Mostrando entradas con la etiqueta periodista. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta periodista. Mostrar todas las entradas

viernes, 2 de diciembre de 2022

Isla Cristina, por el periodista y escritor José Rico de ESTASEN en su conferencia en el Ateneo Popular.

Articulo publicado en el periódico La Higuerita 1-12-2022

  

José Rico de Estasen 

Durante casi toda la década de los años 20 del siglo pasado, Isla Cristina, vivió una eclosión cultural y económica de gran nivel, la pesca de la sardina y el atún, convirtieron a la localidad en un referente de empleo para la zona y una referencia nacional e internacional en la exportación de sus productos transformados de la pesca, además,  se conjuntó con una élite social de regios personajes y buenos empresarios que promovieron el mecenazgo cultural.

La creación del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles, el Ateneo Popular, la Biblioteca Municipal y un largo etc. hicieron posible que un número importante de escritores de fama reconocida, académicos y literatos,  visitaran Isla Cristina para ofrecer sus ponencias, conferencias literarias  y juegos florales. Es el caso de la conferencia que el escritor Rico de Estasen,  ofreciera en la localidad dentro de los actos organizados por el Ateneo.

Esa estética visual de la Isla Cristina de aquellos años, es la que el periodista, escritor y miembro de la Real Academia de San Carlos de Valencia, José Rico de Estasen, colaborador entre otros del semanario tradicionalista La Defensa, La Hormiga de Oro, articulista de otros periódicos y revistas como Festa d'Elig o ABC, y gran aficionado a la fotografía, plasmó en un artículo casi gráfico, un retrato literario que nos transporta en su lectura y al que titula: Isla Cristina. (Imaginamos que dentro de una sección  titulada “Senderos de Ilusión”) 

Comienza su periplo literario diciendo: “Isla Cristina es una de las ciudades más pintorescas de España. Hija predilecta de Huelva y de quien la provincia entera se enorgullece, con sus bellezas naturales, sus campos verdes y fecundos, sus casitas blancas coronadas de azoteas de traza morisca, es como una paloma que hubiese posado sus alas sobre el océano para hallar descanso en su arrogante vuelo.

Rodeada de mar para responder ampliamente a su condición de isla, unida al continente por la lengua de tierra en que se halla emplazada la carretera de Huelva de la que dista 54 kilómetros, junto a la costa que forma el confín de la península entre la mencionada capital y Ayamonte, la antigua “Higuerita” nombre por el que vulgarmente se conoce en la comarca a Isla Cristina, aparece convertida en una gran ciudad limpia y modernizada que tiene la virtud de su trabajo y el noble gesto de dispensar siempre, al viajero un recibimiento acogedor”.

Estasen,  cuenta como la evolución de Isla Cistina con su industria, sus adelantos modernos, con su nombradía, era de origen bien reciente y que hasta cercanas edades no fue otra cosa que guarida de viejos lobos de mar (“fantástico escenario para situar una novela de Emilio Salgari”).

Al mismo tiempo,  se jacta de que todo este desarrollo se debe al esfuerzo de un hombre de buena voluntad en cuyo espíritu diríase que se había encarnado la pujanza de la raza, este hombre no era otro que Román Pérez Romeu,  por aquel momento, Presidente de la Diputación Provincial de Huelva  y a quién se le debía todo cuanto ciudad es, atribuyéndole los logros en su alcaldía de: los paseos públicos de que Isla Cristina se enorgullecía, y las cuatro bibliotecas al aire libre, “como las del Retiro, como las de la Moncloa de Madrid, como las de Sevilla en el Parque de María Luisa, que hallamos en Isla Cristina en el paseo de Cánovas del Castillo”, y suyas también las escuelas graduadas que importaron 3.000.000 de pesetas gastadas de su bolsillo particular y la gran Biblioteca Popular del Ayuntamiento compuesta por 4.000 volúmenes.

Resalta la circunstancia que ponía de manifiesto lo recio de su personalidad, ya que al producirse el golpe de estado del 13 de septiembre de 1923 y hacerse cargo de las riendas el Poder del Directorio Militar de Primo de Rivera, el único alcalde de España que quedó y fue repuesto en su cargo fue el alcalde de Isla Cristina Don Román Pérez Romeu.

Afirma,  que  la vida de la ciudad dependía exclusivamente de la pesca. Durante el invierno, sus artes de pesca se dedicaban al arte de “pareja” que arrancaban a la mar el tesoro de los mariscos. En las restantes épocas del año sus treinta galeones salían diariamente al Atlántico, donde se  elevaba al cielo el humo de sus cincuenta almacenes y fábricas, que se convertían en hormigueros humanos de donde salían las pesquerías convertidas en conservas que se distribuían en Francia e Italia, sardinas estibadas que constituían el principal alimento de invierno de la mitad de las provincias que integraban el territorio español.

Continúa con un hermoso relato: “Para penetrar en Isla Cristina hay que atravesar un puente de madera tendido sobre su ría. A su terminación se abre a los ojos del turista, animada como una capital, la calle Carreras que nos lleva, por la del Recuerdo a la Plaza de la Constitución donde asienta sus reales el magnífico y moderno edificio del Ayuntamiento con la biblioteca (…..) con el Depósito y Juzgado Municipal, con la Casa de Socorro frente a la Iglesia de sencilla y artística construcción, frente al Ateneo que ha organizado en el día de nuestra visita un acontecimiento literario y artístico (…) espléndidas calles, lindos paseos, anchurosas plazas y, aquí y allá, el Casino Isleño y el de la Unión regiamente instalados. En el Paseo de las Palmeras lleno de mujeres lindas, junto a los bancos de azulejos y los rosales trepadores, las cuatro bibliotecas al público con diversos lectores que hojean los “Episodios Nacionales”, las Comedias de los Álvarez Quintero, los versos de Campoamor, las Rimas de Bécquer…..”

Destaca, que este paseo por tenerlo todo, nos muestra las cantarinas notas de una fuente, (la que había diseñado el prestigioso arquitecto Aníbal González,  así como los bancos bibliotecas y farolas)  y que por la calle Baja, se iba a la playa pequeña, de una circunferencia de unos cuatro quilómetros y seguidamente,  por otro paseo de quinientos metros a la gran playa de Isla Cristina, hermosísima y de grande extensión.

Como dato curioso, destaca, que varios proyectos estaban por realizarse en la población y afirma,  que aquí en Isla Cristina, nació Don Roque Barcia, el autor famoso del Diccionario Etimológico y que además de la explotación de su espléndida playa, estaba pendiente el dragado de su ría y de su barra y  la construcción del ferrocarril Huelva-Ayamonte. 

Exaltación de la Mujer Andaluza, 1927. 
 Ateneo de Isla Cristina presidido por los escudos de España, centro,
Andalucía izquierda  e Isla Cristina derecha. 

Según escrito1 publicado el 25 de septiembre de 1927 por José Rico de Estasen, ofreció conferencia en el Ateneo aquella misma tarde en el Salón Circo Victoria en un original festejo literario del que fue mantenedor el Presidente del Ateneo de Sevilla, el ilustre abogado y elocuente orador Sr. Blasco Garzón. En aquel mismo acto, se representaron a las ocho capitales de Andalucía más la de España, Isla Cristina y Ayamonte a quién se le había concedido este honor por la proximidad.

Cada provincia había enviado un regalo y un poeta, y el Ateneo organizó el festejo para que antes de la lectura sonara la música característica de cada provincia, destacando  qué, al terminar de leerse los versos de Manuel Siurot que cantan a España, sonó la Marcha Real y más tarde el fandanguillo de Huelva y el “Sevilla” de Albéniz.

Tras su conferencia, en su canto final a Isla Cristina,  a sus lindas mujeres, a su pasado y su porvenir, el escritor escribió: “Por el amor que me has dispensado en tu regazo perfumado y fecundo; por tu belleza inmaculada, Isla Cristina, ciudad blanca, limpia, trabajadora, noble……. cordial y apasionadamente, mi pluma de poeta te rinde pleitesía..

_______________________________________________________________

1.- Rico de ESTASEN, José. La voz de Lepe 25/9/1927