  ha sido un trampolín extraordinario para promocionar nuestros carnavales a todos los forasteros y visitantes que en estas fechas estivales disfrutan de nuestras playas y nuestro clima y, que por circunstancias,  no conocen o no pueden visitar Isla Cristina en febrero pero, también es verdad, que no estuvieron todos los carnavaleros  que debían haber estado, algunos por motivos laborales y otros por que sencillamente no creyeron (gentes de poca fe) o no quisieron estar (ellos se lo perdieron). 

Pocas han sido las voces, pero sí  algunas, las  que al parecer han intentado desestabilizar este proyecto, enviando globos sondas que equivocaban o liaban a la opinión pública, con fechas erróneas  o inventándose una crispación con la organización de las fiestas de la populosa barriada de Punta del Caimán que nunca existieron, a la que desde aquí tengo que agradecer su condicional apoyo a este proyecto y en su nombre, a su presidente Luís Fernández Álvarez,  así como a los vecinos de la Avenida Federico Silva Muñoz que nos cedieron los puntos de luz para conectar la megafonía. 

Nada hubiera sido posible, sin la entrega de todos los grupos participantes en esta cabalgata, “Mushindo Batuca”, “Parece que fue ayer”, “Cachondeo Caribeño”, “Las Matildas”, “Comparsa Increíble”, “Bolando boy bolando bengo”, Murga “Todo por la cabra”, “Vini vidi vini”, la Comparsa Infantil “Desde mi casa al teatro”, “María Figueroa”, “Akungele” “Isla Cristina Guiri tours”, Murga “Por culpa del azuquita”……., “Los últimos en apuntarse”,  “María Antonieta”, “Kasi ke me echao laka killo”, La Asociación “miércoles de Ceniza” con su grupo y Carroza, la ComparsaLa Fábrica” y las Carrozas municipales “250 Aniversario, Aventura, Reinas Infantil y Juvenil con sus respectivas Cortes de Honor”. A todos ellos,  nuestra gratitud, por conseguir que este inalcanzable proyecto para algunos hoy sea una realidad consumada, y con una única espectacular  beneficiaria, Isla Cristina. Gracias también  a  “Oli”,  ejemplar  carnavalero isleño y a su equipo, a quien vimos nervioso, expectante y entregado con nuestra causa, su causa y que nos hicieron sentirnos más isleños aún, también a la Policía Local y a Protección Civil. 

Isla Cristina, desde sus orígenes es sinónimo de carnaval, por eso, podemos sentirnos orgullosos de haber sido participes en estos 250 años de haber  escrito páginas de la historia de nuestra Ciudad y con nuestra aportación a dicha efemérides,  honrar la memoria del Zoilo, Clemente, Horacio Noguera, El Mellizo. El Cadáver, El Patitas, El maestro Cervantes de la Vega, Milá, Carmelo El Vergüenza, Juan Figuereo, Miguel Montera, Alonso, Borrero, El Hormiga, Juan Andrés, Joselillo el Cabo Tambor, El Marqués, Claudio Núñez, Jerónimo López, Luís El Carbonero, Cayetano Delgado, Rita Arnau, Manolo Cabot, José Frigolet, Rafael Flores y el del Lunar, El Choquito, El Mata, Bartolo Beltrán y un sin fin de isleños que se me haría difícil de enumerar y que estuvieron  presentes ese día, junto a nosotros y en nuestros corazones.


viernes, 4 de octubre de 2024

BAJO EL ANTIFAZ


Artículo recuperado y publicado en la Revista Oficial de la Semana Santa de Isla Cristina 2002


 Acabábamos de rezar la tradicional oración de hermandad, cuando la puerta se abrió de par en par y el murmullo expectante de la muchedumbre se hizo silencio.

 Una nube de incienso, formaba una cortina translúcida de humo que se esparcía por todo el templo y que huía hacia fuera,  inundando el cielo de Isla Cristina e impregnándolo todo de su aromático perfume. La Cruz de guía presidía  y se adueñaba del dintel de la puerta principal de la parroquia,  inicio de aquel cortejo, que pronto volvería a pisar suelo isleño, después de todo un año de espera. Y, entre tanto recogimiento, un estruendo  ensordecedor,  frío y seco, me hizo estremecer, al mismo tiempo que  el paso, donde el Dios Hombre se hallaba, se elevaba impulsado por el esfuerzo cervical y unánime de los costaleros, atendiendo a  la voz firme e imperiosa de su capataz, mientras,  se desplazaban lentamente enfilando la salida. 

           Comenzaron a andar los nazarenos con sus largos cirios encendidos y tras el Señor,  un mar de velas se agolpaban alumbrando los desvelos, las oraciones, los ruegos y peticiones de un pueblo que esa noche, no quiso dejar solo a Cristo en su agónico peregrinar hacia el Gólgota. El olor a clavel se hizo  patente más aún, cuando los zancos del paso volvieron a tierra  y la suave brisa marinera, desplegaba su cálido aroma casi, como acariciándonos. Milimétricamente y después de una ardua maniobra,  abandonábamos  la iglesia ante la atenta mirada de todo el público expectante. Algunos, curiosos y observantes, otros, con la oración en los labios  y  extasiados ante la belleza plástica de quién quiso sufrir como un hombre siendo encarnizado para la redención del mundo. Y de pronto, el aire se llenó de un lamento desgarrado que penetraba en mis sentidos como una flecha, saeta que cruzaba la noche, la oración del pueblo andaluz sonaba a gloria  desde un rincón cualquiera  y sin poder contener la emoción,  el gentío allí reunido,  aplaudía  fervorosamente lleno de entusiasmo,  incluso antes de que acabaran los últimos compases, rompiéndose  ese mágico momento al que fui transportado.

            Pasaron los penitentes entre el estremecedor ruido de las cadenas y el penitencial peso de las cruces. Los niños a los que observé desde mi privilegiada  posición en el cortejo,  miraban asustados a sus padres y abuelos mientras, señalaban con sus manitas, a los pies descalzos de los que se martirizaban, aún más,  en su anónima estación de penitencia, con un pesado madero. Y a lo lejos, escoltada por las luces esplendorosas y destellantes de las velas de la candelería, asomaba la belleza inconfundible y majestuosa de la Virgen en su hermoso paso de palio, rompiéndose de nuevo, ese silencio en el que la Virgen llora, al compás de las bambalinas, tan armónico, como si fuera el acorde musical de una marcha procesional.

           Junto a mi lado, una anciana se santiguaba y  rezaba  entre dientes, sin perderle la mirada  al Señor y en su rostro, denoté un agónico lamento peticional, que solo Dios,  entendería en aquellos momentos.

            La noche fue avanzando y la procesión llegó a su fin. De vuelta a casa, cansado pero con un universo de sensaciones vividas bajo mi túnica y antifaz de nazareno, continué observando a la gente,  pocos se percataron de ello y en sus rostros, denoté, que un soplo de esperanza, iluminaban a esos ojos que antes acompañaron, imploraron, rezaron y agradecieron, al ver pasar al Señor y a su Santísima Madre, tras abandonar su Templo Sagrado,  para acercarse más nosotros en una catequesis que se renueva cada primavera..    

 

domingo, 4 de febrero de 2024

MUELLE MARTÍNEZ CATENA, EN SU TRAMO DEL CASCO ANTIGUO.

Este muelle está situado en la parte Oeste del Casco Antiguo, antiguamente denominado como   Muelle de la Ribera,  orilla donde se asentaron los primeros pescadores que se implantaron en La Higuerita.   

Zona industrial y pesquera por excelencia,  pues es la zona portuaria de Isla Cristina, donde se ubica la Lonja del Pescado y atracan todos los barcos de las diferentes modalidades que existen en la localidad y los foráneos para  realizar la subasta, que la convierten en el Puerto Pesquero más importante  de Andalucía y el segundo de España en capturas en fresco.

En su franja y alrededores se ubicaron importantes fábricas de conservas y salazón, almacenes  y charangas para elaborar el pescado, la mayoría en desuso, aunque continúa con una gran actividad dirigida a la pesca y exportación en almacenes, bares, ferreterías, tiendas de elaborados de la pesca y zona residencial que poco a poco van cambiando su fisonomía de antaño con la construcción de una gran manzana de viviendas. También,  existe un gran aparcamiento en la zona donde antiguamente existían fábricas, almacenes y bares,  y que fueron expropiados en 1988, que facilitan el estacionamiento tanto del sector pesquero y visitantes, como de los vecinos y residentes de la zona.  

Este tramo se comprendía desde la confluencia con el Muelle de La Marina en el norte y finalizaba en la antigua Calle de San Juan, hoy Serafín Romeu Portas, a partir de ahí, cruzaba el estero de Santa Catalina o Caño del Cuquimán y finalizaba el casco antiguo con el baluarte o fortaleza militar “Castillo  de Santa Catalina”.

Esta importante y gran arteria, confluye con las Calles Cañavate (antigua Muela), Diego Pérez Milá, Angosta, San Francisco, Mácula, Diego  Pérez Pascual, Catalanes, Sierpes (antigua Culebra) y Serafín Romeu Portas (antigua San Juan)

A lo largo de los años se ha ido ampliando esta vía así como toda la zona portuaria según las necesidades del puerto haciendo límite con la Ría del Carreras en su parte izquierda al Oeste de la localidad.

El 18 de octubre de 1978,  en sesión plenaria, se aprobó el cambió de nombre de Muelle de la Ribera por el de Muelle Martínez Catena,  en reconocimiento al Director General de Puertos de España del último gobierno del General Franco, que llegó a visitar Isla Cristina. Los contactos casi diarios que mantenía don Marciano Martínez Catena con el alcalde de Isla Cristina don Emiliano Cabot del Castillo, propiciaron una configuración renovadora y más amplia desde la zona de la antigua “Lonja de Agadir” hasta donde actualmente se encuentran las oficinas de Puerto de Andalucía y estuvo la antigua “Lota para la venta del pescado desde los años 30 del siglo XX” siendo adaptada a los tiempos que corrían y tan necesitados por el puerto de Isla Cristina a los que se les sumaron las obras del dragado de la barra que por aquella fecha no existía y se hacía muy peligrosa la entrada de los buques y la construcción de dos espigones,  el de poniente y el de levante en Punta del Moral, colaborando estrechamente también con el Ministro de Obras Públicas don Federico Silva Muñoz.

Actualmente esta vía llega hasta la antigua Fábrica de Demófilo Vitorique, (Martin Dorado etc.) pasando por lo que fue el Consorcio Nacional Almadrabero,  actualmente una gran manzana de viviendas.


























sábado, 3 de febrero de 2024

MUELLE DE LA MARINA

Este muelle está situado en la parte norte del Casco Antiguo, conocido también popularmente como “Muelle de Agadir” ya que en esa zona es donde atracaban y descargaban los sardineros que pescaban en la zona sahariana y la franja marroquí, así como en las aguas  de las Islas Canarias en las décadas de los años 50, 60 y 70 del siglo pasado, llegando a tener su propia Lonja para la descarga denominada como “Lonja de Agadir”.

Se inicia en el Puente Infanta Cristina y finaliza en la parte más occidenteal, en la misma curva, conectando con el Muelle Martínez Catena y con acceso a las calles Nueva del Molino, Astilleros, Matías Cabot, Carreras, Agadir y Padre José Mirabent.

Bordea y linda con la Ría del Carreras en su parte sur.  Es una zona netamente industrial con almacenes y fábricas, la mayoría de ellas en desuso como la suntuosa Fábrica de San Antonio de los Sobrinos de Tomás López en casi un abandono absoluto, la Fábrica de Hielo, en las mismas condiciones y fuera de servicio desde hace años, el solar de los antiguos depósitos de combustible, el emblemático edificio GARUM, antigua fábrica de Conservas Mirabent así como talleres y ferreterías especializadas para la pesca y  bares con un sello tradicional.

Es una zona hermosa y de gran actividad, ya que en ese muelle atracan la mayoría de las embarcaciones isleñas, y es un puerto de refugio donde se  resguardan muy bien de los embates del viento y la mar.

Toda esta zona fue ensanchada en la década de los años 50 del siglo pasado, ganándole terrenos a la ría y ampliando la carretera, ya que anteriormente, el agua llegaba casi a las fachadas de las fábricas.

Su nombre se dedica a la Marina de Guerra Española. La Real Isla de La Higuerita, hoy Isla Cristina, estuvo regida en lo militar y en lo político por el gobierno de la Armada Española desde 1802 hasta 1833.