lunes, 13 de enero de 2020

Y ATRÁS VAS DEJANDO......



Y atrás vas dejando
un camino de tablones de madera
en busca de esa luz que nos alumbra,
y que va muriendo por poniente
dejando a mis espaldas lo andado y lo vivido.

sábado, 11 de enero de 2020

LA REAL ORDEN DE LA REINA REGENTE ANTE LA EPIDEMIA DE CÓLERA-MORBO DE 1833

Reina Regente de España,  María Cristina de Borbón-Dos Sicílias.   Tabál o bulto de sardinas prensadas.


El martes 19 de noviembre de 1833, la “Gaceta de Madrid”, equivalente a lo que hoy es el Boletín Oficial del Estado, en su número 144, publicaba la respuesta a la solicitud que desde la isla de La Higuerita se le había pedido al gobierno para poder comercializar los productos pesqueros ante el grave daño que le estaba ocasionando el bloqueo que había motivado la epidemia de cólera-morbo que azotaba a la población.

La Real Orden de la Reina Gobernadora,  María Cristina de Borbón-Dos Sicilias dirigida al presidente de  la Junta Suprema,  y sellada en Madrid el 16 de noviembre decía así:

“La población de la Real Isla de La Higuerita, al mismo tiempo que sufre los estragos del cólera-morbo, experimenta grave daño en la incomunicación en que se halla y hallará hasta terminar la cuarentena de observación que aquel concluya su curso, porque no puede dar salida á los productos de su especial industria,  que es la pesca, de la que depende en mucha parte la subsistencia de los habitantes. Y enterada su Majestad la Reina Gobernadora de la solicitud que con este motivo ha dirigido la Junta Municipal de Sanidad de la isla, deseando ocurrir al alivio de sus moradores y conformándose  con el dictamen de la junta suprema del propio ramo, se ha dignado mandar que siendo insusceptibles de contagio las sardinas de barricas prensada, sean admitidas en todos los puertos del reino las embarcaciones con cargamento de las procedentes de la Real isla de La Higuerita, y que recibiéndose este mismo en incomunicación, conforme á reglas sanitarias, sean despedidas las propias embarcaciones de trasporte para su habilitación en el lazareto de Mahón”.

Días antes, concretamente el 1 de noviembre, para socorro de los enfermos de esta Isla,  se sirvió disponer la Reina Gobernadora que se remitiesen a la Junta Municipal de sanidad la cantidad de 150  reales por conducto de la Superior de Andalucía.

Es de conocimiento general, que la antigua factoría pesquera de La Higuerita, agradecida por los bondadosos beneficios recibidos de la Reina Gobernadora con motivo de esa epidemia de cólera morbo que azotó nuestras costas, derramó sus atenciones sobre la malograda población, y socorrió con varios donativos dirigidos a la atención de los enfermos. Por ello, en agradecimiento, se suplicó a S.M.,  para eternizar ese gesto, y se solicitó que se cambiara el nombre de La Higuerita por el de Isla Cristina.

La Reina de forma cariñosa, haciéndose sentir del eco agradecido de aquellos habitantes, a través de una Real Orden recibida en la Capitanía General de Andalucía el 16 de enero de dicho año, y fechada el día 13 del corriente, accedió a los deseos e instancias del Ayuntamiento de la Isla de La Higuerita, dando al pueblo una muestra de su soberano aprecio, y lo firmaba el 29 de enero de 1834 con correspondencia  dirigida  al Sor Comandante de la Marina  de La Higuerita  Don Miguel Tacón.

La Reina Regente, no solo ayudó económicamente a paliar la enfermedad, sino que intercedió para fueran admitidas todas las embarcaciones en todos los puertos del reino con  los productos de la industria pesquera que estaban retenidos y en cuarentena procedentes de la Real Isla de La Higuerita en la fortaleza sanitaria de el Lazareto de la Isla de Mahón (Menorca).

jueves, 2 de enero de 2020

RESEÑA HISTÓRICA DE LA TORRE Y LAS CAMPANAS DE LA PARROQUIA DE NTRA. SRA. DE LOS DOLORES DE ISLA CRISTINA.


Articulo publicado en el periódico La Higuerita el 1/1/2020

Rafael Medero, uno de los propietarios de carpintería metálica La Higuerita,
junto a un operario en las labores de colocación de la Virgen tras su restauración. 


Tras una larga inactividad en los trabajos de construcción de la parroquia por motivos económicos, las obras de la torre del campanario y la fachada de la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores se volvió a retomar el 13 de diciembre de 1966,  auspiciadas por la generosa donación de  Doña Sebastiana Limón Caballero, Vda. del Conde de Barbate, Don Serafín Romeu Fáges, en memoria de su esposo,  como obra social.

Para ello, el párroco Don Manuel Martín Gil creó una comisión especial1 compuesta por Don Román Pérez Caballero como presidente de la Junta Parroquial, Don Emiliano Cabot del Castillo, Hermano Mayor de la Cofradía de Pescadores “Virgen del Carmen” ; Don Manuel Hernández Rubio como representante de los Armadores y Don Tomás Cardoso Toronjo en representación de los salazoneros y conserveros.

Tras las muchas donaciones recibidas por la ciudadanía isleña, según J. Sosa Rodríguez2   habría que destacar la realizada por Don Félix Pichardo Salgado, quién donó 90.000 ptas. para la compra de una campana y otras  16.000 ptas. para otra,  que  le daría nombre de Hdad. de la Mulita, también, el Ayuntamiento se sumó con 100.000 ptas.,  colaborando las restantes hermandades y asociaciones: Virgen del Carmen, Sacramental, Cristo Yacente, Perpetuo Socorro, San José, Cristo Cautivo, Virgen Milagrosa y las del Apostolado de la Oración Juvenil Femenina.

El domingo 8 de octubre de 19673, tuvo lugar la solemne bendición y la consagración de las nueve campanas que voltean a los vientos tañendo el aire de sus sones litúrgicos con la asistencia del Vicario General del Obispado Don Bernardo Pascual Real, y del párroco Don Manuel Martin Gil así como de las autoridades civiles y militares de la ciudad. “Y así, el tañer de cada campana, armoniosas, litúrgicas, de bellísimo sonido, y la visión de su hermoso y blanco Campanario, harán que nuestras almas sepan elevarse a través de estos actos materiales al creador de todos los dones: Dios”4                            

La Virgen que corona en la espadaña, fue realizada en acero en los Talleres de orfebrería de la Viuda de Villareal de Sevilla, por un coste de 70.000 ptas. y mide 4 x 2  metros de altura y diámetro.

En 1993, fue retirada ante el peligro de desprendimiento tras soportar muchos vendavales y dos terremotos en 1969 y 1989,  que dañaron su estructura y estabilidad,  siendo repuesta y bendecida por el sacerdote artífice de la rehabilitación de la parroquia Don Carlos Javier Rodríguez Parra el 19-11-2012 tras la restauración a la que fue sometida en el Taller “La Higuerita” de Isla Cristina y bajo la dirección de Rafael Medero Ballesteros,  quién  restituyó el color original y el fortalecimiento de la base. Los gastos de la grúa utilizada  fueron sufragados por  “Lonja de Isla”.

Curiosamente, “representa” a la Virgen del Carmen, rematada por una pequeña veleta,  circundada por doce sardinas en su alegoría marinera. Sin embargo, sus atributos nunca se correspondieron con la patrona de los marineros, ya que por su posición y características iconográficas, se asemeja  más a la Virgen del Rocío con corona y ráfagas, el Niño con su cetro al centro,  y a los pies,  la media luna a quién se le dotó en un añadido de un escapulario carmelita.    


Imagen de la Virgen que remata el campanario 
                       

Es una hipótesis personal,  pero por aquellos años se estaba realizando también el Santuario-Ermita de la Virgen del Rocío que se inauguró en 1969 obra de los mismos arquitectos y pudo producirse un “cambio”  aprovechándose  y adaptándose uno  los diseños ya realizado.

Las campanas fueron fundidas en los talleres de Don Cesar de Miguel Martín de  Villanueva de la Serena (Badajoz). Pesan en su conjunto unas 4 toneladas,  desde 125 Kg, la más pequeña hasta los 1.000 Kg. la más grande. Estos son sus nombres: 1.- Santa María, 2.- Virgen de los Dolores, 3.- Virgen del Rosario, 4.- Virgen del Carmen, 5.- Jesús del Gran Poder,  6.- Santa Sofía, 7.- Santa Adelaida, 8.- Hermandad de la Mulita, 9.- De las Hermandades.                      

El 16 julio de 2012, tras  la extraordinaria donación de Don Juan Vázquez Méndez, presidente de USISA, se hizo posible la inauguración tras la restauración del campanario y el repique de sus nueve campanas, manteniendo en el exterior las leyendas históricas e incluyéndose en todas el nombre del nuevo donante. Fueron restauradas en el Taller de Fundición “Campanas Rosa” de Torredonjimeno (Jaén). La restauración de la torre y las campanas sumaron un importe de 20.000 euros la torre y 40.000 las campanas un total de 60.000 euros.


Las nueve campanas del campanario en el Taller de Fundición
 “Campanas Rosa” de Torredonjimeno (Jaén)

Así rezan las leyendas cinceladas  en su metal  grabado en el cuerpo de cada una de ellas:

Primera: Me llamo Santa María, y me fundieron, así como a las siete restantes de mis hermanas, durante el pontificado de Pablo VI y el Episcopado del Doctor Don José María García Lahiguera, en los talleres de D, Cesar de Miguel Martín, en Villanueva de la Serena (Badajoz) con mi bronce y mi sonido, dedico un recuerdo a Don Manuel Martín Gil, Párroco; a sus predecesores y sucesores; a Don Emiliano Cabot del Castillo, Alcalde; a Don Román Pérez Caballero, Agente de la bondad; a la comisión Pro-Templo Parroquial; a sus Arquitectos D. Alberto Balbotin de Orta y Don Antonio Delgado Roig; a su ejecutor D. Luis Pérez Zunino; a todos los hijos de este pueblo, los que fueron, los que son y los que serán.- Y muy especialmente a D.  Serafín  Romeu Fáges, en cuya memoria mandó edificar esta torre, su esposa la Excma. Sra. Condesa de Barbate.

La segunda: Me llamo Virgen de los Dolores, y me fundieron en los talleres de D. Cesar de Miguel Martín, en Villanueva de la Serena (Badajoz).  Mi voz y mi badajo, siempre recordarán ante el Señor a la familia Pérez Romeu, promotora del culto y devoción a la ínclita Patrona de esta Parroquia.

La tercera: Me llamo Virgen del Rosario, y me fundieron en los talleres de D. Cesar de Miguel Martín, en Villanueva de la Serena (Badajoz). Hago oración de mi sonido, para los egregios fundadores de este pueblo sin par, que me eligió por Patrona.

La cuarta: Me llamo Virgen del Carmen y me fundieron en los talleres de D. Cesar de Miguel Martín, en Villanueva de la Serena (Badajoz). Daré sonido, daré luz, daré esperanza, daré amor. Siempre que me llamen, siempre que me necesiten, siempre que me recuerden, mis marineros, mis armadores, mis amigos.

Quinta: Me llamo Jesús del Gran Poder, y me fundieron en los talleres de  D. Cesar de Miguel Martín, en Villanueva de la Serena (Badajoz). Mis repiques pregonan alegría, mis toques la oración, mis dobles la esperanza, para los hijos de este pueblo, que tanto puede, porque tanto vale.

Las tres restantes fueron fabricadas5 como ofrenda de las cinco primeras por la firma especializada de  D. Cesar de Miguel Martín, sucesores de Fernando Villanueva Sáenz, quién hizo ocho a las que se le sumó una existente de la antigua parroquia con un precio total de 625.000 ptas.

1, 2, 5. -  Sosa Rodríguez, José. Historia de Isla Cristina (Biografía Sentimental) 1970
3, 4. -  Periódico La Higuerita.  16 octubre 1967
Fe de erratas: En el anterior artículo sobre la parroquia,  publicado en La Higuerita 15/12/2019,  dónde dice: que la primera piedra fuera colocada el 8 de diciembre de 1942 debe decir 1941, ya que además, coincidió con el día de la boda de los isleños Ana Feu González y Andrés Bermúdez Virella, quienes tras la ceremonia nupcial asistieron al acto. Y dónde dice: las campanas fueron restauradas en 2002, debe decir 2012.


miércoles, 1 de enero de 2020

LA FÁBRICA DE CONSERVAS Y SALAZONES DE CORDERO Y MANTELL

Fábrica de Cordero y Mantell recién inaugurada en 1919. Fuente: periódico La Higuerita



Hace 101 años se inauguraba la fábrica de salazones y conservas construida por los Sres. Cordero y Mantell.  Un edificio amplio próximo a la ría, que ocupaba una manzana completa de la calle Ribera, actualmente Padre José Mirabent.  

El edificio que contó con el diseño de los arquitectos italianos Morando Severo y Flavio Squarcia. Disponía de un gran mirador desde donde se dominaba la mar y la ría, así como cuanto rodeaba. Estaba dotada de 44 pilas capaces de salar 900 botas de sardinas, depósitos de aceite y agua potable, era una fábrica libre de esquinas y revueltas con infinidad de ventanas para facilitar el aire y la luz, además de cuatro W.C para hembras y varones, un lujo para la época.

Esta fábrica estuvo dirigida por los encargados Francisco Garfias en la conserva y José Botello en la salazón. 101 años después, los tiempos han cambiado y de aquella industria floreciente en la mayoría de los casos solo nos queda el recuerdo de una época que hizo que nuestro pueblo fuera importante en toda la geografía nacional por sus productos transformados y derivados de la pesca. Hoy, a pesar de los malos momentos que padece nuestra localidad en el sector pesquero, somos el puerto más importante de Andalucía de pesca en fresco, y son varias las empresas locales que aún  mantienen y exportan a nivel nacional e internacional nuestros productos de conservas y salazónes.

En el periódico La Higuerita,  de 5 de enero de 1919, aparece un artículo titulado “Nuestras Industrias”, tenía  el fin de poner en valor y dar a conocer la importancia de nuestras empresas locales. No podemos olvidar que el origen fundacional y económico de Isla Cristina fue la pesca y su transformación, ahí está el legado de nuestra historia,  nuestro presente y parte del futuro.

lunes, 23 de diciembre de 2019

80 AÑOS DEL NAUFRAGIO DEL "PURITA PÉREZ".

El 23 de diciembre de 1939 en la víspera de la Noche Buena, el galeón “Purita Pérez” con base en Isla Cristina, navegaba hacia poniente capeando un gran vendaval, mientras buscaba la barra de Ayamonte para arribar a puerto ante la imposibilidad de hacerlo en Isla Cristina por la peligrosidad de su barra.

Los barcos ayamontinos, mejor conocedores de la zona fueron los primeros en entrar y enfilar la barra para hacer su entrada. Detrás de ellos, el Purita Pérez intentó hacer lo mismo mientras luchaba contra las inclemencias, pero la mala suerte y el destino, les hizo embarrancar en los bajos de San Bruno justo en la desembocadura del río Guadiana a las 19:30 h. de la tarde de aquel 23 de diciembre, pereciendo casi la totalidad de su tripulación compuesta por 52 hombres, de los que perecieron 46 de los 50 que embarcaban en aquel momento. Solo hubo 4 supervivientes.

En 2015, durante el Pregón que ofrecí por el 75 Aniversario de la llegada de la nueva imagen de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder a Isla Cristina, dediqué un pasaje a la tragedia que dio origen a la llegada de su efigie.


Cuando en el día de hoy se cumple 80 años de aquel naufragio, sirvan aquellas palabras como reconocimiento vivo a sus memorias. D.E.P



sábado, 21 de diciembre de 2019

HOMENAJE DE LOS BOMBEROS DE VILA REAL DE SANTO ANTONIO A LOS NÁUFRAGOS DEL "PURITA PÉREZ" 23-12-1939 , EN SU 80 ANIVERSARIO.

                          


A las 14:00 horas portuguesa, 15:00 horas española, ha tenido lugar,  hoy  21 de diciembre de 2019 en el Cuartel de los Bomberos de Vila Real de Santo Antonio (Portugal), un acto en memoria de los 46 marineros del Vapor "Purita Pérez" que perecieron en la desembocadura del Río Guadiana la tarde del 23 de diciembre de 1939 y de los 33 bomberos y otros socorristas que efectuaron todo el trabajo de socorro en la recuperación de los cadáveres. 

En el mismo acto, organizado por la Sección de Coleccionismo de la Asociación Humanitaria de los Bomberos Voluntarios de Vila Real de Santo Antonio,  al que asistieron las autoridades tanto de Vila Real de Santo Antonio como de Isla Cristina, se ha inaugurado también una exposición filatelica alusiva a los 80 años del naufragio, donde se ha puesto en circulación un matasellos de correos conmemorativo para dicha efemérides,  así como se han hecho públicas las actas con los nombres de los 32 marineros recuperados en el mar y en las playas por el Comando del Cuerpo Humanitario de Bomberos Voluntarios de Vila Real do Santo Antonio y algunos ejemplares del periódico La Higuerita con la noticia del naufragio. 













PIEDRA ERGUIDA.....



Piedra erguida
que desde el cielo platónico 
has visto pasar el tiempo 
embriagándote de luz y de salmuera.

jueves, 19 de diciembre de 2019

CARTA DEL ALCALDE DE ISLA CRISTINA AL GOBERNADOR CIVIL, 27 DE FEBRERO DE 1892 A LAS 11,54 HORAS.

          
      Isla Cristina hacia 1890, se aprecia el estero de Cuquimán y el caño del Cepo.
                          Planimetría editada en 1899 por el IGN.


Ante los grandes vendavales que se estaban produciendo, el alcalde de Isla Cristina,  Diego Pérez Milá, comunicaba al gobernador civil de la provincia la situación que estaba padeciendo la localidad en la que incluso, muchos vecinos proyectaban abandonar la población por la situación de peligro. 

“En la madrugada de la noche anterior se inundó todo este pueblo por las aguas del mar sufriendo más perjuicios a los habitantes y edificios de la Calle Baja y Barrio Nuevo en la que se han caído varios y otros se hallan descolgados;  se han inundado todos los huertos o sean las fincas rusticas que constituyen el antiguo termino de este pueblo. Tememos continúe el vendaval y aumenten las mareas por hallarnos en aguajes, en cuyo nos consideramos impotentes para remediar el mal. 

Consternación general; muchos vecinos proyectan abandonar la población.

Reúno Ayuntamiento y Junta municipal”.


Por aquellos años, el núcleo urbano de la localidad terminaba al Sur por la calle Baja, de ahí su denominación, (la calle más baja que confrontaba al agua), y  que lindaba con el caño del Cuquimán que inundaba todo lo que hoy es parte de la Gran Vía, Conde de Barbate, Ayamonte, Del Castillo, Conde de Vallellano,  Antonio  Garelly, Profesor Jiménez Vaquero,  Calle España, Extremadura, Ayamonte,  etcétera, etc. Al Norte,  lindaba con la ría Carreras como hoy. 

Más al sur, surgía un nuevo islote de marismas, aproximadamente  desde la calle Jiménez Vaquero y Ayamonte hasta el Miramar, donde aparecía  un nuevo caño denominado del Cepo que la separaba de la Punta del Caimán. Los huertos a los que se refería el alcalde estarían ubicados actualmente dentro del  casco urbano,  en la zona de Gran Poder, Cervantes y playas etcétera.,  el Mundo Nuevo o Barrio Nuevo, a partir del viejo cementerio (hoy Ermita).

A las afueras de la población, ya existía el cementerio de San Lorenzo, construido 8 años antes, en 1884, siendo alcalde Lorenzo Pascual Grao, por quién lleva su nombre. 
  
El Señor gobernador civil, tras recibir la misiva,  dio cuenta de los sucesos y contestó al Alcalde de Isla Cristina mandándole que pidiesen enseguida los socorros que necesitaba y que pudiesen remitirse.