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lunes, 1 de agosto de 2022

Serafín Romeu Portas, el industrial isleño almadrabero, que engrandeció la industria pesquera de Isla Cristina.

 

Uno de los rótulos de la calle Serafín Romeu Portas  

La rotulación de las vías públicas tiene un carácter de servicio público.  Ordenan la identificación unívoca de los viales y edificios, permitiéndonos la localización de viviendas y locales en los desplazamientos de los ciudadanos, en el servicio de correos, en las emergencias, etc.  Los nombres de las calles y plazas nos pueden contar mucho sobre la historia y cultura de los municipios. Una gran parte de ellos tienen un carácter conmemorativo y de reconocimiento, es decir,  perpetúan y conmemoran a personalidades destacadas, eventos y valores que se consideran importantes para la colectividad de un municipio.

En algunas ocasiones, al pasear por las calles de Isla Cristina,  se nos vienen a la mente alguna que otra  pregunta,  ¿qué hicieron en pro de nuestra ciudad,  qué influencia tuvieron en el desarrollo económico, social y cultural, qué aportaron, quiénes fueron o son estas personas, para perpetuar sus nombres con letras mayúsculas en nuestro callejero?

El 12 de marzo de 1908, víctima de una inesperada enfermedad, a la de edad de 61 o 67 años fallecía en Sevilla, uno de los hombres que más hicieron por fomentar la pesca del atún en España, el opulento almadrabero1, así se hacía eco la prensa nacional, Don Serafín Romeu Portas, padre del distinguido abogado Don Serafín Romeu Fages.  “Ni los doctores más eminentes de Andalucía, ni afamados cirujanos alemanes y franceses, han encontrado medios de arrancar de las garras de la inexorable muerte, al hombre vigoroso en cuerpo y entendimiento, que hasta en los momentos de aproximarse al trance fatal, tuvo fuerza de voluntad, después de ponerse bien con Dios, como católico ferviente, para atender á sus innumerables negocios”.

El isleño Serafín Romeu Portas, junto a sus hermanos Ramón y Enrique, fueron  los empresarios más destacados de aquella generación de hombres, como lo fueron sus ascendientes, que supieron implantar en Isla Cristina, los negocios de almadrabas de pesca para el atún, y las artes denominados de tarrafas para los  galeones, para la de sardina.

Las pantanosas marismas estériles y extensas dunas de arena, fueron convertidas en productoras fábricas de conservas y salazón de pescados y otras industrias anexas a la de pesquerías.

Romeu Portas, desarrolló sus negocios en el litoral onubense y  gaditano, así como en las posesiones españolas en África, Ceuta, dónde su hermano Ramón también implantó la pesca del atún y otras especies creando la fábrica de conservas de su nombre.

Serafín Romeu, poseía las fábricas de conservas de pescado de Barbate, Torregorda e Isla Cristina, las cuales producían anualmente unas 35.000 cajas de atún en aceite, con peso de 80 a 90 Kg, que a 140 pesetas aproximadamente, que era el precio, producían un ingreso de 4.900.000 de pesetas.  Además, era propietario de las almadrabas de Barbate, Umbría, El Terrón y Conil, esta última en sociedad con  Ramón de Carranza, y que estaba abonaba al Ministerio de Marina, produciendo un canon anual de 535.000 pesetas de los susodichos pesqueros. También el Sr. Romeu, además de las fábricas y almadrabas tenía dos artes de pesca de sardina denominados tarrafas, uno en Isla Cristina y otro en Portugal, así como multitud de laudes, faluchos y otras embarcaciones de vela y cinco vapores, todos dedicados a industrias pesqueras. En las temporadas desde abril a agosto se nutría de más de 1500 operarios de la mar y 800 para las fábricas, además de un sin fin  de tripulaciones en los barcos de vela de sus flotas.

El consumo que anualmente necesitaba era de 25.000 a 35.000 arrobas de aceites refinados andaluces y de Tortosa para sus conservas, y de tan buena calidad que  acreditaba su fama, la  que gozan sus marcas, conocidas y solicitadas en los mercados de Europa y de América. También adquiría todos los años para sus fábricas más de 35.000 cajas vacías de madera, en Málaga, Sevilla y Huelva, y otras de lata, en número de 282.000, en Bilbao y Vigo.

Serafín y su hermano Enrique Romeu Portas, durante algunos años también fueron socios del industrial isleño Francisco Zarandieta Roselló2, antes de que éste, se estableciera de forma individual en Alicante para convertirse en uno de los principales comerciantes en el ramo de salazones y conserva, dedicándose con especialidad a la venta de sardinas prensadas y en escabeche, de las  marcas más acreditadas de las fábricas de Isla Cristina y Ayamonte, además de toda clase de salazones y conservas,  mojama y huevas que distribuía en toda la región levantina, especialmente a Valencia, Murcia y Cartagena.

Días antes de morir Serafín, guardaba en sus bolsillos más de 300 cartas de distintos negocios que él personalmente contestaba. Serafín Romeu tenía cálculos de verdadero comerciante y era el alma de todos sus negocios, habiendo adquirido tal preponderancia en las grandes empresas de pesca, que a ejemplo de los reyes del acero, del petróleo y del hierro en el Norte América, era él en España y en el extranjero, el que imponía los precios de los atunes y otros pescados en conserva y salazón.  Su fabricación tenía sus principales mercados en Francia, Italia y América, en lo referente a conservas en aceite, ya que sus salazones eran bien conocidas y nombradas en todo el litoral español, principalmente en los puertos de Levante.

Como anécdota, cada vez que salía a subasta una almadraba, el resto de empresarios almadraberos al ver  llegar a Romeu hacían aumentos considerables en sus pujas, resultando ser siempre el mejor postor, así se explica que pesqueros de ensayo que valían 500 pesetas, pagaban al Ministerio de Marina 165.000 ptas., como llegó a pagar de canon anual por la de  Umbría.  

“A su fallecimiento, España e Isla Cristina,  perdía a su más valioso industrial de la época, pródigo en mercedes y padre cariñoso de los pobres pescadores (…), los capitanes o arráeces de la provincia de Alicante, celebraron solemnes exequias a su memoria (…) La Industriosa isla Cristina, cuna española de la industria pesquera de atún y sardina, que debe su emporio a los primeros fundadores de las referidas pesquerías, ascendientes del Sr. Romeu, que también vio la primera luz en el rico rincón de la provincia de Huelva, debe perpetuar, con una lápida u otro signo imborrable, la memoria de su ilustre hijo, que no en vano llevaba en su sangre los timbres de aquel célebre Romeu apodado "el guerrillero", que supo derramar su sangre por !a patria  con heroísmo propio de saguntino”.

Serafín Romeu Portas3, nació en Isla Cristina en 1841 o 1842 aunque otra fuente nos dice que fue en 1847, y falleció en Sevilla el  12-3-1908.  Hijo de Cristóbal Romeu Casañas4,  natural de Sitges y residente en Isla Cristina, quién fue alcalde de Isla Cristina en diferentes periodos y que casó5 en La Higuerita en 1829 con María de la Bella Portas Font6, natural de Lepe y de padres Sitgetanos. Tercer hijo de 9 hermanos y primer varón, Serafín, casó con su sobrina María Bella Fages Romeu del que nació su único hijo en Valencia el 10 de agosto de 1877 Serafín Romeu Fages (Conde de Barbate) quién crea el 20 de marzo de 1928 el Consorcio Nacional Almadrabero, primero con sede en Tarifa y posteriormente en Isla Cristina estableciéndose el 31 de diciembre de 19297 en la fábrica de Ribera de su propiedad.   

El Ayuntamiento de Isla Cristina,  rotuló la antigua calle San Juan, con el nombre de uno de los hombres que más hicieron por fomentar la pesca del atún en España y el mundo, el empresario Don Serafín Romeu Portas.

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1.- El día. 28-3-1908

2.- La acción. 29-7-1922

3, 4, 5, 6.- Bogarin Díaz,  Jesús.  180 linajes isleños

7.- Sosa Rodríguez. José. Historia de Isla Cristina (Biografía sentimental)