domingo, 21 de febrero de 2021

Isla Cristina de Gerardo Jiménez Vaquero. Versión de Carlos Jara



Pasodoble "Isla Cristina" de Gerardo Jiménez Vaquero, versionado por Carlos Jara.
Guitarras: Carlos Jara Martín e Ignacio Vinagre Pérez
Voz: Francisco González Salgado

sábado, 20 de febrero de 2021

HIMNO DEL CARNAVAL DE ISLA CRISTINA

 



HIMNO DEL CARNAVAL DE ISLA CRISTINA

ISLA CRISTINA PRECIOSA
TIERRA DE NUESTROS AMORES, 
TE OFRENDAMOS POR HERMOSA
NUESTRAS MÁS BELLAS CANCIONES.
NUNCA TE DESPRECIAREMOS
PORQUE TE FALTE LA VIDA, 
SALVARTE PROCURAREMOS
PARA VERTE FLORECIDA.
UN FANDANGO ES TU AGONÍA,
ES TU LLANTO DE GUITARRA,
TU SUFRIR, LA REBELDÍA,
DE UN CORAZÓN DE GITANA.
TU ERES JOVEN Y LABORIOSA,
TÚ NO MERECES SUFRIR LOS TORMENTOS
DE UNA CRISIS QUE DESTROZA
Y CONVIERTE TU SONRISA EN LAMENTOS,
QUE PROCUREN LOS QUE PUEDAN
SOLUCIÓN PARA TANTA AGONÍA
Y BRINDEMOS PORQUE VUELVA
A ESTE PUEBLO PRONTO LA ALEGRÍA. 


Voces:
José María Rivero Lagarejo
Juan Columé Millán
Miguel Gómez Martínez
Juan Carlos Casado Carrillo
Mateo Jesús Rodríguez Macías
Francisco David Sosa López
Eugenio Sosa Yaque
Carlos Columé Morcillo
Juan Venegas Columé
Emilio Bogarín Díaz
Isabel María Columé Pérez (KEKA)
José Cárdenas Cabalga (TUMBI)
Francisco González Salgado
José Antonio Monclova Rodríguez
Natanael López Mirabent

Guitarra:
Ignacio Vinagre Pérez

Caja:
Juan Antonio Redondo Jiménez

Grabación de instrumentos:
Carlos Jara Martín

Montaje y edición de vídeo:
Enrique López Nieves

Voces:
Francisco González Salgado

Himno del carnaval de Isla Cristina:
Coro “Los Cosacos” 1935

Letra:
Juan Figuereo Fernández

lunes, 15 de febrero de 2021

EL CARNAVAL DE AYER, HOY, Y SIEMPRE.

Articulo publicado en el Periódico La Higuerita 13-2-2021


Componentes de la Murga "Los Caprichosos" 1935


Cuando el mes de febrero alcanza su plenitud en el calendario, el disfraz resurge para convertirse en el elemento fundamental de la Fiesta.

El Carnaval de 2021, pasará a la historia por sus restricciones,  y la nula organización de todo evento oficial,  así como de cualquier tipo de acto público, motivado por la situación de pandemia que estamos padeciendo. Será la primera vez en la historia, que la 54 edición del Concurso de Agrupaciones no haya sido convocada, esperando soplen mejores y sanos vientos.

La madurez y el sentido común de una sociedad adulta, tiene la responsabilidad de gritar que ya habrá tiempo para romper ese orden establecido que enfrenta a las clases sociales, que libera los instintos más profundos y rompe las represiones.  Así fue, así ha sido y lo será a lo largo de la historia.  El Carnaval este año,  lo celebraremos en casa.

En la era de las tecnologías, las redes sociales se llenan de colorido, ingenio, poesía, música, recuerdos y de ese cúmulo de vivencias que nos transportan a una época ya vivida y recordada con cariño, donde se adornan los balcones, se desempolvan los álbumes de fotos, algún que otro atrevido se transforma y se cantan coplas que nos emocionan. El Carnaval invierte el orden de las cosas, mientras se come, se bebe, se ironiza y satiriza a la sociedad y a la autoridad. En definitiva, da rienda suelta a la fantasía y a la libertad.

¿Quién ha dicho que este año no tenemos Carnaval?, en Isla Cristina,  estamos,  y se vive el Carnaval, porque cómo dijera una vez Marcelino Fernández Concepción “El Zoilo”,  a la pregunta de un forastero que nos visitaba, qué cuándo era el Carnaval, este le respondió con guasa: “aquí Carnaval es to el  año”.

Hace algunos años, en una conversación personal mantenida con mi recordado y apreciado amigo Pepe “Araceli”,  que en Gloría esté, charlando y analizando sobre la situación de los últimos carnavales, la baja participación del pueblo el lunes y martes de Carnaval, y de cómo se estaban desarrollando las carnestolendas me dijo: “Sí quieres que la gente  vuelva a llenar las calles y se disfracen en masa, lo que tienes que hacer es prohibirlo, verás como todo el mundo sale disfrazado y recuperamos esto”. Sabia reflexión de Pepe, quién conociendo la idiosincrasia del isleño, decía “solo hay que tocarle las palmas para que hagan todo lo contrario”,  así supervivieron nuestras carnestolendas cuando aquella juventud en la década de los años 50 del siglo pasado,  tomaron la calle para manifestar ese sentimiento  nacido y heredado del pueblo,  y que dio lugar en 1968 a las maquilladas Fiestas Típicas de Invierno para que en 1978,  recuperaran su verdadero nombre;  Carnaval.

En esa misma línea de publicar fotos antiguas, hoy traigo una nueva fotografía inédita, de nuestros carnavales antiguos. Corresponde a un grupo de seis jovenzuelos, componentes de la murga “Los Caprichosos” dirigida por Hermenegildo Barrera y que estuvo organizada por José Sosa Rodríguez (Joselillo,  El Cabo tambor) en 1935.

Ante la imposibilidad de ordenarlos son los siguientes: Baldomero, Roberto, Manolo “El zapatero”, Paquillo “El de las castañas”, y los dos de la derecha son: Pedro Rojas “El Yila”  y Miguel González “El traíña”.

Tanto la fotografía, como la relación de nombres, me fueron facilitadas hace algún tiempo por Dolores Rojas Reiné, hija de Pedro “El Yila”,  a quién desde estas líneas hoy quiero agradecer, destacando esta graciosa letrilla interpretada durante el Carnaval de 1935 por la murga “Los Caprichosos”.  

Una tarde en las Palmeras oímos una voz

por una tremenda bocina que propagaba

los dulcitos de Pavón.

El maestro con mucha guasa

fue y le dijo así:

para esto te pintas solo

y el pobre Diego en su Pregón

volvió a decir:

Mazapán y bizcotelas,  lenguas y tetas de vacas,

cristianas y polvorones, dulces de cremas y sultanas

y los sabrosos bombones.

Empezamos a sonreír cuando nos dijo que buena:

se han puesto como un barril,  

por probar las magdalenas

los niños de don Fermín.

lunes, 1 de febrero de 2021

EL CARNAVAL DE ISLA CRISTINA EN EL TEATRO FALLA

 Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-2-2021

Cancionero de Los Neoyorkinos 1972 por Horacio Noguera


Hace algún tiempo, mi apreciado amigo Manuel Correa Muñoz,  elegido pregonero del Carnaval 2021 por la Peña “Los Espaciales”,  con quién tuve el honor de coincidir  casi siendo un niño en 1984,  en la comparsa “Noche y Día”, aquella misma que fue invitada al programa más televisivo de la TVE, el “Un, dos, tres,……” me hizo llegar la capturación de imagen de  la portada del cancionero de una agrupación isleña a la que había  pertenecido,  y con la que se presentaron en el Teatro Falla de Cádiz,  llamándome bastante la atención, ya que se anunciaban como los “Neoyorkinos” (Cádiz).

Ahora, cuando deberíamos estar inmersos en las Carnestolendas de 2021, y disfrutando de su esperado pregón,  y alejados de esta maldita pandemia que nos azota, quiero hacerlo público por su interés documental para los aficionados así como varios recortes de prensa.   

Programa de mano Gran Teatro Falla 
16 y 17 de mayo de 1972

Se trata del programa de mano con el orden de actuación del Gran Teatro Falla de Cádiz, en sus Fiestas Típicas Gaditanas (aún no se podía utilizar la palabra Carnaval y se celebraban en mayo) correspondientes a los días 16 y 17 de mayo de 1972, donde  “Los Neoyorkinos” dirigida por Wenceslao Ríos Mora, defendieron el pabellón isleño con un repertorio adaptado para la ocasión por los grandes de la fiesta por aquellos años,  W. Ríos, Bartolo Beltrán, Pepe Biedma y Horacio Noguera,  con un repertorio exclusivo para Cádiz  y otro para el concurso de Isla Cristina, que ya se había celebrado meses antes en Teatro Gran Vía de la localidad.

 

Otra de sus curiosidades, es que observamos, que no especifica la modalidad a la que representaban, ya que por aquellos años, sólo existían Coros o Chirigotas, la Comparsa gaditana actualmente conocida, llegaría  posteriormente y es atribuida en 1975 a la figura de Paco Alba, dada su buena afinación y calidad literaria,  quién obtuvo ese mismo año el primer premio de comparsa con la chirigota “Los Belloteros” que compitieron con “Los Napolitanos” de Pedro Romero, quiénes consiguieron el primero de chirigotas. Este hecho histórico en el concurso de la Tacita de Plata, y que no agradó a los aficionados,  originó la nueva modalidad hasta nuestros días.

Recorte de prensa, Los Neoyorkinos en el Falla. 


Esta no fue la única agrupación isleña que por aquella época  participó en el Certamen Gaditano, ya que en 1970 lo hicieron por primera vez “Los Turistas del Tirol”,  dirigida por Juan Columé Millán, en el concurso regional dando una gran imagen y consiguiendo un Accésit.  En 1971, se creó un apartado provincial,  para que las agrupaciones de Cádiz capital compitieran entre ellas y las isleñas fueron incluidas junto a las del resto de provincias, “Los Camborios”, quiénes darían nombre a una saga de agrupaciones salidas de su seno y que ensayaban en la Pastelería “Pavón” que regentaba José Biedma Viso, alcanzaron el 2º Premio.  En  1972 “Los Neoyorquinos”, consiguieron el 3º Premio. En  1973 “Los Mariachis” el 2º Premio,  y en 1974 “Los Románticos” no pudieron alcanzar la final, todas ellas dirigidas por el gran Wenceslao Ríos Mora y la mano artística y literaria de Horacio Noguera Gómez.

Fueron cinco años de glorias, ofreciendo un gran nivel e impulsados por la efervescencia de un carnaval recuperado en 1968 con el nombre de “Fiestas Típicas de Invierno” y por una juventud pujante,  llena de ganas de hacer Carnaval, que crearon escuela y tradición en las generaciones venideras y especialmente, por el germen de las agrupaciones “Los Yeyés de los años 30” y “Los Camborios” quienes consiguieron proyectar nuestro concurso de agrupaciones y nuestras fiestas más genuinas y participativas a toda la geografía provincial y andaluza.

Muchos años después, ya en otra etapa, sería  Juan Antonio González Jimeno,  quién en 1997 se atrevió a pisar las tablas del actual Concurso Gaditano  con el Cuarteto “Usted se calla la boca” así como las comparsas dirigidas por Ana Salas Beltrán (nieta de Bartolo) quién recogiera aquel testigo y de una forma romántica, en 2014 con la Comparsa “Tras el Telón,  en 2015 “La Verdad de la Mentira”, en 2019 “Eterna”,  y en 2020 “Érase una vez” compaginaron el concurso isleño con la participación en el concurso gaditano actuando en  fase de preliminares.   


viernes, 15 de enero de 2021

JOSÉ MIRABENT PASCUAL, EL CÓNSUL DE ISLA CRISTINA.

 Artículo publicado en el periódico La Higuerita 15-1-2021


Nota: La fotografía de cabecera, ha sido retirada al no corresponderse con el personaje, tras la información facilitada por María Teresa Mirabent Feu y Agustín P. Figuereo, ya que corresponde a Antonio Cañavate Sánde, Ayudante de Marina en nuestra localidad. A pie de foto advertíamos que por los datos barajados e indagaciones realizadas, que presumíamos, que por su uniformidad y la marca del fotógrafo, la imagen podría corresponder a José Mirabent Pascual. 


 A lo largo de la historia no son pocos los personajes isleños que han despuntado y ocupando cargos estratégicos de responsabilidad e influyentes en los diferentes ámbitos de la sociedad española; economía, política, el mundo empresarial, la cultura y las letras, la música, el deporte etc….


Hoy rescatamos a un isleño que destacó por sus dotes políticos y diplomáticos, D. José Mirabent Pascual, quién nació en Isla Cristina el 19 de marzo de 18411, hijo de José Mirabent Milá de profesión farmacéutico y de Francisca Pascual Catalá, y a su vez nieto de María Milá de los Reyes y de Pedro Mirabent Soler,  de profesión traficante de pescado,  y hermano del sacerdote Padre José Mirabent, casados en segundas nupcias.
 

Mirabent Pascual casó con Josefa Milá Botello en 18642 vivían en la C/Catalanes nº 11 y fruto de ese matrimonio tuvieron cinco hijos3: Josefa, Ventura (promotor y fomentador del culto al Stmo. Cristo de la Vida), Inés, Eugenia y Leoncio Mirabent Milá. 

El 23 de septiembre de 1868 fue nombrado alcalde por la Junta Provisional, siendo refrendado democráticamente el 1 de enero de 1869 y  posteriormente desde el 1-1-1870 hasta el 6-3-1871.

Desconocemos a qué se dedicó posteriormente, pero sí sabemos,  que el 15 de enero 1882, tomó posesión como diplomático de España en Portugal, y  ejerció como Vice-Cónsul4 en Villareal de San Antonio durante 26 meses donde fue muy sentida su marcha, recibiendo oficios afectuosos de todas las autoridades locales en su despedida por su trabajo bien realizado. 

La prensa5 provincial de la época, nos ofrece de una forma jocosa, su traslado en marzo de 1884 a Haití,  “ ignorábamos que nuestro amigo de Isla Cristina, el Sr. Don José Mirabent y Pascual, cónsul que era de España en Villa-Real de Santo Antonio estuviera trasladado desde hace días nada menos que á Cabo haitiano, en la república negra y revoltosa de Haití; como quién dice á la puerta de casa……. para el gobierno español consiguió una importante recaudación anual que estaba oscurecida, y sin duda como premio a todos estos servicios ha sido trasladado a las antípodas. ¡Qué recompensa y qué estímulo reciben los empleados de nuestros gobiernos!”.  

El 21 de julio de ese mismo año es nombrado por el  Ministerio de Relaciones Exteriores y por orden de su Majestad el Rey de España,  Vice-Cónsul en Glasgow6 (Escocia), por lo que su periplo en Haití duraría poco tiempo (4 meses)

En 1887 por el Ministerio de Estado y por S.M el Rey, fue  nombrado Caballero de la Real Orden de Isabel la católica7.

El Boletín del Ministerio de Estado8, correspondiente al mes de Julio de 1892, publica la resolución del nombramiento como Vicecónsul en Hamburgo (Alemania)

Desconozco el tiempo que estuvo ejerciendo de Cónsul en Saffi (Marruecos), pero según la prensa en 1897 es reemplazado y nombrado Cónsul en  Mogador9 (Marruecos).

En 1903 la Guía Oficial de España10 lo sitúa como Cónsul en Larache (Marruecos) donde fallece según el historiador Agustín P. Figuereo.

Según la memoria11 correspondiente al año de 1883, José Mirabent y Pascual fue también socio fundador en la creación de la Sociedad Colombina Onubense y al que acompañaron otros 17 señores, todos de Isla Cristina12, y de clase acomodada: José Pérez, Serafín Zarandieta, Miguel Mirabent, Sebastián Urbano, José Álvarez, Diego Pérez, Juan Martín, Bartolomé Rodríguez, Lorenzo Pascual, Román Pérez, José Milá, Ramón Zarandieta, José López, Eusebio Arias, Práxedes Zarandieta, Ricardo García y Pedro Tapia.

Destacar,  que la localidad de Isla Cristina contó también durante años con un Vice-Consulado de Portugal, motivado por la cantidad de portugueses que habitaban y trabajaban en la población. En 1875 el Vice-Cónsul era Antonio Mirabent13 y en 1933 fue nombrado Vice-Cónsul Agustín Munell Casanova14 quién casó con Hermenegilda Zamorano Soler.

NOTA: En el anterior número de La higuerita, transcribimos mal el apellido de la madre de Miguel Vidal Misas, María Teresa (Misas) Carbonell confundiéndolo con  (Miras). Según Bogarin Díaz. Jesús, en sus 180 Linajes Isleños, MISAS, sus padres Cristóbal Vidal Romeu, natural de Sitges  y María Teresa Misas Carbonell, nacida en Montegordo y bautizada en Castromarim,  en 1824 vivían en la calle Culebras nº 1 de La Higuerita y aparecen con  dos hijos nacidos en  La Higuerita,  José, el mayor y Ventura, menor que Miguel.

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1, 2, 3.- 150 linajes isleños. Bogarin Díaz, Jesús

4.- Archivo Diplomático y Consular de España del 8 de Marzo de 1889

5.- La Provincia, 6-4-1884

6.- Gaceta de Londres. 22-7-1884

7.- Gaceta de Madrid 12-2-1887

8.- Archivo Diplomático y Consular de España. 8-8-1892

9.- La Correspondencia de Puerto Rico 18-6-1897

10.- Guía Oficial de España. Imprenta de la Gaceta de Madrid pág. 130

11.- Memoria correspondiente al año 1883, Sociedad Colombina Onubense. Imprenta de la Viuda de Muñoz e Hijos. Huelva 1884

12.- La creación de la Sociedad Colombina Onubense. Universidad de Huelva. Márquez Macías, Rosario.  2009

13.- Gaceta de Madrid, 16-8-1857

14.- La Provincia, 17-1-1933

viernes, 1 de enero de 2021

MIGUEL VIDAL, EL SUEÑO AMERICANO DE UN HIGUERETEÑO

                  Articulo publicado en el periódico La Higuerita 1-1-2021

Documento del Juzgado de Arribadas del Puerto de Barcelona
que afirmaba que toda la documentación estaba en regla. 
 

El Archivo General de Indias, guarda la correspondencia remitida el 2 de abril de 1828 desde el Juzgado de Arribadas1 del Puerto de Barcelona, en la que con rúbrica de Francisco Millán, se informaba de la buena conducta de Miguel Vidal, natural de la Isla de La Higuerita, casado, de 29 años y residente en la Villa de Sitges, quién había sido reclamado por su hermano José, en la Ciudad de Cuba, América,  para trabajar en su tienda de comercio.

El Reglamento de Indias y Órdenes, obligaba a expedirse un salvoconducto que  informara de las buenas conductas para poder cruzar el Atlántico. 

La licencia de embarque, fue fechada el 3 de marzo de 1828 con el informe favorable de “buena conducta moral y política”, y  el permiso tenía una validez por dos años como casado,  ya que viajaba sin su esposa. 

Para tal menester, hizo falta escritura de consentimiento de su mujer, Francisca Vidal Soler, (que no hemos podido conseguir) así como la aportación de la partida de bautismo en corroboración de su cristiandad y las declaraciones de los testigos José Mestre, de 31 años de edad, vecino de Sitges,  quién  había  declarado el 29 de febrero del mismo año, mediante juramento a “Dios Nuestro Señor, y a sus Santos cuatro Evangelios, sobre la señal de la Cruz en forma de otro, y en mano y poder de Juan Batlle Bayle2”,  y  Soler Cassañes  vecino también de Sitges que lo hizo ante el escribano público de Sitges Francisco Ferrer y Sídos, quiénes afirmaban conocer a su hermano José Vidal y que era cierto,  que tenía una tienda y lo necesitaba para trabajar, que el exponente era de buena vida, fama y costumbres cristianas, adicto al Rey Ntro. Sr., sin haberse dado a conocer por sus ideas exaltadas, ni pertenecido a sociedad alguna, sin haber sido jamás procesado, ni castigado por delito alguno, y no era de los que tenían prohibición de pasar a los dominios de América.  

 Licencia de embarque a nombre de Miguel Vidal. 


Según Jesús Bogarín en su trabajo 180 Linajes Isleños, afirma sobre la llegada del linaje Vidal3: “el dato más antiguo de la presencia del linaje en Isla Cristina es el nacimiento de José María V. Domínguez en 1825. Su padre Lorenzo no está en el padrón de 1824 pero sí en las hojas sueltas que se conservan tras el mismo; si fueran del mismo año 1824, entonces la indicación de 26 años de edad nos daría un nacimiento en 1797/98 y la de residencia nos llevaría datar la llegada en 1813/14”.

Los datos aportados en la documentación de Miguel Vidal vienen a mostrarnos que su nacimiento en La Higuerita,  se produjo entre los años de 1798/1799, y que en 1828, se encontraba residiendo en Sitges, por lo tanto,  podría ser el primer Vidal nacido en La Higuerita.

Por ello, podemos deducir,  que sus padres,  Cristóbal Vidal y María Misas, llegaron en los primeros años de la fundación a la Real Isla de La Higuerita, desconociéndose sí su hermano José, quién presumimos podría ser mayor, y  quién lo reclamó desde Santiago de Cuba,  también podría haber nacido en La Higuerita, así como su esposa, (al parecer parientes) y sí pertenecían a la misma línea estudiada por Bogarín o es otra, lo cierto,  es que Miguel Vidal Misas, natural de La Higuerita,  marchó a la Isla de Cuba desde Sitges en busca del sueño americano que había iniciado su hermano José.

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1.- Juez de Arribadas, se le llamaba al presidente de la contratación cuya autoridad bajo este título era omnímoda en todo lo concerniente a la navegación, comercio y pesaje con las Indias.

2.- Batlle Bayle, Juan: podría no estar bien trascrito el apellidos al no ser legibles.

3.- Bogarin Díaz, Jesús. 180 Linajes Isleños. Apellido Vidal (Llegada)  

 

 

 

martes, 15 de diciembre de 2020

EL ATENEO DE ISLA CRISTINA EXALTÓ A LA MUJER ANDALUZA. 1927

Articulo publicado en el periódico La Higuerita  15-12-2020

Exaltación de la Mujer Andaluza, Teatro Victoria, 1927
 

Al igual que las modas y las costumbres, el canon de belleza impuesto por el mundo de la moda, ha tenido una marcada evolución a través de los siglos, sí en el siglo XVII, las mujeres rollizas eran de lo más apetitosas y anheladas, hoy en el siglo XXI, hemos pasado de venerar los cuerpos regordetes y pieles de porcelana a querer tener la más oscura de las teces cubriendo nada más que un montón de huesos. 

La vuelta al Carnaval libre en 1968, fue una oportunidad para que en 1969, recogiéndose la iniciativa de Paco López Chaves,  Isla Cristina, instaurara la tradición de organizar un efímero reinado con sus respectivas cortes de honor para rendir pleitesía a la belleza, al trabajo y al conjunto de valores y condiciones que atesoran las féminas.  

Don Manuel Blasco Garzón.
Presidente del Ateneo de Sevilla


Mucho antes, en agosto 1927,  el “Ateneo de Isla Cristina”, presidido por Jaime Casanova Mirabent, organizó la Exaltación de la Mujer Andaluza, un acto que tuvo lugar en el Teatro Victoria y en el que intervino como mantenedor el presidente del “Ateneo de Sevilla”, Manuel Blasco Garzón. Un acto literario, dónde se exaltó la belleza y se recitaron hermosas poesías de autores de renombres. Las once señoritas elegidas fueron1: Pilar y Conchita Mirabent, Mercedes Feu, Luisita Cabot, Maruja Rodríguez, Pilar Lázaro, Pepita M. LLobell,  Bella A. Vázquez, Pepita Mirabent, Amalia G. Bastero y Pepita Zamudio. 

Desconozco por qué razón eligieron 11, ya que Andalucía solo tiene 8 provincias. Con un decorado para la ocasión con los pendones de cada provincia, presidian en el centro las colgaduras del emblema nacional, a la derecha el de Andalucía y a la izquierda el de Isla Cristina mientras las chicas iban ataviadas con sus trajes típicos.  El acto fue publicado en una revista editada aquel mismo año con un amplio reportaje fotográfico,  acompañado de los poemas que fueron leídos y de la que solo hemos podido recuperar algunos recortes que guardaban familiares2, ya que el Semanario La Higuerita es muy escueto en la información, y su director, Juan Bautista Rubio Zamorano, en una nota titulada “Sobre el Ateneo”3 explica las razones y las desavenencias con la creación del nuevo “Ateneo de Isla Cristina” tras la desaparición del anterior “Ateneo Popular”.

 

Luisita Cabot Botello, representando 
a la mujer de la provincia de Jaén. 


Ha podido llegar hasta nosotros, la repercusión en forma de escrito4 que tuvo dicho acto, ya que la Comisión Provincial de Jaén en sesión celebrada el 3 de marzo de 1928,  responde el 5 de marzo a una carta remitida por Jaime Casanova Mirabent,  manifestando,  el encargo que se le había hecho de remitir una fotografía de la señorita que en el certamen literario del 10 de agosto del año último,  había representado a la Provincia de Jaén, en el homenaje en honor a la Mujer Andaluza, la señorita Luisita Cabot Botello, expresando la Excma. Diputación su gratitud al señor Casanova, como así a la distinguida señorita Cabot,  a la cual se testimonió el sumo agrado y extrema complacencia, rindiéndole al mismo tiempo el testimonio de admiración a su relevante belleza y gentilísima apostura, que de modo tan admirable encarnó la representación de la hermosura de la mujer jiennense,  recuerdo, que afirmaba, sería conservado con dilecta predilección en un lugar preminente del Palacio Provincial. 

Imaginamos, que de igual manera se remitieron fotografías del resto de las señoritas  a cada provincia, de ser así, desconocemos sí se respondieron las misivas como hizo la Diputación de Jaén o no. 

De dicha revista, rescatamos el soneto escrito por el poeta Francisco Serrano Anguita5 y que fue recitado por Manuel García Deleyto6, dedicado a la Señorita Luisita Cabot Botello encarnada en la mujer de la provincia de Jaén.

 

miércoles, 2 de diciembre de 2020

INTERIOR FOTOGRAFICO DE LA COFRADIA DE PESCADORES, “VIRGEN DEL CARMEN”, 1947.

Fachada principal de la antigua Cofradía de Pescadores




Fachada trasera de la Cofradía de Pescadores. 



Tras la publicación en el anterior número de La Higuerita de un artículo dedicado a la importancia que tuvo la Cofradía Sindical de Pescadores “Virgen del Carmen” en la vida económica y social de Isla Cristina,  donde fue publicada la fachada principal y trasera, hoy traemos algunas imágenes del interior y las instalaciones de aquel señorial, y magnífico edificio de la antigua Calle Real (hoy Diego Pérez Pascual), propiedad de la familia Pérez Romeu.

Se estima, que su fundación fue en 1944, una sucesión del Gremio de Mareantes, Gremio de Tarraferos, Pósito Marítimo y Pesquero, y la Asociación de Armadores de Buques de Pesca.

En los pisos superiores se encontraba la Escuela Elemental de Pesca, creada por el Instituto Social de la Marina y que soportaba económicamente la Cofradía, siendo dirigida en sus principios por el maestro de escuela Andrés Figuereo, el Comandante de Marina y el doctor Gómez-Bastero Polera1.

Los servicios que ofrecía iban todos encaminados a lograr la seguridad en el trabajo y la defensa de los intereses de los hombres de la mar; la construcción de viviendas, escuelas profesionales, prestaciones económicas a los pescadores de bajura, conciliación entre trabajadores y empresas, control de la flota pesquera, mutualidades, socorro a los marineros y a sus familias necesitadas, radio costera, ventas en el puerto, etc... En 1964, se trasladó junto con sus servicios al nuevo edificio de la calle Conde de Vallellano con mejores instalaciones y un ambulatorio dotando con el más moderno material quirúrgico sanitario de la época.

Foto 1.- Detalle del patio interior y escalera de mármol.

Foto 2.- Entrega del subsidio social a las viudas durante las fiestas del Carmen, presidida por el Patrón Mayor Emilio Martín López.

Foto 3.- Despacho del Patrón Mayor.

Foto 4.- Aula de la Escuela Elemental de Pesca.

Foto 5.- Secretaría.

Foto 6.- Hogar del Pescador.

Foto 7.- Oficinas.

Foto 8.- Consultorio Médico.

Foto 9.- Acto Hispano-Portugués en el salón de actos.



Foto 1.- Detalle del patio interior y escalera de mármol


Foto 2.- Entrega del subsidio social a las viudas durante 
las fiestas del Carmen, presidida por el Patrón Mayor Emilio Martín López.


Foto 3.- Despacho del Patrón Mayor.

Foto 4.- Aula de la Escuela Elemental de Pesca.

Foto 5.- Secretaría.

Foto 6.- Hogar del Pescador.

Foto 7.- Oficinas.

Foto 8.- Consultorio Médico.

Foto 9.- Acto Hispano-Portugués en el salón de actos.

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Fotos Salcedo. Memoria, Balance e Inventario. Cofradía de Pescadores “Virgen del Carmen” de Isla Cristina. 1947

1.- Historia de Isla Cristina (Biografía sentimental) Sosa Rodríguez, José. 1970

 



lunes, 16 de noviembre de 2020

LA COFRADÍA DE PESCADORES, PULMÓN EMPRENDEDOR DE ISLA CRISTINA.

 Artículo publicado en el periódico La Higuerita de 15-11-2010


Fachada principal de la antigua Cofradía de Pescadores
en la calle Diego Pérez Pascual


Sobre un terreno de marismas formado por una de las bocas del río Guadiana, la mar ha influido esencialmente en el carácter de los isleños, y durante mucho tiempo los convirtió en marineros, y especialmente en pescadores; pudiéndose decir que la pesca y sus derivados era el único medio de subsistencia.

Con el devenir de tiempo, a veces nos preguntamos como un  pueblo nacido de la nada, y casi sin término municipal, pudo llegar a ser un gran núcleo industrial y pesquero, de los más importantes de España. La tarea no fue fácil, y las vicisitudes por las que tuvieron que pasar nuestros antepasados, no nos son ajenas ya que la historia nos retrata las calamidades, los sinsabores y el duro esfuerzo que tuvieron que hacer para conseguir colocar en el mapa de la pesca y la industria a la antigua Higuerita, hoy Isla Cristina. Solo el trabajo, el duro esfuerzo y una buena gestión empresarial hicieron posible este sueño.

A finales de los años 40,  la Ciudad de Isla Cristina,  ya contaba con más de 12.000 habitantes, y su flota1 estaba formada por 7 vapores, 72 motores y 237 embarcaciones de vela, además de las embarcaciones del Consorcio Nacional Almadrabero que sumaban más de 15. Todas estas modalidades de pesca, capturaron en 1947 más de 32 millones de pesetas, a los que habría que sumarles los más de 10 millones de pesetas de atún, capturados por el Consorcio Nacional, con lo que la recaudación por el concepto de Obras de Puerto fue de 500.000 ptas., consiguiendo en 1946,  convertirse en el primer puerto de España en capturas de sardinas.

Para la  transformación de esta primera materia, pesca capturada, contaba el pueblo afectos a la Cofradía de Pescadores “Ntra. Sra. del Carmen”, con una gran industria formada por 49 empresas distribuidas en fábricas de conservas y salazones;  pesca fresca;  harinas de pescado;  hidrogenación de aceites, barnices y pinturas;  cordelería, efectos navales y carpintería de ribera que actuaban casi como cooperativas o gremios. Por aquellos años era desalentador para el sector, pensar, lo fácil que sería rebasar esas cifras, sí Isla Cristina hubiera contado con un puerto en condiciones, que hubiera facilitado todas las operaciones y sobre todo, sí se hubiese contado con una entrada al puerto segura, fácil y cómoda, sin los inconvenientes y peligros que la acechaban;  una reclamación esta histórica,  que con el tiempo se solucionó en gran medida, convirtiendo al puerto de Isla Cristina, en un Puerto de Refugio. 

Las demandas del sector eran muchas; las malísimas condiciones y el casi nulo calado de la barra, donde embarrancaban muchos de los buques que ponían las vidas de los pescadores en peligro, además de la mala señalización de las luces de enfilación, que por ser fijas y la barra movible, se prestaban a errores de consideración; también las cabeceras que se  formaban en la ría y el poco calado de los muelles que pedían una urgente reparación. Ya en 1947, en algo se había avanzado por la Jefatura Regional de Obras de Puerto, ya que la parte norte, era amplia, cómoda y con calado suficiente para el atraque de los barcos,  donde existía el proyecto de continuarlo por trozos a lo largo de todo el muelle, saliendo hacia la ría unos 12 metros en todo su recorrido


Fachada trasera de la Cofradía de Pescadores  vista desde la calle Carreras

La Cofradía “Virgen del Carmen”, en tiempos era un ente que aglutinaba toda la actividad pesquera de la localidad, dividiendo su gestión en tres secciones. La Social: con una oficina de colocación, asesoría jurídica, tribunal de conciliación, coordinación y reclamaciones. La Económica: cooperativa del mar, préstamos, riesgo marítimo, lonja de pescados, distribución de la pesca y La Asistencial: seguros sociales, socorros mutuos, hogar del pescador, escuelas de pesca,  viviendas protegidas y el Pósito Marítimo. .  Este pulmón emprendedor que velaba tanto por los empresarios como por los marineros venia solicitando la ampliación del muelle comercial a toda la parte norte de la población, la reparación de los muelles restantes con pavimentación y dragado de un metro en bajamar, la continuación del muelle hasta la Punta de Levante (Punta del Caimán), luces de situación sobre la barra y escolleras de piedras, luces de enfilación movibles o sea montadas sobre carriles para que corrieran los faroles, marcando la verdadera enfilación de la barra y un buen dragado tanto de la barra como de la ría, abriendo y limpiando la entrada. Con estas demandas del sector, se conseguiría que el Puerto de Isla Cristina fuera un Puerto de Refugio, ya que se les permitiría a las embarcaciones la entrada en cualquier momento; facilitando las faenas de pesca que estaban dificultadas, se mejoraría la flota con un mayor calado y se conseguiría rebasar cifras halagüeñas en capturas y en productividad.

No es hasta el 23 de agosto de 19662 cuando el BOE publica la adjudicación de (La barra) “obras de acceso y mejoras del Puerto de Isla Cristina” por un importe de 39.649.000 ptas., quedando firmada la escritura que formalizaba el contrato de adjudicación de las obras el 29 de septiembre del mismo año y con un plazo previsto de realización de tres años, esto supuso un gran logro para Isla Cristina, por fin una barra que diera seguridad y evitara tantas desgracias y contratiempos al hombre de la mar.   

El puerto más importante de Andalucía en capturas, durante muchos años no se vio correspondido por las administraciones, hasta el último cuarto del siglo XX, que se consiguió la barra,  las ampliaciones y el ensanche del muelle de poniente que hoy conocemos,  así como las lonjas de pescado, haciéndose a día de hoy, necesaria una ampliación que llegue hasta el puerto deportivo para facilitar el atraque a la numerosa flota isleña así como el adecentamiento,  la ampliación y creación de otro muelle en la Barriada de Román Pérez en el otro lado del puente.  

 Según los datos publicados por la Junta de Andalucía, entre los años 2015 y 2019, la empresa “Lonja de Isla” encargada actualmente de la gestión de la venta de pescado, facturó 137.904.647,00 € recaudando la Junta en impuestos la cantidad de 2.068.569,71€, seguido por las Lonjas de Bonanza con 89.313.963,00 € y Barbate con 77.847.202,00 €, convirtiéndose una vez más  Isla Cristina en el puerto más importante de Andalucía,

Desde los orígenes fundacionales por aquellos valientes hombres llegados en jábegas, la pesca,  ha sido y continúa siendo, además de una seña de identidad, el motor económico de la localidad, al que en las últimas décadas se le ha unido la agricultura y el turismo.

Los grandes hombres que gestionaron y emprendieron, a lo largo de su vida se ganaron el respeto y escribieron con letras de oro, sangre y sudor la historia de Isla Cristina.  Hagamos,  que las generaciones venideras se sientan también orgullosos de los de hoy.

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1.-Balance Cofradía de Pescadores “Virgen del Carmen” 1947
2.- Historia de Isla Cristina 1970.  Sosa Rodríguez. José

 

domingo, 1 de noviembre de 2020

BAÇIA TALEGAS, LA TORRE QUE NUNCA EXISTIÓ.

 Articulo publicado en el periódico La Higuerita de 1-11-2020

Torre Canela (Ayamonte)

Las torres almenaras levantadas en tiempos de Felipe II, al inicio del último cuarto del siglo XVI en el litoral andaluz, por el Consejo de Guerra para la defensa de la Costa Occidental Andaluza,  supusieron la oposición de los Cabildos y Señoríos que se enzarzaron en un pleito con la Corona y propició la demora en muchas de aquellas construcciones.

Las razones de aquella discrepancia,  era sobre quién debía asumir la construcción y el posterior mantenimiento de aquel costoso sistema defensivo, ya que sí lo que se pretendía era la defensa general del reino, el gasto debía recaer en el rey, por todo ello, tanto los duques de Medina Sidonia y de Béjar, como el marqués de Ayamonte y el conde de Miranda mostraron una fuerte oposición a este proyecto que fue resuelto en 1584 con un auto que establecía que tocaba al rey “la costa de las torres que hacían su tierra y al dicho conde y duques la costa de las que hacían sus lugares”1 más o menos venía a decir,  que cada cual asumiera el coste en los territorios allí donde fueran a construirse, desde Gibraltar hasta Ayamonte se ordenaron hacer veinticinco torres: cinco en tierras de su majestad y las veinte restantes en tierras de señoríos.

Muchas villas costeras tuvieron que recurrir a los impuestos y arrendamientos de terrenos para sufragar los gastos, pero hubo otras que no disponían de bienes suficientes para responder a las cantidades necesarias para hacer frente a las construcciones, era el caso de Ayamonte cuyo cabildo manifestaba que no podía cumplir el mandato del juez “pues es notorio no tiene propios, rentas, baldíos, dehesas ni otros provechamientos que poder vender, enajenar, atributar”2. Ante la obligación ineludible de pago, tuvieron que recurrir a un préstamo proporcionado por particulares adinerados que fue  avalado por todos los vecinos de Ayamonte, ya que el cabildo ayamontino tuvo que decidir que la presión directa por la construcción de las torres recayera indirectamente en la economía de los vecinos con sus impuestos. En 1586, solo una atalaya se había iniciado en el Señorío de Ayamonte, la de Sierra Bermeja, torre conocida hoy como del Catalán, en la costa de Lepe. El 6 de mayo de 1586 el cabildo ayamontino es requerido únicamente para la contribución de las torres de Sierra Bemeja (del Catalán) y Vaziatalegas (hoy ría del Carreras en Isla Cristina), sin embargo, tres meses más tarde, es el propio cabildo quién propone que se cambie de ubicación  una de las torres (seguramente la prevista en Vaciatalegas) hasta el lugar de los dos pinos (que parece ser Canela). Es curioso, que nueve años después, no se hubiera iniciado siquiera la construcción del acceso por el estero de la barra de Vaciatalegas (actual Isla Cristina) proyectada como las demás en 1577, aunque seguía figurando entre las previstas. Ante esa ausencia notable e inexplicable, permanecía sin control la barra de Vaciatalegas y todos los esteros convertidos en un canal paralelo a la costa que franqueaban no solo el curso hasta Ayamonte, sino hasta otras villas y puertos como los de La Redondela, El Terrón o San Miguel (termino de Cartaya), constituyendo además un excelente refugio para las embarcaciones enemigas. El licenciado Jilbert de Vedoya, enviado por la justicia para el cumplimiento de dichas construcciones, dejó en un documento constancia de su visita y la situación actual de las obras que se estaban realizando,  destacando,  que tanto la torre de “Baçia Terrón y Baçia Talegas” no se habían comenzado por ser las postreras.  Quedando la torre del Pino de Canela, que mantenía una lejana correspondencia con la del Catalán, distantes una legua y media.

Estas defensas que se presentaban a principios del siglo XVI como absolutamente imprescindible para la defensa de los moros y corsarios, y  que eran urgentes,  tardaron décadas en estar operativas, incorporando muy tardíamente el personal de vigilancia y una escasa dotación de artillerías.

El 25 de mayo de 1618 el capitán Cristóbal Messía Bocanegra redactó un documento oficial en el que reflejó, que en cumplimiento de la comisión ordenada por el rey, llegó a Andalucía a visitar las torres de esta costa, plasmando el estado que tenían una por una, y lo que a su parecer debían tener para ser dotadas como defensas y que posteriormente se pudiera tomar la resolución que más conviniera, pues bien, en ese documento no aparecía la torre de Baciatalegas (Isla Cristina) porque aún no se había construido.

En el Archivo General de Simancas se encuentra un documento gráfico que fue hecho público en las Jornadas de Historia de Ayamonte por Enrique Arroyo Berrones,  con el título de “Plano de la costa del reino del Algarbe en Portugal con Ayamonte que representa varios lugares y villas San Lucar de Alcotín, Ayamonte, lugar en donde se han de construir barcas para la invasión, La Redondela….” fechado en 1642. En este plano, dibujado con precisión, aparece la torre de Baçia Talegas, algo que nos llevaría a afirmar que ahí estuvo enclavada y que existía por esa fecha, pero también,  aparecen dibujadas las hipotéticas barcas para un futuro ataque por mar, así como  la anotación en el  estero de Canela, como el lugar señalado para la construcción de las mismas.  Quizás el autor del plano, se pudo basar en algún documento inicial del proyecto y en el que podría aparecer la torre, ya que cien años

Mapa oficial del "Reynado de Sevilla" fechado en 1748

después, en un mapa oficial3 del “Reynado de Sevilla”  fechado en 1748,  y realizado por el ingeniero Francisco Llobet por encargo del Marqués de Pozoblanco,  ingeniero General de España,  y que se conserva en la Real Academia de la Historia,  no aparece la Torre de Baçia Talegas. Tampoco aparece en el plano geográfico y mapa general de los pueblos que comprendía la provincia de Ayamonte4,  una de las que componía la  Capitanía General de Cádiz y que realizó José Quintana de Cevallos entre el 1 de enero de 1748 y el 18 de diciembre de 1752.

Mapa Capitanía General de Cádiz, provincia de Ayamonte 1748-1752

Lo cual nos lleva a pensar, que la Torre de Baçia Talegas quedó en un proyecto, y nunca llegó a construirse, ya que antes del Terremoto Maremoto de Lisboa no existía, y no se contempla ningún documento que así lo puedan atestiguar  los historiadores,  mientras que sí aparecen documentos y mapas gráficos donde constan las Torres de Canela y del  Catalán, las dos más cercanas a lo que  posteriormente pasó a llamarse Real Isla de la Higuerita.  

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Bibliografía: Nuevas aportaciones para la historia de las torres de almenaras onubenses. 2004. Villegas Martín. Juan; Mira Toscano, Antonio; Carriazo Rubio, Juan Luis. 1.- Archivo Histórico Nacional, Sección Nobleza, leg.382, nº41.  2.- Archivo Municipal de Ayamonte, leg 2, Acta Capitular de 6-5-1586. 3.- Foto Plano 1.  4.- Foto Plano 2.