jueves, 15 de abril de 2021

GARCÍA SANCHIZ Y ORTEGA MUNILLA, DOS ACADÉMICOS QUE VISITARON HACE CIEN AÑOS ISLA CRISTINA.

                       Artículo publicado en el periódico La Higuerita 15-4-2021

Román Pérez Romeu y Federico García Sanchiz
Foto: Nuevo Mundo


El 7 de marzo de 1921, invitado por Román Pérez Romeu, llegó a Isla Cristina el reputado  escritor y periodista, miembro de la Real Academia Española José Ortega Munilla, padre de filósofo y ensayista José Ortega y Gasset.

Aquella visita generó una gran expectación en la localidad, y los balcones se engalanaron con colgaduras por la calle Luciano Vázquez, (actual Carreras) y el gentío ansioso se concentró por los alrededores del Puente-Carreras.

Como cuentan las crónicas1, próximo a las 7 de la tarde llegó en automóvil acompañado desde Huelva por los Sres. José Marchena Colombo, Francisco García Morales y Juan Pera Bayo, siendo recibido por las autoridades locales, a los sones de la Marcha Real, que interpretó la Banda de Música de Loulé (Portugal), que estuvo contratada para amenizar los festejos de inauguración del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles, para,  posteriormente dirigirse al Ayuntamiento desde donde saludó e intervino  desde el balcón dedicando algunas unas palabras.   

El día 8 de marzo, día de la inauguración del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles, a las 11 de la mañana se iniciaba la comitiva con un gran gentío popular que abarrotaba las calles y un elenco de personajes de la cultura,  entre los que se encontraba también el famoso pedagogo Manuel Siurot Rodríguez, además de la sociedad civil y militar,  que asistieron a una misa cantada a toda orquesta y que fue concelebrada por tres sacerdotes D. Salvador Sánchez Paloma, y los isleños D. Rafael Pérez Ortiz y  D. Juan Milá Vidal, dando paso a la bendición de las escuelas y un posterior banquete, que fue amenizado por un sexteto musical que dirigió el maestro Francisco Cervantes de la Vega,  y a la esperada conferencia ofrecida por Ortega Munilla en el Salón Circo Victoria,  con un  posterior baile,   fin de fiesta.

Semanas antes de todo lo acontecido, Isla Cristina, también había recibido la visita de otro docto de la Real Academia Española. Se trata de Federico García Sanchiz, quién tras entrevistarse con Román Pérez Romeu y visitar el Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles aún sin inaugurar, elaboró un artículo que fue publicado en la revista Nuevo Mundo2 en la sección “Rincones de España”.

García Sanchiz, con un lenguaje literario, usa la belleza del entorno que se va encontrando para situar Isla Cristina en la mente del lector “la llamada Isla Cristina es una pintoresca población de pescadores y conserveros de atunes y sardinas (….) las marismas,  aterciopeladas en su vegetación cobriza de gradería encharcada; el estero, con su lámina de extracto liquido; el horizonte oceánico, prestan deleitoso y amplio marco al caserío impecable en su albor,  que semeja un secadero de lienzos planchados y almidonado (…)  y en las calles sorprenderéis escenas de sorollesca traza, como la de coser las redes”.

Afirma en su artículo, que una tarde caminaba con unos amigos “por una vía pulcramente pavimentada, con casitas albas y luminosas, que sigue a un paseo adornado con palmeras, (las palmeras fueron sembradas once años antes, en 1910) entre las que jugueteaban algunos niños y dijo alguien: este es terreno robado al mar”,   aseverando: “así los isleños se defienden contra el cerco devorador del agua” (….)   A los pocos pasos dimos en el jardínillo que rodea un edificio todavía no inaugurado, una fábrica con oratorio, y unas anchas naves, y patios, y salones espaciosos en lo alto. Inconfundible arquitectura escolar, aunque con una riqueza no acostumbrada”.

Retrata su interior donde podían observarse igual lujo. “Pupitres, cartelas, vitrinas de minerales y de plantas; otras explicando el proceso de ciertas industrias; retratos de los españoles inmortales; y todo bañado por el sol que entraba por las grandes ventanas, que no ocultarán el azul a los futuros educandos. Una de las salas de arriba ofrecía una soberbia curiosidad, única en su género, hermosas fotografías que reproducían en friso los más caracterizados cuadros de la pintura española, desde los primitivos hasta hoy, una simple vuelta informa al curioso de la historia pictórica hispánica……”.


Pérez Romeu y García Sanchiz junto a un grupo de amigos.
Jardín del Colegio. Foto: Nuevo Mundo


Ante tanto portento, F. García Sanchiz hizo la observación en voz alta de manifestar a sus acompañantes: “Sí que ha sido pródigo con ustedes el Estado.  ¡Oh, no! – contestó uno de ellos – estas escuelas las regala al pueblo D. Román Pérez Romeu”,  y pasaron a contarle el hecho, sencillo y noble en su origen como en su finalidad. “Al morir su hermano predilecto, los que restaban decidieron elevar a su memoria un monumento más respetable que el escultórico de los cementerios. Fundaron esa escuela que dirigió, pensó y construyó D. Román Pérez Romeu dedicándola a Ntra. Sra. de los Ángeles,  por ser Ángel el nombre del muerto venerado, una criatura de excepcional filantropía a su vez. Esto es todo”.

Continúa diciendo y afirma,  que Román Pérez, con humildes palabras explica sus gloriosos despilfarros: “Lo que tenía que gastarme por ahí en grandes hoteles, en caballos de carrera, en automóviles (….), lo dejo en mi pueblo, donde a la postre tengo que vivir…, y así vivo más a gusto…” a lo que él le respondió: Y los demás pobladores de Isla Cristina también viven más a gusto…

¡Hay que ver el agasajo con que pobres y ricos saludan a su alcalde! ¡Y con qué alegría, contemplan el enriquecimiento de su nido blanco y verde! Entre todos se diría que protegen esa semilla de decoro y cultura, que, con otras aisladas, formarán la patria, densa y rica como un haz de espigas. ¡Ah! ¡Y allí no hay cuestión social! Porque ese poderoso a que nos referimos,  atento a la voz bíblica, no se considera dueño de sus tesoros, sino administrador de los pobres.

El político y catedrático de latín José Marchena Colombo, quién acompañó desde Huelva a Ortega Munilla en su visita, una vez inaugurado el edifico, remitió una carta al Ilmo. Sr. D. José Soler y Barcia, quién por su interés, el 1 de abril, lo remitió a su vez a los semanarios locales3. En aquel escrito, hacía referencia a su visita a las conferencias organizadas y a la inauguración de las escuelas, donde explicaba que Román Pérez le había preguntado: ¿qué le parecían las escuelas?, y que no supo que contestarle “miré a todos lados, me hice el distraído…. me ahogaba la emoción y no quería que me viera llorar… Estos pobres renglones publicados en el “Noticiero” son la contestación que le debo desde aquella tarde.

Con un texto hermoso que ensalzaba las virtudes de Isla Cristina, su laboriosidad,  califica al recinto escolar como “Palacio de la Cultura en Isla Cristina”. Y atestigua: “En las escuelas nada, ni la más remota idea de vanidad; en todo el edificio no hay lápida, un renglón, un nombre que diga: Estas escuelas fueron fundadas por………..”

 

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1.- Periódico La Higuerita. 13-3-1921

2. Federico García Sanchiz. Nuevo Mundo. 25 Febrero 1921. Rincones de España. Isla Cristina y sus Ejemplos.

3.- Periódico La Higuerita. 10-4-1921

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