miércoles, 29 de septiembre de 2021
EXALTACIÓN A LA STMA. VIRGEN DEL ROSARIO, PATRONA DE ISLA CRISTINA POR FRANCISCO GONZÁLEZ SALGADO 25-9-2021
miércoles, 15 de septiembre de 2021
FELISA, LA LAVANDERA DE LA VERA ABAJO.
Articulo publicado en el periódico La Higuerita 15-9-2021
Antiguas pilas de lavar en la Barriada de Punta del Caimán, años 50 |
A lo largo de la civilización, son muchísimos los inventos
que nos han proporcionado una vida más fácil y una mejor existencia,
beneficiándonos los humanos, de esas
aportaciones que los inventores nos han legado y que han permitido un gran
desarrollo a la humanidad, evitándose de esta forma un gran esfuerzo y trabajo.
Uno de esos inventos ha sido la lavadora.
Hoy día, casi todos los hogares desarrollados, han
simplificado la tarea del lavado de ropa, puesto que casi todos, disponen de
esas máquinas automáticas que realizan por sí mismas el trabajo de lavar y
centrifugar, además del secado de la ropa, muy lejos de lo que suponía en antaño
la intensa y continua labor del lavado de la ropa a mano en el lavadero o pilas
públicas, dónde se acarreaban los cubos de agua a la intemperie y siempre expuestas
a merced de las inclemencias del tiempo.
Solo podemos apreciar y valorar ese esfuerzo, sí hacemos una
mirada retrospectiva al pasado, para conocer los medios tan rudimentarios que
tuvieron que utilizar nuestros antepasados, especialmente nuestras abuelas, para
lavar la ropa, muchas de ellas amas de casa, que se desenvolvían en el medio
rural y que pasaban la ropa
dos o tres veces por el jabón, y casi nunca lograban que las prendas
apareciesen limpias y blancas por completo, a pesar de los múltiples aclarados
continuos a fondo y el tendido al
Sol.
Es sabido, que las clases más pudientes siempre contaron con un servicio en el hogar, mozas jóvenes que se dedicaban a servir en todo lo concerniente a la casa, desde la cocina, la limpieza, la atención a los niños etc., y como no, al lavado y planchado de la ropa, recurriendo muchos de ellos, a la experiencia y laboriosidad de una gran mujer, que vivía en el campo de la Vera Abajo, llamada Felisa, y se dedicaba a realizar “la colada”, un procedimiento nada fácil, duro, penoso y especial, y que consistía en hacer fuego para recoger las cenizas resultantes del carbón y filtrarlas en calderas con agua hirviendo, que previamente había sacado de un pozo a pulso y cubo a cubo. Con el resultado del consiguiente líquido, volvía a frotar la ropa para conseguir la blancura en los tejidos, y eliminar así, las manchas que no salían con el lavado tradicional, pasando posteriormente al enjuagado y vuelta a aclarar en las pilas, tendiendo después al Sol todo lo limpio, para lo que utilizaba las matas más altas y los tojos silvestres como tendedero. Posteriormente, y tras todo este rudimentario procedimiento, Felisa, se desplazaba desde el campo de la Vera Abajo, hasta Isla Cristina con un burro, donde en sus serones transportaba todo el resultante de un duro trabajo ganado con su sudor, y con el producto de su beneficio, junto a su esposo Pedro, mantenían a sus hijos.
Felisa Álvarez Espinosa, Felisa la Lavandera. |
Felisa Álvarez Espinosa, nació y se crió en la Vera Abajo, término municipal de Ayamonte, aunque la cercanía con Isla Cristina, hizo que su vida se desarrollara en la antigua Higuerita, donde falleció en la C/ Nueva, actualmente Poeta Juan Figuereo, el 20 de enero de 19791 a la edad de 78 años.
Hija de Gregorio y Josefa, casó con Pedro Martín Guerrilla,
con quién tuvo ocho hijos, cinco hembras y tres varones: Pedro, Manuel,
Antonio, Felisa, Pepa, Dolores, Paca y María, de los que actualmente, solo disfrutan
entre nosotros, Felisa a sus 95
años y Paca con 89.
La isleña, Mercedes Navarro Martín, en su libro de poemas
“Tiempo de Soledad” dedicó unos versos, que
la retratan, idealiza e inmortaliza la
figura de esta buena señora, que gracias a su esfuerzo y junto a su
esposo, pudieron sacar adelante a sus
hijos y al que tituló: Felisa.
Falda larga,
negra, casi
hasta los pies.
Pañuelo gris
a la cabeza.
Alta. Bien
plantada.
Todas las
semanas
aparecía el
mismo día.
La
acompañaba
un pequeño borriquillo.
Se llevaba
la ropa
blanca
para lavarla
allá lejos,
en el campo,
donde vivía.
Por Navidad
el
borriquillo venía cargado,
de romeros,
de piteras,
de
piedrecillas del rio…..
Nosotros
pondríamos el Belén.
Esta mujer
era Felisa,
la
lavandera.
Ella nos
traía el otoño, el invierno,
con sus
olores, con su bien hacer.
Olor a
castañas,
a espliegos
a membrillos.
Nos traía un
trocito
del campo,
de la Vera Abajo.
Allí, ella
residía.
Felisa, tú
también
quedaste en
mis
viejos
recuerdos.
1.- Libro de
enterramientos. Ayuntamiento de Isla Cristina.
PD. Mi agradecimiento
a Felisa Martín Álvarez, y a su hijo Pedro Figuereo Martín, por la cesión de la
fotografía de su madre.
miércoles, 1 de septiembre de 2021
REAL ORDEN DE 1915, PARA AMPLIACIÓN DE LA ADUANA DE ISLA CRISTINA, PARA IMPORTAR DEL EXTRANJERO.
Detalle industrial de la Fábrica de Cabot hacia los años 20 |
En los tiempos que corren, con una llamada de teléfono, un
correo electrónico o solo, con apretar un botón del móvil u ordenador, es muy
fácil adquirir productos o hacer una compra
a miles de kilómetros. La era de las tecnologías, las comunicaciones y
la globalización, nos permite estar en contacto directo con clientes y
proveedores a una gran velocidad, superando las vicisitudes que un siglo
atrás, tenían que sortear los gremios
pesqueros y salazoneros de la localidad para realizar tanto las ventas de sus
productos como la adquisición de materiales para el desarrollo de sus funciones
pesqueras.
Isla Cristina, al ser un puerto fluvial contaba con una aduana,
una oficina del gobierno que controlaba las mercancías que entraban y salían, y a las que se gravaban con
impuestos, aranceles o tasas correspondientes.
Dicha aduana, también, tenía la misión de controlar los
productos que no cumplían las normas, el
tráfico de personas, las substancias
ilegales, así como el tráfico de animales, etc.
En 1915, a instancias del alcalde don José Antonio Zarandieta
Roselló, del secretario del Ayuntamiento don José Soler Barcia, don Matías Cabot Alfonso y don Ángel Pérez
Romeu, estos dos últimos vecinos de Isla
Cristina, que ostentaban la representación del gremio de salazoneros y
conservas de pescado, constituido en la
localidad. Solicitan, se habilite la Aduana de Isla Cristina para la
importación de anclas, cadenas, clavazón de hierros, hilos de fibras vegetales
para las redes, cables de alambres de acero,
estaño en barras, hoja de lata sin labrar y gasolina para aparatos de
soldar.
Fotografía mucho más reciente, pero que representa a la perfección el montaje de los aparejos y pertrechos para la pesca del atún. |
Los interesados fundaban su petición en que siendo la
habilitación actual de la Aduana de Isla Cristina tan restringida para importar
géneros del extranjero, se les obligaba con frecuencia a traer por distintos
puertos este tipo de material y otros varios, que exigían el floreciente
desarrollo de las industrias pesqueras y salazoneras que constituían y hacían
imprescindible la vida de la localidad con el consiguiente recargo de gastos y
dilaciones altamente perjudiciales al interés de esta industria.
Las autoridades competentes, visto los informes de las
autoridades de Huelva, que todos fueron favorables a la habilitación solicitada,
acordaron: acceder a lo solicitado, con
excepción de la gasolina, ya que no se perjudicaban los intereses del Tesoro
Público, beneficiando del amparo oficial a esta comarca tan necesitada por la
clase de industria a la que se dedicaba.
La Real Orden1 firmada en Madrid, el 25 de enero de 1915 decía así:
“S.M el Rey (q.D.g.), conformándose con lo propuesto por esa Dirección
General, se ha servido acordar se amplíe la habilitación de la Aduana de Isla
Cristina (Huelva) para importar del
extranjero anclas, cadenas, clavazón de hierros, hilos de fibras
vegetales para redes, cables de alambre de acero, estaño en barras y hoja de
lata sin labrar”
1.- Gaceta de Madrid.
29 Enero de 1915
sábado, 14 de agosto de 2021
DOLORES Y JOSEFA, LAS SIRVIENTAS “ISLEÑAS” DE BLAS INFANTE.
Muchos son los historiadores que han dedicado estudios y
publicaciones que resaltan la vida y figura de Don Blas Infante Pérez de Vargas,
Padre de la Patria Andaluza.
Nacido el 5 de julio de 1885 en Casares (Málaga), tuvo la
desdicha de ser detenido en su casa de Coria del Rio (Sevilla) por las fuerzas
del movimiento el 2 de agosto, junto a otros detenidos, siendo conducido en un
camión hacia la carretera de Carmona, donde fue fusilado en la madrugada del 11
de agosto de 1936, en el linde de la antigua Huerta de las Clarisas.
Cuatro años después de su fallecimiento, el 4 de mayo de
1940, un jurado dictaría sentencia para
justificar su injusta muerte, con el argumento de estas razones: “Formó parte
de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931; en
los años sucesivos hasta el 1936 se significó como propagandista para la
constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz, y [...] falleció
el 10 de agosto, noche de San Lorenzo de 1936 a consecuencia de la aplicación
del Bando de Guerra”.
El notario Blas Infante, fue un hombre de una gran carga
idealista y de una visión esencialista. Trató la política del sentimiento de
amor a la tierra para transformarlo en conciencia social del pueblo. Algunas de
sus ideas, han permanecido hasta nuestros días, en cambio otras, se han ido
desvirtuando.
Los andaluces, y la Comunidad Autónoma de Andalucía no solo
recibimos de él la herencia de sus símbolos: la bandera, el himno y el
escudo, sino que nos dejó el ideario de
una “Andalucía para sí, para España y para la Humanidad”. El verde y el blanco
de su bandera1, “Porque sus colores eran los más apropiados para
representar la empresa de la restauración de un Pueblo, nunca bélico, y siempre
creador de culturas originales directoras de la Humanidad, como lo fue
Andalucía.”
La letra del himno, con
música inspirada en el “Santo Dios” cante que se usaba en algunos pueblos
andaluces como en Cantillana, por los segadores, a la salida y a la puesta del
Sol, y que fue adaptada y armonizada por
el maestro José del Castillo, director de la Banda de Música de Sevilla sobre
1933, el propio Infante escribe2 sobre él: “Mejor dicho, que usaban
en este pueblo los segadores, recientemente ha dejado de cantarse porque la
letra del himno invoca a Dios y esta es una palabra tabú para el embeleco
marxista de los jornaleros andaluces, quienes en mala hora vinieron a
denominarse obreros, como en Europa, con detrimento de su rango de andaluces”.
El escudo, inspirado en el de la antigua ciudad de Cádiz,
cabecera del pueblo andaluz antes de Tartesos, en los tiempos primitivos, cerrándolo un arco de medio punto, donde
figuran también las palabras latinas “DOMINATOR HERCULES FUNDATOR” y la
leyenda: “ANDALUCÍA, POR SÍ PARA ESPAÑA Y LA HUMANIDAD”
El notario Blas Infante Pérez de Vargas, llegó a Isla
Cristina por primera vez3, el 9 de octubre de 1921, invitado por el
alcalde, Román Pérez Romeu para pronunciar una conferencia en el Teatro
Victoria, con quién mantenía una buena relación de amistad, participando a lo
largo de su estancia en la vida cultural de la localidad.
Es en 1922 cuando se traslada a Isla Cristina como notario,
dedicándose al estudio y a su familia, mientras se producían la clausura de los
Centros Andaluces, con el nuevo régimen del General Primo de Rivera.
Casado con Angustias García Parias, durante el periodo de
1922 a 1931, nacen
en Isla Cristina sus dos primeras hijas, María Luisa en 1928 y María de los Ángeles
en 1930, de quiénes Blas Infante transmitió -en una carta al periódico La
Higuerita, del que era suscriptor- que consideraba a Isla Cristina "su
patria, por ser aquella la de mis hijas, y por haber vivido momentos
felicísimos en nuestra ciudad en su vida personal". Ya en Coria del Rio,
nacieron su único varón Luis Blas en 1931 y Alegría de las Mercedes en 1936.
Las hermanas Dolores y Josefa Borrero Oliva, cocinera y niñera de Blas Infante. |
En los años que la familia Infante García, vivió en la Calle Real, nº 9 de Isla Cristina, fueron años florecientes en la pesca y la industria, donde mucha gente se desplazaba buscando un mejor porvenir. Dolores y Josefa Borrero Oliva, dos jovenzuelas y hermanas que emigraron desde la localidad de Aroche hacia Isla Cristina, fueron contratadas para servir, elegantemente uniformadas con sus cofias y delantales en las labores del hogar, la cocina y cuidado de las niñas.
La mayor de las hermanas
fue la encargada de cocinar para los Infante. Dolores Borrero Oliva, quién
nació en Aroche en 1906 y falleció en Isla Cristina en 1979, casó con Manuel
Franco Palacios, empleado albañil en el ayuntamiento y natural de Villablanca
1906, falleciendo en Isla Cristina en 1969. Tuvieron cinco hijos, José, Rosa,
Dolores, Manuela, Carmen y Juani Franco Borrero, quién actualmente es la única
que vive, esposa de nuestro buen y apreciado amigo Pedro Lima Valero, Policía
Local jubilado.
Josefa Borrero Oliva, natural también de Aroche, nació el 5
de octubre de 1909 era la encargada de cuidar y pasear a las niñas, falleció en Isla Cristina y casó con Manuel
López Rodríguez, natural de Moguer, 1908, quién regentó la bodega “El Rincón” junto a la
Plaza de San Francisco. Fueron padres de
Manuel y José López Borrero. Fallecido Manuel “El cartero”, Pepe Borrero, como
así lo conocemos, disfruta actualmente de su familia y de su jubilación bien
merecida como maestro de escuela.
De Don José, pude disfrutar algunos cursos de su docencia
como maestro de sociales, y
curiosamente, también fue concejal en el Ayuntamiento de Isla Cristina durante
algunos años por las siglas del extinguido Partido Andalucista, el mismo que promovió
y defendía la doctrina de Blas Infante.
Tanto Juani, como Pepe, destacan de sus recuerdos, que era Josefa quién atendía y
alimentaba al zorro “Don Dimas”, la mascota de Don Blas, y que este, no dejaba que las niñas se acercaran a él por precaución. También, que colgaban del
cuello de las niñas un cartel que decía “si me quieres, no me beses”, algo que muchos
no entendían y que hoy, recobra bastante
sentido, al revivirse una pandemia parecida a la Gripe Española de 1918 que
padecían por aquellos años.
Cuando tuvieron conocimiento del fatídico desenlace, lloraron amargamente, y sintieron su muerte como la de alguien de la familia, afirmando, “que siempre fue un hombre atento con ellas, cariñoso y buena persona”·
__________________________________________________________________
1.- Los símbolos de
Andalucía. Fundación Blas Infante
2.- Blas Infante
Pérez, Orígenes de lo flamenco y secreto del cante jondo, 1929-1933,
reproducción facsímil de la edición de la Junta de Andalucía de 1980, Sevilla,
Junta de Andalucía, 2010, pp 104-105.
3.- Isla Cristina,
Por los caminos de la historia. López Márquez Vicente.
Nota: Mi
agradecimiento a Juani Franco Borrero y a José López Borrero, por las fotografías
y los datos facilitados.
lunes, 2 de agosto de 2021
LA MANSIÓN DE DIOS, EN EL ORIGEN DEL GRUPO ESCOLAR NTRA. SRA. DE LOS ÁNGELES “LA ERMITA”
Fachada de la capilla del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles. |
El empresario y doctor en medicina José Caballero Romeu, en 1914 gestó la idea de la construcción en el
solar del primitivo cementerio “del Santo Cristo de la Resurrección y la Vida”
en desuso desde 1884, de un edificio que
comprendiese iglesia, hospital y escuelas,
con el fin de dotar de cultura y conocimientos a los muchos trabajadores
de la época, faltos de los más elementales conocimientos primarios.
Para ello, instó a la creación de un Patronato Benéfico, del
cual, fue nombrado presidente, solicitando
aquel mismo año al Ayuntamiento de Isla Cristina dicho solar para construir su
ansiado proyecto que comprendía una iglesia, dos naves para la enseñanza de párvulos
y adultos en clases nocturnas, y otras dos para la asistencia de enfermos de
ambos sexos, así como un nave para residencia de las Hermanas Mercedarias de la
Caridad, las cuales se pretendía destinar al cuidado de tales servicios.
El ayuntamiento, nunca respondió a aquella primera solicitud,
en la que además del solar, se solicitaba una subvención para que se hiciera
cargo de las asignaciones en el sostenimiento de seis Hermanas de la Caridad,
de la indicada Orden Mercedaria, mientras tanto el patronato, no contara con la
economía suficiente para este menester.
José Caballero Romeu, inició una campaña de captación de
colaboradores económicos en la prensa
local.
El 15 de marzo de 19151, en un acto, presentó la
memoria, los planos y las bases
correspondientes, acompañado del modelo de edificio que habría de construirse, representándolo
en proporción del 2 % en una superficie de 1 m² con una precisión y un lujo de
detalles admirables. A dicha reunión
asistieron como presidente el autor del proyecto don José Caballero Romeu, el alcalde Presidente del Ayuntamiento Don
Diego Zarandieta Roselló, el ayudante
militar de Marina Don Juan de Flores y Cavieces, el cura párroco de la iglesia
de Nuestra Señora de los Dolores Don Salvador Sánchez Palomas, los concejales Don Serafín Zarandieta Romeu, Don Toribio Lázaro Tuset y Don José caballero
Cuchi, el secretario accidental del Ayuntamiento Don Juan Martín Quintana, los
industriales y comerciantes don Bartolomé Rodríguez por los señores Rodríguez
Hnos. y compañía, y Don Miguel Cordero
Toscano. Los maestros de las escuelas
nacionales de esta isla, Don Sebastián
Urbano Vázquez y Don Emilio Pérez Molina,
el médico titular Don José Roselló Ferrera, Don Juan Bautista Rubio Zamorano, Don Antonio
Ortiz Frigolet, Don Francisco Cervantes
de la Vega y don Tomás Vesaluce Barrena,
director y redactores del recién fundando semanario La Higuerita y Don
Ángel Grinda Quínter, director del
Semanario Ecos.
El 17 de noviembre de 19152, volvió a enviar un
nuevo escrito al ayuntamiento en el que hacía saber, el historial de beneficios que por la
construcción de dicho edificio recibirían los habitantes de la barriada del
“Mundo Nuevo o Barrio Nuevo” distante casi un kilómetro del centro de la población
y que carecían de iglesia y escuela, y
donde los habitantes de Isla Cristina encontrarían la formación cultural
adecuada.
Los puntos fundamentales de aquel ambicioso proyecto eran:
1.- Dotar al barrio llamado “Mundo Nuevo”, de un centro de cultura
tanto civil como religiosa, que satisficiera las exigencias de saber del
pueblo. 2.- Disponer de asilo para atender a los que fueran víctimas de
accidentes del trabajo o cualquier otra enfermedad, evitándose, ver morir en
las calles a muchas personas por falta de medios económicos o no disfrutar de
una adecuada prestación médico sanitaria y de alimentación. 3.- Dotar a los
vecinos de una iglesia, que aunque fuera pequeña, contribuyese a combatir la
ignorancia absoluta en que se hallaban la mayor parte de los vecinos de todo
principio religioso, enseñándoles el camino de la fe, fortaleciendo su
formación moral y sus deberes cristianos. 4.- Hacer partícipe a Isla Cristina
de los incalculables beneficios que se desprenden de la asistencia domiciliaria
nocturna, prestada por las caritativas Hermanas Mercedarias.
Una de las primeras ayudas que se recibieron fueron 5.000
ptas., en altruista gesto por el industrial alosnero José Toronjo Limón,
consiguiéndose que el Arzobispado de Sevilla cediera el terreno, ya que
pertenecía a la iglesia, comenzándose los estudios para su inmediata
construcción con un presupuesto de gastos de unas cuarenta y cinco mil pesetas.
El nombre elegido para el proyectado edificio era el de “La
Mansión de Dios”, un proyecto que nunca pudo ver la luz, ya que el doctor José
Caballero Romeu, fallecería en Isla Cristina el 1 de abril de 1918.
Aquel mismo año, la familia Pérez Romeu o sobrinos de Tomás
López, en el mes julio, retomaron el sueño de engendrar en realidad el pensamiento
de su primer impulsor, aunque con importantes cambios y matices, obligados por
la ausencia del doctor Caballero.
La epidemia de gripe que también asoló a la familia,
llevándose consigo al filántropo Ángel Pérez, hizo que las obras no continuasen
con el ritmo proyectado, siendo reanudadas por su sobrino-yerno y gran
benefactor Román Pérez Romeu, finalizándose en 1920 y siendo inaugurado
oficialmente el 8 de marzo de 1921.
En la víspera de la Semana Santa de 1921, y coincidiendo con
la inauguración del edificio, se funda la Hermandad de Ntro. Padre Jesús del
Gran Poder, gracias a la donación de la imagen
que presidía la Capilla de Ntro. Padre Jesús Nazareno del Grupo Escolar
“Nuestra Sra. de los Ángeles”, nombre este, que adquirió en memoria de Ángel
Pérez, fallecido por la pandemia de Gripe en 1918. En 1929, la hermandad adquiere la primitiva
imagen de la Virgen de las Mercedes, a quién bendicen con el nombre de Mercedes,
en honor de las Hermanas Mercedarias de la Caridad que nunca pudieron venir a
servir al asilo.
Siete años después de que el industrial y doctor José
Caballero Romeu idealizara en su mente el proyecto de “La Mansión de Dios”,
Román Pérez Romeu, hizo posible para Isla Cristina, la Capilla de Jesús
Nazareno, y el Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles.
1.- La Provincia 16-3-1915
2.- Sosa Rodríguez, José Historia de Isla Cristina,
(biografía sentimental)
jueves, 15 de julio de 2021
DEVOCIÓN MARIANA EN PUNTA DEL CAIMÁN: DE LA VIRGEN DEL CARMEN A LA VIRGEN DEL MAR.
La oración y la pobreza, fue la cuna de la Orden de los
Carmelitas en el monte Carmelo, donde numerosos profetas rindieron culto a Dios,
y esa devoción a la Virgen, permitió que naciera una nueva advocación a María.
Ahora que estamos inmersos en la festividad de la Patrona de los Marineros,
vamos a recordar a la Virgen del Carmen de la Punta del Caimán.
En la antigua Higuerita, tanto la Virgen del Carmelo patrona
de los marineros, como la Virgen del Rosario, patrona del Gremio de Mareantes y
la Virgen de los Dolores, han sido los
pilares de arraigo devocionales a los que han recurrido los hombres y mujeres de
la mar para manifestarles sus gracias, ruegos y sus suplicas.
La configuración geográfica de Isla Cristina a principios del
siglo XX, distaba bastante de la Isla Cristina que actualmente conocemos, quién separaba por un brazo de ría a la
barriada de Punta del Caimán del núcleo urbano de la localidad, teniéndose que
cruzar en botes, y más tarde, a través de un pequeño puente de madera.
La necesidad de alfabetización y de ofrecer cobertura
cristiana en dicha barriada, hizo que Doña Dolores Pérez Alvedrú y de Areces, maestra y muy religiosa, en la
humilde y pequeña habitación de su vivienda, junto al antiguo colegio San José que
dirigía, (en la antigua C/ San Juan, hoy Profesor Ramón Noya González)
habilitara una pequeña capilla para dar culto a la Stma. Virgen del Carmen.
Esta distinguida señora, profesora de instrucción primaria y
de grandes dotes cristianos, fue la organizadora y quién fomentó el culto y la
procesión de la Virgen del Carmen en la barriada de Punta del Caimán en 1917,
cuando gracias a una donación le hicieron entrega de una imagen de bulto de
Ntra. Sra. del Carmen.
En una misiva publicada en la prensa local y dirigida a Juan
Bautista Rubio, decía así1: “Por
fin llegó a esta su casa la Santísima Virgen del Carmen. Es preciosísima sobre
toda ponderación y sólo viéndola puede apreciarse su belleza. ¡Cuánto sentí no
verlo a usted aquí cuando desembarcó!........la tengo colocada en un altarcillo
modesto, pero muy visitado de todos estos mis queridos vecinos”.
Aquella imagen, fue colocada en una humilde cámara y bajo un
cielo raso, donado por la señora doña Dolores Romeu, viuda de Pérez, siendo bendecida el 29 de julio de aquel mismo año,
en una solemne misa ante la imagen, y presidida por el canónigo de la
S.I.C de Badajoz, Don Hipólito Virella
López.
Los donantes de la imagen fueron los Sres. de Aponte, que habían venido a España para asistir al
acto, pero ineludibles quehaceres les hicieron regresar a La Habana (Cuba)
donde habitaban.
En julio de 1936, los trágicos sucesos que se produjeron en
los primeros días de la Guerra Civil Española, hicieron que tanto el colegio de
La Punta, como la capilla de doña Dolores fueran asaltados por las turbas
anticlericales, destrozando todas las imágenes que allí recibían culto.
En el mes de agosto, Juan Bautista Rubio Zamorano, editor de
La Higuerita y conocedor de lo acontecido escribía en su periodico2 “Hemos oído decir que se proyecta la celebración - como todos los años –
de la Procesión, que ya es leyenda por la venerada dama doña Dolores Pérez
Alverú y de Areces, anciana de dotes ejemplares de cristiandad. Recogemos la
noticia a título de rumor y la publicamos con tintes informativos”
En el siguiente número de La Higuerita3, Dolores
Alverú escribía:
Carta desde la Punta. Sor. D. Juan Bautista Rubio, Director de “La
HIGUERITA”. Mí distinguido amigo: Acabo de recibir el periódico de su digna
dirección que agradezco en la que vale, y como siempre su bondad de V, se
extrema en darme noticias que puede interesarme. Muchísimas gracias.
Supongo se haya V.
enterado de la desgracia que ocurrió en esta su casa, con el atropello que
ocasionó la pérdida de mis imágenes, única compañía y consuelo en mi soledad,
Dios los perdone á los culpables como yo los perdono.
Respecto a la procesión
no hay nada, ni puede haberlo; primero porque no tengo salud, estoy más muerta
que viva, y segundo porque no es esta ocasión de fiesta y procesiones, cuando
nuestros hermanos, los españoles están derramando sangre á torrentes por la
patria
Más quisiera, amigo mío
hablarle que escribirle; bien sabe V. lo mucho que le aprecio de antiguo, pero
apenas puedo andar á causa de la debilidad que me produjeron los disgustos de
estos acontecimientos; ya que querrá Dios que esto cambie y tendré el gusto de
ir á saludarle.
A su señora, mis caros afectos como á sus hijos y V. sabe de
verdad soy su firme afma. y agradecida.
S.S. – Dolores Pérez Alverú.
Tras estos hechos, la procesión de la
Stma. Virgen del Carmen de La Punta, nunca volvió a celebrarse, dejando un gran
vacío espiritual y devocional en la barriada.
No es hasta 1981, cuanto tras la
intercesión del párroco de La Punta, Don Manuel Gómez Orta, se adquiere en
Madrid, una preciosa imagen de la Virgen María con la advocación de Ntra. Sra.
del Mar, para presidir como titular, la
Parroquia que llevaba su nombre desde el 10 de octubre de 1972, convirtiéndose
desde entonces, en un referente de la devoción marinera de la barriada puntera
y de toda Isla Cristina.
_____________________________________________________
1.- Semanario La
Higuerita 26-8-1917
2.- Semanario La
Higuerita 24-8-1936
3.- Semanario La
Higuerita 31-8-1936
jueves, 1 de julio de 2021
ROMÁN PÉREZ Y EL BANQUETE REAL DE GALA, AL QUE ASISTIÓ EL ALCALDE DE ISLA CRISTINA.
Publicado en el Periódico La Higuerita 1-7-2021
Entusiasta recibimiento tributado al gobernador y al alcalde popular repuesto D. Román Pérez Romeu Fuente: ABC 6-1-1924 |
El estatus social, y las influencias en las relaciones
políticas, siempre fueron importantes y
a tener en cuenta, en la consecución de logros y mejoras a corto y largo plazo,
revirtiendo por su atribución, en mejoras para la comunidad donde vivimos.
El alcalde Román Pérez Romeu, reunió un número importante de
esas cualidades, dada su situación personal y empresarial, llegándose a codear con la alta aristocracia de la época y la Casa
Real.
El Estatuto Municipal promulgado por la Dictadura del General
Primo de Rivera el 8 de marzo de 1924, fue la norma que reguló a los
Ayuntamientos en España, (el mismo pretendía «regenerar» la vida municipal para
«descuajar el caciquismo»), para ello, fueron destituidos todos los alcaldes de
España. Dicho Estatuto, no se llegó a
aplicar, ya que las prometidas elecciones nunca llegaron a celebrarse y los
concejales y los alcaldes, finalmente fueron nombrados por los Gobernadores Civiles,
a su vez, designados por el Directorio
Militar.
El único regidor de España que fue
repuesto es su cargo, fue el alcalde de
Isla Cristina, ante la petición popular de los isleños. “Una comisión1, en representación de las fuerzas vivas de la
Isla Cristina, ha visitado al gobernador, rogándole se reintegre en su cargo al
exalcalde don Román Pérez Romeu, que durante muchos años desempeño con gran
altruismo la Alcaldía”.
El
Sol2, lo calificaba
como caso único, donde se pedía
la reposición del alcalde con permiso gubernativo, y que se había celebrado una
importantísima manifestación presidida por las autoridades para pedir la
restitución del alcalde saliente don Román Pérez Romeu cuya obra de filantropía
y patriotismo había beneficiado grandemente al pueblo, además, después del acto
se dirigieron muchos telegramas al directorio pidiendo la reposición de dicho
alcalde por ser un legítimo deseo del pueblo, ya que el Sr. Pérez Romeu, había gastado en obras para el pueblo más de
80.000 duros. La prensa provincial se
jactaba diciendo: “con alcaldes así se salvaría España”, y apoyó esta petición
de Isla Cristina por ser de justicia, pues en los cinco años de actuación, el señor
Pérez Romeu había dejado una obra grande y meritísima. La Libertad3 publicaba: “Un alcalde destituido es reelegido con
todos los honores…. El gobernador militar asistirá al acto de la toma de
posesión del alcalde de la Isla Cristina, Don Román Pérez Romeu. El Sr. Pérez Romeu fue destituido al
disolverse los Ayuntamientos, y por unánime
petición del pueblo ha sido designado concejal por el Directorio y elegido
alcalde nuevamente, para lo cual ha dimitido el recientemente nombrado”. La
Vanguardia4 afirmaba, que como caso único había sido restituido a la
alcaldía Isleña el alcalde destituido, y que el hecho constituyó un
acontecimiento brillantísimo, dándole posesión el gobernador Don Andrés
Chincilla, donde se pronunciaron
grandes discursos que ensalzaban la labor del alcalde, los señores Tejero, Biuro, Azpiazu y el
gobernador. “El pueblo en masa aplaude la
decisión del directorio, que prueba con esto saber extirpar la política
rastrera y reponer a los hombres honrados que miran por los intereses del
pueblo. Isla Cristina está en fiesta,
viendo a su alcalde rigiendo de nuevo su destino”.
El 23 de enero de 19255, con
motivo del santoral de S.A.R D. Alfonso XIII, se organizaron diferentes actos
de homenaje, así como un desfile ante el Palacio con las representaciones de
todos los Ayuntamientos de grandes ciudades y pequeñas aldeas, Diputaciones de
todas las Provincias de España con sus pendones y banderas, un acto de solemne
afirmación monárquica en virtud de la Constitución de 1876, al que asistió el alcalde isleño.
Desfile ante el regio Real Alcázar. Fuente: El Imparcial 24-1-1925 |
Tras los actos del desfile que duró
unas tres horas, tuvo lugar en el regio alcázar la recepción de alcaldes,
quienes se agruparon por provincias en
el patio grande del Palacio para subir al salón del Trono y desfilar ante los
Reyes. Posteriormente, en el comedor rojo del Palacio Real, tuvo lugar un
banquete de gala con la más rica mantelería y vajilla para solo 120 cubiertos.
Presidía su Majestad el Rey, y a la
derecha de la Reina Victoria Eugenia, entre otras muchas autoridades
diplomáticas, civiles y militares, se encontraba como invitado el alcalde de
Isla Cristina D. Román Pérez Romeu. Cuentan las crónicas6 que se
sirvió un escogido menú en el que figuraba el exquisito champagne Veuve
Cliequot que dio paso al salón de Gasparini donde se sirvió el café, y donde se celebró un concierto con los
artistas del Teatro Real: Ofelia Nieto, señor Bany, Belazouisti y Letouty,
acompañados al piano por el maestro Sarco del Valle.
Dos años después de este Banquete
Real, el Rey Alfonso XIII, recibía en audiencia7 a una comisión
formada por el alcalde de Isla Cristina, Don Román Pérez Romeu, y Don José
Tejero, expresidente del Congreso Nacional de Pesca, quienes informaron al monarca de la aguda crisis que atravesaba
Isla Cristina y Ayamonte, que, con escasez de pesca, después de haber dado un extraordinario
impulso a las industrias pesqueras y conserveras se veían arruinadas por la
falta de capturas.
Solicitaron a Su Majestad, que influyera cerca del Gobierno, para que se destinara alguna cantidad para las
obras que se iban a realizar en el puerto de Isla Cristina. El Rey se ofreció e intercedió
para que se concediera crédito para esas obras, y, en cuanto a la crisis
industrial, aconsejó que acudieran al Banco de Crédito Industrial para que esa
entidad, concediera préstamos con
garantías, a fin de que se pudieran
hacer efectivos los pagos de las ampliaciones industriales realizadas y no
satisfechas.
Tanto Román Pérez como José Tejero,
volvieron complacidos por la buena acogida
que le dispensó su majestad.
___________________________________________________
1.- La Acción,
12-10-1923
2.- El Sol,
22-10-1923
3.- La Libertad
30-11-1923
4.- La Vanguardia,
26-12-1923
5.- El Imparcial,
26-1-1925
6.- La Vanguardia
24-1-1925
7.- ABC. 4-2-1927
martes, 15 de junio de 2021
TRES ACCIDENTES AÉREOS EN ISLA CRISTINA
Articulo publicado en el periódico La Higuerita 15-6-2021
Aeroplano portugués accidentado en 1954. Foto Publicada en Facebook por Fernando Do Carmo |
La prensa antigua, a la que recurrimos a veces para
documentarnos, esconde una gran
información en sus páginas.
Hechos y sucesos que han pasado a la historia, y que al repasarlos nos hacen descubrir y
ampliar el conocimiento, revivir gestas, vicisitudes, circunstancias, acontecimientos y situaciones
desconocidas para las generaciones postreras,
en la que intentamos recuperar del olvido algunas de ellas para rememorar
el conocimiento de la historia.
Tenemos conocimiento de tres accidentes aéreos sin víctimas en
el término municipal de Isla Cristina.
El primero de ellos, fue el aterrizaje de un avión militar publicado
el 10 de mayo de 19341, en la dehesa del Taray, donde aterrizó un
aparato militar pilotado por el capitán Luis Roa Miranda, que iba de Madrid a
Tetuán. El aterrizaje se debió a la falta de combustible, sufriendo el aparato averías
y resultando ileso el piloto.
La prensa local2 es mucho más amplia en la
información, dando algunos detalles importantes del suceso y de las
características del avión “En un trigal
de la Dehesa del Taray próximo a La Redondela hizo un aterrizaje forzoso la
avioneta C.A.S.A 12.87 que quedó con la ruedas hacia arriba y el cuerpo del aparato
hacia abajo y rota la hélice”.
Según nos narra, a su rescate acudieron los Tenientes de la Guardia Civil y del Cuerpo de Carabineros
respectivamente, Antonio Guerrero y José Riera, siendo atendido por el médico
local José Baza Fuentes.
La avioneta procedía de Cuatro Vientos en viaje de inspección
a África, viéndose obligado a tomar
tierra antes de cruzar la mar, al percatarse
de la escasez de gasolina, aterrizando
en un trigal tan alto y frondoso, que al rodar las ruedas de aterrizaje, se empotraron de vegetación dando el aparato
la forzosa vuelta de campana debido a la velocidad que tan rápidamente le hizo
frenar al meterse la hierba en los cojinetes y los ejes de las ruedas, rompiéndose al volcar las aspas de la hélice.
“El aviador por
verdadero milagro resultó solo con erosiones saliendo a rastras de debajo del
aparato, siendo el primero en atenderle el carabinero de “El Hoyo” José Fuentes
y de “El Berdigón” Ángel Martín, por
cierto que el Fuentes le dio a beber un “candié” al capitán aviador, que dijo no saber que era aquel o, pero francamente –dijo- “me lo tome y por
cierto me sentó muy bien”.
Otro suceso3, tuvo lugar en agosto de 1940, cuando
sobre Isla Cristina, un aeroplano militar pilotado por el alférez de
aviación Javier Aladino Peralta, de la
base de Tablada de unos 20 años de edad, sufrió algunas lastimaduras en las
piernas sin otras consecuencias.
Aeroplano portugués accidentado en 1954. Foto Publicada en Facebook por Fernando Do Carmo |
Destaca la prensa, que
Bartolomé Beltrán, dueño del kiosco “La Perla
del Atlántico” en su bicicleta “avisando a la guardia civil que sin pérdida
de tiempo se personó en el lugar donde estaba el aparato ya vigilado por
fuerzas de carabineros viniendo el piloto con uno de ellos ante el jefe militar
acreditando su personalidad”.
El tercer suceso4
se produjo a la 1 de la tarde del 15 de mayo de 1954. Cuando un aeroplano
sobrevoló Isla Cristina. La curiosidad general observó que su vuelo no era muy
alto, y como repetía y regresaba para
volver a cruzar durante unas tres o cuatro veces más. Cada vuelta venía más
abajo e hizo suponer que el aviador buscaba sitio donde
aterrizar por causas que no aceptaba el público a comprender.
En el sitio “Los Frailes” en pleno campo, un lugar impropio
para ello, produjo una gran polvareda el
aterrizaje violento. Al lugar, se desplazaron muchas personas en moto, en bicicleta y a pié, para curiosear el accidente.
“Después de los
labradores del contorno uno de los primeros en llegar fué don Antonio Pacheco y
a poco el Sr. Brigada de la Guardia Civil don José Jara Roca, con el Guardia Navas a sus órdenes y parejas
de La Redondela y Pozo del Camino……al chocar el avión en tierra,…… tuvo el
acierto el piloto de saltar del aparato,
lo cual –indudablemente- le salvó la vida, resultando solamente con una
herida en la frente, de poca
consideración”.
El joven motorista Enrique Bogarín Cadenas, que fue como curioso al lugar del accidente, fue quién en su motocicleta trajo hasta la
población al aviador, siendo presentado
a las autoridades locales y curado en la casa de socorro.
El aparato había quedado destrozado y con el ala rota por
entero, el piloto, el joven José Mario dos Santos, Cabo 1º
de las Mocedades portuguesas, de un carácter franco, abierto y con la natural alegría por haber
salido ileso, (tuvo la suerte de no ocurrirle nada), siendo agasajado por las autoridades
locales, donde visitó el Ayuntamiento,
el nuevo Templo Parroquial de Ntra. Sara. de los Dolores que se
encontraba en construcción y discurrió por la ciudad, ante la grata acogida de los isleños, en el
Pósito Marítimo un grupo de muchachas cantaron y bailaron aires regionales en
su honor y en todo momento se le ofreció el afecto y la hermandad que une a las
dos naciones que forman la península ibérica.
Al parecer partió de su patria volando a gran altura cuando
se desorientó por carecer de gráficos a tal respecto, y al notar que no tenía gasolina, empezó a buscar sitio donde aterrizar antes de
una caída brusca e inevitable.
La prensa nacional también se hizo
eco de la noticia5 desgranando sus detalles y en la que destacaba,
que el industrial, Sr. Ogarin (Bogarín) rescató al aviador portugués acudiendo “rápidamente con su motocicleta y logró
extraer al piloto del avión en el que se hallaba herido y conmocionado, llevándole a la casa de socorro, donde fue asistido de heridas en la cara y
brazo izquierdo, que han sido
calificadas de pronóstico reservado”.
1.- La Vanguardia,
10-5-1934
2.- La Higuerita, 14-5-1934
3.- La Higuerita
20-8-1940
4.- La Higuerita
17-5-1954
5.- La Vanguardia
15-5-1954
miércoles, 2 de junio de 2021
EL DRAMA DE AMOR DE UN EMPLEADO DE ALMACENES ISLA CRISTINA.
Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-6-2021
Publicidad de 1895 insertada en la revista Almanaque Bailly-Bailliere |
Todo ocurrió un 2 de marzo de 18941. Cuando una señora
viuda llamada Clotilde Martínez, habitante de la calle de La Palma en la
capital de España, se dirigía hacia la Puerta del Sol, acompañada de su criada.
Al llegar a la calle de Preciados, se les
acercó un individuo llamado Pablo Avedillo, y excitó a Clotilde a reanudar
antiguos amoríos.
Clotilde se negó, y entonces él, contrariado y dolido en sus pretensiones
defraudadas, despechado y lleno de
ira, le disparó dos tiros en la mejilla
izquierda, que la hirieron gravemente. Posteriormente, él se disparó un tiro en
el parietal y falleció enseguida.
Aquel suceso macabro, motivado por el desamor, finalizaba en tragedia amorosa.
El suceso, según la prensa de la época, tuvo lugar a las once
y cuarenta minutos de la mañana, en la esquina de la casa núm. 40 de la calle
de Preciados, calificándolo como “un
drama de esos en que juegan papel importante amores contrariados”.
Llama la atención, los adjetivos utilizados en la noticia por
el medio para describir la fisonomía de
Clotilde, algo impensable en estos tiempos, dada la cosificación hacia la
señora en cuestión, convertida en víctima. “Los
personajes que en él han intervenido son dos. Una viuda de cuarenta años,
jamona de buen ver, llamada Clotilde Martínez, y un joven de treinta, de menuda
barba, dependiente de comercio, y de nombre Pablo Avedillo”.
Continúa diciendo “llegamos a lugar del suceso, ya la manga municipal había
intentado borrar las huellas el trágico suceso, consiguiéndolo sólo en parte,
pues sí el agua limpió la sangre que en el suelo hubiera, aún quedaban
salpicados de ella los muros de la casa junto a la cual se desarrolló el drama".
“La versión2
más próxima a la verdad que del suceso podemos dar, es la siguiente:
Pablo Avedillo amaba, a
lo que parece, ciegamente á Clotilde Martínez; ésta, bien porque no le hubiera
llegado hasta lo hondo la pasión de Avedillo, bien que por el momento se negara
a acceder a ciertas pretensiones del enamorado galán, es lo cierto que entre
los amantes no reinaba la mejor armonía.
Hoy, Avedillo levantose
decidido a resolver de cualquier modo la cuestión que le absorbía por completo,
y se fue en busca de Clotilde.
Empezó entre los dos la
escena más de una vez repetida. Él ofreciéndolo todo a cambio de un poco de
calor para su amor, que ya era locura. Ella resuelta a mantenerse en sus trece.
Por la calle de
Preciados iba la enamorada pareja a la hora en que más arriba decimos, cuando
convencido Avedillo de que los propósitos de Clotilde eran inquebrantables, arrojose
a ella, y sujetándola con el brazo disparándola a quemarropa su revólver.
La bala le entró a
Clotilde por la región temporo-malar izquierda, produciéndola con el de entrada
tres orificios, uno de los cuales se cree pueda haberla causado uno de los
colmillos, arrancado violentamente por el proyectil.
Clotilde, al sentirse
herida, se agarró a las rejas de la casa núm 11, pues la conmoción y lo inesperado de la
situación temió que diera con su cuerpo en tierra.
Al ver en este estado a
Clotilde, y creyéndola herida de bastante gravedad, Avedillo volvió el arma hacia sí, y,
disparándola, se produjo una herida
gravísima en la región parietal derecha, penetrante con la cavidad craneal.
En el lugar del suceso
presentaronse los guardias municipales números 57 y 157 y los de seguridad 226
y 216.
Clotilde fue por su pie
a la Casa de Socorro del distrito de Palacio, únicamente sostenida de los
brazos.
Avedillo fue conducido
en brazos de dos sujetos al mismo establecimiento benéfico.
Avisado el juez del
distrito de Palacio, señor Pozo, presentose diligentemente en la Casa de
Socorro, y tomó declaración a los heridos.
El estado de Clotilde,
aun cuando declarado grave por los médicos Sres. Gómez Herrero y Marín, que han
auxiliado a los heridos, no era desesperado, y pudo ser trasladada a su
domicilio, Palma 4, tercero centro, en un coche de punto, y acompañada de un
dependiente de la Casa de Socorro.
Clotilde es mujer de
buena estatura y de bastantes carnes. Viste traje negro.
Al salir para tomar el carruaje, multitud de curiosos acechaban, por lo que ella tapose con la mano la parte de cara que no cubrían los vendajes.
Iba llorando amargamente.Pero, ¿Qué tiene que
ver este trágico suceso de amor, más propio de una novela negra, para
convertirse en uno de mis artículos?
Pues bien, el susodicho Pablo Avedillo, era dependiente de un comercio de
Madrid, dedicado a la venta al por mayor y menor de tejidos y confecciones para
señoras y niños, llamado ALMACENES ISLA
CRISTINA.
Dicho negocio estaba regentado por Formosa y Hernández, con central
en Barcelona3, y se
ubicaba en la calle Montera 14 de Madrid.
El primer dato, de los Nuevos Almacenes al por Mayor y
Menor ISLA CRISTINA, los encontramos en 18924.
Tres tiendas, Montera 14, Clavel 1, y
Caballero de Gracia, 19 y 21
18945, un anuncio nos participa el traslado de
ubicación a las Calles Clavel, 1 y
Caballero de Gracia 19 y 21 de Madrid, al parecer, se había cerrado la
de Calle Montera 14. En 1895 en la
revista Almanaque Bailly-Bailliere (pequeña enciclopedia popular de la vida
práctica) aparecen en esos mismos
lugares.
En 18896, 18907-8-9-10, 189111,
la publicidad en prensa lo ubican nuevamente
en la calle Montera, 14 de Madrid y
desaparecen las anteriores direcciones.
En 189212 se produce una nueva reapertura de los Nuevos Almacenes al por Mayor y menor, ISLA CRISTINA, en las calles originarias Montera 14, Clavel
1 y Caballero de Gracia 19 y 21
de Madrid.
Este desgraciado y triste suceso, que propició el
fallecimiento de un enamorado Pablo Avedillo, y que le llevó a atentar contra la
vida de su amada Clotilde Martínez,
dejándola grandes secuelas y que desconocemos su final, nos puso en la
órbita de un negocio con el nombre de
Isla Cristina.
Ahora, nos quedan
algunas puertas abiertas con muchas preguntas
que resolver. ¿Desde cuándo, y
hasta cuándo estuvieron abiertos los Almacenes Isla Cristina en Madrid?, ¿a
quién o a quiénes pertenecieron los Almacenes Isla Cristina?, ¿Qué vínculos con
la localidad de Isla Cristina tenían sus propietarios?, ¿la central en
Barcelona, también se llamaba Isla Cristina?, ¿Quiénes fueron los señores o el
señor Formosa y Hernández?
1.- La Vanguardia, 3 marzo 1894
2.- Heraldo de Madrid,
2 de Marzo de 1894
3.- La Época 8 de junio de 1889
4.- el Siglo Futuro, 9 junio de 1892
5.- El Liberal, 8 de abril de
1894
6.- La Época, 9 de junio de 1889
7.- El día, 7 de febrero de 1890
8.- El imparcial, 7 de enero de 1890
9.- El Liberal, 28 de enero de 1890
10.- Unión Católica, 7 de febrero de 1890
11.- Heraldo de Madrid, 11 de enero 1891
12- El Siglo Futuro, 9 junio de 1892