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S.A.R. Infanta Eulalia de Borbón, imagen aproximada de cuando visitó Isla Cristina |
Es público y notorio que en las memorias que se editaron en
su momento de Doña Eulalia de Borbón, Infanta de España y Princesa de Orleans, hija menor de la reina Isabel II, hermana del
rey Alfonso XII, y nieta de la regente María Cristina de Nápoles quién dio
nombre a Isla Cristina, visitó Isla Cristina en abril de 1924.
Doña Eulalia 1864/1958, según los historiadores, era rubia y
de muy buen tipo, con ojos azules como su madre, destacando su vasta cultura. Mujer
políglota, que hablaba cinco idiomas y que escribió cuatro libros durante su
larga existencia, ya que falleció a los 94 años, casándose con su primo Antonio de Orleans de quién se había
separado en 1900.
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S.A.R. Infanta Eulalia de Borbón y Princesa de Orleans |
De dichas memorias, en uno de sus apartados, Capitulo XVIII, “España bajo la Dictadura. Un Alcalde
extraordinario. Visita a Isla Cristina1”. Se deja más que patente de
ello, y de que fue recibida y atendida según sus palabras “por el alcalde más extraordinario que he visto en España” en
referencia a don Román Pérez Romeu.
A pesar de no contar con ejemplares de la prensa local, que
se editaban en la época, como el periódico ARGOS, con una línea editorial más
cercana a don Román, y que pudiera narrarnos cómo se habría llevado a cabo dicha visita, solo teníamos la referencia del
eco que en una minúscula gacetilla había recogido el Semanario LA HIGUERITA2 y que trascribimos íntegramente: “ILUSTRE VIAJERA.- contados minutos se
detuvo en ésta, su viaje a Sevilla la Infanta doña Eulalia. No la llevaron a
visitar la calle Cervantes”.
Se deduce claramente qué, la dirección del Semanario LA
HIGUERITA no fue fiel a la realidad en aquella ocasión, y no quiso dar información de lo que había
acontecido, dada la “rivalidad” con el alcalde, aunque destacó dicha visita y
su presencia en la localidad,
minimizándola de una subjetiva
forma tan peculiar y
característica, llena de ironía con la
que plasmaba sus noticias.
Hemos podido encontrar algunos detalles3 que nos
muestran cómo, se desarrolló y quienes acompañaron a la Infanta en su visita a
Isla Cristina.
S.A.R la Infanta doña Eulalia de Borbón, llegó a Isla
Cristina el 25 de abril de 1924 procedente de Portugal e iba acompañada por los
Condes de Colombí, don Fernando Barón Zea Bermúdez y Martínez Agulló y doña Carmen Benjumea Taravillo.
También se encontraba el director de las obras del Puerto don
Manuel Bermudes, y el escritor y periodista
don Pedro González Blanco, así como el presidente de la Casa de España
en Faro, don Manuel Valverde.
El alcalde de Isla Cristina, el señor Pérez Romeu recibió a
la Infanta realizando una visita a las Casas Consistoriales (Ayuntamiento) para
posteriormente hacerlo al Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles (Ermita) que
había sido fundado por don Román en 1921. Tras su visita, doña Eulalia de
Borbón partió para Huelva, siendo despedida por numerosas personalidades.
Queda bastante claro qué, aquella visita, la primera en la historia que se
producía por parte de un miembro de la familia real española a Isla Cristina, la
nieta de la Regente María Cristina de Borbón,
no fue de “contados minutos”, sino que fue mucho más importante de lo
que reflejó LA HIGUERITA.
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S.A.R Infanta Doña Eulalia |
En su viaje a Isla Cristina, la Infanta Eulalia contaba 60
años y la historia, nos la ha descrito, como una mujer de armas tomar, culta, muy interesada por las artes, la literatura y la filosofía.
Frecuentó los grandes salones literarios de su tiempo, tanto en Madrid como en
París, y fue bien agasajada en todos los palacios reales en los años previos a
la Primera Guerra Mundial, no viéndose envuelta en polémicas económicas
ni en turbios asuntos de corrupción, pero sí que su mentalidad de mujer
indómita y muy adelantada a su
tiempo, de verso suelto y un espíritu
demasiado libre que no se plegaba a las servidumbres y cadenas de la Corona, llegando
su opinión, a ser considerada por la Corte de Alfonso XIII, como proclamas
republicanas y feministas, que
hicieron que se tambalearan los
cimientos del Palacio de Oriente, prohibiéndose, que su pensamiento se editara en un libro que llegó a publicarse en París y que el rey, no pudo
evitar que algunos ejemplares llegaran
de contrabando en España.
En la catolicísima, conservadora y tradicionalísima
España de principios del siglo XX, decir divorcio era como mentar a la bicha y
en su librito decía cosas como: "Si
el matrimonio es la expresión libre, el divorcio debe serlo también y ofrece la ventaja de que
el matrimonio no sea una cadena eterna, como un yugo que aplaste o como prisión
elegida deliberadamente para asegurar la subsistencia de la mujer (...) No se
puede ligar eternamente a las personas que no pueden vivir juntas y mantener el
dolor moral, a veces excesivo, con peligros inminentes que pueden ir hasta el
asesinato".
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Infanta Doña Eulalia de Borbón. |
Su
Alteza Real don Alfonso XIII la amenazó con revisarle la pensión anual que percibía de la
lista civil como Infanta de España, surtiendo efecto la amenaza. A la impulsiva tía del
soberano se le bajaron los humos, agachó la cabeza y acabó pidiendo perdón a su sobrino a través de
una carta pública. La mayoría de los ministros se inclinó por despojar a la
Infanta rebelde de su título y apartarla de la familia real. Pero los asesores
jurídicos del Gobierno les hicieron desistir de la idea al advertirles de que
era inviable, porque la Constitución en vigor blindaba a Doña Eulalia con el
reconocimiento de su dignidad real que nadie podía arrebatarle.
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1.- López Márquez, Vicente. Isla Cristina, Por los caminos de
la Historia. DE BORBÓN, Eulalia. pág., 159
2.- Semanario La Higuerita 28 de abril de 1924
3.- El noticiero sevillano. 26 de abril de 1924