martes, 15 de junio de 2021

TRES ACCIDENTES AÉREOS EN ISLA CRISTINA

Articulo publicado en el periódico La Higuerita 15-6-2021

 
Aeroplano portugués accidentado en 1954.
Foto Publicada en Facebook por Fernando Do Carmo

La prensa antigua, a la que recurrimos a veces para documentarnos,  esconde una gran información en sus páginas.

Hechos y sucesos que han pasado a la historia,  y que al repasarlos nos hacen descubrir y ampliar el conocimiento, revivir gestas, vicisitudes,  circunstancias, acontecimientos y situaciones desconocidas para las generaciones postreras,  en la que intentamos recuperar del olvido algunas de ellas para rememorar  el conocimiento de la historia. 

Tenemos conocimiento de tres accidentes aéreos sin víctimas en el término municipal de Isla Cristina.

El primero de ellos, fue el aterrizaje de un avión militar publicado el 10 de mayo de 19341, en la dehesa del Taray, donde aterrizó un aparato militar pilotado por el capitán Luis Roa Miranda, que iba de Madrid a Tetuán. El aterrizaje se debió a la falta de combustible, sufriendo el aparato averías y resultando ileso el piloto.

La prensa local2 es mucho más amplia en la información, dando algunos detalles importantes del suceso y de las características del avión “En un trigal de la Dehesa del Taray próximo a La Redondela hizo un aterrizaje forzoso la avioneta C.A.S.A 12.87 que quedó con la ruedas hacia arriba y el cuerpo del aparato hacia abajo y rota la hélice”.

Según nos narra,  a su rescate acudieron  los Tenientes de la Guardia Civil y del Cuerpo de Carabineros respectivamente, Antonio Guerrero y José Riera, siendo atendido por el médico local  José Baza Fuentes.

La avioneta procedía de Cuatro Vientos en viaje de inspección a África,  viéndose obligado a tomar tierra antes de cruzar la mar,  al percatarse de la  escasez de gasolina, aterrizando en un trigal tan alto y frondoso, que al rodar las ruedas de aterrizaje,  se empotraron de vegetación dando el aparato la forzosa vuelta de campana debido a la velocidad que tan rápidamente le hizo frenar al meterse la hierba en los cojinetes y los ejes de las ruedas,  rompiéndose al volcar las aspas de la hélice.

“El aviador por verdadero milagro resultó solo con erosiones saliendo a rastras de debajo del aparato, siendo el primero en atenderle el carabinero de “El Hoyo” José Fuentes y de  “El Berdigón” Ángel Martín, por cierto que el Fuentes le dio a beber un “candié” al capitán aviador,  que dijo no saber que era aquel o,  pero francamente –dijo- “me lo tome y por cierto me sentó muy bien”.

Otro suceso3, tuvo lugar en agosto de 1940, cuando sobre Isla Cristina, un aeroplano militar pilotado por el alférez de aviación  Javier Aladino Peralta, de la base de Tablada de unos 20 años de edad, sufrió algunas lastimaduras en las piernas sin otras consecuencias.      

Aeroplano portugués accidentado en 1954.
Foto Publicada en Facebook por Fernando Do Carmo


Cruzó la localidad diferentes veces haciendo giros extraños donde se denotaba la pericia del aviador, pasando muy cerca de los edificios  en las que se pudo observar claramente al piloto saludando con la mano a los que desde calles y azoteas ondeaban sus pañuelos en señal de salutación, mientras se percibía que de vez en cuando se oían extrañas explosiones que procedían del motor de forma  intermitente,  mientras se alejaba.

Destaca la prensa,  que Bartolomé Beltrán,  dueño del kiosco “La Perla del Atlántico”  en su bicicleta “avisando a la guardia civil que sin pérdida de tiempo se personó en el lugar donde estaba el aparato ya vigilado por fuerzas de carabineros viniendo el piloto con uno de ellos ante el jefe militar acreditando su personalidad”.

El tercer suceso4 se produjo a la 1 de la tarde del 15 de mayo de 1954. Cuando un aeroplano sobrevoló Isla Cristina. La curiosidad general observó que su vuelo no era muy alto,  y como repetía y regresaba para volver a cruzar durante unas tres o cuatro veces más. Cada vuelta venía más abajo e hizo suponer que el aviador buscaba  sitio donde aterrizar por causas que no aceptaba el público a comprender.

En el sitio “Los Frailes” en pleno campo, un lugar impropio para ello,  produjo una gran polvareda el aterrizaje violento. Al lugar, se desplazaron muchas personas en moto,  en bicicleta y a pié,  para curiosear el accidente.

“Después de los labradores del contorno uno de los primeros en llegar fué don Antonio Pacheco y a poco el Sr. Brigada de la Guardia Civil don José Jara Roca,  con el Guardia Navas a sus órdenes y parejas de La Redondela y Pozo del Camino……al chocar el avión en tierra,…… tuvo el acierto el piloto de saltar del aparato,  lo cual –indudablemente- le salvó la vida, resultando solamente con una herida en la frente,  de poca consideración”.

El joven motorista Enrique Bogarín Cadenas,  que fue como curioso al  lugar del accidente,  fue quién en su motocicleta trajo hasta la población al aviador,  siendo presentado a las autoridades locales y curado en la casa de socorro.

El aparato había quedado destrozado y con el ala rota por entero,  el piloto, el joven  José Mario dos Santos,  Cabo 1º  de las Mocedades portuguesas, de un carácter franco,  abierto y con la natural alegría por haber salido ileso, (tuvo la suerte de no ocurrirle nada), siendo agasajado por las autoridades locales, donde visitó el Ayuntamiento,  el nuevo Templo Parroquial de Ntra. Sara. de los Dolores que se encontraba en construcción y discurrió por la ciudad,  ante la grata acogida de los isleños, en el Pósito Marítimo un grupo de muchachas cantaron y bailaron aires regionales en su honor y en todo momento se le ofreció el afecto y la hermandad que une a las dos naciones que forman la península ibérica.

Al parecer partió de su patria volando a gran altura cuando se desorientó por carecer de gráficos a tal respecto,  y al notar que no tenía gasolina,  empezó a buscar sitio donde aterrizar antes de una caída brusca e inevitable. 

La prensa nacional también se hizo eco de la noticia5 desgranando sus detalles y en la que destacaba, que el industrial, Sr. Ogarin (Bogarín) rescató al aviador portugués acudiendo “rápidamente con su motocicleta y logró extraer al piloto del avión en el que se hallaba herido y conmocionado,  llevándole a la casa de socorro,  donde fue asistido de heridas en la cara y brazo izquierdo,  que han sido calificadas de pronóstico reservado”.

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1.- La Vanguardia, 10-5-1934  

2.- La Higuerita,  14-5-1934

3.- La Higuerita 20-8-1940

4.- La Higuerita 17-5-1954

5.- La Vanguardia 15-5-1954

miércoles, 2 de junio de 2021

EL DRAMA DE AMOR DE UN EMPLEADO DE ALMACENES ISLA CRISTINA.

 Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-6-2021

Publicidad de 1895 insertada en la revista Almanaque Bailly-Bailliere

Todo ocurrió un 2 de marzo de 18941. Cuando una señora viuda llamada Clotilde Martínez, habitante de la calle de La Palma en la capital de España, se dirigía hacia la Puerta del Sol, acompañada de su criada. Al llegar a la calle de Preciados,  se les acercó un individuo llamado Pablo Avedillo, y excitó a Clotilde a reanudar antiguos amoríos.

Clotilde se negó, y entonces él,  contrariado y dolido en sus pretensiones defraudadas,  despechado y lleno de ira,   le disparó dos tiros en la mejilla izquierda, que la hirieron gravemente. Posteriormente, él se disparó un tiro en el parietal y falleció enseguida.    

Aquel suceso macabro, motivado por el desamor,  finalizaba en tragedia amorosa.     

El suceso, según la prensa de la época, tuvo lugar a las once y cuarenta minutos de la mañana, en la esquina de la casa núm. 40 de la calle de Preciados, calificándolo como “un drama de esos en que juegan papel importante amores contrariados”.

Llama la atención, los adjetivos utilizados en la noticia por el medio para  describir la fisonomía de Clotilde, algo impensable en estos tiempos, dada la cosificación hacia la señora en cuestión, convertida en víctima. “Los personajes que en él han intervenido son dos. Una viuda de cuarenta años, jamona de buen ver, llamada Clotilde Martínez, y un joven de treinta, de menuda barba, dependiente de comercio, y de nombre Pablo Avedillo”.

Continúa diciendo  llegamos a  lugar del suceso, ya la manga municipal había intentado borrar las huellas el trágico suceso, consiguiéndolo sólo en parte, pues sí el agua limpió la sangre que en el suelo hubiera, aún quedaban salpicados de ella los muros de la casa junto a la cual se desarrolló el drama".

“La versión2 más próxima a la verdad que del suceso podemos dar, es la siguiente:

Pablo Avedillo amaba, a lo que parece, ciegamente á Clotilde Martínez; ésta, bien porque no le hubiera llegado hasta lo hondo la pasión de Avedillo, bien que por el momento se negara a acceder a ciertas pretensiones del enamorado galán, es lo cierto que entre los amantes no reinaba la mejor armonía.

Hoy, Avedillo levantose decidido a resolver de cualquier modo la cuestión que le absorbía por completo, y se fue en busca de Clotilde.

Empezó entre los dos la escena más de una vez repetida. Él ofreciéndolo todo a cambio de un poco de calor para su amor, que ya era locura. Ella resuelta a mantenerse en sus trece.

Por la calle de Preciados iba la enamorada pareja a la hora en que más arriba decimos, cuando convencido Avedillo de que los propósitos de Clotilde eran inquebrantables, arrojose a ella, y sujetándola con el brazo disparándola a quemarropa su revólver.

La bala le entró a Clotilde por la región temporo-malar izquierda, produciéndola con el de entrada tres orificios, uno de los cuales se cree pueda haberla causado uno de los colmillos, arrancado violentamente por el proyectil.

Clotilde, al sentirse herida, se agarró a las rejas de la casa núm 11,  pues la conmoción y lo inesperado de la situación temió que diera con su cuerpo en tierra.

Al ver en este estado a Clotilde, y creyéndola herida de bastante  gravedad, Avedillo volvió el arma hacia sí, y, disparándola, se produjo  una herida gravísima en la región parietal derecha, penetrante con la cavidad craneal.

En el lugar del suceso presentaronse los guardias municipales números 57 y 157 y los de seguridad 226 y 216.

Clotilde fue por su pie a la Casa de Socorro del distrito de Palacio, únicamente sostenida de los brazos.

Avedillo fue conducido en brazos de dos sujetos al mismo establecimiento benéfico.

Avisado el juez del distrito de Palacio, señor Pozo, presentose diligentemente en la Casa de Socorro, y tomó declaración a los heridos.

El estado de Clotilde, aun cuando declarado grave por los médicos Sres. Gómez Herrero y Marín, que han auxiliado a los heridos, no era desesperado, y pudo ser trasladada a su domicilio, Palma 4, tercero centro, en un coche de punto, y acompañada de un dependiente de la Casa de Socorro.

Clotilde es mujer de buena estatura y de bastantes carnes. Viste traje negro.

Al salir para tomar el carruaje, multitud de curiosos acechaban, por lo que ella tapose con la mano la parte de cara que no cubrían los vendajes.               

Iba llorando amargamente.

Pablo Avedillo expiró a las dos menos veinte”.

Pero,  ¿Qué tiene que ver este trágico suceso de amor, más propio de una novela negra, para convertirse en  uno de mis artículos? Pues bien, el susodicho Pablo Avedillo, era dependiente de un comercio de Madrid, dedicado a la venta al por mayor y menor de tejidos y confecciones para señoras y niños,  llamado ALMACENES ISLA CRISTINA.

Dicho negocio estaba regentado por Formosa y Hernández,  con central  en Barcelona3,  y se ubicaba en la calle Montera 14 de Madrid.  

El primer dato, de los Nuevos Almacenes al por Mayor y Menor  ISLA CRISTINA, los encontramos en 18924. Tres tiendas, Montera 14, Clavel 1,  y Caballero de Gracia, 19 y 21

18945, un anuncio nos participa el traslado de ubicación a las Calles  Clavel,  1 y  Caballero de Gracia 19 y 21 de Madrid, al parecer, se había cerrado la de Calle Montera 14.  En 1895 en la revista Almanaque Bailly-Bailliere (pequeña enciclopedia popular de la vida práctica)  aparecen en esos mismos lugares.

En 18896, 18907-8-9-10, 189111,  la publicidad en prensa lo ubican nuevamente  en la calle Montera, 14 de Madrid y desaparecen las anteriores direcciones. 

En 189212 se produce una nueva reapertura de los  Nuevos Almacenes al por Mayor y menor,  ISLA CRISTINA,  en las calles originarias Montera 14,  Clavel  1 y  Caballero de Gracia 19 y 21 de Madrid.

Este desgraciado y triste suceso, que propició el fallecimiento de un enamorado Pablo Avedillo, y que le llevó a atentar contra la vida de su amada Clotilde Martínez,  dejándola grandes secuelas y que desconocemos su final, nos puso en la órbita de un negocio  con el nombre de Isla Cristina.

Ahora,  nos quedan algunas puertas abiertas con muchas preguntas  que resolver.  ¿Desde cuándo, y hasta cuándo estuvieron abiertos los Almacenes Isla Cristina en Madrid?, ¿a quién o a quiénes pertenecieron los Almacenes Isla Cristina?, ¿Qué vínculos con la localidad de Isla Cristina tenían sus propietarios?, ¿la central en Barcelona, también se llamaba Isla Cristina?, ¿Quiénes fueron los señores o el señor Formosa y Hernández?

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1.- La Vanguardia,  3 marzo 1894

2.- Heraldo  de Madrid,  2 de Marzo de 1894 

3.- La Época 8 de junio de 1889

4.- el Siglo Futuro, 9 junio de 1892              

5.- El Liberal, 8 de abril  de 1894

6.- La Época, 9  de junio de 1889

7.- El día, 7 de febrero de 1890

8.- El imparcial, 7 de enero de 1890

9.- El Liberal, 28 de enero de 1890

10.- Unión Católica, 7 de febrero de 1890

11.- Heraldo de Madrid, 11 de enero 1891

12- El Siglo Futuro, 9 junio de 1892

sábado, 15 de mayo de 2021

DOS EFEMÉRIDES PARA RECORDAR EN UN RETABLO EN LA CASA HDAD DEL ROCÍO.

Articulo publicado en el periódico La Higuerita 15-5-2021                          

Antonio Redondo Contreras realizando el trabajo de la colocación 

El mes de agosto de 1984, quedó grabado en la historia de Isla Cristina. Se había producido la mayor tragedia pesquera desde el naufragio del galeón, “Purita Pérez”, en la víspera de la Navidad de 1939. En esta ocasión, un corrimiento de la carga,  provocaba el hundimiento del sardinero Islamar III, cuando navegaba rumbo a las Palmas de Gran Canaria para descargar la pesca.

Aquel doloroso y trágico suceso,  marcó y llenó de desconsuelo a toda la población isleña.  La terrible tragedia,  en  la noche del 10 de agosto se llevó consigo,  la vida de  26 de los 28 tripulantes.

Aquel mismo mes y año, coincidía con el Rocío Chico y el tradicional traslado cada siete años que realiza la Virgen del Rocío,  desde la aldea hasta el pueblo de Almonte.

Nadie tenía ánimos para festejar aquel traslado, el inmenso dolor por el que atravesaba toda Isla Cristina en aquellos momentos, hizo que fueran muy pocos los isleños que acudieron a aquel  histórico evento. Isla Cristina y su hermandad rociera, guardaban riguroso luto. La Casa Hdad., permaneció en todo momento cerrada y solo una bandera de Isla Cristina con un crespón negro presidía su fallada.

El 18 de agosto,  a las 16:02 h., se producía el “salto a la reja” y la Stma. Virgen del Rocío con sus atributos de Pastora iniciaba su caminar.  Es ese  mismo año de 1984, cuando por primera vez,  la Hdad. Matriz de Almonte, decide construir un altar en el exterior, para que así pudiera procesionar la Virgen desprovista del guardapolvo por las calles de la aldea. El emplazamiento se ubicó en Plaza Mayor, frente a la Hermandad de Madrid. Allí la Virgen fue cubierta con un guardapolvo o capote, para protegerla de las inclemencias del camino. Hasta ese año, la colocación del pañito en su rostro y capote a la imagen, venía produciéndose en el interior del Santuario.

Justo enfrente, a unos 300 metros aprox. en el lado opuesto de Plaza Mayor se ubica la Casa de Hermandad de Isla Cristina.

Colocado el pañito y cubierta la Stma. Virgen del Rocío, entre salves y vítores, y el ensordecedor estruendo de los trabucos,  la Virgen, a hombros de los almonteños,  inició su camino,  y para sorpresa de todos los presentes, se desvía del Camino de los Llanos,  poniendo rumbo hacia la Hdad. Isla Cristina.

Nunca antes, la Virgen del Rocío, se había desviado en su recorrido tradicional, (ese mismo año, se producirían grandes altercados con los colonos que habían sembrado las parcelas por donde debía trascurrir la Virgen”). Al iniciar su caminar,  la Stma. Virgen del Rocío portada por los almonteños, como sí de una revelación o aparición divina se tratara,  desvió su caminar y se colocó justo delante de la Casa Hdad de Isla Cristina, en un gran gesto que honra la grandeza del pueblo de Almonte, “la Virgen vino a dar consuelo a tanto dolor contenido”,  donde las lágrimas de emoción se hicieron dueñas del momento,  mientras los hombres de la Virgen gritaban: “¡Isleños, aquí tenéis a la Virgen del Rocío que viene a daros consuelo!”

Siete años después, coincidiendo con un nuevo traslado, en agosto de 1991, la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Isla Cristina perpetuó aquel bendito momento en un retablo cerámico que preside desde entonces el interior de la Capilla de la Casa Hdad en la aldea.

Detalle central del retablo


Por aquella fecha, yo contaba con 23 años,  y ostentaba el cargo de Vocal de Cultos, y el de portavoz del Grupo Joven en la Hdad del Rocío de Isla Cristina. Propuse al presidente José Ramos Calvo, que debíamos perpetuar de alguna manera aquel hecho tan importante. Pepe Ramos,  me dijo que no había dinero para organizar nada, pero que me daba vía libre para todo lo que se hiciera.

Me puse manos a la obra y contacté con Enrique Jabares Barrera, quién acababa de llegar, tras las elecciones municipales a la Delegación de Cultura y le propuse el proyecto, tras insistirle mucho, y  hacer sus gestiones, me puso en contacto con la ceramista Eva Toro, afincada en la Sierra de Huelva, a quién expliqué el proyecto y le facilité un boceto realizado por Francisco Álvarez en 1985 y que la Hermandad ya había serigrafiado y  distribuido en unas losetas de cerámica.

Losa de 45 X 35 


El presupuesto fue de 90.000 Ptas., que fueron asumidas por el Ayuntamiento de Isla Cristina, sin las cenefas que lo enmarca, que yo doné.  A primeros de agosto,  recibíamos de manos de la artista,  este retablo cerámico a color de 1,80 X 1,35 al que se le adjuntó una leyenda anexa, imitando los  textos antiguos y diseñada por el artista Horacio Noguera,  de 45 X 30 que dice así: “El día 19 de agosto de 1984, la Stma. Virgen del Rocío, llevada a hombros por sus fieles almonteños, rompió su fijo y habitual recorrido en su traslado a Almonte, apareciendo ante la puerta de nuestra hermandad, para con su presencia dar consuelo a los afligidos isleños que guardaban luto por los desaparecidos marineros del pesquero “Islamar III”. Esta cerámica conmemora dicha efemérides.  El Rocío. Agosto de 1991.” (Existe una pequeña errata,  ya que el hecho,  se produjo el 18 de agosto)



Antonio Redondo Contreras realizando el trabajo de la colocación 


El albañil que la colocó fue Antonio Redondo Contreras, amigo personal de mis padres y familia, a quién se le encargó este trabajo, desplazándose hasta la aldea,  rechazando cobrarlo, bajo el argumento de que  lo hacía en gloria de mi madre, Fulgencia Salgado del Carmen y que lo donaba en su memoria. Ayudamos como peones, Manuel Jesús Moreno Martin (Pañerito), Juan Manuel Camacho Bautista y Francisco González Salgado.



Momento de la bendición

A las 22:00 horas del  17 de agosto de 1991, tuvo lugar la bendición de dicho retablo por el cura párroco de Almonte el Rvdo. Don Antonio Salas Delgado en un acto sencillo que organizó el Grupo Joven de la Hermandad, y al que se sumaron las representaciones de casi todas las hermandades rocieras encabezada por la Hdad. Matriz presidida por Ángel Díaz de la Serna, así como los alcaldes de Almonte, Francisco Bella Galán e Isla Cristina,  Juan Hormigo Bellido,  quiénes  descubrieron tras la bandera isleña, la artística cerámica. El acto fue retrasmitido en directo por Radio Isla Cristina,  tras las gestiones que se realizaron con su director Francisco Canela Tobarra.

La autora, Eva Toro Reina es natural de Sevilla, nacida en 1969, por aquellos años residía en algunas localidades de la Sierra de Huelva, siendo la aldea de Agua Fría donde más tiempo ha pasado. Estudió Formación Profesional II Grado, también en la Escuela de Artes y Oficios de Sevilla, en la especialidad de cerámica y alfarería.  Desde 1990 hasta 2000,  trabajó en un taller propio de cerámica donde realizó trabajos creativos y por encargo. Ha sido profesora del I.N.E.M y monitora de talleres de cerámica por la provincia de Huelva y  desde 2001 al 2013 ha trabajado en gestión cultural, organizando encuentros y diseños de programas socioculturales.

Actualmente, continúa realizando pequeñas cosas, dedicando su vida a la Gestión Cultural y al Turismo Rural en la que dirige dos Casitas Turísticas denominadas “La Casona de Agua Fría”, ubicadas en el corazón del Parque Natural,  a  10-15 min. de  Linares de la Sierra, Alájar, Fuenteheridos, Jabugo, Cortegana o Almonaster la Real y a 30 minutos de Aracena.  

 

lunes, 10 de mayo de 2021

Libreto del "CARNAVAL DE ANTAÑO" Antología del Carnaval de Isla Cristina (1922-1936)

Son muchas las personas que me han preguntado por si quedaba algún libreto o cancionero de la Antología de los Carnavales Antiguos de Isla Cristina que presentamos en el Teatro Gran Vía en el año 2000.  Aquí os dejo este documento,  por si queréis descargarlo en PDF. 


 "CARNAVAL DE ANTAÑO" 

Antología del Carnaval de Isla Cristina (1922-1936) 

Investigación, Realización y Dirección Francisco González Salgado (2000)



Descargar documento

viernes, 7 de mayo de 2021

SALVE A LA VIRGEN DEL MAR INTERPRETADA POR LA CORAL POLIFÓNICA ISLA CRISTINA


   I

Sálvame hermosa estrella
y Esperanza nuestra,
sálvanos Virgen Pura 
de este mundo de amargura. 
Líbranos del pecado
guíanos por el camino 
y derrámanos la gracia
y derrámanos la gracia
de tu Vientre Divino.

ESTRIBILLO

Ruega por nosotros,
ruega por tu pueblo,
ruega por el mundo
Reina y Madre de los Cielos.
Ruega por los marineros
que se están ganando el pan
con el sudor de sus frentes
trabajando en alta mar.

   II

Sálvanos Reina puntera
Virgen Estrella del Mar,
ruega por Isla Cristina
y por la Punta del Caimán. 
Ruega por los que sufren,
recibe nuestras plegarias
de tus hijos de La Punta,
de tus hijos de La Punta,
Reina de nuestras almas. 

(al estribillo)

Sálvame Reina y Madre, sálvame 
Sálvame, Reina y Madre, sálvame.......                           

Letra y Música: Francisco González Salgado 
Arreglos Versión Coral: Vicente Sanchís Sanz 

sábado, 1 de mayo de 2021

LA CERÁMICA DE PADRE JESÚS DE JOSÉ ANTONIO ESTEVE PASCUAL.

           Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-5-2021

Retablo de Padre Jesús del Gran Poder de Isla Cristina
obra de José Antonio Esteve Pascual, década de los 40.

Finalizada la Guerra Civil Española,  tras la llegada de la actual imagen de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder, y la reorganización de la Hermandad,  en la década de los años 40 del pasado siglo, en uno de los pilares que soportaban las grandes rejas del patio del antiguo colegio de Ntra. Sra. de los Ángeles, y siendo Hermano Mayor Juan Mirabent Gutiérrez, a la entrada, fue colocado a instancias de la Hermandad, un hermoso retablo cerámico con la efigie de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder y Misericordia, y justo debajo de él, una hucha con una ranura en forma de cruz y con la leyenda: Limosna.

Llevaba algún tiempo intentando averiguar cómo se adquirió y quién fue su autor, ya que la única referencia que se tenía de esta obra de gran calidad y que refleja fielmente a Jesús del Gran Poder de Isla Cristina, de 80X60 cm., en  la técnica de bajo cubierta, era la firma que atestigua su autoría: J.A Esteve.  Ningún otro dato, ni documento en prensa, ni en la propia hermandad.

Tras realizar algunas averiguaciones, puedo afirmar, que su autor, fue José Antonio Esteve Pascual, natural de Valencia, escultor, dibujante y ceramista, quién en su juventud, realizó esta pieza en los inicios de su carrera artística, emigrando en los años 50 a América.

La Ermita, lugar donde desde 1921 se veneraba al sagrado titular, enriqueció su exterior con este hermoso retablo devocional. Tras la bendición en 1966 de una nueva Parroquia a quién dio nombre el Señor, se produjo el traslado de las imágenes titulares al nuevo templo. Aquel retrato cerámico pintado, se convirtió durante algunos años en un  lugar singular, dónde los vecinos de la zona, iban a rezar o se santiguaban a su paso como muestra de respeto. El vacío que la imagen del Señor había dejado en la capilla de La Ermita, era en parte suplido por la cercanía de esta pintura cerámica que de alguna manera, quedó presidiendo la antigua Calle Norte.

En los primeros años de la década de los 80, y coincidiendo con la creación de la primera cuadrilla de hermanos costaleros, la Casa Hdad, comenzó a tener gran actividad y es, cuando esta, ante la ausencia del Señor en La Ermita, decide, siendo Juan Estévez Tortosa, Hermano Mayor,  trasladar dicho retablo a su Casa-Hdad. Los hermanos costaleros Antonio Salas Moreno y Manuel Ponce González, fueron los encargados en retirarlo de su primitivo lugar y colocarlo en el exterior, entre la ventana y la puerta de la vieja Casa de Hdad... Allí permaneció hasta junio de 1993, cuando siendo Hermano Mayor Ricardo Biedma Cabalga,  la Casa fue derribada para ejecutar las obras de la actual Capilla.

Compactado sobre una estructura de hierro y mortero, fue trasladado junto a otros enseres al número 7 del Paseo del Chocolate, donde fue guardado en la habilitada y provisional Casa Hermandad hasta que se le buscara una nueva ubicación.  

Inaugurada y bendecida en 2003 la actual Capilla-Casa Hdad., fue trasladado a dicha sede, siendo Hermano Mayor Manuel Jesús Moreno Martín,  quedando sin colocar hasta que en 2005, bajo el mandato del Hermano Mayor Eduardo Rodríguez Rodríguez, es colocado  en el interior de la Capilla, en el lateral izquierdo del cancel, por el hermano,  y en aquel momento miembro de la Junta de Gobierno,  Diego Gutiérrez Columé, uno de los constructores que realizaron las obras del edificio, es este, quién lo remata alrededor con unas molduras de escayola y lo ilumina con dos faroles de luz eléctrica.

Por otro lado, el ceramista José Antonio Esteve Pascual1, de vivir, tendría hoy 100 años.  Nació de Valencia en 1921, donde se formó como artista y más tarde como técnico, profesor de cerámica, dentro de diferentes fábricas en la realización de azulejos, porcelana, alfarería, etc.

Fue director técnico de la fábrica de azulejos y mayólica de José María Verdejo Manises en Valencia, también, diseñador de la fábrica la imitadora antigua de Valencia.

En 1940, se independiza y crea su propia fábrica que dura aproximadamente una década. Desde allí, realiza encargos cerámicos, placas, retablos etc., también para Venezuela. Es en esta etapa,  en la que con casi toda seguridad es contratado, por  la hermandad, posiblemente,  por Juan Mirabent Gutiérrez,  ya que con la llegada de la nueva imagen a Isla Cristina el 3 agosto de  1940  se reorganiza la cofradía. Por aquellos tiempos el autor  contaba con una veintena de años.

La postguerra y las circunstancias socioeconómicas le hacen marcharse al continente americano y en 1951 se establece en Buenos Aires. Después emigra a Paraguay, siendo contratado por una fábrica de azulejos. En 1955 se traslada a Jujuy para ejercer la docencia, pasando por Mendoza como profesor de la Universidad de Cuyo, ahí conoce a la mujer que más tarde sería su esposa, Teresa Gutiérrez García,  con la que tuvo cuatro hijos. Permanece en Mendoza hasta el año 1965, en el que se radica en la provincia  de Neuquén en la ciudad de Zapala donde ejerce como profesor y posteriormente director de la Escuela de Cerámica de la Universidad de Comahue. Allí crea la Escuela de Cerámica de Zapata junto al escultor Alisio Morosín.

En la Escuela Superior Normal Nacional desempeñó la cátedra de plástica durante quince años realizando cursos de capacitación en cerámica en la ciudad de Gral. Roca -Río Negro- en 1967 e  inaugurando la escuela como profesor y director.  A lo largo de su vida, rechazó propuestas de las Universidades de Chile, Usuahía, Bahía Blanca por no querer abandonar su lugar de residencia; Zapala. Su trayectoria es muy larga y extensa con encargos para el gobierno e instituciones, sin embargo es poco conocido, quizás por las grandes distancias de aquel  país.  

En su primera etapa sus trabajos fueron decorativos religiosos y costumbristas,  periodo desde 1940 a 1957, donde se aprecia una fuerte raíz valenciana decorativa idealista, destacando la utilización de pequeño y gran formato, mosaicos, platos,  murales religiosos en técnica bajo cubierta, temática de corte costumbrista y taurino muy típico en la España del siglo XIX.

En su segunda etapa sus obras son regionalistas e históricas. Desde 1957 hasta finales de los años 70 dando importancia a rasgos latinoamericanos. Junto con su historia, recrea cantidad de bustos,  cabezas, monumentos de personajes de la historia,  General Roca, figura del Gaucho, aborígenes etc.

Su tercera etapa es pintoresca y decorativa,  década de los años 80 donde se observa una vuelta a sus orígenes, al país de procedencia, pero de manera más pintoresca destaca la figura de los personajes de la campiña, de los viñedos valencianos con tratamiento caricaturesco, donde manifiesta en esta tapa, una cierta melancolía por su patria lejana.

Su cuarta etapa es mitológica,  temática y romántica, casi trágica al emplear la calavera, tiene una gran influencia del arte europeo así como del arte argentino y sudamericano.

Entre sus obras más destacadas se encuentran el mural “Orígenes del teatro”, el monumento a “Luis Candelaria” o el monumento al “soldado andino”. Su obra está cargada de elementos figurativos y simbolistas con una temática rococó todo esto,  conjugado con elementos decorativos.

Su primogénito, José Antonio Esteve Gutiérrez, es también  escultor y ceramista, artista de familia de ceramistas de Zapala en la provincia del Neuquén, Argentina.

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1.- Altamirano Claudia. Trabajo de Investigación artística, José Antonio Esteve 1997. Universidad Nacional de Córdoba, (Argentina) Facultad de Filosofía y Humanidades. Escuela de Artes Plásticas. 

jueves, 15 de abril de 2021

GARCÍA SANCHIZ Y ORTEGA MUNILLA, DOS ACADÉMICOS QUE VISITARON HACE CIEN AÑOS ISLA CRISTINA.

                       Artículo publicado en el periódico La Higuerita 15-4-2021

Román Pérez Romeu y Federico García Sanchiz
Foto: Nuevo Mundo


El 7 de marzo de 1921, invitado por Román Pérez Romeu, llegó a Isla Cristina el reputado  escritor y periodista, miembro de la Real Academia Española José Ortega Munilla, padre de filósofo y ensayista José Ortega y Gasset.

Aquella visita generó una gran expectación en la localidad, y los balcones se engalanaron con colgaduras por la calle Luciano Vázquez, (actual Carreras) y el gentío ansioso se concentró por los alrededores del Puente-Carreras.

Como cuentan las crónicas1, próximo a las 7 de la tarde llegó en automóvil acompañado desde Huelva por los Sres. José Marchena Colombo, Francisco García Morales y Juan Pera Bayo, siendo recibido por las autoridades locales, a los sones de la Marcha Real, que interpretó la Banda de Música de Loulé (Portugal), que estuvo contratada para amenizar los festejos de inauguración del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles, para,  posteriormente dirigirse al Ayuntamiento desde donde saludó e intervino  desde el balcón dedicando algunas unas palabras.   

El día 8 de marzo, día de la inauguración del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles, a las 11 de la mañana se iniciaba la comitiva con un gran gentío popular que abarrotaba las calles y un elenco de personajes de la cultura,  entre los que se encontraba también el famoso pedagogo Manuel Siurot Rodríguez, además de la sociedad civil y militar,  que asistieron a una misa cantada a toda orquesta y que fue concelebrada por tres sacerdotes D. Salvador Sánchez Paloma, y los isleños D. Rafael Pérez Ortiz y  D. Juan Milá Vidal, dando paso a la bendición de las escuelas y un posterior banquete, que fue amenizado por un sexteto musical que dirigió el maestro Francisco Cervantes de la Vega,  y a la esperada conferencia ofrecida por Ortega Munilla en el Salón Circo Victoria,  con un  posterior baile,   fin de fiesta.

Semanas antes de todo lo acontecido, Isla Cristina, también había recibido la visita de otro docto de la Real Academia Española. Se trata de Federico García Sanchiz, quién tras entrevistarse con Román Pérez Romeu y visitar el Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles aún sin inaugurar, elaboró un artículo que fue publicado en la revista Nuevo Mundo2 en la sección “Rincones de España”.

García Sanchiz, con un lenguaje literario, usa la belleza del entorno que se va encontrando para situar Isla Cristina en la mente del lector “la llamada Isla Cristina es una pintoresca población de pescadores y conserveros de atunes y sardinas (….) las marismas,  aterciopeladas en su vegetación cobriza de gradería encharcada; el estero, con su lámina de extracto liquido; el horizonte oceánico, prestan deleitoso y amplio marco al caserío impecable en su albor,  que semeja un secadero de lienzos planchados y almidonado (…)  y en las calles sorprenderéis escenas de sorollesca traza, como la de coser las redes”.

Afirma en su artículo, que una tarde caminaba con unos amigos “por una vía pulcramente pavimentada, con casitas albas y luminosas, que sigue a un paseo adornado con palmeras, (las palmeras fueron sembradas once años antes, en 1910) entre las que jugueteaban algunos niños y dijo alguien: este es terreno robado al mar”,   aseverando: “así los isleños se defienden contra el cerco devorador del agua” (….)   A los pocos pasos dimos en el jardínillo que rodea un edificio todavía no inaugurado, una fábrica con oratorio, y unas anchas naves, y patios, y salones espaciosos en lo alto. Inconfundible arquitectura escolar, aunque con una riqueza no acostumbrada”.

Retrata su interior donde podían observarse igual lujo. “Pupitres, cartelas, vitrinas de minerales y de plantas; otras explicando el proceso de ciertas industrias; retratos de los españoles inmortales; y todo bañado por el sol que entraba por las grandes ventanas, que no ocultarán el azul a los futuros educandos. Una de las salas de arriba ofrecía una soberbia curiosidad, única en su género, hermosas fotografías que reproducían en friso los más caracterizados cuadros de la pintura española, desde los primitivos hasta hoy, una simple vuelta informa al curioso de la historia pictórica hispánica……”.


Pérez Romeu y García Sanchiz junto a un grupo de amigos.
Jardín del Colegio. Foto: Nuevo Mundo


Ante tanto portento, F. García Sanchiz hizo la observación en voz alta de manifestar a sus acompañantes: “Sí que ha sido pródigo con ustedes el Estado.  ¡Oh, no! – contestó uno de ellos – estas escuelas las regala al pueblo D. Román Pérez Romeu”,  y pasaron a contarle el hecho, sencillo y noble en su origen como en su finalidad. “Al morir su hermano predilecto, los que restaban decidieron elevar a su memoria un monumento más respetable que el escultórico de los cementerios. Fundaron esa escuela que dirigió, pensó y construyó D. Román Pérez Romeu dedicándola a Ntra. Sra. de los Ángeles,  por ser Ángel el nombre del muerto venerado, una criatura de excepcional filantropía a su vez. Esto es todo”.

Continúa diciendo y afirma,  que Román Pérez, con humildes palabras explica sus gloriosos despilfarros: “Lo que tenía que gastarme por ahí en grandes hoteles, en caballos de carrera, en automóviles (….), lo dejo en mi pueblo, donde a la postre tengo que vivir…, y así vivo más a gusto…” a lo que él le respondió: Y los demás pobladores de Isla Cristina también viven más a gusto…

¡Hay que ver el agasajo con que pobres y ricos saludan a su alcalde! ¡Y con qué alegría, contemplan el enriquecimiento de su nido blanco y verde! Entre todos se diría que protegen esa semilla de decoro y cultura, que, con otras aisladas, formarán la patria, densa y rica como un haz de espigas. ¡Ah! ¡Y allí no hay cuestión social! Porque ese poderoso a que nos referimos,  atento a la voz bíblica, no se considera dueño de sus tesoros, sino administrador de los pobres.

El político y catedrático de latín José Marchena Colombo, quién acompañó desde Huelva a Ortega Munilla en su visita, una vez inaugurado el edifico, remitió una carta al Ilmo. Sr. D. José Soler y Barcia, quién por su interés, el 1 de abril, lo remitió a su vez a los semanarios locales3. En aquel escrito, hacía referencia a su visita a las conferencias organizadas y a la inauguración de las escuelas, donde explicaba que Román Pérez le había preguntado: ¿qué le parecían las escuelas?, y que no supo que contestarle “miré a todos lados, me hice el distraído…. me ahogaba la emoción y no quería que me viera llorar… Estos pobres renglones publicados en el “Noticiero” son la contestación que le debo desde aquella tarde.

Con un texto hermoso que ensalzaba las virtudes de Isla Cristina, su laboriosidad,  califica al recinto escolar como “Palacio de la Cultura en Isla Cristina”. Y atestigua: “En las escuelas nada, ni la más remota idea de vanidad; en todo el edificio no hay lápida, un renglón, un nombre que diga: Estas escuelas fueron fundadas por………..”

 

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1.- Periódico La Higuerita. 13-3-1921

2. Federico García Sanchiz. Nuevo Mundo. 25 Febrero 1921. Rincones de España. Isla Cristina y sus Ejemplos.

3.- Periódico La Higuerita. 10-4-1921

jueves, 1 de abril de 2021

CONCIENCIA SOCIAL Y FILANTROPISMO, LOS ANTÍDOTOS DEL HAMBRE.

Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-4-2021

Periódico ABC, 1-9-1938. Auxilio Social en Isla Cristina.
Foto mejorada por José M. Figuereo.

 

A lo largo de los tiempos, el ser humano, sabedor de que no es ajeno a las circunstancias que lo rodean, ha mostrado su  compromiso en favor de los más débiles, es esta la más noble expresión de dignidad, responsabilidad y solidaridad.

No siempre los organismos públicos llegaron a todos los sitios para paliar las injusticias sociales, con los ojos del corazón abiertos a los que sufren.

Con el devenir de los tiempos, nos hemos acostumbrado a convivir con una cultura que ignora, que excluye, oculta y silencia los rostros del sufrimiento y la pobreza. Aunque siempre no es así. La Caridad es el compromiso transformador que se hace urgente al tomar conciencia  de las necesidades de muchas otras personas. Es la doctrina social que diariamente ejerce la Iglesia, pero también, la de muchas personas comprometidas que han entendido que estas situaciones no son fruto de la casualidad,  que cualquiera puede llegar ahí y que es la consecuencia de los errores, de la injusticia social, de la miseria moral, de la codicia de unos pocos y de la indiferencia generalizada de muchos.

En estos tiempos tan complicados que padecemos de paro y pandemia, muchas son las personas y familias enteras que se han visto abocadas a tener que recurrir a esa caridad que alimente sus estómagos y les mate el hambre.

Los Servicios Sociales Municipales, Cáritas Diocesanas, las Hermandades y un sinfín de anónimos voluntarios han sido,  y siguen siendo, ese sostén humanitario donde recurrir ante la necesidad.

Isla Cristina es solidaria, siempre lo fue, y siempre hubo  filántropos que por una razón u otra hicieron mucho más fácil la vida de sus convecinos.

A comienzos de 2.013, Manuel Carrasco de los Santos, en agradecimiento a la sanación de su ex mujer e hija, las dos enfermas de gravedad, decide, dar gracias a Dios con un gesto hacia los más necesitados “Quería algo que no fuera una ayuda puntual, sino que fuera permanente”.

De ahí nació la idea del Comedor Solidario de Isla Cristina. Para ello, buscó la ayuda de su primo Manuel Núñez Carrasco, y se pusieron en marcha para encontrar un local, que gentilmente y hasta la fecha, ha sido cedido de forma gratuita por la familia de José García Frigolet. A este proyecto, fueron uniéndose nuevas personas que formaron parte de la Junta Directiva y buscaron entre todos, los recursos necesarios para adaptar y poner en funcionamiento dicho comedor. La primera piedra se colocó en agosto de 2.013, abriendo sus puertas en abril de 2.014.

 Actualmente la Directiva está formada por Manuel Carrasco de los Santos y Manuel de Jesús Núñez Carrasco, dando de  comer diariamente a unas 120 personas, llegando a atender al comienzo de la pandemia cada día a unos 350 usuarios, gracias a las donaciones de empresas y particulares.

Inmersos en la conmemoración del centenario de la inauguración del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles (La Ermita),  encontramos una publicación1 sobre la labor social que se desempeñaba en sus instalaciones además de la educativa, ya que en septiembre de 1936, además de colegio, se usaba como comedor para niños pobres, servidos por “guapísimas jóvenes, ataviadas con delantales de una nitidez impecable”.

Cuenta el autor que fue recibido a su visita por la “bellísima señorita Juanita Cabot”, quién dio toda clase de informes, llevándolo a una casa contigua, propiedad de Doña Nazaria Contreras, quién no cobraba nada por el alquiler, por tratarse de una obra benéfica y donde estaba instalada la cocina y el almacén de comestibles. En aquella casa, fue recibido por la cocinera Juana Olivera y por las sirvientas Carmen Mascareña y Felipa Rodríguez, quienes tenían todo bien organizado y la limpieza era extraordinaria así como la ordenación del almacén.

Cuenta el corresponsal, Herencia, que a las 12 de la mañana llegaron a almorzar los niños, en correcta formación. En amplias mesas con limpios manteles de hule, estaba la ración de pan en cada asiento, los niños se colocan en sus sitios respectivos, y las chicas jóvenes comenzaron a actuar”. En los infantiles rostros se reflejaba la alegría de los chicos ante el humeante y condimentado cocido, obligándoles a adoptar buena postura en la mesa y se les enseñaba a la vez a comer bien. Preguntando a uno de ellos dijo: “Con este son dos platos los que me he comido de cocido”.  Hay uno,  de cuatro años, al que le vemos comer con un apetito devorador; no aparta la vista ni un solo momento del plato. Juanita Cabot, se acerca y dice: “con respecto a este pequeño, que hacía tres días tenía fiebre de 39 grados, y le han desaparecido por completo. ¡Prodigios del cocido!”. En un lugar aparte, otro grupo de jóvenes se encargaban de partir en trozos pequeños la carne, el tocino y el chorizo, para irlo después distribuyendo a cada niño.

En el mismo local, se encontraban don Cristóbal Cabet y don Enrique Martín López, ambos pertenecientes a la Comisión de las Cocinas Económicas y que eran los que tomaban más parte activa en el desenvolvimiento de las mismas quienes apuntan para que al cronista no se le olvide que diga en su periódico que “esta comisión agradece mucho a doña Nazaria Contreras el que no cobre nada por el alquiler de la casa donde están instaladas la cocina y el almacén de víveres, diga también,  que los obreros de la almadraba “La Regente” al cobrar la liquidación, han dejado cantidades con las cuales se ha llegado a reunir 1400 pesetas; y al serle preguntado con qué objeto daban esas pesetas, contestaron al gerente del Consorcio Nacional Almadrabero, don Antonio Cañavate  Sánchez, que las entregase él en el sitio donde estimase hacían más falta, entregando para las cocinas 700 pesetas, y el resto lo ha destinado a Falange Española. Nuestro agradecimiento a esos honrados obreros, que con su aportación a estas cocinas han demostrado tener un corazón noble y generoso. Diga también en el periódico, a los señores que tienen fijadas cantidades para el sostenimiento de las Cocinas Económicas, que no pongan reparos al presentarles los recibos al cobro; y a los que aún no han fijado cantidad, que ya es hora de que lo hagan, porque es propósito de esta Comisión dar comida al mayor número posible de niños, y espera de todos los buenos isleños su aportación, por pequeña que sea, para conseguirlo”.

Los nombres de las señoritas que prestaban tan humanitariamente servicios en aquella cocina eran las siguientes:

Juanita Cabot Milá, Conchita Casas Orta, Rita Nieves Abreu, Rita y Lolita Milá Nieves, Inesita Milá Rodríguez, Esperanza y María Navarro, Esperanza y María Cabot Castillo, Elo Moreno, Luz Salvatierra, Margarita Sánchez, Dolores Gil Bueno, Paz González y doña Ángeles Samoane de Fernández.

También la prensa2 local, aunque muy brevemente, se hizo eco la valía de este comedor para niños pobres, afirmando que: “La obra es altamente meritoria”

Desconocemos, desde cuándo, y cuánto tiempo estuvo en funcionamiento el Comedor de “La Ermita” ya que iniciada la Guerra Civil, desde el régimen franquista se crearon en casi todo el territorio dominado,  los comedores de Auxilio Social, una organización de socorro humanitario  para niños necesitados, como bien nos apunta el periódico ABC, con una fotografía realizada en el Comedor de Auxilio Social de Isla Cristina y publicada el 1-9-1938.

El altruismo y la solidaridad han sido  dos factores en la sociedad que han posibilitado un mejor desarrollo de las personas, que complementa la labor de la administración pública, cuando no llega o tarda,  pero sin suplantarlos, son una herramienta imprescindible de gran apoyo, de filantropismo,  conciencia, responsabilidad social,  y de caridad cristiana,  que dignifican y  hacen grande a los seres humanos.

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1.- La Unión, diario gráfico independiente. Isla Cristina, Cocinas económicas, Fdo. Herencia.  Sevilla 25-9-1936

2.- Periódico La Higuerita 14-9-1936

3.-Periódico ABC,  1-9-1938. Auxilio Social en Isla Cristina, organización de socorro humanitario durante la dictadura Franquista. Foto mejorada por José M. Figuereo


lunes, 15 de marzo de 2021

LAS REUNIONES PREVIAS A LA CONSTITUCIÓN DE LA EMPRESA USISA

    Artículo publicado en el periódico La Higuerita 15-3-2021


Foto facilitada por Manuel Columé Hernández, propiedad de Juan Vázquez Méndez. 

El asentamiento que dio origen a la fundación del núcleo poblacional de La Higuerita, fue originado por el emprendimiento de unos valientes pescadores catalanes, traficantes de pescado, que se asentaron en este suelo en el siglo XVIII en busca de la prosperidad y un futuro mejor. 

Aquellos curtidos hombres de la mar, venidos del levante español, en muy poco tiempo lograron convertir un terruño fangoso e inhóspito, rodeado de agua por todas partes, en un gran establecimiento pesquero que fue creciendo con el paso de los años, llegándose a convertir en uno de los mayores exponentes del pescado en salazón y la conserva.

El duro trabajo de la pesca y la industria, convirtieron a Isla Cristina en un referente nacional e internacional, que provocó que su crecimiento poblacional fuera multiplicándose en un corto periodo de tiempo, convirtiéndose a finales del siglo XX, en la población más habitada de la provincia de Huelva.

Todo desarrollo llega con el empleo, y el empleo, lo generan las empresas. Sin empresarios no hay trabajo, y sin los trabadores las empresas no funcionan. 

Algo tan simple, resume una realidad de siempre: que el trabajo permite a los hogares de bajos recursos superar la pobreza y aspirar a crecer, y que la expansión del empleo productivo y decente, es la vía hacia el crecimiento y la diversificación de las economías. Cuantos más empresarios y empresas, habrá más empleo, más puestos de trabajo, más riqueza, un mayor crecimiento y mayor natalidad. Por el contrario, ante la ausencia de empresas, habrá más precariedad, más escasez de empleos y los medios de vida serán peores, abocando a los hogares a la pobreza, a la migración, a menos crecimiento, menos seguridad y menos desarrollo tanto humano, como social y económico.

Son muchas las generaciones de empresarios que a lo largo de la historia apostaron e invirtieron su dinero y sus vidas en la generación de riqueza, quienes construyeron y adquirieron buques de pesca, fábricas de conservas y salazón, salinas, astilleros, cordonerías, efectos navales, industrias y sus derivados, así como propiciaron en la población un sector de servicios profesionales paralelo para atender a tanta mano de obra que fue llegando de otras localidades y aquí se asentaron.

En 1971, un grupo de 26 empresarios del sector artesano salazonero mantuvieron varias reuniones preparatorias en la Cofradía de Pescadores Ntra. Sra. del Carmen, en la que se buscaba la creación de una empresa que unificara a todos, forzados por una gran crisis en el sector, evitando así la competencia entre ellos, en un mercado que cada vez era más reducido y donde se intentaba abaratar los costes, evitando así el cierre de los más pequeños. Así nació en 1973 la Unión Salazonera Isleña, USISA, una empresa ejemplar que continúa generando empleo directo e indirecto y es un referente de la localidad, convertido en referencia del sector en Andalucía y fuera de ella.

De aquellas reuniones preparatorias que se celebraron, surge este retrato   que recoge a un grupo importante de ellos. No son todos los que están, ni están todos los que fueron los accionistas de USISA, ya que se aprecian grandes ausencias fundamentales como la de José Pérez, Juan González, José Rodríguez “La Currita” y los hermanos Bogarín entre otros. En ella podemos observar a conserveros, salazoneros isleños y algún que otro amigo invitado que se dieron cita en el posterior almuerzo celebrado en un restaurante de la localidad (donde actualmente se ubica La Sal).

Esta fotografía tiene varias curiosidades interesantes que debemos resaltar, ya que, entre ellos, se encuentran cuatro empresarios que llegaron a ser regidores de Isla Cristina, los alcaldes: Enrique Martín López, Juan Bautista Hernández Rubio, Juan Mirabent Gutiérrez y Emiliano Cabot del Castillo, así como la presencia de tres hermanos: Ramón, Matías y Emiliano Cabot del Castillo. Curiosamente, en la actualidad, solo pervive uno de ellos, el actual presidente de USISA, Juan Vázquez Méndez.

Sus nombres numerados son los siguientes: 

1.- Jaime Silva Yaque (Industrial Salazonero)

                             2. (?) 

3.- Enrique Martín López (Industrial Salazonero)

 4.- Antonio Cárdenas Carrasco (Industrial Salazonero) 

5.- Francisco Bueno Chalé (Industrial Salazonero)

 6.- Rafael López Vázquez (Administrativo)

 7.- Florián Mantell López (Industrial Salazonero) 

8.- Miguel López Pavón (Jefe de los estibadores del Puerto) 

9.- Manuel Martín Gil (Cura Párroco de la Iglesia de los Dolores) 

10.- Fidel Columé Millán (Industrial Salazonero)

                               11.- (?) 

12.- Juan Vázquez Méndez (Armador e Industrial Salazonero) 

13.- Juan Mirabent Gutiérrez (Fabricante de Conservas)

 14.- Ramón Cabot del Castillo (Fabricante de Conservas) 

15.- José Cárdenas Frigolet (Armador e Industrial Salazonero) 

16.- Matías Cabot del Castillo (Fabricante de Conservas) 

17.- José Jiménez Domínguez (Químico) 

18.- Manuel Hernández Rubio  (Armador e Industrial Salazonero)

 19.-Emiliano Cabot del Castillo (Abogado) 

20.- Manuel Quintero Sánchez de Piña

 (Secretario Cofradía de Pescadores)

21.- Juan Bautista Hernández Rubio (Industrial) 

22.- José Navarro Martin ( Ex administrador del Consorcio) 

23.- Román Pérez Caballero (Armador e Industrial Salazonero) 

24.- José Cardoso Salomón (Industrial Salazonero) 

25.- Jaime Casanova Lluyot (Gestor Administrativo).