Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-5-2021
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Retablo de Padre Jesús del Gran Poder de Isla Cristina obra de José Antonio Esteve Pascual, década de los 40. |
Finalizada la Guerra Civil Española, tras la llegada de la actual imagen de Ntro.
Padre Jesús del Gran Poder, y la reorganización de la Hermandad, en la década de los años 40 del pasado siglo, en
uno de los pilares que soportaban las grandes rejas del patio del antiguo
colegio de Ntra. Sra. de los Ángeles, y siendo Hermano Mayor Juan Mirabent
Gutiérrez, a la entrada, fue colocado a instancias de la Hermandad, un hermoso
retablo cerámico con la efigie de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder y Misericordia,
y justo debajo de él, una hucha con una ranura en forma de cruz y con la
leyenda: Limosna.
Llevaba algún tiempo intentando averiguar cómo se adquirió y quién
fue su autor, ya que la única referencia que se tenía de esta obra de gran
calidad y que refleja fielmente a Jesús del Gran Poder de Isla Cristina, de
80X60 cm., en
la técnica de bajo cubierta, era la firma que atestigua su autoría: J.A
Esteve. Ningún otro dato, ni documento en
prensa, ni en la propia hermandad.
Tras realizar algunas averiguaciones, puedo afirmar, que su
autor, fue José Antonio Esteve Pascual, natural de Valencia, escultor,
dibujante y ceramista, quién en su juventud, realizó esta pieza en los inicios
de su carrera artística, emigrando en los años 50 a América.
La Ermita, lugar donde desde 1921 se veneraba al sagrado
titular, enriqueció su exterior con este hermoso retablo devocional. Tras la bendición
en 1966 de una nueva Parroquia a quién dio nombre el Señor, se produjo el traslado
de las imágenes titulares al nuevo templo. Aquel retrato cerámico pintado, se
convirtió durante algunos años en un
lugar singular, dónde los vecinos de la zona, iban a rezar o se
santiguaban a su paso como muestra de respeto. El vacío que la imagen del Señor
había dejado en la capilla de La Ermita, era en parte suplido por la cercanía
de esta pintura cerámica que de alguna manera, quedó presidiendo la antigua
Calle Norte.
En los primeros años de la década de los 80, y coincidiendo con
la creación de la primera cuadrilla de hermanos costaleros, la Casa Hdad, comenzó
a tener gran actividad y es, cuando esta, ante la ausencia del Señor en La
Ermita, decide, siendo Juan Estévez Tortosa, Hermano Mayor, trasladar dicho retablo a su Casa-Hdad. Los
hermanos costaleros Antonio Salas Moreno y Manuel Ponce González, fueron los
encargados en retirarlo de su primitivo lugar y colocarlo en el exterior, entre
la ventana y la puerta de la vieja Casa de Hdad... Allí permaneció hasta junio
de 1993, cuando siendo Hermano Mayor Ricardo Biedma Cabalga, la Casa fue derribada para ejecutar las obras
de la actual Capilla.
Compactado sobre una estructura de hierro y mortero, fue
trasladado junto a otros enseres al número 7 del Paseo del Chocolate, donde fue
guardado en la habilitada y provisional Casa Hermandad hasta que se le buscara una
nueva ubicación.
Inaugurada y bendecida en 2003 la actual Capilla-Casa Hdad., fue
trasladado a dicha sede, siendo Hermano Mayor Manuel Jesús Moreno Martín, quedando sin colocar hasta que en 2005, bajo
el mandato del Hermano Mayor Eduardo Rodríguez Rodríguez, es colocado en el interior de la Capilla, en el lateral
izquierdo del cancel, por el hermano, y
en aquel momento miembro de la Junta de Gobierno, Diego Gutiérrez Columé, uno de los
constructores que realizaron las obras del edificio, es este, quién lo remata
alrededor con unas molduras de escayola y lo ilumina con dos faroles de luz
eléctrica.
Por otro lado, el ceramista José Antonio Esteve Pascual1,
de vivir, tendría hoy 100 años. Nació de
Valencia en 1921, donde se formó como artista y más tarde como técnico,
profesor de cerámica, dentro de diferentes fábricas en la realización de
azulejos, porcelana, alfarería, etc.
Fue director técnico de la fábrica de azulejos y mayólica de
José María Verdejo Manises en Valencia, también, diseñador de la fábrica la
imitadora antigua de Valencia.
En 1940, se independiza y crea su propia fábrica que dura
aproximadamente una década. Desde allí, realiza encargos cerámicos, placas,
retablos etc., también para Venezuela. Es en esta etapa, en la que con casi toda seguridad es
contratado, por la hermandad, posiblemente, por Juan Mirabent Gutiérrez, ya que con la llegada de la nueva imagen a
Isla Cristina el 3 agosto de 1940 se reorganiza la cofradía. Por aquellos
tiempos el autor contaba con una
veintena de años.
La postguerra y las circunstancias socioeconómicas le hacen
marcharse al continente americano y en 1951 se establece en Buenos Aires.
Después emigra a Paraguay, siendo contratado por una fábrica de azulejos. En
1955 se traslada a Jujuy para ejercer la docencia, pasando por Mendoza como
profesor de la Universidad de Cuyo, ahí conoce a la mujer que más tarde sería
su esposa, Teresa Gutiérrez García, con
la que tuvo cuatro hijos. Permanece en Mendoza hasta el año 1965, en el que se
radica en la provincia de Neuquén en la
ciudad de Zapala donde ejerce como profesor y posteriormente director de la Escuela
de Cerámica de la Universidad de Comahue. Allí crea la Escuela de Cerámica de
Zapata junto al escultor Alisio Morosín.
En la Escuela Superior Normal Nacional desempeñó la cátedra
de plástica durante quince años realizando cursos de capacitación en cerámica en
la ciudad de Gral. Roca -Río Negro- en 1967 e inaugurando la escuela como profesor y
director. A lo largo de su vida, rechazó
propuestas de las Universidades de Chile, Usuahía, Bahía Blanca por no querer
abandonar su lugar de residencia; Zapala. Su trayectoria es muy larga y extensa
con encargos para el gobierno e instituciones, sin embargo es poco conocido,
quizás por las grandes distancias de aquel país.
En su primera etapa sus trabajos fueron decorativos
religiosos y costumbristas, periodo desde
1940 a 1957, donde se aprecia una fuerte raíz valenciana decorativa idealista,
destacando la utilización de pequeño y gran formato, mosaicos, platos, murales religiosos en técnica bajo cubierta,
temática de corte costumbrista y taurino muy típico en la España del siglo XIX.
En su segunda etapa sus obras son regionalistas e históricas.
Desde 1957 hasta finales de los años 70 dando importancia a rasgos
latinoamericanos. Junto con su historia, recrea cantidad de bustos, cabezas, monumentos de personajes de la
historia, General Roca, figura del
Gaucho, aborígenes etc.
Su tercera etapa es pintoresca y decorativa, década de los años 80 donde se observa una
vuelta a sus orígenes, al país de procedencia, pero de manera más pintoresca
destaca la figura de los personajes de la campiña, de los viñedos valencianos
con tratamiento caricaturesco, donde manifiesta en esta tapa, una cierta
melancolía por su patria lejana.
Su cuarta etapa es mitológica, temática y romántica, casi trágica al emplear
la calavera, tiene una gran influencia del arte europeo así como del arte
argentino y sudamericano.
Entre sus obras más destacadas se encuentran el mural “Orígenes
del teatro”, el monumento a “Luis Candelaria” o el monumento al “soldado andino”.
Su obra está cargada de elementos figurativos y simbolistas con una temática
rococó todo esto, conjugado con
elementos decorativos.
Su primogénito, José Antonio Esteve Gutiérrez, es también escultor y ceramista, artista de familia de
ceramistas de Zapala en la provincia del Neuquén, Argentina.
1.- Altamirano Claudia. Trabajo de Investigación artística,
José Antonio Esteve 1997. Universidad Nacional
de Córdoba, (Argentina) Facultad de Filosofía y Humanidades. Escuela de
Artes Plásticas.
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