Artículo publicado en el periódico La Higuerita de 15-11-2010
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Fachada principal de la antigua Cofradía de Pescadores en la calle Diego Pérez Pascual |
Con
el devenir de tiempo, a veces nos preguntamos como un pueblo nacido
de la nada, y casi sin término municipal, pudo llegar a ser un gran núcleo
industrial y pesquero, de los más importantes de España. La tarea no fue fácil,
y las vicisitudes por las que tuvieron que pasar nuestros antepasados, no nos
son ajenas ya que la historia nos retrata las calamidades, los sinsabores y el
duro esfuerzo que tuvieron que hacer para conseguir colocar en el mapa de la
pesca y la industria a la antigua Higuerita, hoy Isla Cristina. Solo el
trabajo, el duro esfuerzo y una buena gestión empresarial hicieron posible este
sueño.
A
finales de los años 40, la Ciudad de Isla Cristina, ya
contaba con más de 12.000 habitantes, y su flota1 estaba
formada por 7 vapores, 72 motores y 237 embarcaciones de vela, además de las
embarcaciones del Consorcio Nacional Almadrabero que sumaban más de 15. Todas
estas modalidades de pesca, capturaron en 1947 más de 32 millones de pesetas, a
los que habría que sumarles los más de 10 millones de pesetas de atún,
capturados por el Consorcio Nacional, con lo que la recaudación por el concepto
de Obras de Puerto fue de 500.000 ptas., consiguiendo en
1946, convertirse en el primer puerto de España en capturas de
sardinas.
Para
la transformación de esta primera materia, pesca capturada, contaba
el pueblo afectos a la Cofradía de Pescadores “Ntra. Sra. del Carmen”, con una
gran industria formada por 49 empresas distribuidas en fábricas de conservas y
salazones; pesca fresca; harinas de
pescado; hidrogenación de aceites, barnices y
pinturas; cordelería, efectos navales y carpintería de ribera que
actuaban casi como cooperativas o gremios. Por aquellos años era desalentador
para el sector, pensar, lo fácil que sería rebasar esas cifras, sí Isla
Cristina hubiera contado con un puerto en condiciones, que hubiera facilitado
todas las operaciones y sobre todo, sí se hubiese contado con una entrada al
puerto segura, fácil y cómoda, sin los inconvenientes y peligros que la
acechaban; una reclamación esta histórica, que con el
tiempo se solucionó en gran medida, convirtiendo al puerto de Isla Cristina, en
un Puerto de Refugio.
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Fachada trasera de la Cofradía de Pescadores vista desde la calle Carreras |
La
Cofradía “Virgen del Carmen”, en tiempos era un ente que aglutinaba toda la
actividad pesquera de la localidad, dividiendo su gestión en tres secciones.
La Social: con una oficina de colocación, asesoría jurídica,
tribunal de conciliación, coordinación y reclamaciones. La Económica: cooperativa
del mar, préstamos, riesgo marítimo, lonja de pescados, distribución de la
pesca y La Asistencial: seguros sociales, socorros mutuos, hogar
del pescador, escuelas de pesca, viviendas protegidas y el Pósito
Marítimo. . Este pulmón emprendedor que velaba tanto por los empresarios
como por los marineros venia solicitando la ampliación del muelle comercial a
toda la parte norte de la población, la reparación de los muelles restantes con
pavimentación y dragado de un metro en bajamar, la continuación del muelle
hasta la Punta de Levante (Punta del Caimán), luces de situación sobre la barra
y escolleras de piedras, luces de enfilación movibles o sea montadas sobre
carriles para que corrieran los faroles, marcando la verdadera enfilación de la
barra y un buen dragado tanto de la barra como de la ría, abriendo y limpiando
la entrada. Con estas demandas del sector, se conseguiría que el Puerto de Isla
Cristina fuera un Puerto de Refugio, ya que se les permitiría a las
embarcaciones la entrada en cualquier momento; facilitando las faenas de pesca
que estaban dificultadas, se mejoraría la flota con un mayor calado y se
conseguiría rebasar cifras halagüeñas en capturas y en productividad.
No
es hasta el 23 de agosto de 19662 cuando el BOE publica la
adjudicación de (La barra) “obras de acceso y mejoras del Puerto de Isla
Cristina” por un importe de 39.649.000 ptas., quedando firmada la escritura que
formalizaba el contrato de adjudicación de las obras el 29 de septiembre del
mismo año y con un plazo previsto de realización de tres años, esto supuso un
gran logro para Isla Cristina, por fin una barra que diera seguridad y evitara
tantas desgracias y contratiempos al hombre de la mar.
El
puerto más importante de Andalucía en capturas, durante muchos años no se vio
correspondido por las administraciones, hasta el último cuarto del siglo XX,
que se consiguió la barra, las ampliaciones y el ensanche del muelle
de poniente que hoy conocemos, así como las lonjas de pescado,
haciéndose a día de hoy, necesaria una ampliación que llegue hasta el puerto
deportivo para facilitar el atraque a la numerosa flota isleña así como el
adecentamiento, la ampliación y creación de otro muelle en la
Barriada de Román Pérez en el otro lado del puente.
Según
los datos publicados por la Junta de Andalucía, entre los años 2015 y 2019, la
empresa “Lonja de Isla” encargada actualmente de la gestión de la venta de
pescado, facturó 137.904.647,00 € recaudando la Junta en impuestos la cantidad
de 2.068.569,71€, seguido por las Lonjas de Bonanza con 89.313.963,00 € y
Barbate con 77.847.202,00 €, convirtiéndose una vez más Isla
Cristina en el puerto más importante de Andalucía,
Desde
los orígenes fundacionales por aquellos valientes hombres llegados en jábegas,
la pesca, ha sido y continúa siendo, además de una seña de
identidad, el motor económico de la localidad, al que en las últimas décadas se
le ha unido la agricultura y el turismo.
Los grandes hombres que gestionaron y emprendieron, a lo largo de su vida se ganaron el respeto y escribieron con letras de oro, sangre y sudor la historia de Isla Cristina. Hagamos, que las generaciones venideras se sientan también orgullosos de los de hoy.
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2.- Historia de Isla Cristina 1970. Sosa Rodríguez. José