viernes, 15 de septiembre de 2023

Tres devociones marianas en el bicentenario de la Parroquia de los Dolores

    Articulo publicado en el Periódico La Higuerita  15-9-2023

                  Ntra. Sra del Carmen.         Ntra. Sra. de los Dolores.          Ntra. Sra. del Rosario                                    

El próximo 16 de septiembre de 2023, y tras nueve meses de actividades y celebraciones, que se iniciaron  el 7 de enero, cuando el obispo de Huelva, Monseñor Santiago Gómez, presidió la Santa Misa de apertura de este periodo, culminarán los actos organizados por la Parroquia de Ntra. Sra. de Los Dolores  para conmemorar el bicentenario de su erección como parroquia independiente 1823-2023 con una Procesión Mariana Extraordinaria y en la que viviremos un acontecimiento histórico, ver procesionar a las imágenes más antiguas devocionalmente de Isla Cristina, la Virgen de Los Dolores, del Rosario y del Carmen.

Nos narra el Padre José Mirabent en sus Memorias1: “Como este sitio carecía absolutamente de edificios de material, para que la misa se pudiese celebrar con la posible decencia, formaron,  contribuyendo todos, una barraca en la plaza, no en el mismo lugar en que está ahora la iglesia, sino en la acera de las casas que está en la parte del norte, como unos pasos diez más abajo de la puerta de la actual iglesia. Esta choza, cuya puerta miraba al mediodía fue el único templo de esta población por  espacio de 18 años, esto es, desde 1757 hasta 1775. En ella colocaron una mesa de altar, y en su frontil una imagen de Nuestra Señora de los Dolores, pintada sobre madera que aún se conserva en la Iglesia muy envejecida, deslustrada, y apolillada. Se renovó el año próximo pasado de 1823 a expensas de una devota, y se renovó cubriendo la antigua con un lienzo nuevo en el que un diestro pintor la copió imitándola perfectamente y se colocó sobre el arco de la capilla mayor adornando con un marco igualmente nuevo”

Es por cuanto, María Santísima con el titulo de los Dolores, la advocación mariana más antigua que se venera en Isla Cristina, desde 1757, al ser colocada su efigie en la humilde y sencilla choza  erigida en ayuda de la Parroquia de los Doce Apóstoles de La Redondela.

Ntra. Sra. de los Dolores de Montegordo (Portugal)

A fecha de hoy, no existe ningún dato que demuestre lo que vamos a afirmar, pero  todos los factores estudiados, nos hacen aseverar que aquellos pescadores que se establecieron en este punto tras el terremoto-maremoto para continuar su comercio de salazón, y que ya pescaban anteriormente en ambas partes de la desembocadura del río Guadiana, trajeron la imagen pintada sobre madera de la Virgen de los Dolores,  de Montegordo (Portugal), devoción ésta, que ya era venerada en aquella playa,  y que actualmente se continúa celebrando en el mes de septiembre,  procesionando con un estilo y una forma muy característica, ya que la procesión discurre por la arena de la playa  de Montegordo, siendo acompañada por cientos de fieles, así como  por las barquillas de pescadores que desde la orilla, con sus sirenas, reciben y anuncian el paso de la procesión religiosa de Nossa Senhora das Dores que bendice las aguas.

Procesión de la Virgen de los Dolores por la playa de Montegordo.

Interior de la Parroquia de Montegordo momentos antes de la salida, donde 
aparecen San Antonio de Padua o de Portugal, Santa Teresita del Niño Jesús,
Corazón de Jesús y la Virgen de los Dolores. Foto: Cámara Municipal Vila Real Santo Antonio


Una curiosidad que observé hace años durante esta procesión, es que cuando las imágenes en parihuelas que acompañan a la Virgen en su cortejo; San Antonio de Padua o de Lisboa, Santa Teresita del Niño Jesús y el Corazón de Jesús regresan al templo, el sacerdote realiza una oración final de despedida, y en ese momento, casi todas las personas que estaban dentro del templo corrieron a coger alguna de las flores que vestían aquellos pequeños pasos, para llevárselos a sus casas,  quedando desmotados en pocos segundos. Este curioso hecho, me hizo trasportarme a mi infancia y juventud,  cuando en Isla Cristina, al finalizar cualquiera de las procesiones, la gente se llevaba  las flores que exornaban los pasos para ponerlas junto a las estampas religiosas o en las de algún familiar difunto. Esta curiosidad portuguesa,  y que también heredamos de nuestros ancestros, se ha perdido con el tiempo, pero en Isla Cristina, se llevó produciendo hasta bien entrados los años 90 y 2000, y que gracias al control, concienciación y la presión que han ejercido las hermandades fue  abolido, por la evolución en los nuevos conceptos exórnales, las subastas de los ramos,  y que  los pasos tras el desfile procesional quedaban expuestos al público durante toda la Semana Santa presididos por las imágenes.   

Corona donada a la Virgen de los Dolores en 1794

Es en 17762  con la aportación de limosnas cuando se comienza a levantar la Capilla de Material que estuvo ubicada en la actual Plaza de las Flores hasta su derribo en 1936.  En el año de 17873, siendo mayordomo José Pérez Murillo se realizó el retablo del altar mayor así como se adquiere una imagen de bulto de Ntra. Sra. de los Dolores, curiosamente, para esta imagen fue donada una Corona de orfebrería de gran calidad que aún se conserva y que en su interior aparece la leyenda: “Esta corona la donó Juan (sic) y su esposa Doña Teresa Rodríguez para que le sirva a la Virgen de La Higuerita en las fiestas del año y la tenga en su (sic) y la tenga. Año 1794”  las lagunas en el texto son debidas a una soldadura posterior que deterioró el escrito.

Imagen de la Virgen de los Dolores
obra de Juan de Astorga Moyano de 1814 desaparecida en 1936

En palabras del Padre Mirabent, esta imagen4 era “de muy mal gusto y escultura” a la cual habían pintado el rostro y las manos intentando enmendarla y que duró expuesta al culto hasta el año de 1814 en el que el ilustre sacerdote la enajenó y en su lugar fue colocada otra de tamaño natural “muy agravada y dolorida” obra de don Juan Astorga Moyano, a instancias del clérigo y costeada por los devotos en suscripción popular, celebrando su solemnidad con todo el culto y aparato de Patrona principalísima por sola devoción, hasta que en el año 1819 obtuvo de la Silla Apostólica el Patronato. Esta segunda imagen fue profanada y destrozada en julio de 1936, realizándose la actual que hoy conocemos, una réplica de aquella, copiando parte de su mascarilla original el escultor imaginero Sebastián Santos Rojas en 1937.

Imagen de la Virgen de los Dolores
obra Sebastián Santos Rojas en 1937 

Treinta y dos años después de haberse levantado aquella choza para el culto a Dios, llegó a la joven y recién creada Higuerita, la Virgen del Rosario, sobre ello  nos describe el Padre Mirabent5: “En el año de mil setecientos ochenta y nueve, habiendo obtenido permiso del Excelentísimo Señor Arzobispo de Sevilla  don Alonso Llanes y Arquelles, se labró al lado norte de la Iglesia colateral al Evangelio del altar mayor, una capilla para colocar en ella una imagen de vestido con el titulo de Ntra. Sra. del Rosario, y de poco más de una vara de estatura, cuya festividad comenzó a celebrarse desde entonces con la solemnidad posible. Esta imagen la trajo de Mataró don Salvador Casanovas……… su imagen, vestidos y alhajas costeado por el gremio de mareantes” (Hoy, equivaldría a la cofradía de pescadores o gremio de armadores y pescadores, ya que por aquel tiempo, estaba considerada Patrona de los Marineros)

Alegoría pictórica de la llegada de la Virgen del Rosario a Isla Cristina
obra pintada por el artista Francisco José Zamudio Barroso
para el cartel de las fiestas de 2003

No obstante, el patronazgo casi oficial de la Virgen del Carmen sobre la Marina de Guerra durante la segunda mitad del siglo XVIII, (aunque no se hace oficial hasta 1901) propició las  contradicciones que se pudieron producir en el Gremio de Mareantes de Isla Cristina, que puso a disposición del párroco, toda la organización de los cultos preparatorios y la salida procesional de la Stma. Virgen Rosario.  Este hecho supuso un giro importante en la devoción hacia la Stma. Virgen hasta nuestros días  y su Patronazgo. Ante la imposibilidad de asumir la parroquia todos los gastos de organización, el párroco, recurrió al Ayuntamiento para que este, continuara organizando la procesión y asumiera los gastos que todo ello suponía.

Imagen de la Virgen del Rosario traída desde Mataró por Salvador Casanova en 1789

“Y así quiso Dios6, que en el año 1789, un pescador llamado Salvador Casanova, impulsado por la fe y la devoción, trajo en una barquilla, desde su Mataró natal, la hermosa imagen de la Stma. Virgen del Rosario, Patrona del Gremio de Mareantes, para convertirse con el paso de los siglos en Alcaldesa Perpetua de la Ciudad. Y estaba escrito, que aquel bendito cuadro de la imagen sagrada de la Virgen de los Dolores, traída de Montegordo y de devoción lusitana, y que el ilustre Padre José Mirabent nos legó,  ostentaba ya, por la Silla Apostólica el Patronato de la antigua Higuerita. Y estaba escrito, pero tal vez la providencia, y los designios de Dios, por la intercesión de su Santísimo Hijo y el Santo Rosario, te hemos proclamado a voces: Patrona de Isla Cristina. Ni un solo papel que lo acredite, salvo la devoción impoluta y el designio de Dios.”

En las actas capitulares del cabildo local de La Real Isla de La Higuerita, es en 1802,  cuando por primera vez  se hace referencia a la denominada “calle del Carmen”7 en honor al Patronazgo antes descrito de la Virgen del Carmen sobre la Marina de Guerra, hay que decir, que durante ese periodo la antigua  Higuerita, estaba bajo la jurisdicción de la Marina española, de ahí se entienda la rotulación de la misma.  

Imagen de la Virgen del Carmen de 1862, talla anónima.

La imagen de la Stma. Virgen del Carmen de Isla Cristina, data8 al menos de 1862, siendo bendecida en 1863, de autor anónimo según los estudios del doctor en Bellas Artes don Juan Manuel Miñarro es una obra de la escuela sevillana de estilo barroco realizada en el primer tercio del siglo XVIII y que ha sufrido diferentes restauraciones. Desde entonces, Patrona de los Marineros, es Capitana devocional con un gran arraigo en la población.

Tres devociones marianas que aglutinan un solo sentir, el de aquellos pescadores con sus jábegas, que tuvieron como promesa llevarlas sobre sus andas, sobre esas recias espaldas impregnadas de sal marina, en un grito que destempla en la armonía de la religiosidad popular, con la voz sencilla del pueblo, este pueblo que desde hace más de dos siglos ama y venera a sus titulares, y que de generación en generación ha puesto el nombre a muchas de sus hijas: Dolores, Rosario y Carmen.

Soneto9:

Llegaste por mar a La Higuerita 

 a una playa solitaria y callada, 

arribaste por el amor colmada, 

por los pescadores fuiste bendita. 


Y surgió la oración en ese día, 

 persistiendo el culto Virgen amada, 

timón en aguas turbias y bramadas 

 Capitana del amor, Virgen María.

 

Y un amor, que es igual a tres amores, 

mana del corazón, ¡nadie se alarme!, 

que este pueblo  que a tus plantas y a diario

 

te venera, Madre mía en tus Dolores, 

 y se postra ante ti,  Virgen del Carmen, 

proclamándote: Patrona del  Rosario. 

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1, 2, 3, 4, 5 - Mirabent Soler,  José.  Memoria sobre la Fundación y Progresos de la Real Isla de La Higuerita. Fundación, Capilla de Material,

6, 9- González Salgado,  Francisco. Exaltación a la Virgen del Rosario, Patrona de Isla Cristina 25-9-2021

7, 8. - López Márquez, Vicente. Me llaman Carmen. Devoción y fiesta en torno a la Virgen del Carmen de Isla Cristina 1863 - 2013

Nota: Este artículo contiene algunos datos que no aparecen  en el periódico La Higuerita, dado los problemas de espacio

 

viernes, 1 de septiembre de 2023

Tres pilotos isleños sobre el cielo de Isla Cristina

 Articulo publicado en el periódico La Higuerita 1-9-2023

Foto aérea de Isla Cristina, realizada por Jesús Magaz Cárdenas en julio de 2021

Alcemos el vuelo, sobre el alto cielo, lejos de la tierra la esperanza nos lleva detrás…….” así comienza el himno del Ejército del Aire, el cual tuve  el honor de cantar muchas veces, mientras realizaba el Servicio Militar en el Aeródromo Militar de Tablada.  

En los albores de los años 50 del pasado siglo, un piloto de aviación del Ejército del Aire español, sobrevoló en diferentes ocasiones los cielos de Isla Cristina. ¿Cuál era la razón?

Teniente Juan Roselló Mora.
Primer piloto de aviación nacido en Isla Cristina

Son muy pocos ya, los isleños que, en primera persona, recuerdan y vivieron aquel hecho, que no deja de llamarnos la atención por su peculiaridad. El isleño, y Teniente en vuelo por aquellos años del Estado Mayor en la Región Aérea del Estrecho o II Región Aérea, Juan Roselló Mora; hijo del farmacéutico Juan Roselló Ferrera, mantenía una relación de noviazgo con la también joven isleña, Águeda Cardoso Toronjo, y aprovechando las horas de prácticas y ejercicios de vuelo, se desvió alguna que otra vez de su ruta para sobrevolar Isla Cristina y sus playas ante el asombro de una gran parte de la población. Aquel gesto, tenía un solo fin, en los tiempos que hoy corren impensable por lo que conlleva, pero que le servía para impresionar a su prometida y posterior esposa, y saludar a sus amigos, quienes lo veían sobrevolar el cielo con su avión de guerra,  descendiendo desde las alturas y racheando como brisa marina las orillas de las playas.

Prototipo de avión Polikarkov I-16 “Rata”
del Grupo 26 en la Maestranza de Sevilla.

Desconocemos el tipo de avión que utilizó para aquellas maniobras, que casi pudo ser uno perteneciente al 22 Regimiento de Caza formado por los Grupos 23 y 26, el soviético  Polikarpov I-16 “Rata” con base en Tablada tras la Guerra Civil o un  Hispano-Suiza HS-42 fabricados en España en la década de los años 40.

Alférez provisional desde 19391, el Coronel Roselló Mora, el primer piloto de aviación nacido en Isla Cristina, pasó a la Reserva Activa2 en octubre de 1985 cuando se encontraba afecto al Mando Aéreo táctico en Tablada  a la edad de 68 años3 y fruto de su matrimonio con Águeda Cardoso Toronjo, nacieron cuatro hijos: Juan José (Farmacéutico actualmente en Isla Cristina), Cinta Emilia, Carlos y Alfonso Roselló Cardoso.

Jairo Hernández Pulido con 17 años


En septiembre de 1992, y cuando aún contaba tan solo con 17 años, el isleño Jairo Hernández Pulido, hijo de Manuel Hernández Cabot; industrial y por aquellos años director de Unicaja y de María Luisa Pulido Vázquez, maestra de E.G.B, y que acababa de finalizar sus estudios adelantados de COU, ingresaba en una de las escuelas aeronáuticas privadas más importantes de España para formarse e integrarse en la aviación comercial. Durante sus estudios aeronáuticos, tuvo que presentar una autorización paterna por ser menor de edad, para poder pilotar una nave en prácticas, teniendo que esperar a 1993 y cumplir la edad mínima (18 años) para poder obtener el título de piloto privado.

Jairo Hernández Pulido junto a su padre Manuel Hernández Cabot,
en su atapa de aprendizaje junto a una avioneta.  

Indudablemente, con una gran voluntad para el estudio y un afán insuperable por conseguir sus metas se convirtió por aquellos tiempos y a los 18 años,  en el piloto privado de aviación más joven de España, primer escalón en la carrera aeronáutica, para cuya alta graduación necesitaba  dos cosas indispensables, tener cumplido los 21 años, así como unas horas determinadas y considerables de vuelo.

El piloto Jairo Hernández Pulido

Continuó sus estudios para la obtención del título de Piloto Comercial  en octubre de 1994 y Piloto de Transportes de líneas aéreas en 2012. En junio de 2001, ingresó en la Academia Militar de San Javier (Cuerpo de Oficiales de Complemento) despachando de Alférez en diciembre de ese mismo año, siendo destinado en el 802 escuadrón de las FF.AA con base aérea de Gando desde diciembre de 2001 hasta noviembre de 2015, pilotando las aeronaves D2 (Fokker 27 MPA) y D4 (CN 235 VIGMA) dedicados a la búsqueda y salvamento e inmigración en aguas del Atlántico. Entre sus misiones más relevantes se encuentran la búsqueda de supervivientes en el vuelo AF447, en junio de 2009, e infinidades de intervenciones en pateras y cayucos. Desde 2015, está adscrito al contrato de Salvamento Marítimo, realizando sus funciones en diferentes bases del Atlántico y Mediterráneo, volando un CN253-300.

Miembros de la tripulación del Airbus del SAR Servicio de Búsqueda y Salvamento 
en formación, presidida por S.A.R el Príncipe de Asturias, actual Rey de España, Don Felipe VI 
 donde se encuentra, segundo por la derecha Jairo Hernández.

Jairo Hernández Pulido, saluda a S.A.R el Príncipe de Asturias,
Don Felipe VI junto a sus compañeros y  tras el aterrizaje de un vuelo
en el que transportaron al actual Rey de España  

Concretamente, un helicóptero del 802 escuadrón, fue el que sacó en agosto de 1984 del buque congelador que encontró al marinero  isleño José Martín Lozano, tripulante superviviente del Islamar III,  evacuándolo a las Palmas de Gran Canaria.

El 14 de abril 2008, el padre de Jairo, Manuel Hernández, captó una interesante instantánea del avión que pilotaba su hijo mientras sobrevolaba Isla Cristina, donde se aprecia perfectamente el vuelo sobre la “Casa de Gildita”.

Curiosa fotografía captada por el padre del piloto isleño Jairo Hernández Pulido, el 17 de abril de 2008,  sobrevolando Isla Cristina, donde se aprecia perfectamente el momento sobre la "Casa de Gildita"

Finalizados los estudios de Bachillerato en el I.E.S. Padre José Mirabent de Isla Cristina, 2015-2017, el joven isleño Jesús Magaz Cárdenas, hijo de Jesús Magaz Tortosa (Muebles Magaz) y María Ángeles Cárdenas Cardoso (Maestra de Religión), ingresa con 18 años en la Escuela de Pilotos de Málaga. Dónde en 2020 termina sus estudios y obtiene así la licencia de Piloto Comercial y Líneas Aéreas.

Jesús Magaz Cárdenas, sobrevolando Isla Cristina el  28 de julio de 2021

Convirtiéndose, tras el ofrecimiento de dicha Escuela, en Instructor de Conocimientos teóricos (TKI) e Instructor de vuelo (FI), impartiendo clases de avionetas, así como el entrenamiento de simuladores, enseñando habilidades de vuelo y navegación a estudiantes para la obtención de la licencia de piloto privado (PPL) y piloto comercial (CPL), así como la gestión de operaciones de aeronaves y comunicaciones como jefe de base en el aeropuerto de Málaga, hasta marzo de 2023. Es durante este periodo de tiempo que estuvo como instructor de avionetas, Jesús Magaz, aprovechó para visitar en diferentes ocasiones Isla Cristina inmortalizando estos hermosos momentos desde el aire. Su primera visita es en julio de 2018, en su viaje orbitó varias veces sobre el centro de la ciudad y recorrió las playas de Isla Cristina a unos 500 pies de altura (150 metros), donde su gran familia numerosa, incluidos sus abuelos, lo esperaban ansiosos saludando desde la orilla, escribiendo en la arena en grande el Callsign  ‘indicativo del vuelo’ OAR507 (Oscar Alfa Romeo 507) para que lo viera desde el aire mientras saludaba.

Jesús Magaz,  sobrevolando la Playa de Isla Cristina en una de sus visitas
 mientras dos de sus hermanos lo saludan desde la orilla. 

Actualmente, vive en el extranjero, desde abril de 2023, al firmar contrato como Primer Oficial en la aerolínea Wizz Air con sede en Budapest (Hungría). Copiloto de vuelo en Airbus A320 y A321. Con capacidad de 189 y 238 personas respectivamente. Realiza vuelos de corto y medio radio en toda Europa y Medio Oriente. Su primer vuelo, desde Polonia a Barcelona, ida y vuelta con  476 pasajeros en total, según sus palabras: “fue un sueño hecho realidad. Y un copiloto con mucha ilusión en cabina. Unos primeros despegues y aterrizajes inolvidables”.     

Jesús Magaz Cárdenas en una imagen reciente pilotando un Airbus

Hace años escribí estos versos incompletos para la comparsa Vendedores de Cantos “Anoche quise tocar el cielo/ de lo profundo al más alto vuelo, / balancearme por tu figura/ y recrearme en tu hermosura, / sentirme ave en las alturas/ y descubrirte.”

Isla Cristina desde las alturas. Foto realizada por Jesús Magaz

El amor que profesamos a nuestro pueblo se puede manifestar de muchas formas y maneras, y una de ellas, es abrazarla desde el aire, observando su belleza desde las alturas. 

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1.-  Boletín Oficial del Estado 20-1-1939

2.- Boletín Oficial Ministerio de Defensa 28-10-1985

3.- Juan Roselló Mora nació, según J. Bogarín Díaz el 27-11-17

Nota: Los datos técnicos y curriculares han sido aportados por los pilotos Jairo Hernández y Jesús Magaz, así como las fotografías, son del álbum familiar de los tres pilotos.  

viernes, 18 de agosto de 2023

Licencias otorgadas para la construcción de chozas y barracas por el Marqués de Ayamonte a los colonos de la Real Isla de La Higuerita en los primeros años de su fundación.

Artículo publicado en el periódico La Higuerita  15-8-2023

Licencia otorgada a Joseph Francisco Mathias, 5-8-1777

 

El Padre José Mirabent, nos apunta en sus Memorias sobre la Fundación y Progresos de la Real Isla de la Higuerita, que la primera choza para el tráfico de salazón y espicha fue levantada por Arnau, patrón de una de las Compañías que se asentaron en 1756 tras el maremoto, y que sucesivamente fueron formando otras en el mismo año, situándola cada uno en el lugar de más  acomodo, sin pararse en el orden y simetría.

Este establecimiento, en muy pocos años fue creciendo en edificios necesarios para alojar a los pobladores que iban llegando para elaborar el pescado en chozas y barracas que se iban construyendo a discreción. En 1757,  varios patrones de diferentes compañías, construyeron una barraca para la celebración de la santa misa.

Aquellas chozas provisionales y que eran utilizadas por temporadas, sufrían mil incomodidades y privaciones y estaban amenazadas por los incendios que se producían muy a menudo. Según el ilustre sacerdote, por los años de 17601, se quemaron todas las posesiones que estaban situadas cerca del río en lo que ahora es la calle San Francisco. El segundo de los grandes incendios acaeció en 17872 y en él perecieron con todos sus útiles al tráfico  las que estaban en el cuadro o manzana que hoy ocupan los Almacenes de D. José Soler, y Robira, y el de D. Juan Milá ( hoy Avda. Padre J. Mirabent) y el tercer incendio, se produjo por los años de 1804/53 donde se quemaron en el barrio alto de veinte y cuatro á veinte y cinco chozas (El barrio alto era el Cuquimán, actual Avda. Ángel Pérez, Paseo de Las Palmeras).

En este orden de cosas, también nos apunta, que el primer almacén4 de material lo levantó la Compañía de Antonio Salerich, el segundo Juan Pascual, el tercero Antonio Rivera, después Bartolomé Coll, y el Almacén del Duque para los utensilios del establecimiento de la Almadraba de Atunes.

En el informe realizado para el pleito5 entre el Marqués de Astorga, la ciudad de Ayamonte y la villa de La Redondela, y por el otro, la Corona, representada por el ministro de Marina de Ayamonte, don Antonio Miguel Visorio el 25 de octubre de 1784, la población de La Higuerita contaba con 60 vecinos, la mayor parte de ellos catalanes y matriculados los cuales, habían construido a su costa varios almacenes destinados al acopio de sardinas, así como una iglesia para la celebración del “Santo Sacrificio de la Misa” cuyos capellanes, puestos por el ministro de Marina, también habían sido pagado por ellos.

Los colonos representados por la Marina contra la Jurisdicción Señorial del Partido de Ayamonte y  La Redondela, iniciaron un litigio,  motivado porque comenzaron a extender6 sus varas de hierro sobre estos desvalidos habitantes. A la sombra de la Justicia hacían frecuentes incursiones, y más de una vez causaron vexaciones, molestias, é incomodidades, que solo podían redimir, y evitar con el dinero. Los catalanes habían ganado a su favor en varias ocasiones y estos conflictos,  se sucedieron mientras les seguían exigiendo  el pago de derechos por los alimentos así como por la madera que cortaban para la construcción de sus barracas. Puestos en conocimiento del Rey, este vino a resolver contra el Marqués de Astorga sobre la pertenencia de la Isla el 15 de abril de 1788, una decisión tan clara y determinante que no respetaron y tanto el Corregidor de Ayamonte como los alcaldes de La Redondela, que seguían afirmando, que era su término jurisdiccional y  unos y otros realizaban incursiones y los multaban hasta que en el año de 1799 se incorporó definitivamente a la corona. 

Queda claro, que aquellos primeros pescadores levantaron sus chozas como bien nos apunta el Padre Mirabent, de una manera anárquica y cada uno donde mejor convenía, hasta que el Ayuntamiento de Ayamonte ejerció sobre la zona su control obligando a pagar impuestos y regulando sus construcciones. Es por lo que posteriormente, los  pescadores tenían que solicitar autorización al marqués de Ayamonte para poder levantar sus chozas, así encontramos en el libro Capitular7 del Ayuntamiento de  Ayamonte, los documentos que lo certifican.

La choza más antigua documentada que hemos podido encontrar con fecha 30-9-1770 fue solicitada con suplica al marqués,  por Salvador ¿Salva?, de la nación catalana, residente en la Playa de La Higuerita, quién solicitó autorización para construir una choza de 80 varas de largo por doce de ancho para la pesca y el tráfico de sardinas, y que lindaba con Bernardo Partagas, Pedro Carbonell y don Juan Patiño.

La segunda inscripción encontrada es la petición realizada por Bartolomé Soler,  catalán, patrón de compañía de traficantes de sardinas en la Playa de La Higuerita, que solicitó una licencia para construir una choza de piedra y cal junto al rio para almacén el 2 de julio de 1777.

El 5 de agosto de 1777, se le concedía autorización para la construcción de una choza o cabaña en sitio desocupado en  la Playa de La Higuerita, termino de la ciudad de Ayamonte, por el alcalde ordinario Francisco Medero, en la jurisdicción del Marquesado a Joseph Francisco Mathias, entre las chozas de Bartholomé Colomé y Gaspar Ramírez, suplicándole al marqués su autorización.  Se le concedió dejando entre los linderos, transito a la entrada y a la salida con un  ancho dos varas más o menos.

El 7 de agosto de 1777, se le concedía a Jacinto Domingos autorización para la construcción de una barraca o choza para su familia en la Playa de La Higuerita.

Licencia otorgada a Josep Monell, el 15-9-1777


El 15 de septiembre de 1777, Josep Monell, vecino de La Redondela y natural del Reyno de Cataluña, comerciante de sardinas, residente en la playa de La Higuerita, solicita y suplica autorización para construir una choza de treinta varas de largo y veinte de ancho,  siéndole concedida una zona que lindaba por el sur,  con la choza de María Neta y por el norte con la de Gregorio Romeu, dejando un espacio suficiente para evitar incendios.

El 14 de noviembre de 1777, Pedro Grau, natural de Cataluña, residente en la Playa de La Higuerita, solicita al marqués, licencia para construir una choza de treinta varas por cuatro, para el tráfico de sardinas, concediéndole una zona que lindaba por levante con la de Miguel Pinel,  y por el norte con la de Cosme García y por el sur con la de Feliz Piñeiro y por poniente el rio.

El 15 de septiembre de 1777, fue concedida también la solicitud de la venta de una choza construida por Juan Pasqual,  de nación catalana, residente en la playa de La Higuerita, y a quién se le había concedido en su momento autorización para construir un almacén para el tráfico de pescado salado, de treinta y tres varas de largo y 24 de ancho y que lindaba por poniente con el rio de esta playa y por el norte con el almacén de Bartolomé Soler, por el sur con otro de Bartolomé Coll (con toda probabilidad, este señor,  sería  el mismo que levantó el segundo almacén de material según el Padre J. Mirabent en sus memorias).  El motivo de la venta era la ruina que padecía por la quema de otra choza de su propiedad. Por lo que esta choza, debió ser de las más antiguas.

El 18 de octubre de 1780 el Marqués de Astorga,  autoriza licencia a favor de Bartholome Romeu, vecino de Sichez (Sitges) miembro de una compañía en la Playa de La Higuerita para la construcción de una choza de mampostería (es decir, de material) en la playa de La Higuerita, representando ser también traficante de sardinas y para tal menester necesitaba construir un almacén con destino a la pesca de sardinas.

También encontramos, que el 8 de marzo de 1785, María Salerich, vecina de Ayamonte, a la muerte de su padre Antonio Salerich (presumimos, que nos referimos a la persona que construyó el primer almacén de material en La Real Isla de La Higuerita según J. Mirabent) quién hereda éste almacén de veinticinco varas de frente y treinta de fondo, en la playa de La Higuerita, y habiendo extraviado la licencia en un fuego, solicitaba se le expidiera otra licencia que acreditara la propiedad, ya que le había tocado a ella en herencia entre sus hermanos, un almacén de tapia y tierra, derogándose la licencia que obtuvo su difunto padre en su momento por una nueva a favor de ella.

Estos asentamientos en la Playa de La Higuerita, se refieren, al casco antiguo de la actual Isla Cristina, ya que todo era ría, marismas y playas, donde encontraron un refugio alejados de la costa.

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 1.2.3.- Mirabent,  José. Memorias sobre la Fundación y Progresos de la Real Isla de la Higuerita. (La Marina)

4.- Mirabent,  José. Memorias sobre la Fundación y Progresos de la Real Isla de la Higuerita. (Edificios de Material)

5.- García García, Francisco. El paso de la Isla de La Higuerita de la Jurisdicción Señorial a la Jurisdicción Real  (XII Jornadas de Historia de Ayamonte)

6 - Mirabent,  José. Memorias sobre la Fundación y Progresos de la Real Isla de la Higuerita. (Govierno Político)

7.- Archivo Municipal de Ayamonte,  Licencias para construir chozas en la Higuerita y normas para el gobierno político del lugar. Legajos 20, 21

miércoles, 2 de agosto de 2023

Miguel Gey, el soldado desconocido que nos dejó su rostro y una nota poco antes de morir en el frente.

 Articulo publicado en el periódico La Higuerita 1-8-2023

El soldado Miguel Gey Márquez

En una antigua cajita, donde mi abuela Ana Gómez González, guardaba estampas religiosas, recordatorios de comunión y defunciones, recortes de periódicos y algún que otro retrato, encontré esta fotografía que nunca pude saber a quién correspondía, ya que no conocía al personaje en cuestión, ni lo ubicaba entre mis antepasados familiares.

Con el paso de los años, he ido reconstruyendo algunos datos qué, aunque creo que no son de interés para una mayoría, y que pueden aportar muy poco, a mi me sugiere la dedicación de un pequeño artículo como  muestra de respeto y homenaje, y que quisiera hacer extensivo a tantos miles de ciudadanos españoles y a las familias, que se pudieran sentir identificadas al haber padecido el dolor y las consecuencias de la crueldad de la Guerra Civil Española.

Dentro de aquella cajita de madera, encontré un pequeño retrato de un soldado y en su reverso, una dedicatoria clara, iba dirigida a mi abuelo Cristóbal González Fragoso y dice así: 

Texto escrito en el reverso por Miguel Gey y enviado  a Cristóbal González:
“A mí apreciado cuñado Cristóbal con un fuerte apretón de manos de tu cuñado Miguel Gey. Xaunen 15-9-937    viva la 1ª Compañía del 273 del Serrallo”.


Los datos escritos en el envés de la foto, eran claros, su nombre Miguel Gey, y estaba remitido desde Xaumen,  el 15 de septiembre de 1937,  y  dicho soldado, pertenecía a la 1ª Compañía del 273 Batallón del Serrallo.


Siempre tuve interés por saber quién era este hombre, si era familiar o no,  y por qué, se dirigía a mi abuelo con el apelativo de cuñado, un dato que no me cuadraba ya que mi abuela Ana, no era hermana del soldado, y las dos hermanas de mi abuelo, Engracia González Fragoso y Antonia González Gey, no se casaron con él. Después de analizar y realizar diferentes conjeturas, solo cabría la posibilidad de que Miguel, pudiera haber pretendido a alguna de ellas de mocitas y tras su fallecimiento, acabara aquel idilio de amor y rehicieran posteriormente sus vidas.  

Tengo que apuntar, qué la no coincidencia con el segundo apellido de Engracia y Antonia,  es debido a que mi bisabuelo Francisco González Martín, al fallecimiento de su esposa Enriqueta Fragoso de la Rosa, casó en segundas nupcias con María de los Dolores Gey Rodríguez.  

Lo he dicho,  y hoy lo reafirmo públicamente, que el gran trabajo realizado por don Jesús Bogarin Díaz, es digno de elogio y fundamental para la reconstrucción y el conocimiento de la genealogía isleña, y que me ha facilitado en diversas ocasiones, el poder seguir indagando e investigando sobre muchas personas. Allí pude descubrir su segundo apellido y conocer que había fallecido en la guerra1, así como el nombre de sus antepasados y hermanos.  

Pregunté alguna que otra vez a personas de edad apedilladas Gey, pero nunca me dieron norte, hoy puedo afirmar que este chico,  era Miguel Gey Márquez, quién desgraciadamente, fallecería en el frente de guerra.

Miguel Gey Márquez, fue hijo de Toribio Gey Viera (primo hermano de María de los Dolores Gey Rodríguez, segunda esposa de mi bisabuelo) y de Ángeles Márquez Martín. Falleció en combate el  26 de diciembre de 19372, en plena navidad,  y tres meses y días después de haber remitido esta postal desde Xaunen o Chauen en la zona noroeste de Marruecos, concretamente en las montañas del RIF,  donde fue llamado a filas y se encontraba en la 1ª Compañía del Batallón de Cazadores 273 del Serrallo, 8 y que posteriormente, fueron movilizadas para entrar en acción junto con las tropas de África que participaron en la Guerra Civil.

Su madre Ángeles Márquez, recibiría una indemnización3 por su fallecimiento de 693,50 Ptas., su hermano menor Vicente Gey Márquez, también fallecería, víctima en la guerra.

Sus hermanos fueron por este orden,  José, quién casó con María Antonia Flichi Domínguez. Miguel. Vicente, fallecido también en el frente. Ángela, quién casó con Salvador Rodríguez Márquez, Toribio y Frasquita4, quién casó con un hermano de María Antonia.

Muy pronto, se cumplirán 86 años de esta imagen y de su muerte, por ello, he querido traer a esta sección a este personaje ignoto que vio truncada su vida en su plena juventud y en la flor de su vida, así como la de su hermano Vicente, y como la de tantos españoles que perecieron y que quedaron sin memoria en el olvido, en una fosa común o en una cuneta.  

Enfermo de tuberculosis, enfermedad que había adquirido en la guerra y librado de la muerte, meses después, ya finalizada la contienda,  fallecía también Francisco González Gey, el único hermano varón de mi abuelo,  víctima de la infección y las miserias que padecieron los soldados en el frente, dejando viuda e hija.

Sería interesante que los familiares indirectos de Miguel Gey, si los hubiere,  pudieran hoy ponerle rostro al soldado que nadie conocía, y rindamos a todas las victimas de ambos bandos, un merecido reconocimiento por tanto dolor y la sangre derramada. 

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1.- Bogarin Díaz, Jesús. 390 Linajes Isleños (Gey)

2, 3- Boletín Oficial del Estado. BOE 13-6-1941

4.- Según versión de Toribio Rodríguez Gey, hijo de Ángela y sobrino de Miguel

 

miércoles, 19 de julio de 2023

ACTO DE HOMENAJE AL MARINERO 2023, DOÑA MARIA MANUELA CAZORLA GARCÍA. ISLA CRISTINA


Acto de Homenaje al Marinero 2023, Doña María Manuela Cazorla García organizado por la Cofradía de Pescadores "Ntra. Sra. del Carmen" de Isla Cristina, el 16 de julio de 2023, ejerciendo como mantenedor del acto Francisco González Salgado.


sábado, 15 de julio de 2023

50 años de cuando “Paco de Lucía” visitó y se disfrazó en el Carnaval de Isla Cristina.

Articulo publicado en el periódico La Higuerita  15-7-2023

Carlos Rebato, Isidro Romero y Paco de Lucía, disfrazados en el Carnaval de Isla Cristina 1973

 

El indiscutible genio de la guitarra flamenca “Paco de Lucía”, ese maestro tímido que al subir al escenario cerraba los ojos envueltos en lamentos de pasión abrazado a su guitarra y que recorrió el mundo con sus acordes y rasgueos haciendo grande y universal el flamenco, en 1973, publicaba uno de los LP en vinilo más importante de su carrera y al que tituló “Fuente y Caudal”, en el que incluía la pieza musical más famosa de su autoría “Entre dos aguas”.

En ese mismo año, febrero de 1973, y en plena ebullición del Carnaval de Isla Cristina, camuflado por entonces con el sobrenombre de  “Fiestas Típicas de Invierno”,  motivado  por la censura de la dictadura franquista, Paco de Lucía, visitaba la localidad costera isleña para disfrutar y participar como un isleño más de sus carnestolendas, invitado por su buen amigo Isidro Romero Quintero. 

La prensa1 local nos lo narra y dejó muestra de aquella ilustre visita a la redacción del periódico, que  por aquellos años se ubicaba en la Imprenta Bautista muy cerca de la vivienda del anfitrión: “Hemos tenido el gusto de saludar en nuestra casa, a los conocidos artistas internacionales de la guitarra, Paco de Lucía y Carlos Rebato –el gitano blanco-, que pasaron unos días en ésta huéspedes de los señores, don Isidro Romero Quintero –ella de soltera- Gilda Munell Zamorano. Ambos marchan entusiasmados de nuestra ciudad, de sus playas y del derroche de lujo, belleza y simpatía de nuestra Fiestas Típicas.”

Francisco Sánchez Gómez, “Paco de Lucía” nació en Algeciras (Cádiz) el 21 de diciembre de 1947 en el barrio de La Bajadilla, un barrio popular y eminentemente gitano, siendo considerado como el “tocaor” de flamenco de mayor prestigio internacional, hijo y hermano de músicos se familiarizó con el flamenco desde su más tierna infancia. Su padre Antonio Sánchez Pecino, fue un vendedor de telas y guitarrista flamenco, natural de Algeciras, quien fue fundamental en el devenir de su carrera musical y su madre Luzía Gómes Gonçalves, portuguesa de Monte Francisco, una pequeña aldea de Castro Marim, de quién al parecer,  heredó el buen sentido del humor. Como bien afirma Juan José Téllez Rubio en su libro “El hijo de la portuguesa” “Luzia era una superviviente y era la alegría en el drama. Paco y sus hermanos respetaban la severidad de Antonio pero con quien se regocijaban era con su madre”.

Hoy, cuando se han cumplido cincuenta años de aquella visita, publicamos esta fotografía que hacía tiempo que obraba en mi poder y que anteriormente había difundido en las redes sociales. En mis indagaciones, según transmisión oral, alguien me comentó alguna vez, que Luzía Gómes, su madre,  de quién le sobrevino su nombre artístico, “Paco de Lucía” trabajó de jovenzuela en el servicio de la “Casa Gildita” antes de conocer a su esposo, como muchas otras jóvenes de su generación que emigraban a España, o de otros lugares hasta  Isla Cristina, en busca de un futuro mejor, pero este dato no he podido contrastarlo, por lo tanto, su veracidad queda en el aire.

Los personajes que aparecen disfrazados en la misma son los anteriormente citados por la prensa, por este orden visto de izquierda a derecha: El guitarrista Carlos Rebato, de flamenca, eterno amigo de Paco, quién llegó a compartir escenario, además de vivir numerosas anécdotas. Isidro Romero,  empresario,  casado y afincado en Isla Cristina, con corbata de lunares  y Paco de Lucía, también de flamenca, ambos artistas con un toque muy carnavalesco e improvisado, muy al tipo isleño.

Isidro Romero Quintero, fue un hombre muy relacionado con los artistas de la época con quién llegó a alcanzar grandes amistades, especialmente con Juanito Valderrama o Manuel Pareja-Obregón García, entre otros y a quién llamaba hermano. Según la versión de su hija Gilda Romero Munell, su padre, habría conocido a Paco de Lucía en la Venta que una hermana de su padre tenía en Madrid, donde él actuó muchas veces, allí nació la amistad y de ahí, después de las giras, visitaba Isla Cristina con asiduidad, iban al campo de cacerías y montaban sus fiestas con los amigos. Afirma: “que en aquella venta, se forjó la pieza más universal del artista “Entre dos aguas”.

En una de aquellas visitas, el genio y figura más internacional de la guitarra flamenca, Paco de Lucía,  y su buen amigo el también guitarrista de Algeciras Carlos Rebato,  se pasearon junto a Isidro Romero, por toda la población isleña disfrazados de flamencas para inmortalizarse en la Gran Vía de Román Pérez de la localidad en pleno régimen franquista para disfrutar del Carnaval de Isla Cristina.

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1.- Semanario La Higuerita 12-3-1973


sábado, 1 de julio de 2023

Los muros en la Ría Carreras y el Caño del Cepo, posibilitaron la expansión urbana de Isla Cristina.

Articulo publicado  en el periódico La Higuerita  1-7-2023


Imagen aérea de Isla Cristina en la década de los 60, donde se aprecia la ampliación de los muelles construidos y la zona inundada,  y hoy construida, en el Caño del Cepo.
Imagen coloreada por José M. Figuereo

Según plano de 1870 publicado en 1872 por la comisión hidrográfica,  al mando del Capitán de Fragata don José Montojo, las edificaciones en Isla Cristina finalizaban al Sur, en la Calle Baja, de ahí su nombre, la calle más baja  que hacía orilla con el Estero del Cuquimán o de Santa Catalina. Cegado este estero, ya a principios del siglo XX Isla Cristina había crecido urbanísticamente hacia el Este,  y con el dragado realizado, se ampliaba el límite a la espalda de la calle España.

A lo largo de todo el siglo XX, se produjo la expansión urbanística más importante de la historia en el término municipal de Isla Cristina y todo ello, fue motivado por la necesidad de una floreciente industria pesquera, que en el primer cuarto de siglo e impulsada por un joven alcalde, don Román Pérez Romeu,  ganó al mar gran parte de su territorio, cambiando su fisonomía originaria por la necesidad de instalaciones, y ampliar las ya existentes, creando mejores servicios y atraques para las embarcaciones, dando posibilidades a la creación de nuevos almacenes y viviendas para la población que crecía paulatinamente.

Aspecto que presentaba Isla Cristina a finales  de los años 50 del siglo XX 

Años más tarde, y ya en el último tercio, con la realización del Plan General de Ordenación Urbana de 1987 (PGOU) se ordenó y desarrolló todo el territorio, así como en la década de los 90 tuvo lugar la también, aunque fuera del núcleo poblacional, la  creación de la Mancomunidad de Islantilla, generando un desarrollo urbanístico espectacular, dirigido al turismo.

La zona de Las Calderas sin muro, como playa de la ría. Década de los años 50, siglo XX

Ante aquella imperiosa necesidad de crecimiento impuesto por la industria, don Román Pérez,  ideó la necesidad de la prolongación del puerto isleño, creando un muelle, y que ganándole terrenos a la ría en su margen izquierda,  uniera para siempre el núcleo urbano de la población isleña con el de la barriada de Punta del Caimán, que en aquel momento estaba separada por un estero, conocido como Caño del Cepo.  Para ello, encargó un proyecto al Ingeniero de Marina don José Ochoa con fecha 10-8-19181 con la modificación, de que en el muro del muelle para su altura máxima de cuatro metros, tuviera sesenta centímetros de ancho en la coronación con el  talud exterior y estas dimensiones se reducirían proporcionalmente a la altura en donde ésta no alcanzara la máxima dicha de cuatro metros.

El Ayuntamiento de Isla Cristina, incoó expediente solicitando autorización y tramitada la documentación con arreglo a las formalidades legales, que llegaron y debieron ser oídas por el mismo Rey Alfonso XIII con lo propuesto por la Dirección General de Obras Públicas,  tuvo a bien, conceder por la representación de su Gobierno y por Real Orden de 7 de agosto de 1920 autorización al Ayuntamiento de Isla Cristina para ocupar en la zona marítimo terrestre una extensión superficial en la medida y delimitada ajustándose además a que dicha autorización se otorgaba,  salvo el derecho de propiedad sin perjuicio de tercero a titulo precario con arreglo al artículo 50 de la Ley de Puertos.

Fotografía donde se aprecian  los dos muros convertidos en muelles y vistos desde la Punta del Caimán, donde hoy se encuentra el Puerto Deportivo. Fotografía de los años 70

La intención no era otra qué, ampliar el puerto pesquero con un muelle en la zona del  “Solar de Las Calderas” y construir un muro para cegar el Estero del Cepo, con el objeto de instalar muelles de servicio público gratuito y de acuerdo con la Comandancia de Marina se reservara una zona para fondeadero y abrigo de las embarcaciones de pesca y que sirvieran además para las limpiezas de sus fondos y reparaciones que necesitara aprovechar la bajamar y para destinar los terrenos ganados a la ría a construcción de fábricas en la parte de muelle (que nunca se construyeron, salvo las calderas de alquitrán para alquitranar y teñir las redes, quizás por la tardanza, ya que su relleno se produjo en la década de los años 50 y en una  situación de crisis) y el resto para casas como ensanche de la población. La superficie concedida no podía destinarse a aprovechamiento distinto del que se determinaba en la presente autorización, quedando sometida a las disposiciones vigentes o que se dictaran en lo sucesivo sobre construcciones en zonas de costas y fronteras y obligando al Ayuntamiento de Isla Cristina a demoler por su cuenta lo edificado, dejando expedito el sitio tan pronto lo exigieran las necesidades de la defensa nacional al ser requerido para ello por la autoridad  militar competente.

Aquellas obras que serían ejecutadas en un plazo máximo de cuatro años quedaron sujetas a las disposiciones vigentes de costas y fronteras, y servidumbre de vigilancia y salvamento y fueron previamente replanteadas por la Jefatura de Obras Púbicas de la Provincia,  corriendo el propio ayuntamiento de Isla Cristina con todos los gastos de replanteo, siendo inspeccionadas por la Jefatura de Obras Publicas quién podía disponer de las modificaciones que sin alterar la esencia del proyecto fueran necesarias o pudieran mejorarlo dando cuenta de ella a la Dirección General de Obras Públicas.

Isla Cristina 2023 

Más de cien años después, Isla Cristina, con una expansión urbana ordenada y con un  punto álgido de edificaciones  en la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI, pasó de ser una localidad pesquera a convertirse en una pequeña ciudad moderna de 21.523 habitantes,  y que se expandió por toda esa zona, y que hoy, aún se encuentra sometida a unas normas muy restrictivas que impiden su actual desarrollo por la Ley de Costas, debido a aquel acuerdo centenario, no revisado y adaptado, y que afecta actualmente a más de 8.000 edificios entre viviendas, naves y locales comerciales.  

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1.- Disposiciones de la Real Orden en la inscripción 1ª de la finca matriz número 1.108 al folio 203 del tomo 321, libro 27 de Isla Cristina La Redondela, en virtud de oficio del Gobierno Civil de la Provincia de Huelva de fecha 27-8-1920