miércoles, 15 de abril de 2020

JOSÉ MIRABENT, EL SACERDOTE EXPERTO Y ESTUDIOSO DE LA PESCA.

Artículo publicado en el periódico La Higuerita del 15-4-202

Padre José Miravent y Soler

Casi todos los isleños somos conscientes de la importancia de la figura del Padre J. Mirabent,  su inquebrantable amor hacia la tierra que le vio nacer, sus logros en pro del desarrollo de la Real Isla de La Higuerita y la influencia que ejerció tanto política como eclesiástica para el progreso de su tierra.

 Pero lo que muchos quizás no sepan, es que además de dejarnos escrita la Memoria sobre la Fundación y Progresos de la Real Isla de la Higuerita, entre los años de 1824 y 1850,  es que fue un gran conocedor de las diferentes modalidades de pesquerías y esos conocimientos que atesoraba, le llevaron a escribir varias tesis para la regulación y la preservación de la pesca.   

José Miravent y Soler,  (que a veces firmaba con v y otras con b),  nació en la Real Isla de la Higuerita el 14 de julio de 1779. Su infancia transcurrió en un entorno de pescadores y comerciantes, lo que le hizo ser un gran conocedor y un estudioso de los temas pesqueros. Ingresó en el Seminario de Sevilla, ordenándose como sacerdote en 1803.  El 23 de diciembre de 1811 fue designado teniente de cura para ejercer en la Capilla del poblado que lo vio nacer, posteriormente fue nombrado cura ecónomo en 1821 y, una vez segregada de  la parroquia de La Redondela 1823, de la que dependía eclesiásticamente, se convertiría en el primer párroco titular de la Real Isla de La Higuerita.

Participó activamente en el desarrollo de su pueblo, impulsando la construcción del primer cementerio en 1814, colaborando en la reclamación de un alfolí o almacén de sal independiente del de Ayamonte, y en la creación de una aduana marítima de cabotaje, obtenida en 1831, también, en el proceso emancipador culminado en 1833 de la jurisdicción de la Marina, bajo cuyo fuero se encontraba la población desde 1788, e incluso, propuso y diseñó el que sería el escudo de armas de la población.

El historiador Juan José García del Hoyo afirma1, que el 22 de marzo de 1834, la Sociedad Económica Matritense Amigos del Pais remitió una carta a través del abogado José Huet, quien solicitó al Gobernador Civil de Huelva, “se sirviera manifestarle todo cuanto sepa y conozca sobre la pesca, salazón y comercio de la pesca en las costa de Huelva", este,  dio traslado de la propuesta al Alcalde de Isla Cristina, José Roselló, para que buscase a la persona idónea que redactase el mencionado informe, recayendo la elección sobre José Miravent, por su vinculación familiar con el mundo de la pesca y por sus profundos conocimientos del tema, acumulados a lo largo de toda una vida inmerso en una población, como la actual Isla Cristina, dedicada casi por entero a la actividad pesquera.

Portada sobre observaciones que el Padre Miravent 
remitió a la Sociedad Matritense en 1833 
La Gaceta de Madrid del 17 de agosto de 1840, publica el 5 de marzo de 1835, que por sección de concurso,  la Sociedad  Económica Matritense, dirigió una circular a las sociedades económicas de la España Litoral. Varias sociedades se hicieron eco de aquella invitación y propusieron sus ideas destacando de entre todas ellas una, que fue  calificada como de mérito superior, la escrita por el sacerdote Don José Miravent y Soler.

Dicha sociedad, como premio, hizo  socio a su autor, pero sus intenciones,  no se ciñeron con hacerlo socio de honor, sino que esta obra, debía de revelar al público español un talento oscurecido y un mérito ignorado hasta el momento.

El Padre Mirabent, en 1840 remite a la Sociedad un nuevo trabajo, la Adición o Suplemento, en el que realizó algunas precisiones sobre las medidas que el Gobierno había tomado en materia pesquera desde la culminación de la Memoria. En 1850 la imprenta de José Reyes y Moreno de Huelva  publica el texto completo, aumentado y corrigiendo la Memoria, la Adición y el Análisis.

Esta obra fue dedicada al Comandante de Marina de la Provincia de Huelva, Francisco Fernández de los Senderos, que había sido Presidente del Ayuntamiento de Isla Cristina entre 1825 y 1828, cuando aún se encontraba bajo la jurisdicción de la Marina.

La materia de sus observaciones pesqueras, abarcaban desde la desembocadura del Guadiana hasta el Estrecho de Gibraltar, la historia nómade de los peces y la geografía submarina, el empleo de sus diferentes artes de pesca, donde lamentaba la decadencia de la misma y exponía sus causas, enumerando, como uno de los males la anarquía introducida de algunos en la industria pescadora, anarquía, en la que según él, había provocado una libertad mal entendida que sacrificaba ventajas mayores a ventajas menores, un gran porvenir a un presente mezquino y miserable.  El autor en su teoría,  proponía los remedios y los remedios se reducían a las siguientes medidas:

1ª.- Que se autorizara el uso amplio de las almadrabas de Buche desde la desembocadura del Guadiana hasta el Estrecho de Gibraltar y solicitaba la revocación del decreto aprobado en las Cortes de 7 de Junio de 1837 que prohibía esta modalidad promovida por los pescadores de Conil, y que abarcaba desde la bahía de Cádiz hasta la isla de Tarifa.  2ª.- Que se prohibiera durante la respectiva temporada de la pesca de paso, es decir, desde Mayo hasta fin de Junio en la costa gaditana, y hasta fin de Agosto en la de Isla Cristina y costa de Huelva, las redes volantes, y en todo tiempo y en todo punto del Océano el arte de Bou. (Pesca de arrastre).3ª.- Asociar y reglamentar la industria pescadora. 4ª.- Expender la sal al precio más barato a los pescadores y traficantes de pesca. 5ª.- Invitar a los empresarios de pesca para que ensayaran el secano de las pescadas o merluzas en uno de los puertos de la costa de Larache.

Las razones en las que el Padre Mirabent se fundamentaba eran las siguientes:

Primera, las almadrabas de Buche eran las únicas usadas en aquel momento por todas las naciones pescadoras, eran superiores a las de tiro y solo usadas en Conil, y los perjuicios atribuidos a ellos, afirmaba que  eran imaginarios e ilusorios. Era cierto,  que en el dictamen de la Comisión de las Cortes de 4 de Mayo, afirmaba que las almadrabas de Buche perjudicaban a la pesca en general de los atunes en el litoral de la España bañada por el Mar Mediterráneo, a la navegación de cabotaje, a las recaladas de los buques y a los que tienen la desgracia de naufragar,  y a la defensa de Cádiz, pero puntualizaba, que si la  comisión hubiera podido fijar más sus atenciones habría visto: Que en Portugal se calaban las almadrabas de Buche a la vista una de las otras,  y no había quejas porque así se calaran. Que en Francia, Italia y Portugal países más pescadores y de cabotajes que España, no se calaban otras almadrabas que la de Buche, y el uso de ellas no había  sido restringido, ni  ocasionaban la menor desgracia.  Y que no había más dato ni razón positiva para afirmar que el uso de las almadrabas de Buche hubiera opuesto impedimento alguno a la recalada de los buques y al socorro de los que naufragaban, ni en las naciones citadas,  ni en España. O que la defensa de Cádiz pudiera ser más contrariada por las almadrabas de Buche, o que los buques que recalaran o tuvieran la desgracia de naufragar.

Sobre la segunda, afirmaba que las redes volantes ahuyentan la pesca, las tretas móviles la alarman; las fijas no. Un método que todo lo destruye, que todo lo arrasa, como era el del Bau, debía ser proscrito. Una industria tal es la industria del talador, del incendiario. Y afirmaba,  que si la veda es justa en la tierra,  ¿podría ser inicua en el mar?,  y justificaba que en el Mediterráneo el Bau es más tolerable, pues ni hay tanta cría de peces, ni los pescadores de otro modo podrían pescar lo bastante para su existencia.

En la tercera, Mirabent y Soler,  no era partidario ciego de la libertad industrial; y en verdad si la libertad industrial debe ser respetada, ese respeto debe tener sus límites. Respétese en hora buena mientras no degenere en licencia destructora, pero cuando una insensata avidez marcha con perseverancia por el camino del desorden y del mal, entonces  y solo entonces la ilustrada y severa tutela de la autoridad suprema debe intervenir. Cuando de otro modo no hay esperanza de remedio, nada más loable que competer al bien. Este diferimiento es espinoso, y en la incertidumbre debe propenderse a la libertad.

La cuarta, solicitaba sal barata. Manifestando su vivo deseo de que la sal fuese desestancada, y que el desestanco se extendiese al tabaco: deseos que partían de un principio fecundo que no enunciaba, pero que era fácil de adivinar, aunque no lo fuera tanto al aplicar en aquel estado de las rentas públicas,  o al menos,  mientras no llegaran  a regularizarse por un método más sencillo, más uniforme.

La quinta,  afirmaba que mientras la aberración de la libertad industrial no fuera general y funesta, un Gobierno debe liderarla. “La divisa de un Gobierno varonil es mandar y hacerse obedecer o callar”. 

Por Real Decreto de 14 Febrero de 1844 se derogó la ley de 14 de Junio de 1837  restableciendo a las Almadrabas de Buche de Zahara, Conil, etc.,  a su antiguo estado.

Algunos años después de la publicación de esta memoria, el 23 de septiembre de 1857, fallecía su autor en Isla Cristina, siendo Arcipreste de Lepe y su Partido,  y Cura de la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. Enterrándose en el antiguo Cementerio Parroquial que estuvo donde actualmente se encuentra el recinto de la Ermita, figuran como testigos2 en el asiento correspondiente Don Francisco Ramos, Cura de La Redondela; Don ]osé Camilo, Presbítero y Don Francisco Fernández de los Senderos, abogado.

A la construcción del cementerio de San Lorenzo en 1884, sus restos mortales fueron trasladados al campo santo y vueltos a enterrar en la Capilla de Ntro. Padre Jesús Nazareno (Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles de la Ermita)  el 3 de marzo de 19213, aunque este dato no aparece en el registro del libro de enterramientos del Ayuntamiento de Isla Cristina. 

El Padre Mirabent  fue un visionario en el tiempo, preocupado por el sector pesquero, valiente, adelantado y previsor,  quién dejaba dos preguntas en el aire con sus correspondientes respuestas.  ¿Las pescas que ofrecen las costas y mares de España, bien cultivadas son una verdadera riqueza?  SÍ.  ¿Merecen la atención, vigilancia y especial protección  de un gobierno sabio y benéfico? INDUDABLEMENTE.

Esta memoria resumida es un fragmento sobre un precioso trabajo de ictiología local hispana, un elemento escogido de ictiología general hispana del siglo XIX y escrita por el ilustre isleño, el Padre J. Mirabent y Soler.
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Fuentes: Liberación y sobre explotación pesquera en la Andalucía Atlántica de la primera mitad del siglo XIX. García del Hoyo, Juan José. Universidad de Huelva 2002.
La Gaceta de Madrid del 17 de agosto de 1840.
1.-Miravent, José Memoria sobre las pescas que se cultivan en las costas de España desde el Cabo de San Vicente basta el Estrecho de Gibraltar, Huelva, Imprenta de José Reyes Moreno, 1850, p 5.
2.-Libro Tercero de Defunciones, Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores de Isla Cristina, folio 206. Citado por García del Hoyo, Juan José.
3.- Periódico La Higuerita Marzo 1921.

domingo, 12 de abril de 2020

AÑO 2020, UNA SEMANA SANTA DIFERENTE.




La situación de confinamiento que nos hizo recluirnos en nuestras casas motivada por la pandemia  del coronavirus COVID-19,  propició que no se celebraran los Viacrucis tan populares en muchas partes del mundo, ni las solemnes funciones ni procesiones por nuestras calles, catequesis popular entre la multitud de nuestros pueblos. 

Durante la  Semana Santa de 2020 las Cofradías no pudieron realizar sus tradicionales estaciones de penitencia. 

Para  la cristiandad en general,  y para la iglesia católica en particular, la liturgia de la Semana Santa tiene una importancia muy especial, ya que se celebra la Pasión, Muerte y  Resurrección de Ntro. Jesucristo.

Con la humilde intención de llevar nuestra Semana Mayor  a los hogares de mi pueblo, he recuperado estos versos que un día escribí para el Pregón de la Semana Santa de 1996, les he vuelto a poner voz, música e imagen,  y he intentado revivir esos instantes mágicos que nos trasportan a esos sublimes momentos en el que nuestras cofradías y devociones nos bendicen a su paso.

En 2020, siempre recordaremos que los pasos no salieron pero sí, que  celebramos la Semana Santa.
 

miércoles, 1 de abril de 2020

D. ÁNGEL GRINDA Y EL ESPIRITISMO EN ISLA CRISTINA.

Artículo publicado en el periódico La Higuerita del 1-4-2020

D. Ángel Grinda Güinter.  Fuente: Luz y Unión 1908


En 1905 el semanario espiritista barcelonés «Los albores de la verdad»  publicó  un artículo titulado “Una fotografía espírita»  firmada por Daniel Grang, pseudónimo de Ángel Grinda Güinter.

Grinda,  nació en Sevilla en 1857, llegando a Isla Cristina1 en 1892  con la compañía de teatro de Pedro Delgado, cuando contaba la edad de 35 años, quedándose a vivir y contrayendo matrimonio con la isleña Carmen Arnau Salgado, (maestra de instrucción) que tras fallecer esta y un hijo, casó en segunda nupcias con la también isleña Rita Figuereo Pinell.

Trabajó como empleado administrativo en la secretaría del ayuntamiento, del cual fue cesado acusado de “delito moral”, y del que más tarde fue sobreseído. Su profesión, le permitió escribir y ser pionero como corresponsal para varias publicaciones con infinidad de artículos en el periódico «La Higuerita», «La Provincia»  de Huelva, «La Isla»,  «Argos», «El Alcatraz»  y «Ecos de Isla Cristina»  entre otros, del que fue director y propietario. Como publicista dejó varios folletos teosóficos, algunos literarios y poéticos.

Autor teatral,  escribió entre otras la trilogía «La víspera del Santo»  y «Piel de loba»  esta última musicada por el maestro Francisco Cervantes de la Vega y que se estrenó  con éxito en el teatro del duque de Sevilla.

Volviendo al semanario espiritista2, su escrito, nos da a conocer, que en los últimos días de diciembre de 1905, llegó a Isla Cristina el reconocido fotógrafo Carlos Colón3,  ya que en esa época,  era corriente esta actividad ambulante.

Los espíritus guías D. José González Rendón y D. Manuel Gómez del grupo isleño «Amalia Domingo Soler»  al que pertenecía Grinda le propusieron que intentara realizar una fotografía espiritista. El retratista aceptó con facilidad la propuesta a pesar de ser completamente profano en la materia del espiritismo. Al revelar la placa fotográfica con general asombro, el artista quedó estupefacto, al comprobar, que aparecían tres figuras, además de las tres personas realmente colocadas delante del objetivo, causándole una emoción profunda aquel momento en que se produjo el trance total del médium.

En dicho artículo, “Grinda pasa a describir los aspectos más relevantes relacionados con la toma de la imagen e indica que la parte inferior aparece velada, afectando al suelo y parte de las piernas de los retratados. Eso no tiene explicación lógica para el autor, pero añade que el fotógrafo, debido a la confusión por el sorprendente resultado y por su modestia,  declaro que “Tal vez se me velaría al desmontar el chasis”, lo que resultaba imposible para Grinda”.


 Fotografía espiritista obtenida en Isla Cristina en diciembre de 1904. 
   Grinda aparece a la izquierda, tendido, en primer término. Fuente: Los albores de la verdad.  

Ángel Grinda, además de las letras y el periodismo, también dirigió su vocación hacia el  espiritismo y por ello, se hizo corresponsal de la revista «Luz y Unión»  órgano oficial de la Unión Espiritista Kardeciana de Cataluña, relacionada con la masonería que integraba a diferentes agrupaciones, principalmente catalanas, y otras adheridas de Francia y países hispanoamericanos que se fundamentaban en la existencia de Dios, los espíritus y la reencarnación, y que predicaba la fraternidad universal, el progreso espiritual, la redención social y que en algún modo estuvo emparentado con el librepensamiento.

En el año 18954 conoció los rudimentarios fenómenos espiritistas del velador y desde aquella fecha no cesó de estudiar en todos sus aspectos con ayuda de sus médiums D. José González Rendón (escribiente mecánico) y D. Manuel Gómez (de efectos físicos) practicando la verdadera caridad y luchando con propios y extraños en su defensa y propaganda. Colaboró con beneplácito de todos en la «Revista de Estudios Psicológicos» y otros periódicos, publicando en Febrero de 1899 un curioso trabajo que tituló «El Espiritismo en Isla Cristina. Su aparición, estudio y desarrollo», que le valió ser distinguido con Diploma de Colaborador,  aportando su intelectualidad, y publicando diferentes trabajos con el pseudónimo de Daniel Grang, entre los que citaremos su «Compendio elemental de Espiritismo para los niños», cedido desinteresadamente a la Biblioteca «Sócrates» de la mencionada «Revista de Estudios Psicológicos».                                                                                        
Mantener vivo el fuego sagrado de la doctrina y la fe racional,  le costó no pocos sinsabores y no menos perjuicios materiales, sirviéndole unos y otros de dolorosa experiencia hasta empeñarse, logrando fundar un grupo espirita familiar, con el nombre o título de la sevillana «Amalia Domingo Soler», uno de los personajes más relevantes del espiritismo de finales del XIX.

Ángel Grinda,  sacrificó su posición, segura y  brillante, aunque modesta, en aras del amor que sentía  por la causa,   marchando a Madrid, pero las circunstancias le hicieron volver, desde el órgano oficial manifestaron que “de ello deben estar de enhorabuena los espiritistas de Isla Cristina, que de nuevo recobraron a su indispensable y querido mentor”5. Años más tarde se inició en la mediumnidad parlante, prestándose a la inspiración de entidades del espacio, cuyas cualidades de moralidad e inteligencia hacían de las veladas de aquel Grupo una cátedra deleitable, y que consistía en contactar directamente con los espíritus.

Su fallecimiento aconteció en abril de 1935, en el asilo provincial de Huelva donde residía desde un año antes, a la edad de 78 años. Sus aportaciones periodísticas a pesar de su edad, fueron constantes, conservando perfectamente sus facultades mentales no así sus extremidades qué atacadas de parálisis parcial le dificultaban el andar y la escritura, siendo su  perdida muy sentida en el mundo de la prensa ya que su pluma fue de las más destacadas de la región.  Juan Bautista Rubio Zamorano escribió de él: “Luchó, luchó sin tregua por la cultura isleña”. Así como Claudio Columé afirmó: “Isla Cristina fue su amor, su acendrado amor durante más de siete lustros. Isla Cristina le debe gratitud imperecedera”  
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1.- Periódico La Higuerita 8 Abril 1935.
2.- Semanario espiritista barcelonés “Los albores de la verdad” 1905,  artículo titulado “Una fotografía espirita” firmado por Daniel Grang.
3.- Colón Carlos,  reconocido artista  profesional de la fotografía de Castellón.
4-5.- Revista Luz y Unión. Diciembre de 1908


jueves, 19 de marzo de 2020

CORAL POLIFÓNICA ISLA CRISTINA CANTA LA SALVE A LA VIRGEN DEL MAR





La Coral Polifónica Isla Cristina interpreta la Salve a la Virgen del Mar obra de Francisco González Salgado con los arreglos del maestro Vicente Sanchis Sanz a su llegada a la Parroquia de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder, el 23 de julio de 2011, conmemorando los 30 años de su llegada a la localidad y la Erección Canónica como nueva Hermandad de Gloria.


Sálvame hermosa estrella
y Esperanza nuestra,
sálvanos Virgen Pura
de este mundo de amargura.
Líbranos del pecado
guíanos por el camino
y derrámanos la gracia
y derrámanos la gracia
de tu Vientre Divino.

ESTRIBILLO

Ruega por nosotros,
ruega por tu pueblo,
ruega por el mundo
Reina y Madre de los Cielos.
Ruega por los marineros
que se están ganando el pan
con el sudor de sus frentes
trabajando en alta mar.


Sálvanos Reina puntera
Virgen Estrella del Mar,
ruega por Isla Cristina
y por la Punta del Caimán.
Ruega por los que sufren,
recibe nuestras plegarias
de tus hijos de La Punta,
de tus hijos de La Punta,
Reina de nuestras almas.

(al estribillo)

Sálvame Reina y Madre, sálvame

Sálvame, Reina y Madre, sálvame.......


miércoles, 18 de marzo de 2020

HANS BURGHARD, UN ESPÍA ALEMÁN EN ISLA CRISTINA.

Artículo publicado en el periódico La Higuerita del 15-3-2020

Hans Burghard, "Juanito el alemán"

Durante la segunda Guerra Mundial la desembocadura del Guadiana, paso fronterizo hacia Portugal, se había convertido en un punto neurálgico y de vital importancia debido al tráfico fluvial de buques cargados procedentes de los puertos mineros  de La Laja en el termino del  Granado y Pomarão en Portugal,  que  convertían a Ayamonte en un punto estratégico y de primer orden para el espionaje alemán con un servicio de información permanente.

Ese servicio de información estuvo encarnado en la figura del alemán Hans Burghard, natural de Frankfurt del Main, nacido el 24 de noviembre de 1901, hijo de Adolf y Helene, de estatura media, bastante delgado, pelo rubio,  ojos azules,   de un carácter simpático y de muy buenos modales.

“Juanito el alemán” como así se le conocía de una forma coloquial, llegó a Ayamonte procedente de Melilla a principios de septiembre de 1939, con identidad de “comerciante” según consta en las fichas del archivo de Extranjería de la Comisaría de Huelva, casi con seguridad  en el carguero alemán Spica, utilizando una pantalla como representante y viajante de la firma I.G. Farben, que se dedicaban a la fabricación de productos químicos, farmacéuticos y material quirúrgico, llevando siempre consigo dos grandes maletas con amplio y variado muestrario..

Su misión era la de vigilar el tránsito de personas y  vehículos que cruzaban el Guadiana y el control de buques mercantes hacia los cargaderos de mineral.

Burghard, contó con su propia red de informadores,  ya que desde el carguero Spica que permanecía anclado en el río Guadiana por motivos meramente estratégicos y bajo la excusa de que Alemania se encontraba en guerra y no podía volver a puerto, le servía de observatorio para controlar el tránsito de los mercantes británicos que entraban y salían, tomando buena nota de la hora, del tipo de barco, nombre, nacionalidad etc...  Al mismo tiempo, tenía arrendada un casa de campo en el paraje de la “Hacienda Nueva”,  una finca a unos 4 Km. al norte de Ayamonte, un centro de operaciones y espionaje en lo alto de una colina desde donde controlaba estratégicamente el paso de los buques y desde donde contactaba por radio, sirviendo además como punto de reunión y pernocta para otros agentes alemanes.

A la finalización de la guerra, Juan Federico Carlos Burghard, marchó de Ayamonte a Sevilla residiendo durante más de un año en el número 10 de la C/ Nervión.  A su regreso, contrajo matrimonio el 25 de julio de 1947 con la joven isleña Rita Milá Nieves, con la que no tuvo descendencia, afincándose de forma definitiva en una casa de campo en la barriada de Pozo del Camino donde se dedicó a la explotación de una de las salinas para una sociedad alemana,  destinando toda su producción a la elaboración de productos químicos y farmaceuticos que exportaba al país germano, actualmente, esas salinas son conocidas por  “Salinas Biomaris - Flor de Sal” y popularmente también como “Salinas  del alemán”.

Hans, se desplazaba en una motocicleta Lube siempre vestido de manera impecable, con traje y la corbata bien anudada, en verano usaba trajes blancos de lino con sombrero Panamá.

Las  personas que conocieron y convivieron con  “Juanito” destacan su cercanía y su integración con la gente de Pozo del Camino e Isla Cristina, y  su estilo de buen comerciante emprendedor, atribuyéndole el descubrimiento de un método para la producción de sal marina sin contacto con el barro del fondo,  lo que la hacía más blanca y limpia.

Esta es la cara más humana de la guerra, en la que nunca nadie pudo sospechar que habían compartido hábitos y sus vidas con un hombre que durante la Segunda Guerra Mundial había trabajado como  espía para el servicio de inteligencia alemán hasta que fueron desclasificados toda la documentación y los archivos secretos. Tras su fallecimiento en su casa de Pozo del Camino, un día de navidad, el 25 de diciembre de 1969 a la edad de 68 años,  fue enterrado en el cementerio de San Román de Isla Cristina1, en la C/ San Juan, nicho 33, fila 3ª, sección F,  donde yacen sus restos mortales junto a su esposa Rita Milá.


NOTAS: Espías y neutrales. Huelva en la II Guerra Mundial. Ramírez Copeiro del Villar, Jesús 1996
1.- Registro Municipal de enterramientos Ayuntamiento de Isla Cristina.


viernes, 13 de marzo de 2020

SENTIMIENTO Y COLOR. CARNAVAL DE ISLA CRISTINA. PRESENTACIÓN COMPARSA MOJIGANGA 2005




Sentimiento y Color.
Carnaval de Isla Cristina.
Comparsa  Mojiganga 2005
Letra y Música: Francisco González Salgado
Montaje: José Morillas


Explosión de  color y algarabía,
parlamento de expresión y
libertad,
disfruto con la burla y la
poesía,
la comedia, la mentira y la
verdad.

La ilusión, una quimera, la
fantasía,
 el verso hecho
copla en un cantar,
soy bufón en esta farsa y un
cuentista,
que se oculta por febrero en
un disfraz.

Soy libre como la fuerza del
viento,
inmenso y bravo como la mar,
soy dueño del corazón de
este pueblo
y me meto por sus venas como
veneno mortal.

Dueño de las calles,
rey del antifaz,
por mi culpa riñen, luchan y
hasta se dejan de hablar,
yo soy la cultura y la
vulgaridad,
de todos me río, cuando
llega el carnaval.

Grosero cuando quiero
y culto por demás,
soy  Dios de la burla,
un bohemio y un Don Juan.
¡Mañana será el día en que
podréis llorar
pues, hoy está  prohibido
que lo ordena Don Carnal!.

¡Gigante y burlón,
gigante y burlón,

el bufón de don Carnal!.

jueves, 12 de marzo de 2020

LOS CHAFALMEJAS 2010. IMÁGENES DE ISLA CRISTINA. PRESENTACIÓN



Imágenes de Isla Cristina.  
Presentación de la Comparsa Los Chafalmejas 2010. Isla Cristina
Letra y Música: Francisco González Salgado
 Imágenes: Horacio Martín Piris
Montaje: José Morillas


Yo.......
 Ya lo dijo Don Emiliano, que en paz descanse,
“que un pueblo que trabaja, tiene derecho a divertirse”
Yo,  también lo digo yo, por mi inteligencia natural.

Y,  lo tomé a rajatablas,
desde entonces no trabajo porque me duele la espalda.

Yo,  que me afilié a un partido “pa” colocarme seguro
y vivo como un Marqués y no doy golpe ninguno.

Y yo, que decidí hacer una comparsa “pa” cantarte tierra mía,
“pa” decirte que te quiero,  
que es arte que se derrama por tu mar y por tu cielo.

Y yo, 
un veleta y un Don Nadie, que se va a comer el mundo
y se cree Manuel de Falla al llegar los Carnavales.

Paparapapá,
un Papa frita de Carnaval,
Paparapapá,
el Chafalmejas va de Don Juan,
Paparapapá,
y es que la mentira me da la vida,
y me embriago del aroma y la brisa del mar
mientras paseo por Isla Cristina.
Mientras paseo por Isla Cristina,
y me embriago del aroma y la brisa del mar
mientras paseo por Isla Cristina.

¡Chafalmejas!

miércoles, 11 de marzo de 2020

PADRE JESÚS DEL HOSPITAL

Articulo puiblicado en "La Madrugá"  Boletin Informativo -  Cuaresma 2020
de la Fervorosa e Ilustre Hermandad Sacramental y Primitiva Cofradía de Nazarenos de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder y Misericordia, María Stma. de las Mercedes y San Juan Evangelista de Isla Cristina.

Bella Aragón Gómez, conocida por “Bellita la del Hospital”
y José Castro García


Las hermandades siempre han recurrido para su sostenimiento al mecenazgo de sus hermanos o personas pudientes, auxiliándose de rifas, subastas y las aportaciones de cuotas etc…

Tras la fundación y erección canónica en 1921 de nuestra corporación religiosa, todo debió ser un arduo trabajo en su conjunto de sus dirigentes para poder realizar la estación de penitencia y promover el culto a nuestro Señor Jesús.  La adquisición de insignias, el paso, las vestiduras,  ornamentos, las  imágenes  etc,.  En esta disposición, en 1921,  Doña Dolores Romeu Portas,  dona la primitiva imagen de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder, una obra anónima, que tan solo estuvo 14 años al culto, ya que los tristes sucesos acaecidos el 27 de julio de 1936 la hicieron desaparecer junto a de la Stma. Virgen de las Mercedes, obra del escultor  Antonio Castillo Lastrucci de 1929.

Imagen de Ntro. Padre Jesús
 rifada en 1924  por la Hermandad
Hace algunos meses, hice una visita a una familia que vive en el Nº 169 de la C/ Jesús del Gran Poder,  cuál no sería mi sorpresa, que estando en el salón comedor, observé que dentro de un mueble, había una pequeña imagen de pasta madera, con las características de las fabricadas en Olot,   de  43 cm. de altura sin cruz, que representaba a Padre Jesús. Pregunté por ella, y su propietaria me apuntó que era antigua, pero que no sabría decirme los años que tenía, lo que sí sabía es que había pertenecido a su suegro, y que estuvo en el antiguo hospital que se encontraba junto al Matadero, hoy, Plaza de la República Dominicana, y  que se obtuvo, mediante una rifa que la Hermandad había organizado en su momento.  

Me apuntaba, que el destino la había puesto en su camino, ya que estuvo a punto de acabar en un vertedero de escombros cuando el hospital fue derribado “pero yo lo recogí, y la traje a mi casa, mi hija Beatriz, siendo casi una niña le dio una capa de barniz que lo oscureció, pero ahí lo conservo”

Aquel hecho, y aquella pequeña imagen se me quedaron grabados en la memoria.

Un día investigando sobre otros temas de interés,  tuve la suerte de toparme con una noticia publicada en el periódico La Higuerita, del 28 de Abril de 1924, que nos ofrecía toda la información que faltaba para conocer la antigüedad de la misma. En su interior, en una pequeña gacetilla, aparecía la noticia de una rifa que encabezaba así: LA RIFA DE PADRE JESÚS. –“La imagen que estaba expuesta en el escaparate de don Francisco Llobell para su rifa por la hermandad de la cofradía de Padre Jesús, le ha correspondido al número 324, siendo su poseedor nuestro amigo don José Castro, topiquero del Hospital” –.

José Castro García, Auxiliar Sanitario que residía y era el encargado de la aplicación de tópicos médicos en el antiguo  hospital de Isla Cristina, natural de Sevilla, casó con la isleña Bella Aragón Gómez, conocida por “Bellita la del Hospital”, tuvieron cinco hijos, José, Bella (Bellita la del Hospital), Manuel, Carmen (Carmuchi),  y Francisco ( Pacurri) Aragón Castro.

Curiosamente, “Dios escribe recto con renglones torcidos”, y   cada madrugada, al amanecer, cuando la Cofradía ya va de recogida, Padre Jesús, hace parada obligatoria en el Nº 169 de Jesús del Gran Poder, para encontrarse con el hermano de la hermandad, José María González Castro, casa de su abuela Josefa Francisco Botello,  actual propietaria de aquella pequeña imagen del hospital,  que la hermandad rifó hace ahora 96 años.