![]() |
D. Ángel Grinda Güinter. Fuente: Luz y Unión 1908 |
En 1905 el semanario espiritista barcelonés «Los albores de
la verdad» publicó un artículo titulado “Una fotografía espírita»
firmada por Daniel Grang, pseudónimo de
Ángel Grinda Güinter.
Grinda, nació en
Sevilla en 1857, llegando a Isla Cristina1 en 1892 con la compañía de teatro de Pedro Delgado, cuando
contaba la edad de 35 años, quedándose a vivir y contrayendo matrimonio con la
isleña Carmen Arnau Salgado, (maestra de instrucción) que tras fallecer esta y
un hijo, casó en segunda nupcias con la también isleña Rita Figuereo Pinell.
Trabajó como empleado administrativo en la secretaría del
ayuntamiento, del cual fue cesado acusado de “delito moral”, y del que más
tarde fue sobreseído. Su profesión, le permitió escribir y ser pionero como
corresponsal para varias publicaciones con infinidad de artículos en el
periódico «La Higuerita», «La Provincia» de Huelva, «La Isla», «Argos», «El Alcatraz» y «Ecos de Isla Cristina» entre otros, del que fue director y
propietario. Como publicista dejó varios folletos teosóficos, algunos
literarios y poéticos.
Autor teatral, escribió
entre otras la trilogía «La víspera del Santo»
y «Piel de loba» esta última
musicada por el maestro Francisco Cervantes de la Vega y que se estrenó con éxito en el teatro del duque de Sevilla.
Volviendo al semanario espiritista2, su escrito,
nos da a conocer, que en los últimos días de diciembre de 1905, llegó a Isla
Cristina el reconocido fotógrafo Carlos Colón3, ya que en esa época, era corriente esta actividad ambulante.
Los espíritus guías D. José González Rendón y D. Manuel Gómez
del grupo isleño «Amalia Domingo Soler» al que pertenecía Grinda le propusieron que
intentara realizar una fotografía espiritista. El retratista aceptó con
facilidad la propuesta a pesar de ser completamente profano en la materia del
espiritismo. Al revelar la placa fotográfica con general asombro, el artista
quedó estupefacto, al comprobar, que aparecían tres figuras, además de las tres
personas realmente colocadas delante del objetivo, causándole una emoción
profunda aquel momento en que se produjo el trance total del médium.
En dicho artículo, “Grinda
pasa a describir los aspectos más relevantes relacionados con la toma de la imagen
e indica que la parte inferior aparece velada, afectando al suelo y parte de
las piernas de los retratados. Eso no tiene explicación lógica para el autor,
pero añade que el fotógrafo, debido a la confusión por el sorprendente
resultado y por su modestia, declaro que
“Tal vez se me velaría al desmontar el chasis”, lo que resultaba imposible para
Grinda”.
![]() | |
Fotografía espiritista obtenida en Isla Cristina en diciembre de 1904.
|
Ángel Grinda, además de las letras y el periodismo, también dirigió
su vocación hacia el espiritismo y por
ello, se hizo corresponsal de la revista «Luz y Unión» órgano oficial de la Unión Espiritista
Kardeciana de Cataluña, relacionada con la masonería que integraba a diferentes
agrupaciones, principalmente catalanas, y otras adheridas de Francia y países
hispanoamericanos que se fundamentaban en la existencia de Dios, los espíritus
y la reencarnación, y que predicaba la fraternidad universal, el progreso
espiritual, la redención social y que en algún modo estuvo emparentado con el
librepensamiento.
En el año 18954 conoció los rudimentarios fenómenos
espiritistas del velador y desde aquella fecha no cesó de estudiar en todos sus
aspectos con ayuda de sus médiums D. José González Rendón (escribiente
mecánico) y D. Manuel Gómez (de efectos físicos) practicando la verdadera
caridad y luchando con propios y extraños en su defensa y propaganda. Colaboró
con beneplácito de todos en la «Revista de Estudios Psicológicos» y otros
periódicos, publicando en Febrero de 1899 un curioso trabajo que tituló «El
Espiritismo en Isla Cristina. Su aparición, estudio y desarrollo», que le valió
ser distinguido con Diploma de Colaborador, aportando su intelectualidad, y publicando
diferentes trabajos con el pseudónimo de Daniel Grang, entre los que citaremos
su «Compendio elemental de Espiritismo para los niños», cedido desinteresadamente
a la Biblioteca «Sócrates» de la mencionada «Revista de Estudios Psicológicos».
Mantener vivo el fuego
sagrado de la doctrina y la fe racional, le costó no pocos sinsabores y no menos
perjuicios materiales, sirviéndole unos y otros de dolorosa experiencia hasta empeñarse,
logrando fundar un grupo espirita familiar, con el nombre o título de la
sevillana «Amalia Domingo Soler», uno de los personajes más relevantes del
espiritismo de finales del XIX.
Ángel Grinda, sacrificó su posición, segura y brillante, aunque modesta, en aras del amor
que sentía por la causa, marchando a Madrid, pero las circunstancias le
hicieron volver, desde el órgano oficial manifestaron que “de ello deben estar de enhorabuena los espiritistas de Isla Cristina,
que de nuevo recobraron a su indispensable y querido mentor”5. Años
más tarde se inició en la mediumnidad parlante, prestándose a la inspiración de
entidades del espacio, cuyas cualidades de moralidad e inteligencia hacían de
las veladas de aquel Grupo una cátedra deleitable, y que consistía en contactar
directamente con los espíritus.
Su fallecimiento
aconteció en abril de 1935, en el asilo provincial de Huelva donde residía
desde un año antes, a la edad de 78 años. Sus aportaciones periodísticas a
pesar de su edad, fueron constantes, conservando perfectamente sus facultades
mentales no así sus extremidades qué atacadas de parálisis parcial le
dificultaban el andar y la escritura, siendo su perdida muy sentida en el mundo de la prensa
ya que su pluma fue de las más destacadas de la región. Juan Bautista Rubio Zamorano escribió de él:
“Luchó, luchó sin tregua por la cultura isleña”. Así como Claudio Columé afirmó:
“Isla Cristina fue su amor, su acendrado amor durante más de siete lustros.
Isla Cristina le debe gratitud imperecedera”
1.- Periódico La
Higuerita 8 Abril 1935.
2.- Semanario
espiritista barcelonés “Los albores de la verdad” 1905, artículo titulado “Una fotografía espirita”
firmado por Daniel Grang.
3.- Colón Carlos, reconocido artista profesional de la fotografía de Castellón.
4-5.- Revista Luz y
Unión. Diciembre de 1908