Artículo publicado en el periódico La Higuerita 15-3-2021
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Foto facilitada por Manuel Columé Hernández, propiedad de Juan Vázquez Méndez. |
El asentamiento que dio origen a la fundación del núcleo poblacional de La Higuerita, fue originado por el emprendimiento de unos valientes pescadores catalanes, traficantes de pescado, que se asentaron en este suelo en el siglo XVIII en busca de la prosperidad y un futuro mejor.
Aquellos curtidos hombres de la mar, venidos del levante
español, en muy poco tiempo lograron convertir un terruño fangoso e inhóspito, rodeado
de agua por todas partes, en un gran establecimiento pesquero que fue creciendo
con el paso de los años, llegándose a convertir en uno de los mayores
exponentes del pescado en salazón y la conserva.
El duro trabajo de la pesca y la industria, convirtieron a
Isla Cristina en un referente nacional e internacional, que provocó que su
crecimiento poblacional fuera multiplicándose en un corto periodo de tiempo, convirtiéndose
a finales del siglo XX, en la población más habitada de la provincia de Huelva.
Todo desarrollo llega con el empleo, y el empleo, lo generan
las empresas. Sin empresarios no hay trabajo, y sin los trabadores las empresas
no funcionan.
Algo tan simple, resume una realidad de siempre: que el
trabajo permite a los hogares de bajos recursos superar la pobreza y aspirar a
crecer, y que la expansión del empleo productivo y decente, es la vía hacia el
crecimiento y la diversificación de las economías. Cuantos más empresarios y
empresas, habrá más empleo, más puestos de trabajo, más riqueza, un mayor
crecimiento y mayor natalidad. Por el contrario, ante la ausencia de empresas,
habrá más precariedad, más escasez de empleos y los medios de vida serán peores,
abocando a los hogares a la pobreza, a la migración, a menos crecimiento, menos
seguridad y menos desarrollo tanto humano, como social y económico.
Son muchas las generaciones de empresarios que a lo largo de
la historia apostaron e invirtieron su dinero y sus vidas en la generación de
riqueza, quienes construyeron y adquirieron buques de pesca, fábricas de
conservas y salazón, salinas, astilleros, cordonerías, efectos navales,
industrias y sus derivados, así como propiciaron en la población un sector de
servicios profesionales paralelo para atender a tanta mano de obra que fue
llegando de otras localidades y aquí se asentaron.
En 1971, un grupo de 26 empresarios del sector artesano
salazonero mantuvieron varias reuniones preparatorias en la Cofradía de
Pescadores Ntra. Sra. del Carmen, en la que se buscaba la creación de una
empresa que unificara a todos, forzados por una gran crisis en el sector, evitando
así la competencia entre ellos, en un mercado que cada vez era más reducido y
donde se intentaba abaratar los costes, evitando así el cierre de los más pequeños.
Así nació en 1973 la Unión Salazonera Isleña, USISA, una empresa ejemplar que
continúa generando empleo directo e indirecto y es un referente de la
localidad, convertido en referencia del sector en Andalucía y fuera de ella.
De aquellas reuniones preparatorias que se celebraron, surge
este retrato que recoge a un grupo importante de ellos. No
son todos los que están, ni están todos los que fueron los accionistas de
USISA, ya que se aprecian grandes ausencias fundamentales como la de José
Pérez, Juan González, José Rodríguez “La Currita” y los hermanos Bogarín entre
otros. En ella podemos observar a conserveros, salazoneros isleños y algún que
otro amigo invitado que se dieron cita en el posterior almuerzo celebrado en un
restaurante de la localidad (donde actualmente se ubica La Sal).
Esta fotografía tiene varias curiosidades interesantes que
debemos resaltar, ya que, entre ellos, se encuentran cuatro empresarios que
llegaron a ser regidores de Isla Cristina, los alcaldes: Enrique Martín López,
Juan Bautista Hernández Rubio, Juan Mirabent Gutiérrez y Emiliano Cabot del
Castillo, así como la presencia de tres hermanos: Ramón, Matías y Emiliano
Cabot del Castillo. Curiosamente, en la actualidad, solo pervive uno de ellos,
el actual presidente de USISA, Juan Vázquez Méndez.
Sus nombres numerados son los siguientes:
1.- Jaime Silva Yaque (Industrial Salazonero)
2. (?)
3.- Enrique Martín López (Industrial Salazonero)
4.- Antonio Cárdenas Carrasco (Industrial Salazonero)
5.- Francisco Bueno Chalé (Industrial Salazonero)
6.- Rafael López Vázquez (Administrativo)
7.- Florián Mantell López (Industrial Salazonero)
8.- Miguel López Pavón (Jefe de los estibadores del Puerto)
9.- Manuel Martín Gil (Cura Párroco de la Iglesia de los Dolores)
10.- Fidel Columé Millán (Industrial Salazonero)
11.- (?)
12.- Juan Vázquez Méndez (Armador e Industrial Salazonero)
13.- Juan Mirabent Gutiérrez (Fabricante de Conservas)
14.- Ramón Cabot del Castillo (Fabricante de Conservas)
15.- José Cárdenas Frigolet (Armador e Industrial Salazonero)
16.- Matías Cabot del Castillo (Fabricante de Conservas)
17.- José Jiménez Domínguez (Químico)
18.- Manuel Hernández Rubio (Armador e Industrial Salazonero)
19.-Emiliano Cabot del Castillo (Abogado)
20.- Manuel Quintero Sánchez de Piña
(Secretario Cofradía de Pescadores)
21.- Juan Bautista Hernández Rubio (Industrial)
22.- José Navarro Martin ( Ex administrador del Consorcio)
23.- Román Pérez Caballero (Armador e Industrial Salazonero)
24.- José Cardoso Salomón (Industrial Salazonero)
25.- Jaime Casanova Lluyot (Gestor Administrativo).
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