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viernes, 27 de septiembre de 2024

UN ÚLTIMO EMPUJÓN

Artículo recuperado, y que publiqué en 2005 en el Boletín de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder.

Capilla Casa Hermandad
de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder 

 

Me invita Julio de la Concepción, responsable de la edición  de este  boletín cofrade, a escribir en él. Y la verdad, dicha sea, que con este infernal verano de calor, la inspiración la tengo casi derretida y no encuentro un tema que se digne por su importancia, a robar unos minutos de vuestra  atención. 

Entiendo, que esta publicación ha nacido con alegría y con el fin de servirnos de vehículo y unión entre todos los hermanos y su Junta de Gobierno, para que se utilice como foro,  comunicación, convocatoria, cultos, sugerencias, exposición y ¿por qué no?, dar rienda suelta a la capacidad literaria, poética e histórica, recogiendo efemérides y un largo etc.

Me halaga, que mi hermandad, haya apostado por este medio para tener al tanto a sus hermanos y, además, que me haya ofrecido la posibilidad de llevar mi opinión a vuestros hogares en un momento tan crucial e importante como es el que vive nuestra corporación, inmersa en la construcción de la futura casa Hermandad. 

Quienes me conocéis, sabéis, que uno de mis tantos defectos, es mostrarme tal como soy y que defiendo mis ideas y pensamientos de una manera  pasional y desmedida cuando las creo justas. Por eso, quizás, al manifestarme libremente en estas líneas, mostrándoos mi opinión, que solo es eso, una opinión,  lo hago con la buena intención de que reflexionemos y nos  hagamos todos un examen de conciencia, sabiendo que no es mi intención la de herir la susceptibilidad de nadie y sí así fuera, de antemano  pido perdón. Sencillamente, creo que nuestra hermandad se encuentra: En un estado de  letargo y dejadez, incapaz de salir de donde está. 

Posiblemente esa empresa, en la  que un día, con más ilusión que cabeza nos llevó a la construcción de una maravillosa Capilla-Casa Hdad,  esté pasándonos su factura. Pienso, que este proyecto casi acabado, no fue cimentado en su momento, sobre los pilares del amor, el compañerismo y la hermandad. Sabido es, que muchos son los que han trabajado, desvivido y luchado para que este sueño sea una realidad, pero también es verdad reconocer, que son muchos los que han sido indiferentes ante tal obra. En estos momentos nos encontramos con una majestuosa casa inacabada, en la que creo, que equivocadamente acogimos la salida procesional de 2003, sin haber sido ni siquiera bendecida, conocida e  inaugurada y, una Junta que se ve impotente, inoperante, incapaz de involucrar a los hermanos en su finalización ante la falta de apoyos, los cuales y algunos muy validos,  se encuentran divididos por guerras absurdas y enfrentados por actitudes banales y personales. 

Por el contrario, tengo conocimiento de que algunos hermanos se han unido en comisión de manera espontánea e  independiente al margen de la Junta, para trabajar y recaudar fondos  en el sostenimiento de las bandas de música para las salidas procesionales de nuestros titulares, lo cuál me parece bien, aplaudo y respeto su dedicación y entrega pero, creo que si uniéramos todos nuestro esfuerzo en la finalización de la Capilla, todos saldríamos ganando y en unos años acometeríamos las obras en los pasos, tan necesarias. Once fueron  los años de austeridad y sin música, los que nuestra cofradía ha soportado y bien venidos sean,  si nos han servido para mucho aunque nos llevaran a un detrimento en el lucimiento de la procesión en la calle (según algunos), al sacrificio, al doble esfuerzo de nuestros costaleros y a un deterioro  artístico, ya que poco hemos podido avanzar en estrenos y patrimonio,  salvo en las donaciones extraordinarias que puntualmente algunos hermanos muy comprometidos han hecho.

El Señor de Isla Cristina, Ntro. Padre Jesús del Gran Poder, necesita y merece el esfuerzo de todos en comunión, UNIDOS en un último empujón para que SU CASA, nuestra casa de  HERMANDAD, sea muy pronto una autentica realidad en la que todos, Junta y hermanos, nos sintamos reflejados, importantes y muy validos, lejos de personalismos, vanidades y aires enfermizos de grandezas. Hagámoslo por nuestro SEÑOR DEL GRAN PODER.

martes, 24 de septiembre de 2024

LA VIDA SIGUE

Artículo recuperado,  y que publiqué en el Boletín de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder  en la Cuaresma de 2006.

Manuel Jesús Moreno Martín, "Pañero",  retocando
a la Stma. Virgen de las Mercedes y San Juan Evangelista. 

Cuando aún solo han pasado algunos meses del fallecimiento de nuestro amigo Pañero, me trae a esta líneas, la necesidad y la obligación imperiosa de rendirle este merecido recuerdo a través del boletín de nuestra, su querida Hermandad del Gran Poder. 

Sería fácil ahora, en tiempo pretérito, hablar de Manolo “Pañero”, pero para aquellos que lo conocimos de verdad, esos que compartimos muchos ratos y momentos con él, los que discutimos enzarzadamente por mil y una cuestiones, los que hemos reído y hemos  llorado a su lado en torno a una misma fe, se nos hace muy difícil hacerlo o por lo menos, así lo siento. 

El tiempo pasa rápidamente cicatrizando las heridas, borrando los recuerdos como hace el viento cuando sopla fuertemente alisando la tierra y borrando las huellas. La vida sigue, es como una corriente imparable en la espera de un final que no sabemos cuando llegará, en la desembocadura del río de nuestra existencia para fundirse con el mar de lo infinito. 

Y, Manolo se nos fue, lentamente tras haber sufrido lo suyo en este Valle de Lagrimas, acudiendo a su llamada, porque la Virgen de la Mercedes, su Virgen, necesitaba un artista del alfiler y los encajes para vestirla en el Cielo y quiso, llevárselo a su lado después de haber puesto todo el empeño del mundo en terminar la obra que un día se propuso, la que le costó enemistades y reconocimientos. 

Débil y delgado, tomé estas, sus últimas fotografías arriba del paso, mientras retocaba momentos antes de la salida procesional de 2005 a nuestra Madre de las Mercedes y a San Juan Evangelista. Con qué mimo, sabiendo que el tiempo se acababa, sus manos primorosas determinaban el rostrillo y las alhajas de la Señora, quizás, ¿le hablaba?,  con la resignación cristiana que Dios dota a los enfermos para aguantar estoicamente al lado de ellos. Pañero se nos fue, habiendo desempeñado varios cargos en nuestra Hermandad, Vestidor,  Prioste, Hermano Mayor, convirtiéndose en uno de los cofrades más representativos de nuestra cofradía y de la Semana Santa  isleña.

 Pero la vida sigue y una nueva Junta de Gobierno abandera los designios de nuestra cofradía, es ley de vida, con proyectos, ideas e ilusiones renovadas, parece haber pasado una inmensidad y solo hace unos meses de su ausencia. 

Este año, antes de la salida procesional, un sentimiento auténtico de Hermandad  flotaba en la capilla, parecía que su presencia era total. Desde mi privilegiado sitio junto a la Virgen,  cada año observo cuidadosamente cada movimiento en el palio, las velas, las flores, las miradas, las expresiones y el comportamiento de la gente. Pañero rondaba por allí, estoy convencido,  en la primera oración, en las primeras “levantás” de los pasos, y en el recuerdo de todos nosotros, aunque, al mirar detenidamente a nuestra Madre, me di cuenta de que su presencia era espiritual, porque otras manos habían vestido a la Señora, parece mentira, pero no parecía Ella.

En mis retinas quedaron grabadas esa noche alguna que otra lagrima, la de sus amigos y especialmente las de su madre Encarna, quién abatida y desconsolada, había vuelto a sentir y por segunda vez  en sus carnes,  el dolor de los dolores.  

“Pañero”, sé que estarás en un balcón preferente de la gloria cada madrugada del Viernes Santo, junto a ese otro gran hombre que fue para nuestra Hermandad, y que hace unos días nos ha abandonado “Juanichi” Estévez, mientras observáis por el paseo de Las Palmeras, el paso por Carrera Oficial  de la Hermandad de vuestros amores. Porque: “el que cree en mi, aunque muera vivirá; y todo el que vive en mi y cree en mi, no morirá jamás”. (Jn 11, 25-26).

domingo, 2 de abril de 2023

José Alsina Subirá y Guillermo Nieto Guerrero, autores de la primitiva imagen y del paso que portó a Padre Jesús del Gran Poder de Isla Cristina.

Articulo publicado en el periódico La Higuerita  1-4-2023 

Jesús del Gran Poder en su paso con las andas en el suelo dentro de la capilla
del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles. 

En un anterior artículo publicado en LA HIGUERITA,  1 de marzo de 2021, coincidiendo con el centenario de la bendición de la primitiva imagen de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder, desaparecida en 1936,  y que presidía la Capilla del Grupo Escolar “La Ermita”, hacíamos referencia, al descubrimiento de la autoría hasta aquel momento desconocida,  del autor de dicha imagen, el escultor con taller en Madrid José Alsina Subirá, según la pista que nos aportaba  un artículo publicado en el Heraldo de Madrid. 

Tras hacer diferentes averiguaciones, conseguimos ubicar su taller en varias direcciones de la capital de España,  y en diferentes años, así como la autoría de un número importante de obras repartidas por la geografía nacional así como en la iglesia Jesuita de la ciudad de Lima (Perú), donde a finales del siglo XIX ya había realizado un San Ignacio de Loyola de magnifica ejecución. Me lamentaba en aquella ocasión, de que no hubiera nada escrito sobre este artista español de la imaginería y la escultura, y solo había podido acceder a pequeñas referencias y varias fotografías de algunas de sus obras.  

Imagen de San Ignacio de Loyola, obra realizada por José Alsina Subirá que se encuentra
en la iglesia de San Pedro en la ciudad de Lima (Perú) Foto: Revista IHS 

En esa búsqueda infructuosa, donde aún desconocemos su lugar de nacimiento y fallecimiento, hemos podido toparnos con un dato importante y que nos facilitará poder seguir investigando sobre el imaginero Alsina Subirá, ya que todo apunta a que tras la realización de la imagen del Nazareno de Isla Cristina, desconocemos la fecha exacta, marchó a América. Nos da fe de ello,  el Anuario Nacional Peruano1,  donde nos afirma que el 3 de enero de 1930, don José Alsina Subirá, fue nombrado Jefe de la Sección de Escultura y Madera de la Escuela de Artes y Oficios de Lima, capital del Perú. 

La primera salida2 procesional del Señor de Isla Cristina, tuvo lugar el 25 de marzo de 1921, intuimos que sobre unas andas desde la que desconocemos su autoría, y no es hasta 1924 cuando según la prensa local se estrena un nuevo paso tallado.  Este paso, fue obra del tallista dorador Guillermo Nieto, un dato que ya conocíamos y que fue publicado en la prensa local,  y que también recoge Juan Antonio Columé Breval en su libro “El Señor de Isla Cristina, vida de una cofradía”  el nuevo3 “paso” es una cosa artística en grado sumo y de un valor absoluto; por su trabajo admirable, por su excelente dorado y en suma por estilo “barroco” de gran mérito, destacándose las cuatro cartelas de las esquinas en las que se observan, tallados con acierto, efectos de Martirologio". 

La prensa4 sevillana de la época, nos aporta el segundo apellido del Sr. Guillermo Nieto Guerrero.  “En los talleres de dorado que el señor Nieto Guerrero posee en la calle Pi y Margall 19, (hoy Cerrajería, una calle corta y peatonal no excesivamente ancha, y que comunica a la calle Cuna con la de Sierpes) acaba de construirse un magnifico paso, estilo barroco para la imagen de N.P. Jesús del Gran Poder de Isla Cristina (Huelva). La obra, que es un modelo de perfección, lleva en las esquinas cuatro artísticas cartelas del mismo estilo. En los mismos talleres del señor Nieto, que tiene adquirida ya fama general, se han labrado reciente cuatro altares para la capital; dos de estilo gótico y dos de estilo barroco, que son otras tantas obras de justa nombradía. Felicitamos al Señor Nieto que ha alcanzado indiscutiblemente uno de los primeros nombres en esta clase de trabajos y que acredita diariamente sus talleres con obras dignas de ser admiradas”. 


Ntro. Padre Jesús en su paso, descansado por zancos en la puerta de su capilla.

El paso del Señor del Gran Poder de Isla Cristina,  era de dimensiones pequeñas, dotado de un cajón y canastilla dorado, con un armazón de madera cerrada y respiraderos tallados, y en su parte superior, una canastilla también tallada para que la imagen pudiera destacar en altura. Disponía de cuatro trabajaderas para los cargadores que sobresalían en la parte delantera y trasera y que se comunicaban  por dentro, lo que nos hace pensar que debajo del Señor también se cargaba al hombro, al estilo y  la antigua usanza de los cargadores gaditanos a paso de horquilla. Sus dimensiones eran las que se estilaban por aquellos años en la capital hispalense, pasos mucho más sencillos que los de hoy y donde se conjugaba el estilo barroco de la talla con el decimonónico del siglo XIX,  rematado con candelabros en las esquinas de cuatro luces, así como dos luces más de tulipas en los costeros.  Estas dimensiones eran perfectas para que la procesión pudiera discurrir por las calles estrechas del caso antiguo de la localidad y la zona del antiguo mercado de abastos. 

Este artesano sevillano, entre otros trabajos, también realizó el paso del Cristo de la Expiración de Córdoba5,  que fue estrenado durante la estación de penitencia del año 1929. 

Curiosamente, el Hermano Mayor que adquirió aquel paso tallado así como las insignias representativas de gran calidad que aún posee la Hermandad, (juego de varas, bocinas con sus paños bordados, etc.) fue don José Oliva Gómez, administrador de la fábrica de luz eléctrica “La isleña” y padre del insigne escultor, pintor, tallista, imaginero y montador de altares don José Oliva Castilla, autor del magistral paso del Santo Entierro de Isla Cristina. 

Desconozco que fue de este paso, y si también pudo acabar destrozado por las turbas que asaltaron todas las imágenes que recibían culto en  la capilla del Colegio, si fue a parar a alguna que otra localidad o acabó en el olvido como leña. 

Tras la Guerra Civil y la reorganización de la Cofradía en 1940, siendo Hermano Mayor don Juan Mirabent Gutiérrez, con la llegada de la actual imagen de Ntro. Padre Jesús, obra del insigne imaginero don Antonio Illanes, por la donación que doña Francisca Feria había realizado tras el fallecimiento de su esposo en el naufragio del Purita Pérez en 1939, en 1941 estrena un nuevo paso6 realizado por el carpintero Manuel Domínguez, que fue ampliado con un calvario al año siguiente, siendo exornado por don Manuel Carrasco Fragoso “Manolito el de los Santos”     

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1.-  Anuario Nacional Peruano Gran Revista Administrativa, Legislativa, Judicial, Comercial, Industrial, Artística y Deportiva de 1930.

2.-  Semanario La Higuerita 27-3-1921

3.-  Semanario La Higuerita 21-4-1924

4.-  El Correo de Andalucía  12-4-1924

5.-  Hermandad de la Expiración de Córdoba

6.-  Columé Breval, Juan Antonio. El Señor de Isla Cristina. Vida de una Cofradía.

sábado, 1 de mayo de 2021

LA CERÁMICA DE PADRE JESÚS DE JOSÉ ANTONIO ESTEVE PASCUAL.

           Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-5-2021

Retablo de Padre Jesús del Gran Poder de Isla Cristina
obra de José Antonio Esteve Pascual, década de los 40.

Finalizada la Guerra Civil Española,  tras la llegada de la actual imagen de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder, y la reorganización de la Hermandad,  en la década de los años 40 del pasado siglo, en uno de los pilares que soportaban las grandes rejas del patio del antiguo colegio de Ntra. Sra. de los Ángeles, y siendo Hermano Mayor Juan Mirabent Gutiérrez, a la entrada, fue colocado a instancias de la Hermandad, un hermoso retablo cerámico con la efigie de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder y Misericordia, y justo debajo de él, una hucha con una ranura en forma de cruz y con la leyenda: Limosna.

Llevaba algún tiempo intentando averiguar cómo se adquirió y quién fue su autor, ya que la única referencia que se tenía de esta obra de gran calidad y que refleja fielmente a Jesús del Gran Poder de Isla Cristina, de 80X60 cm., en  la técnica de bajo cubierta, era la firma que atestigua su autoría: J.A Esteve.  Ningún otro dato, ni documento en prensa, ni en la propia hermandad.

Tras realizar algunas averiguaciones, puedo afirmar, que su autor, fue José Antonio Esteve Pascual, natural de Valencia, escultor, dibujante y ceramista, quién en su juventud, realizó esta pieza en los inicios de su carrera artística, emigrando en los años 50 a América.

La Ermita, lugar donde desde 1921 se veneraba al sagrado titular, enriqueció su exterior con este hermoso retablo devocional. Tras la bendición en 1966 de una nueva Parroquia a quién dio nombre el Señor, se produjo el traslado de las imágenes titulares al nuevo templo. Aquel retrato cerámico pintado, se convirtió durante algunos años en un  lugar singular, dónde los vecinos de la zona, iban a rezar o se santiguaban a su paso como muestra de respeto. El vacío que la imagen del Señor había dejado en la capilla de La Ermita, era en parte suplido por la cercanía de esta pintura cerámica que de alguna manera, quedó presidiendo la antigua Calle Norte.

En los primeros años de la década de los 80, y coincidiendo con la creación de la primera cuadrilla de hermanos costaleros, la Casa Hdad, comenzó a tener gran actividad y es, cuando esta, ante la ausencia del Señor en La Ermita, decide, siendo Juan Estévez Tortosa, Hermano Mayor,  trasladar dicho retablo a su Casa-Hdad. Los hermanos costaleros Antonio Salas Moreno y Manuel Ponce González, fueron los encargados en retirarlo de su primitivo lugar y colocarlo en el exterior, entre la ventana y la puerta de la vieja Casa de Hdad... Allí permaneció hasta junio de 1993, cuando siendo Hermano Mayor Ricardo Biedma Cabalga,  la Casa fue derribada para ejecutar las obras de la actual Capilla.

Compactado sobre una estructura de hierro y mortero, fue trasladado junto a otros enseres al número 7 del Paseo del Chocolate, donde fue guardado en la habilitada y provisional Casa Hermandad hasta que se le buscara una nueva ubicación.  

Inaugurada y bendecida en 2003 la actual Capilla-Casa Hdad., fue trasladado a dicha sede, siendo Hermano Mayor Manuel Jesús Moreno Martín,  quedando sin colocar hasta que en 2005, bajo el mandato del Hermano Mayor Eduardo Rodríguez Rodríguez, es colocado  en el interior de la Capilla, en el lateral izquierdo del cancel, por el hermano,  y en aquel momento miembro de la Junta de Gobierno,  Diego Gutiérrez Columé, uno de los constructores que realizaron las obras del edificio, es este, quién lo remata alrededor con unas molduras de escayola y lo ilumina con dos faroles de luz eléctrica.

Por otro lado, el ceramista José Antonio Esteve Pascual1, de vivir, tendría hoy 100 años.  Nació de Valencia en 1921, donde se formó como artista y más tarde como técnico, profesor de cerámica, dentro de diferentes fábricas en la realización de azulejos, porcelana, alfarería, etc.

Fue director técnico de la fábrica de azulejos y mayólica de José María Verdejo Manises en Valencia, también, diseñador de la fábrica la imitadora antigua de Valencia.

En 1940, se independiza y crea su propia fábrica que dura aproximadamente una década. Desde allí, realiza encargos cerámicos, placas, retablos etc., también para Venezuela. Es en esta etapa,  en la que con casi toda seguridad es contratado, por  la hermandad, posiblemente,  por Juan Mirabent Gutiérrez,  ya que con la llegada de la nueva imagen a Isla Cristina el 3 agosto de  1940  se reorganiza la cofradía. Por aquellos tiempos el autor  contaba con una veintena de años.

La postguerra y las circunstancias socioeconómicas le hacen marcharse al continente americano y en 1951 se establece en Buenos Aires. Después emigra a Paraguay, siendo contratado por una fábrica de azulejos. En 1955 se traslada a Jujuy para ejercer la docencia, pasando por Mendoza como profesor de la Universidad de Cuyo, ahí conoce a la mujer que más tarde sería su esposa, Teresa Gutiérrez García,  con la que tuvo cuatro hijos. Permanece en Mendoza hasta el año 1965, en el que se radica en la provincia  de Neuquén en la ciudad de Zapala donde ejerce como profesor y posteriormente director de la Escuela de Cerámica de la Universidad de Comahue. Allí crea la Escuela de Cerámica de Zapata junto al escultor Alisio Morosín.

En la Escuela Superior Normal Nacional desempeñó la cátedra de plástica durante quince años realizando cursos de capacitación en cerámica en la ciudad de Gral. Roca -Río Negro- en 1967 e  inaugurando la escuela como profesor y director.  A lo largo de su vida, rechazó propuestas de las Universidades de Chile, Usuahía, Bahía Blanca por no querer abandonar su lugar de residencia; Zapala. Su trayectoria es muy larga y extensa con encargos para el gobierno e instituciones, sin embargo es poco conocido, quizás por las grandes distancias de aquel  país.  

En su primera etapa sus trabajos fueron decorativos religiosos y costumbristas,  periodo desde 1940 a 1957, donde se aprecia una fuerte raíz valenciana decorativa idealista, destacando la utilización de pequeño y gran formato, mosaicos, platos,  murales religiosos en técnica bajo cubierta, temática de corte costumbrista y taurino muy típico en la España del siglo XIX.

En su segunda etapa sus obras son regionalistas e históricas. Desde 1957 hasta finales de los años 70 dando importancia a rasgos latinoamericanos. Junto con su historia, recrea cantidad de bustos,  cabezas, monumentos de personajes de la historia,  General Roca, figura del Gaucho, aborígenes etc.

Su tercera etapa es pintoresca y decorativa,  década de los años 80 donde se observa una vuelta a sus orígenes, al país de procedencia, pero de manera más pintoresca destaca la figura de los personajes de la campiña, de los viñedos valencianos con tratamiento caricaturesco, donde manifiesta en esta tapa, una cierta melancolía por su patria lejana.

Su cuarta etapa es mitológica,  temática y romántica, casi trágica al emplear la calavera, tiene una gran influencia del arte europeo así como del arte argentino y sudamericano.

Entre sus obras más destacadas se encuentran el mural “Orígenes del teatro”, el monumento a “Luis Candelaria” o el monumento al “soldado andino”. Su obra está cargada de elementos figurativos y simbolistas con una temática rococó todo esto,  conjugado con elementos decorativos.

Su primogénito, José Antonio Esteve Gutiérrez, es también  escultor y ceramista, artista de familia de ceramistas de Zapala en la provincia del Neuquén, Argentina.

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1.- Altamirano Claudia. Trabajo de Investigación artística, José Antonio Esteve 1997. Universidad Nacional de Córdoba, (Argentina) Facultad de Filosofía y Humanidades. Escuela de Artes Plásticas.