Es una pequeña arteria peatonal, muy tranquila, que no tiene salida y que conecta con la Calle del Prado.
Intuyo, que el nombre de Desengaño le debe sobrevenir por sus características, al no tener salida y todo el que entra, tiene que volver hacia atrás para salir, de ahí que se produzca “un desengaño”.
Su aspecto estrecho, se debe a que originariamente fue un ramal de un caño de agua salada que entraba por el este e inundaba lo que hoy es la Calle del Prado y la Calle Desengaño, y con el paso de los años, se ha ido ensanchando y re tranqueando la línea de viviendas.