miércoles, 15 de junio de 2022

ETA, TAMBIÉN PRODUJO DOLOR A TRES FAMILIAS ISLEÑAS.

 Artículo publicado en el periódico La Higuerita  15-6-2022


Momento del anuncio del cese de la actividad armada de ETA



Una gran parte de la sociedad y juventud española con derecho a voto, estudiantes, universitarios, empresarios y obreros,  futuro y presente de este país, desconocen lo que realmente supuso la banda terrorista ETA,  que aterrorizó a España durante décadas y que propició 864 víctimas mortales.

 

Por ello, existe una nueva generación que desconoce esta época negra y que para los más mayores, es imposible de olvidar.

 

El último atentado perpetrado en territorio español por Euskadi Ta Askatasuna, ETA, se produjo el 30 de julio de 2009, la explosión de una bomba lapa adosada a un automóvil  causaba la muerte de los guardias civiles, Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá, en la localidad de Calviá,  Palma de Mallorca.

 

Mientras que el último atentado oficial de ETA, se producía el 16 de marzo 2010, fuera del territorio español, por primera vez en su historia, la banda terrorista asesinaba a un policía francés, Jean-Serge Nèrin, en un tiroteo con tres presuntos miembros de la banda que intentaban robar en un concesionario de coches en la localidad de Dammarie-lès-Lys.

 

Estudios realizados por GAD31 revelaron hace menos de dos años, datos preocupantes, como que el 60% de la juventud española no sabe quién fue Miguel Ángel Blanco o que el 95% no sabía sobre la cantidad de víctimas que dejó la banda terrorista. 

 

El 20 de octubre de 2011, a las siete de la tarde, la edición digital del diario Gara,  publicaba un vídeo, con un discurso de tan solo dos minutos, en el que tres encapuchados de blanco, camiseta y txapelas negras, con las banderas de Euskadi a su derecha y Navarra a su izquierda, ponían fin, con puño en alto, tras ser derrotados por el estado español a muchos años de crueldad y sinrazón,  para anunciar delante de un anagrama el «cese definitivo de la actividad armada» de la banda terrorista ETA. Décadas de una lucha que unió a España y dividió al País Vasco, dejando para el recuerdo 864 asesinados, 354 de ellos civiles, miles de heridos y mutilados, secuestrados, torturados y extorsionados que se acumularon desde el verano de 1961 cuando esta banda comenzó sus acciones violentas.

 

El silencio que envuelve el desconocimiento sobre el tema del terrorismo,  solo lleva al olvido, por esa misma razón, no podemos nunca olvidar como la crueldad de ETA también se cebó con familias isleñas a las que destrozaron sus vidas. 



Carlos Troncoso Currito 
                                                                                                                                          

El primero de los atentados con víctima isleña, se produjo en la tarde del 22 de octubre de 1978, en Vizcaya, dos jóvenes guardias civiles eran asesinados y otros dos fueron heridos de gravedad cuando regresaban de cubrir un servicio en un campo de fútbol de Gobelas, en el barrio de Romo en Las Arenas, a unos 12 Km. de Bilbao. Dos comandos en una emboscada los ametrallaron a corta distancia cuando regresaban al cuartel a pie. Las víctimas fueron el sargento Luciano Mata, casado, de 58 años de edad, natural de Puebla de Valdivia (Palencia), y el guardia Luis Gancedo,  de 28 años, también casado y natural de Buyante (Asturias). En estado muy grave quedaron los guardias Andrés Silverio de 25 años, casado y nacido en Gaucín (Malaga) y el isleño Carlos Troncoso Currito, de 26 años, casado y natural de Isla Cristina (Huelva) quién sufrió un tiro con herida de bala en el pecho, con entrada por uno de los hombros y con heridas de postas en las piernas y codo, en total fueron siete impactos.  Su estado era muy grave, quedando inutilizada su pierna derecha con pérdida de fuerza. 

 

En una conversación personal mantenida con él a través de messenger, me  decía: “Desgraciadamente fui el primer isleño que sufrió un atentado terrorista  en el 78 y mi compañero Fragoso en el año 82, (D.E.P), éramos de la misma promoción,  Juan Cañavate, Bernabé Lima, José Fragoso y yo, Troncoso”.  “¡Dios existe Paco, Dios existe!”.


Moisés Cordero López 
 

El segundo atentado mortal se produjo en Guipúzcoa, el 28 de julio de 1979 contra el agente Antonio Pastor y el brigada natural de Isla Cristina, Moisés Cordero López de 51 años de edad,  casado y que dejó huérfanos a tres hijos de 21, 19, y 11 años, recibiendo 6 impactos de bala y falleciendo horas después,  el 29 de julio en la Residencia de Ntra. Sra. de Aránzazu.

 

Eran sobre las 22.40 h.,  en la casa-cuartel del barrio guipuzcoano de Herrera, cuando varios etarras, desde un coche Peugeot 404 a gran velocidad ametrallaron las instalaciones y alcanzaron a tres agentes. Mientras que los dos citados fallecieron horas posteriores al atentado en la residencia de Nuestra Señora de Aránzazu, un tercer agente, José Álvarez Hilos, conseguía salvar su vida pese a quedar herido y ser alcanzado por seis balas. 

El ataque a la casa-cuartel se había visto antecedido ese mismo día por el asesinato de dos policías nacionales en Bilbao. El contexto era de gran violencia después de que ETA comenzase una nueva ofensiva terrorista en respuesta a la aprobación del Estatuto de Guernica en su primer trámite y tras un mes sin causar víctimas. En Pamplona dos policías también fueron heridos intentando desactivar una bomba y se produjo el ametrallamiento de dos guardias civiles de tráfico que resultaron heridos. Ese mismo día también explotó un artefacto en un puente colgante de Portugalete y en el barrio bilbaíno de Urioste los ocupantes de un vehículo intentaron  atropellar a los agentes de un control de carretera.

Moisés Cordero, fue enterrado en el cementerio onubense de Encinasola donde había pasado su infancia y juventud, y donde tiene dedicada una calle.                                                                                        


José Fragoso Martín 

                                                

El tercer atentado con víctima mortal se producía a las 19:00 horas del 16 de febrero de 1982, en el que pereció asesinado el isleño nacido circunstancialmente en Larache,  José Fragoso Martín, de 31 años y que estaba destinado en el Servicio Fiscal del Puerto de Pasajes, fue encontrado muerto en el interior de su vehículo, un 127,  junto a su domicilio, en el barrio de Larzábal de la localidad guipuzcoana de Oyarzun con una herida de bala en la cabeza junto a tres casquillos de pistola.  José Fragoso, se dirigía a la ciudad de San Sebastián, por la carretera que va de Rentería a Oyarzún, cuando fue objeto del atentado por el grupo Donosti, en las inmediaciones del campo de futbol de esta localidad y quienes tres horas antes, habían asesinado a Benjamín Fernández, a Jesús María Zabarte Arregui y a Juan José Iradi Lizarazu.

La Capilla ardiente se instaló al día siguiente en el Cuartel de la Guardia Civil de Isla Cristina2, siendo cubierto su féretro con la bandera de España donde fue portado a hombros por sus compañeros hasta el campo santo, recibiendo cristiana sepultura en el cementerio isleño de San Lorenzo3. José Fragoso Martín, dejaba viuda y huérfanos a cuatro hijos.

 

Años más tarde en 1984, fue detenido José Mari Zabarte Arregui, alias “El Carnicero”, quién reconoció 24 asesinatos entre ellos el de José Fragoso Martín.

 

Sirvan estas  humildes líneas como homenaje para todos ellos, así como para  sus familias, víctimas todos de la sinrazón y que les fueron arrebatada sus vidas por una banda de asesinos en la plenitud de la vida y en el desempeño de su trabajo y el cumplimiento de sus funciones.

 

“Solo muere, quién es olvidado”. D.E.P

 

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1.- Encuesta  realizada por GAD3, octubre de 2020

2.- Periódico La Higuerita 23-2-1982

3.- Registro Municipal de Enterramientos. 

Nota: algunos de los datos han sido  recabados de la prensa nacional y mapa de los asesinatos de ETA.

 

miércoles, 1 de junio de 2022

El partido de fútbol entre isleños y leperos que fomentó y dio origen al San Roque de Lepe.

 Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-6-2022

Equipo isleño que en 1953 se enfrentó a un equipo de Lepe
 que dio origen al San Roque.

La casualidad de una grata visita, es el origen de este artículo que hoy,  viene a mostrarnos algunos datos interesantes y que podrían aportar un poco de más luz a los hechos que dieron origen a la fundación del actual C.D. San Roque, el equipo de fútbol de la localidad vecina de Lepe. 

Una conversación con el apreciado José Figuereo Domínguez, natural de Isla Cristina, y que nació el 29 de octubre de 1930, es decir, que cuenta con casi 92 años y una memoria envidiable, me puso en la órbita de lo que aconteció y de cómo sucedieron los hechos que vivió en primera persona y qué,  trataré de resumir.

Mientras hablábamos de su vida de emigrante allá por tierras catalanas y de la vuelta a su querido pueblo, y de lo que le gustan los artículos que publicamos en esta sección en el periódico La Higuerita, sacó de su cartera una fotografía con un texto escrito a mano por él en el reverso y me dijo, mira, este es el equipo de fútbol que se enfrentó por primera vez al San Roque de Lepe, yo fui su presidente,  y procedió a contarme la historia….

Inmerso en la redacción de este artículo, y con la intención de cotejar algunos de los datos que Figuereo me había facilitado, recurrí a la web oficial del San Roque de Lepe, llegando a la conclusión que se ajustaba bastante a lo que me había contado pero, era más que evidente, que no se narraba nada sobre este hecho puntual y que merece ser destacado. 

Afirma la Web,  que se tiene constancia de que la práctica del fútbol en Lepe viene de los años 20 del siglo pasado, partidos que se disputaban de manera informal, enfrentamientos aislados contra equipos de Cartaya e Isla Cristina, casi siempre coincidiendo con las fiestas de los diferentes pueblos y que el primer partido que consta, fue el 22 de mayo de 1927 en un campo improvisado que enfrentó al Juventud de Cartaya y al Hércules de Lepe.

Continúa diciendo, que en 1950 llega a Lepe,  José Arrayás Mora, un cura joven que quiso atraerse a la juventud a través el deporte creando un equipo de Acción Católica, al mismo tiempo, otro grupo de jóvenes, decidieron fundar otro equipo llamado Amigos de San Roque, en honor al Patrón de la localidad. El cura, llegó a la conclusión de que había que aunar esfuerzos y dio los primeros pasos para fundir a estos dos equipos en uno, lo que daría lugar al San Roque de Acción Católica, embrión del actual C.D. San Roque de Lepe. Prosigue la web oficial, que era tan grande la fiebre de fútbol en Lepe que el primitivo San Roque de Lepe de Acción Católica durante las fiestas de La Bella, preparó un partido en 1956 ante el Gibraleón en los terrenos de Rubalcaba (frente al actual campo municipal de deportes)

La versión de José Figuereo es la siguiente: “Había llegado a Lepe un cura de Valverde del Camino que se llamaba José Arrayás, reunió a un grupo de jóvenes leperos que no sabían lo que era un balón,  y contactó conmigo,  mi primo hermano que era concejal del Ayuntamiento de Lepe y que se llamaba Francisco Sánchez Domínguez. Él me pidió que llevara un equipo para jugar contra los leperos ya que el cura, estaba muy interesado en fomentar este deporte en la localidad vecina.

Yo le dije,  que por qué no llamaban para jugar al C.D. Isla Cristina y él me dijo que no, que eran muy buenos,  y que ese partido lo tenían que ganar los leperos para animar a la afición y fomentar el fútbol,  encomendándome que me encargara de formar el equipo”.

José Figuereo prosigue: “propuse la idea a Francisco Puerto Ponce, (Puerto el barbero) quién fue el encargado de realizar los fichajes, quedando yo como presidente,  a cambio, recibiríamos una gratificación de 1000 ptas.,  pero con la condición, de que no podíamos ganar el partido y debía quedar 8 goles a 5,  a favor de los leperos”.  De esta cuestión,  no era sabedor el cura Arrayás, ya que las gestiones las había pactado el concejal Francisco Sánchez con José Figuereo.

Finalmente, el partido se celebró el 15 de agosto, en la festividad de la Virgen de La Bella de 1953, en un campo improvisado en una era a las afueras del pueblo, donde se colocaron seis palos que hacían de porterías. A la finalización del encuentro, entre el clamor y el fervor que había producido la vitoria del equipo local, fueron agasajados en una caseta con una merienda cena,  en la que según cuenta, se hartaron de comer.

Por las fechas que hemos señalado, deducimos,  que este equipo formado por isleños, se enfrentó con casi toda seguridad al Acción Católica, o bien ya al San Roque de Acción Católica, ya que según nos apunta la web oficial, el primer partido tras la fusión tuvo lugar durante la festividad de La Bella en 1956, ( tres años después) y su constitución se produjo posteriormente,  el 31 de octubre de ese mismo año, y la federativa,  el 9 de febrero de 1957, por lo tanto, el partido contra el Gibraleón se produjo antes de la constitución como Club.

Podría caber también la posibilidad,  de que la fecha que nos apunta Figuereo 15-8-1953 no fuera exacta por una razón u otra, pero él nos asegura que si,  y afirma, que aquel equipo contra el que se enfrentaron fue el origen del C.D. San Roque de Lepe.

Entre los jugadores que formaron aquel equipo seleccionado por Francisco Puerto,  había grandes peloteros de la época,  así como algún que otro amigo invitado para rellenar el cupo,  ellos fueron: por la izquierda de pie José Figuereo Domínguez (Presidente), Chacho Juan (El halconero), Francisco Márquez Hernández (Paquito Matías), Rafael Morilla Gómez (El Boli), José Anacleto Martín (Pepe el Manco), Galán Fornieles García, Manolo Sosa Ramírez (Caridad), Enrique Jabares Beltrán, Manuel Álvarez Folch (Hermano del Fuñe), y Antonio Vargas.  Abajo por la izquierda, Manuel García Pinto (El Pinto), Francisco Puerto Ponce (El barbero), José Domínguez Canela (El Tequeté), Matías Márquez Hernández (El Tacatá, Cabecita de Oro,) Luciano y Manuel Rodríguez Madrid (El Misa).

martes, 17 de mayo de 2022

Momentos Hdad. de Ntra. Sra. del Rocío de Isla Cristina 1977-1978 Familia González Salgado

Entrañable vídeo familiar grabado en Super 8 por mi padre, durante las Romerías del Rocío de 1977 y 1978, y que me he entretenido en digitalizar.
En él, se observan muchos detalles especiales que para algunos pueden pasar desapercibidos, pero no para mi, MOMENTOS, pero sobre todo, las personas, esas que viven eternamente en nuestra memoria, especialmente mis ancestros, mis padres y mi abuelo Cristóbal, así como tantos que partieron hacia esas Marismas Azules del Cielo.
Música: Eva Lemont y Feliciano Pérez-Vera.

lunes, 16 de mayo de 2022

LA DEVOCIÓN, FUNDACIÓN E HIMNO A LA VIRGEN DEL ROCÍO EN ISLA CRISTINA.

Articulo publicado en el Periódico La Higuerita 15-5-2022

Foto familiar de rocieros sanjuaneros e isleños en la década de los años 30 con la Hdad. de San Juan del Puerto y en la que se encuentran mis abuelos paternos, arriba de pie a la derecha, Cristóbal González Fragoso y Ana Gómez González.  

 

Finalizados los cultos preparatorios para la Romería de Pentecostés 2022, y cuando la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Isla Cristina se encuentra inmersa en los preparativos para su caminar hacia la aldea almonteña, después de dos largos años de espera, motivados por la pandemia, en la que el 14 de marzo de 2020 fue declarado el estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria del COVID-19, y en la que la Stma. Virgen del Rocío ha permanecido en el pueblo de Almonte desde agosto de 2019, parece que la vida, lentamente va adquiriendo su normalidad.

La devoción rociera en Isla Cristina podríamos datarla,  a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando algunos isleños, de forma individual se postraban a los pies de la Virgen del Rocío. 

Es a raíz de la Coronación Canónica de 1919, cuando se produce una expansión devocional  en el llamado triangulo del rocierísmo que abarcaba las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz,  donde comenzaron a fundarse muchas corporaciones rocieras.

Curiosamente, en 1880 se funda la Real e Ilustre Hdad. de Ntra. Sra. del Rocío de Huelva, y un isleño, Don Manuel Martín Rodríguez, hijo del empresario armador Don Juan Martín Cabet, se convertiría en un gran colaborador de la misma, participando y viviendo la romería con dicha hermandad.

Bambalinas donadas por Don Manuel Martín Rodríguez en 1908.

Con la siguiente descripción en su interior:  ”Regalo de un devoto de Isla Cristina 1908”…
Son algunos, los documentos gráficos y así como las donaciones a la Virgen que hemos podido recabar, enseres de su ajuar donado por isleñas  (jarras de orfebrería), y  concretamente, las antiguas bambalinas bordadas en 1908 del paso que estrenó la Virgen hasta la Coronación Canónica y que fueron donadas por el mismo  Manuel Martín Rodríguez.

También durante la década de los años 30 o 40, Doña Hermenegilda Zamorano Soler (Gildita),  colocó en el interior del portal de su casa, dónde se ubicaba la escalera de acceso a la planta alta, y con entrada por la Plaza de las Flores, un artístico retablo cerámico de grandes dimensiones y espectacular belleza, que fue retirado antes del derribo de la vivienda y que al parecer, custodian sus herederos.

Un grupo de jóvenes rocieros de San Juan del Puerto, entre los que se encuentra arriba a la derecha Cristóbal González Fragoso ( mi abuelo) junto a su amigo Antonio Barroso Rodríguez "Currele",  quién  casó con la  isleña Arcadia Pardo Castillo. Foto de finales de los años 20, principio de los 30


No es hasta 1971, cuando comienza a fraguarse la creación de una Hermandad en Isla Cristina que aglutine ese sentir devocional hacia la Virgen del Rocío. Isleños y foráneos que llegaron a nuestra localidad desde otros lugares de la geografía provincial, especialmente del Condado y Huelva capital, comienzan a reunirse y a dar forma a la futura Hermandad isleña.

Fundada en 1973, son aprobados sus estatutos por el Rvdmo. Sr. Obispo de la Diócesis de Huelva,  Don Rafael González Moralejo, el 7 de enero de 1974, siendo erigida canónicamente en la Parroquia de Ntra. Sra. del Mar, parroquia de reciente creación, el 10 de octubre de 1972,  y dirigida espiritualmente,  por el sacerdote Don Manuel Gómez Orta.

Tras escrito presentado por la secretaría de la hermandad, en la que se  solicitaba el traslado de sede, el Sr. Obispo, tras las razones aducidas y estando conforme los dos Párrocos interesados, dio consentimiento para  que la Hermandad del Rocío de Isla Cristina se trasladara a la Parroquia de Ntra. Sra. de los Dolores,  donde quedó canónicamente establecida el 2 de octubre de 1975.

Durante los cultos preparatorios para la romería de 1976, durante la sabatina organizada por dicha hermandad, tuvo lugar la inauguración de la capilla-altar para el Simpecado de la Virgen, (actualmente, hoy  puerta de acceso a la Capilla del Sagrario de la Parroquia) “presentada de una manera sencilla y sin embargo pletórica de divina belleza”1. Durante aquel mismo acto, fue escuchado un himno dedicado a la Virgen del Rocío, con letra de la apreciada y estimada Doña Antoñita Martín Tortosa y la música del propio Director Espiritual Don Manuel Martín Gil.

Tarjeta impresa con el himno publicado en 1976


Durante los cultos previos a la romería de 1998, coincidiendo con la conmemoración del 25 aniversario fundacional, Doña Antoñita Martin Tortosa, a instancias de este que suscribe, reunió a un grupo de mujeres, antiguas componentes que habían pertenecido a los desaparecidos coros de Acción Católica e Hijas de María,  y que ella misma había dirigido, recuperando e interpretando una vez más este himno, al que puso letra y el párroco Martín Gil, dio forma musical,  y que hoy hacemos público.

 

Primera página de la partitura del himno a la Virgen del Rocío. 

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1.- La Higuerita, 20-6-1976

PD:  Cuando ya se había publicado este artículo, durante el traslado de la Stma. Virgen del Rocío, el pasado 29 de mayo, estuve preguntando a las mujeres almonteñas que portan los enseres de la Virgen, sí tenían conocimiento de la existencia  de una preciosa jarra de orfebrería, ya que en uno de los traslados tuve la dicha de toparme con ella, pero no la recordaba bien. Todas me respondieron con agrado, y me facilitaron el poder ojearlas. 

Al final,  ya entrada la tarde, tuve la suerte de toparme con ella. Me llamó la atención las características y el diseño de una jarra de plata que portaba una chica, que no era otra que la artista Macarena de la Torre, estuve conversando un breve momento con ella y su marido, y me confirmaron lo que presagiaba, la jarra que portaba, y que antes había portado su madre muchas veces,  era una de las jarras que el isleño Manuel Martín Rodríguez donó a la Stma. Virgen del Rocío el 17 de Agosto de 1922 en la víspera del Rocío Chico y que este año cumplirá 100 años.

Macarena, me comentó que existía otra exactamente igual. 

Macarena de La Torre portando la jarra donada en 1922
por Manuel Martín Rodríguez

Parte del texto que acredita dicha donación.


domingo, 1 de mayo de 2022

COMPOSICIÓN Y FINES DE LA COMPAÑÍA INFANTIL DE DESEMBARCO DEL GRUPO ESCOLAR “NTRA. SRA. DE LOS ÁNGELES” (COLEGIO DE LA ERMITA)

Artículo publicado en el periódico La Higuerita  1-5-2022


Los chiquillos de la escuela en la puerta de La Ermita con el uniforme
de la Compañía de Desembarco y arropados por la bandera de España. 1922 

El 15 de enero del presente año, publicábamos un artículo en La Higuerita titulado: “Cuando se cumplirán cien años de El Batallón Infantil de Desembarco”.

 

Hoy, tras haber recopilado más documentación al respecto, quisiera ampliar algunos datos que creo, pudieran ser interesantes para el conocimiento de lo que fue en su momento,  y qué fines tenía “La Compañía Infantil de Desembarco” que se presentó a los isleños durante la celebración de las fiestas en honor a la Stma. Virgen del Carmen en 1922.

 

Esta entidad infantil, formada por niños, estaba constituida por tres secciones, cada una de ellas al mando de un oficial, que tenía la graduación de alférez de Navío, (empleo que se asimila al de sargento de las fuerzas de tierra) a cuyas órdenes inmediatas se encontraban dos maestros, cuatro cabos y veinticuatro marinos. Además, la integraban una escuadra de gastadores, formada por ocho números al mando de un cabo; la banda de cornetas y tambores, constituida por ocho de los primeros y cuatro de los segundos, formando parte de la misma un cabo de cornetas y otro de tambores, todo bajo la dirección del maestro, que tenía graduación de maestre.

 

Esta agrupación imitaba a las de verdad, la escuadra y banda estaban bajo las órdenes de un alférez de Navío, el cual se encontraba investido en funciones de abanderado. El mando de todas estas fuerzas, lo asumía un teniente de Navío, cuya asimilación a las fuerzas terrestres, tendría el empleo de capitán.


Jefe: Teniente de Navío Antonio Aponte Martín.
Alférez de Navío: Manuel Hernández Rubio
Victoriano Aguilera Cabeza
Tomás Méndez Escobar
Alférez Abanderado: Manuel Cabot Milá
 

Todos estos niños fueron seleccionados entre los 402 alumnos distribuidos en los cuatro grados con los que contaba el centro, y los empleos y categorías, se proveían por los meritos contraídos en la propia escuela, siempre que pudieran ser armonizados con las dotes de mando. En la compañía, se les enseñaba, además de los movimientos y evoluciones en vigor en la táctica de las tropas de infantería, la gimnasia sueca, por uno de los tratados más racionales en esta materia de la época,  del profesor Kumlien, así como las señales de brazos con banderas para comunicarse a pequeñas distancias, según lo tenía dispuesto nuestra Marina de guerra. 

 

Esta institución estaba dirigida a la formación y a acostumbrarlos a la  disciplina social y el respeto, todos alumnos del Grupo Escolar de Ntra. Sra. de los Ángeles, y se basaban en los criterios de que se les hacía fuertes por medio de la gimnasia y los paseos militares, y se les inculcaba la idea de que para conseguir puestos de honor y distinción, había que ganárselo por su propio valor; pues ya para ostentar el nombramiento de ser oficiales, se tenían en cuenta los méritos aportados por cada uno, que fueron sus reales credenciales. Hasta el punto se llevó este criterio a la práctica, que a dos de los cuatro oficiales se les  costeó el uniforme, por no encontrarse los padres en condiciones de realizar dicho gasto.


Don Juan Acosta de la Torre junto al benjamín de la Compañía
Salvador Contreras, recibiendo ordenes del instructor.
 
 

Don Juan Acosta de la Torre, de profesión practicante y alma de la organización infantil, afirmaba, “que cuando el niño deja la escuela para dedicarse al aprendizaje de cualquier arte u oficio, empieza a perder de manera insensible, una parte muy considerable del caudal de conocimientos con que se le pertrechó en la escuela, a expensas la mayoría de las veces de muy grandes sacrificios por parte del maestro, el cual ve con verdadera pena, que toda la labor realizada se pierde sin que dé el fruto que corresponde a una tarea tan ímproba como la constituida por la enseñanza (…) y si antes que el niño abandone la escuela, le acostumbramos a concurrir a un local en donde de forma amena, vayamos reforzando y aumentando conocimientos adquiridos, si a medida que va creciendo, y con él su gustos, aficiones o necesidades de saber más, vamos poniendo a su alcance, libros y revistas que le instruyan y sirvan de alimento a su alma ( pues ya es sabido que no solo de pan vive el hombre); si más tarde le inculcamos que para hacer frente a las contrariedades y luchas que la vida trae consigo, no basta solamente ser honrado, laborioso e instruido, sino que se necesitan muchas más virtudes colectivas (independientes de las que individualmente posea) que son indispensables a todo pueblo culto; si por último, le enseñamos a organizarse socialmente para fines beneficios a la comunidad y con arreglo a las doctrinas del Crucificado; entonces y sólo entonces será cuando hayamos derrotado a ese despótico y temible imperio de la incultura”. 

 
El Batallón Infantil desfilando por el Paseo de los Reyes en dirección al antiguo Ayuntamiento.

 

Aquellas sabias y sanas enseñanzas impregnaron el germen a muchos de aquellos niños de una generación humilde, culta y laboriosa,  que vestidos de soldaditos con sus blanqueadas cabezas rindieron sus cuerpos a la acción del tiempo, y a este terruño que les vio nacer,  teniendo como escenario una alegre plaza del pueblo  y la multitud en las calles de una Isla Cristina entusiasmada que les aplaudía y que sellaron con un beso el juramento de fidelidad a la sagrada bandera de la Compañía Infantil. 

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Fuente: Argos  4-10-1922


sábado, 16 de abril de 2022

Las diligencias regulares Huelva-Ayamonte con parada en El Empalme de Isla Cristina.

 Articulo publicado en el periódico La Higuerita  15-4-2022


Diligencia Huelva-Ayamonte. 
Archivo Histórico de Pepe Morales en Punta Umbría.

Al escribir sobre las diligencias, se nos viene a la mente esas imágenes de las películas del viejo Oeste americano, en la que casi siempre, aparecen alguna que otra secuencia de carruajes tirados por caballos y las diligencias huyendo de los indios o siendo asaltadas por ladrones.

Fue la diligencia durante mucho tiempo un medio de transporte imprescindible, el más rápido y cómodo de la época, que incluso fue utilizado para trasportar el dinero de los bancos, lo que supuso, el incremento de asaltos, ya que para entrar o salir de Isla Cristina hasta entonces, existían solo dos medios de trasporte, el marítimo y la diligencia. 

En el viejo continente, en Europa, en el siglo XIX las diligencias, en un principio, comenzaron utilizándose para transportar el correo de un pueblo a otro, no tardando los propietarios de aquellos coches de caballos en darse cuenta de que resultaba más rentable trasladar a personas haciendo recorridos fijos con rutas establecidas.

Las diligencias eran carruajes de cuatro ruedas, con amortiguadores, techo y cristales para hasta seis pasajeros, tirados por dos o más caballos, que dirigía un cochero sentado generalmente en el techo. Curiosamente, los pasajeros más asiduos y pudientes que utilizaban este servicio, usaban unos capotes o gabardinas para proteger la ropa del polvo.

El recorrido desde Huelva a Ayamonte, se realizaba con paradas en Gibraleón, Cartaya, Lepe y El Empalme de Isla Cristina, en donde a su vez recogían a los pasajeros procedentes de Isla Cristina y La Redondela que llegaban en otro carruaje procedente de estos núcleos urbanos y proseguía hacia Ayamonte y viceversa.  Hacía 1860, su dueño era el portugués llamado Antonio Torremocha1,  alias “el diligente”.

Diligencia Ayamonte-Huelva por el Muelle del Sur (Ayamonte)

Esta línea Ayamonte-Huelva, llegó a tener más 6 carruajes en funcionamiento de distintos tamaños, siendo la más pequeña tirada por dos mulos y la mayor de 20 plazas, por ocho mulos, que se utilizaba en función de las personas a transportar. A partir de la proclamación de Huelva como capital de la provincia en 1833, aumentó, considerablemente, el transporte de personas. 

Este fue el germen de que el portugués Arturo Damas, se instalara en Huelva, ya que tenía otro servicio de diligencias en el sur de Portugal, que es el mismo que enlazaba con la línea de Ayamonte. 

En 1880 las empresas2 que ofrecían este servicio entre Huelva y Sevilla y viceversa entre otras, eran “La Victoria” y “La Sevillana”.  La tarifa de precios era la siguiente: Berlina 90 reales, Interior 72 reales, Cupé 54 reales y Banqueta 35 reales. Los puntos intermedios en el trayecto,  se cobraban proporcionalmente sobre la tarifa que se regía. 

La vida en la ciudades y los pueblos de España, desde principios del siglo XIX, hasta bien entrado el XX, no era entonces tan cómoda como hoy,  ni había medios de locomoción ya que no existía el tren ni los vehículos a motor.  En lo que al tráfico de mercancías se refiere, uno de los ingresos más importantes se debía al pescado fresco; en 1892 Ayamonte e Isla Cristina habían producido 9500 toneladas de pescado fresco3. En aquel momento, al no existir aún una línea ferroviaria entre Ayamonte y Huelva,  una media de 10 carros llevaba diariamente durante nueve meses en el año, unos 1500 kilos cada uno hasta las estaciones ferroviarias de Gibraleón o Huelva para ser reexpedidas al resto de España, ya que el tren Huelva- Sevilla llegó el 15 de marzo de 1880 y la Huelva-Zafra con enlace en Gibraleón el 24 de enero de 1884. 

Anunciaba la prensa4 de la época, que el día 1 de diciembre de 1880 una nueva  empresa “La Mogueleña”, comenzaría a realizar viajes diarios desde Huelva a Ayamonte y viceversa. Los coches serían guiados por los acreditados y antiguos mayorales Basilio Espinosa y Francisco Santana, la hora de salida sería a las 2 de la tarde de uno y otro punto al precio de 2 reales y medio por legua. Los precios de equipajes serían de extremos económicos.  En dicho comunicado, la empresa se jactaba de que no dudaban de que el público favoreciera este proyecto, tanto por la conveniencia que se ofrecía, como por la puntualidad y esmerado cumplimiento en cuantos actos se relacionaran con dicha empresa. La Administraciones estaban en Huelva, en la Posada de Dos Puertas en C/ Placeta y en Ayamonte en C/ Real, número 9. 

Desde 18625 la empresa “La Ayamontina” venía realizando también viajes diarios desde Ayamonte hasta Huelva y viceversa,  sin lamentar la menor falta ni recibir queja de ningún viajero.  El horario de salida desde Ayamonte era a las 5 y media de la mañana, y la vuelta desde Huelva a las 2 de la tarde. Los precios eran los siguientes: Interior 16 reales, Banqueta 12 reales y en los intermedios, 2 reales por legua.

 El 14 de agosto de 1936, entró en funcionamiento la línea ferroviaria Gibraleón-Ayamonte, que atravesaba las localidades de Gibraleón, Aljaraque (Apeadero), Cartaya, Lepe, La Redondela, Isla Cristina (Apeadero) y Ayamonte,  este hito en las comunicaciones hizo que desaparecieran las diligencias y el transporte por tracción animal. Este servicio ferroviario, también dejó de operar en 1987 bajo el criterio de sus elevados costes de explotación con respecto a su demanda, ya que existían nuevos servicios públicos de autobuses y vehículos que cubrían los desplazamientos de pasajeros, siendo desmantelada toda la red ferroviaria. 

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1.      Archivo Histórico de Pepe Morales en Punta Umbría. 

2.      La Provincia 26/1/1880

3.      IV Congreso Historia Ferroviaria: Málaga, septiembre 2006

4.      La Provincia 28/11/1880

5.      La provincia 4/12/1880

sábado, 2 de abril de 2022

ISLA CRISTINA, PASODOBLE. GERARDO JIMÉNEZ VAQUERO. VERSIÓN ORIGINAL

Versión original del pasodoble Isla Cristina de Gerardo Jiménez Vaquero,  interpretado por la Banda de Música del Primer Tercio Móvil de la Guardia Civil, con la voz del barítono Luis Sagi-Vela.    

Grabación recuperada por  Francisco González Salgado.


viernes, 1 de abril de 2022

LOS PUENTES DE ISLA CRISTINA.

 Artículo publicado en el periódico La Higuerita  1-4-2022

Fotomontaje de archivo.
La foto del viejo puente de madera está coloreada por José M. Figuereo. 


A lo largo de la historia, los puentes nos han permitido facilitar la comunicación y el movimiento entre personas, abriéndonos  las puertas a un futuro mejor con solo unir dos puntos distantes entre sí, permitiendo actividades sociales, mercantiles, recreativas, turísticas, etc.

El viejo puente de madera que unió por primera vez la barriada del puente con Isla Cristina, fue construido por don Miguel Cordero Toscano1, natural de Huelva e inaugurado en 1889 siendo alcalde don Serafín Zarandieta Casanova. Su consecución fue gracias a las gestiones de don Luciano Vázquez Zarandieta quién había sido alcalde durante los años de 1868 y 1869 además de diputado provincial, lo que sirvió para conseguir un gran logro para la población al unir las dos orillas de la ría del Carreras,  ya que anteriormente esa comunicación se hacía por medio de lanchas y barcazas (de las utilizadas en Coria del Río2 y que cruzaban el rio Guadalquivir,  para hacer este servicio en nuestro pueblo). Este hito hizo que el ayuntamiento rotulara con el nombre de Luciano Vázquez a la antigua calle Carreras que durante la dictadura cambió a General Queípo de Llano  y actualmente ostenta su nombre primitivo.      

Descansaba su estructura sobre vigas y pilares de hormigón, con la característica de que era giratorio3 por uno de sus tramos, ya que se abría con una palanca, facilitando así el tránsito marítimo de los barcos.  Este continuo tránsito por el mismo, y única salida y entrada a la población viable,  hizo que su vetusto armazón se fuera debilitando por la  erosión del agua salada y las inclemencias del tiempo, así como por el uso continuo del mismo. Su demolición se produjo en 1937, una vez en servicio el nuevo puente de hierro, utilizándose para ello la técnica de voladura4 con dinamita en sus pilares, dirigiendo las explosiones el  capitán de la Guardia Civil en Isla Cristina don Felipe Ortega.

El puente de la Punta del Caimán sobre el Caño del Cepo, que unía a la barriada de Punta del Caimán con  la localidad por el Miramar, fue construido en 1928 durante la alcaldía de don Emiliano Cabot Alfonso, siendo sustituido por otro en la década de los años 30 aprovechando el forjado de cemento del anterior que se había hundido adosándole una estructura de madera sobre la zona más alta de arena que unió nuevamente las dos orillas. En 1933, la prensa local nos informaba5 de que en el mes de marzo se celebró  una sesión municipal, y a instancias del Alcalde Pedáneo de la Punta don Juan Pino Lozano, lo único que se había hecho era recolocar cuatro tablas que faltaban al piso y que fueron pedidas de favor por particulares. También la prensa se hacía eco del accidente que el ex sargento de los carabineros don Francisco Vázquez había padecido y que se encontraba en cama convaleciente causado por el abandono del viaducto, hecho que dio lugar a que se interviniera con algunos remiendos en el piso, barandillas y se reforzara dándole mayor fortaleza y seguridad. Este puente, desapareció a finales de los años 50, al construirse dos muros de contención a la ría y el posterior relleno de la zona.

El puente de hierro, situado más a levante con acceso a la población por la marisma y la antigua calle del Molino (hoy Avda. Huelva) fue durante algunos años rotulada con el nombre del  ingeniero que lo diseñó don Juan Bautista Conradi, ingeniero del Puerto de Huelva.  Sus obras se iniciaron en 1930  siendo concebido su uso para el ferrocarril,  de ahí la estrechez de su vía que imposibilitaban el paso a la vez en paralelo de dos vehículos de importante tonelaje, principalmente autobuses y camiones. La mala situación del puente de madera hizo de  aquella solución,  que aunque no era la que Isla Cristina necesitaba,  viera  su viabilidad, adosándole en los laterales sendos pasillos de voladizo para facilitar el paso a los peatones y evitar así,  que las personas lo cruzaran por el interior.  Fue inaugurado y abierto al tránsito en 1932  siendo alcalde don Antonio Noya Beltrán.  

El Puente Infanta Cristina fue inaugurado en 1978, siendo alcalde don Emiliano Cabot del Castillo, y se construyó en paralelo al hoy desaparecido puente de hierro, rotulándose años después  en honor a la infanta Cristina de Borbón y Grecia con motivo de su visita a la localidad el 8 de septiembre de 1989 para asistir a la botadura de la carabela Pinta. Es el principal acceso a Isla Cristina, que soporta diariamente más de 10.000 vehículos, en 2021 fue intervenido por vía de urgencia ante  una serie de patologías estructurales graves, asociadas a procesos de corrosión extrema de las armaduras a causa de los ataques por cloruros en ambiente marino, incluso con pérdida de posiciones, agrietamientos, fisuraciones, faltas de recubrimiento y desconchones,  etc.

En los años 80 de manera muy rudimentaria se colocó una pasarela flotante con bidones y una plataforma de madera,  que dio paso a la posterior construcción del primer Puente de la Gola, para unir la playa de Punta del Caimán con  la lengua de mar abierto que se denomina Playa de la Gaviota, este puente fue construido en 1989 bajo el proyecto “El Cantil” promovido por la empresa Bekinsa para dotar de un mejor servicio a las nuevas construcciones que se estaban realizando en la zona. El deterioro por la agresión de la mar y la baja calidad en su construcción así como el robo continúo de sus maderas, obligó al ayuntamiento presidido por Francisco Zamudio Medero a cerrarlo y a colocar un nuevo puente provisional flotante de poliéster en 1997 hasta que en 2003 la Dirección General de Costas  construyó el actual. Varias han sido las intervenciones de mantenimiento, teniéndose que cerrar su paso y habilitando plataformas flotantes hasta su arreglo, la última y definitiva intervención se realizó en 2017 que contemplaban el fortalecimiento de la estructura y la sustitución de las bases de las torretas de apoyo originales de madera por otras de hormigón.

Además de estos puentes ya reseñados, en el actual término municipal de Isla Cristina, en el Camino Real que iba desde Sevilla a Ayamonte, en el siglo XVIII en torno a 1787, aparece documentado6 un puente de material, de un solo ojo a distancia de un tiro de bala de La Redondela hacia poniente, para salvar el paso del caño del Prado del estero de Vaciatalegas (hoy ría Carreras) en dirección a Ayamonte. Actualmente, el puente del Prado existe soterrado por la carretera  HV-4121 que va desde la propia localidad de La Redondela a Pozo del Camino y sirve de desagüe a las lluvias y a la Laguna del Prado Hondo.

Puente de un solo ojo, que nos sirve de ejemplo de cómo aproximadamente pudo ser el puente Del Prado en su desembocadura en Vaciatalegas (ría Carreras)

También existe en dicho término otro puente, en la misma HV-4121 construido para salvar la carretera elevada y permitir el tránsito ferroviario que comenzó a funcionar en la zona en 1936.

Sería notable destacar que dentro del término municipal, en la zona de campiña y especialmente en la marisma, existen pequeños puentecillos o pasarelas que comunican los pesqueros y las salinas pero que no alcanzan el grado de puentes para ser reseñados. 

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1,3,4.- Sosa Rodríguez, José. Historia de Isla Cristina (Biografía sentimental) Capitulo IX

2.- Mirabent Feu, María Teresa. Revista de la Fiestas del Carmen 2017, aunque presumimos que cofunde Alcalá de Guadaíra con Coria del Rio, ya que este primero, no cruza el Guadalquivir.

5.-  La Higuerita 28-8-1933

6.- López, Tomás. Diccionario geográfico. Libro 7.301. La Redondela (Biblioteca Nacional)