Articulo publicado en el Periódico La Higuerita 13-2-2021
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Componentes de la Murga "Los Caprichosos" 1935 |
El Carnaval de 2021, pasará a la historia por sus
restricciones, y la nula organización de
todo evento oficial, así como de cualquier
tipo de acto público, motivado por la situación de pandemia que estamos
padeciendo. Será la primera vez en la historia, que la 54 edición del Concurso
de Agrupaciones no haya sido convocada, esperando soplen mejores y sanos
vientos.
La madurez y el sentido común de una sociedad adulta, tiene
la responsabilidad de gritar que ya habrá tiempo para romper ese orden
establecido que enfrenta a las clases sociales, que libera los instintos más
profundos y rompe las represiones. Así
fue, así ha sido y lo será a lo largo de la historia. El Carnaval este año, lo celebraremos en casa.
En la era de las tecnologías, las redes sociales se llenan de
colorido, ingenio, poesía, música, recuerdos y de ese cúmulo de vivencias que
nos transportan a una época ya vivida y recordada con cariño, donde se adornan
los balcones, se desempolvan los álbumes de fotos, algún que otro atrevido se
transforma y se cantan coplas que nos emocionan. El Carnaval invierte el orden
de las cosas, mientras se come, se bebe, se ironiza y satiriza a la sociedad y
a la autoridad. En definitiva, da rienda suelta a la fantasía y a la libertad.
¿Quién ha dicho que este año no tenemos Carnaval?, en Isla
Cristina, estamos, y se vive el Carnaval, porque cómo dijera una
vez Marcelino Fernández Concepción “El Zoilo”,
a la pregunta de un forastero que nos visitaba, qué cuándo era el
Carnaval, este le respondió con guasa: “aquí Carnaval es to el año”.
Hace algunos años, en una conversación personal mantenida con
mi recordado y apreciado amigo Pepe “Araceli”, que en Gloría esté, charlando y analizando
sobre la situación de los últimos carnavales, la baja participación del pueblo
el lunes y martes de Carnaval, y de cómo se estaban desarrollando las
carnestolendas me dijo: “Sí quieres que la gente vuelva a llenar las calles y se disfracen en
masa, lo que tienes que hacer es prohibirlo, verás como todo el mundo sale
disfrazado y recuperamos esto”. Sabia reflexión de Pepe, quién conociendo la idiosincrasia
del isleño, decía “solo hay que tocarle las palmas para que hagan todo lo
contrario”, así supervivieron nuestras
carnestolendas cuando aquella juventud en la década de los años 50 del siglo
pasado, tomaron la calle para manifestar
ese sentimiento nacido y heredado del
pueblo, y que dio lugar en 1968 a las
maquilladas Fiestas Típicas de Invierno para que en 1978, recuperaran su verdadero nombre; Carnaval.
En esa misma línea de publicar fotos antiguas, hoy traigo una
nueva fotografía inédita, de nuestros carnavales antiguos. Corresponde a un
grupo de seis jovenzuelos, componentes de la murga “Los Caprichosos” dirigida
por Hermenegildo Barrera y que estuvo organizada por José Sosa Rodríguez
(Joselillo, El Cabo tambor) en 1935.
Ante la imposibilidad de ordenarlos son los siguientes:
Baldomero, Roberto, Manolo “El zapatero”, Paquillo “El de las castañas”, y los
dos de la derecha son: Pedro Rojas “El Yila” y Miguel González “El traíña”.
Tanto la fotografía, como la relación de nombres, me fueron facilitadas
hace algún tiempo por Dolores Rojas Reiné, hija de Pedro “El Yila”, a quién desde estas líneas hoy quiero agradecer,
destacando esta graciosa letrilla interpretada durante el Carnaval de 1935 por
la murga “Los Caprichosos”.
Una tarde en
las Palmeras oímos una voz
por una
tremenda bocina que propagaba
los dulcitos
de Pavón.
El maestro
con mucha guasa
fue y le
dijo así:
para esto te
pintas solo
y el pobre
Diego en su Pregón
volvió a
decir:
Mazapán y
bizcotelas, lenguas y tetas de vacas,
cristianas y
polvorones, dulces de cremas y sultanas
y los sabrosos
bombones.
Empezamos a
sonreír cuando nos dijo que buena:
se han
puesto como un barril,
por probar
las magdalenas
los niños de don Fermín.
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