sábado, 15 de mayo de 2021

DOS EFEMÉRIDES PARA RECORDAR EN UN RETABLO EN LA CASA HDAD DEL ROCÍO.

Articulo publicado en el periódico La Higuerita 15-5-2021                          

Antonio Redondo Contreras realizando el trabajo de la colocación 

El mes de agosto de 1984, quedó grabado en la historia de Isla Cristina. Se había producido la mayor tragedia pesquera desde el naufragio del galeón, “Purita Pérez”, en la víspera de la Navidad de 1939. En esta ocasión, un corrimiento de la carga,  provocaba el hundimiento del sardinero Islamar III, cuando navegaba rumbo a las Palmas de Gran Canaria para descargar la pesca.

Aquel doloroso y trágico suceso,  marcó y llenó de desconsuelo a toda la población isleña.  La terrible tragedia,  en  la noche del 10 de agosto se llevó consigo,  la vida de  26 de los 28 tripulantes.

Aquel mismo mes y año, coincidía con el Rocío Chico y el tradicional traslado cada siete años que realiza la Virgen del Rocío,  desde la aldea hasta el pueblo de Almonte.

Nadie tenía ánimos para festejar aquel traslado, el inmenso dolor por el que atravesaba toda Isla Cristina en aquellos momentos, hizo que fueran muy pocos los isleños que acudieron a aquel  histórico evento. Isla Cristina y su hermandad rociera, guardaban riguroso luto. La Casa Hdad., permaneció en todo momento cerrada y solo una bandera de Isla Cristina con un crespón negro presidía su fallada.

El 18 de agosto,  a las 16:02 h., se producía el “salto a la reja” y la Stma. Virgen del Rocío con sus atributos de Pastora iniciaba su caminar.  Es ese  mismo año de 1984, cuando por primera vez,  la Hdad. Matriz de Almonte, decide construir un altar en el exterior, para que así pudiera procesionar la Virgen desprovista del guardapolvo por las calles de la aldea. El emplazamiento se ubicó en Plaza Mayor, frente a la Hermandad de Madrid. Allí la Virgen fue cubierta con un guardapolvo o capote, para protegerla de las inclemencias del camino. Hasta ese año, la colocación del pañito en su rostro y capote a la imagen, venía produciéndose en el interior del Santuario.

Justo enfrente, a unos 300 metros aprox. en el lado opuesto de Plaza Mayor se ubica la Casa de Hermandad de Isla Cristina.

Colocado el pañito y cubierta la Stma. Virgen del Rocío, entre salves y vítores, y el ensordecedor estruendo de los trabucos,  la Virgen, a hombros de los almonteños,  inició su camino,  y para sorpresa de todos los presentes, se desvía del Camino de los Llanos,  poniendo rumbo hacia la Hdad. Isla Cristina.

Nunca antes, la Virgen del Rocío, se había desviado en su recorrido tradicional, (ese mismo año, se producirían grandes altercados con los colonos que habían sembrado las parcelas por donde debía trascurrir la Virgen”). Al iniciar su caminar,  la Stma. Virgen del Rocío portada por los almonteños, como sí de una revelación o aparición divina se tratara,  desvió su caminar y se colocó justo delante de la Casa Hdad de Isla Cristina, en un gran gesto que honra la grandeza del pueblo de Almonte, “la Virgen vino a dar consuelo a tanto dolor contenido”,  donde las lágrimas de emoción se hicieron dueñas del momento,  mientras los hombres de la Virgen gritaban: “¡Isleños, aquí tenéis a la Virgen del Rocío que viene a daros consuelo!”

Siete años después, coincidiendo con un nuevo traslado, en agosto de 1991, la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Isla Cristina perpetuó aquel bendito momento en un retablo cerámico que preside desde entonces el interior de la Capilla de la Casa Hdad en la aldea.

Detalle central del retablo


Por aquella fecha, yo contaba con 23 años,  y ostentaba el cargo de Vocal de Cultos, y el de portavoz del Grupo Joven en la Hdad del Rocío de Isla Cristina. Propuse al presidente José Ramos Calvo, que debíamos perpetuar de alguna manera aquel hecho tan importante. Pepe Ramos,  me dijo que no había dinero para organizar nada, pero que me daba vía libre para todo lo que se hiciera.

Me puse manos a la obra y contacté con Enrique Jabares Barrera, quién acababa de llegar, tras las elecciones municipales a la Delegación de Cultura y le propuse el proyecto, tras insistirle mucho, y  hacer sus gestiones, me puso en contacto con la ceramista Eva Toro, afincada en la Sierra de Huelva, a quién expliqué el proyecto y le facilité un boceto realizado por Francisco Álvarez en 1985 y que la Hermandad ya había serigrafiado y  distribuido en unas losetas de cerámica.

Losa de 45 X 35 


El presupuesto fue de 90.000 Ptas., que fueron asumidas por el Ayuntamiento de Isla Cristina, sin las cenefas que lo enmarca, que yo doné.  A primeros de agosto,  recibíamos de manos de la artista,  este retablo cerámico a color de 1,80 X 1,35 al que se le adjuntó una leyenda anexa, imitando los  textos antiguos y diseñada por el artista Horacio Noguera,  de 45 X 30 que dice así: “El día 19 de agosto de 1984, la Stma. Virgen del Rocío, llevada a hombros por sus fieles almonteños, rompió su fijo y habitual recorrido en su traslado a Almonte, apareciendo ante la puerta de nuestra hermandad, para con su presencia dar consuelo a los afligidos isleños que guardaban luto por los desaparecidos marineros del pesquero “Islamar III”. Esta cerámica conmemora dicha efemérides.  El Rocío. Agosto de 1991.” (Existe una pequeña errata,  ya que el hecho,  se produjo el 18 de agosto)



Antonio Redondo Contreras realizando el trabajo de la colocación 


El albañil que la colocó fue Antonio Redondo Contreras, amigo personal de mis padres y familia, a quién se le encargó este trabajo, desplazándose hasta la aldea,  rechazando cobrarlo, bajo el argumento de que  lo hacía en gloria de mi madre, Fulgencia Salgado del Carmen y que lo donaba en su memoria. Ayudamos como peones, Manuel Jesús Moreno Martin (Pañerito), Juan Manuel Camacho Bautista y Francisco González Salgado.



Momento de la bendición

A las 22:00 horas del  17 de agosto de 1991, tuvo lugar la bendición de dicho retablo por el cura párroco de Almonte el Rvdo. Don Antonio Salas Delgado en un acto sencillo que organizó el Grupo Joven de la Hermandad, y al que se sumaron las representaciones de casi todas las hermandades rocieras encabezada por la Hdad. Matriz presidida por Ángel Díaz de la Serna, así como los alcaldes de Almonte, Francisco Bella Galán e Isla Cristina,  Juan Hormigo Bellido,  quiénes  descubrieron tras la bandera isleña, la artística cerámica. El acto fue retrasmitido en directo por Radio Isla Cristina,  tras las gestiones que se realizaron con su director Francisco Canela Tobarra.

La autora, Eva Toro Reina es natural de Sevilla, nacida en 1969, por aquellos años residía en algunas localidades de la Sierra de Huelva, siendo la aldea de Agua Fría donde más tiempo ha pasado. Estudió Formación Profesional II Grado, también en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, en la especialidad de cerámica y alfarería.  Desde 1990 hasta 2000,  trabajó en un taller propio de cerámica donde realizó trabajos creativos y por encargo. Ha sido profesora del I.N.E.M y monitora de talleres de cerámica por la provincia de Huelva y  desde 2001 al 2013 ha trabajado en gestión cultural, organizando encuentros y diseños de programas socioculturales.

Actualmente, continúa realizando pequeñas cosas, dedicando su vida a la Gestión Cultural y al Turismo Rural en la que dirige dos Casitas Turísticas denominadas “La Casona de Agua Fría”, ubicadas en el corazón del Parque Natural,  a  10-15 min. de  Linares de la Sierra, Alájar, Fuenteheridos, Jabugo, Cortegana o Almonaster la Real y a 30 minutos de Aracena.  

 

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