Artículo publicado en el periódico La Higuerita 15-6-2022
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Momento del anuncio del cese de la actividad armada de ETA |
Una gran parte de la sociedad y juventud española
con derecho a voto, estudiantes, universitarios, empresarios y obreros, futuro y presente de este país, desconocen lo
que realmente supuso la banda terrorista ETA, que aterrorizó a España durante décadas y que
propició 864 víctimas mortales.
Por ello, existe una nueva generación
que desconoce esta época negra y que para los más mayores, es imposible de
olvidar.
El último atentado perpetrado en territorio español
por Euskadi Ta Askatasuna, ETA, se produjo el 30 de julio de 2009, la explosión de una
bomba lapa adosada a un automóvil causaba la muerte de los guardias civiles, Carlos Sáenz de
Tejada y Diego Salvá, en la localidad de Calviá, Palma de Mallorca.
Mientras que el último atentado oficial de ETA, se
producía el 16 de marzo 2010, fuera del territorio
español, por primera vez en su historia, la banda terrorista asesinaba a un policía francés, Jean-Serge Nèrin, en un tiroteo
con tres presuntos miembros de la banda que intentaban robar en un
concesionario de coches en la localidad de Dammarie-lès-Lys.
Estudios realizados por GAD31 revelaron hace menos de
dos años, datos preocupantes, como que el 60% de la juventud española no sabe quién fue Miguel Ángel Blanco o que
el 95% no sabía sobre la cantidad de víctimas que dejó la banda terrorista.
El 20 de octubre de 2011, a las siete de la tarde,
la edición digital del diario Gara, publicaba un vídeo, con
un discurso de tan solo dos minutos, en el que tres encapuchados de blanco,
camiseta y txapelas negras, con las banderas de Euskadi a su
derecha y Navarra a su izquierda, ponían fin, con puño en alto, tras ser
derrotados por el estado español a muchos años de crueldad y sinrazón, para anunciar delante de un anagrama
el «cese definitivo de la actividad armada» de la banda terrorista ETA.
Décadas de una lucha que unió a España y dividió al País Vasco, dejando para el
recuerdo 864 asesinados, 354 de ellos civiles, miles de heridos y mutilados,
secuestrados, torturados y extorsionados que se acumularon desde el verano de
1961 cuando esta banda comenzó sus acciones violentas.
El silencio que envuelve el desconocimiento sobre el
tema del terrorismo, solo lleva al
olvido, por esa misma razón, no podemos nunca olvidar como la crueldad de ETA
también se cebó con familias isleñas a las que destrozaron sus vidas.
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Carlos Troncoso Currito |
El primero de los atentados con víctima
isleña, se produjo en la tarde del 22 de octubre de 1978, en Vizcaya, dos jóvenes
guardias civiles eran asesinados y otros dos fueron heridos de gravedad cuando
regresaban de cubrir un servicio en un campo de fútbol de Gobelas, en el barrio
de Romo en Las Arenas, a unos 12 Km. de Bilbao. Dos comandos en una emboscada
los ametrallaron a corta distancia cuando regresaban al cuartel a pie. Las
víctimas fueron el sargento Luciano Mata, casado, de 58 años de edad, natural
de Puebla de Valdivia (Palencia), y el guardia Luis Gancedo, de 28 años, también casado y natural de
Buyante (Asturias). En estado muy grave quedaron los guardias Andrés Silverio
de 25 años, casado y nacido en Gaucín (Malaga) y el isleño Carlos Troncoso
Currito, de 26 años, casado y natural de Isla Cristina (Huelva) quién
sufrió un tiro con herida de bala en el pecho, con entrada por uno de los
hombros y con heridas de postas en las piernas y codo, en total fueron siete
impactos. Su estado era muy grave, quedando
inutilizada su pierna derecha con pérdida de fuerza.
En una conversación personal mantenida
con él a través de messenger, me decía:
“Desgraciadamente fui el primer isleño que sufrió un atentado terrorista en el 78 y mi compañero Fragoso en el año 82, (D.E.P),
éramos de la misma promoción, Juan Cañavate,
Bernabé Lima, José Fragoso y yo, Troncoso”.
“¡Dios existe Paco, Dios existe!”.
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Moisés Cordero López |
El segundo atentado mortal se produjo en
Guipúzcoa, el 28 de julio de 1979 contra el agente Antonio Pastor y el brigada
natural de Isla Cristina, Moisés Cordero López de 51 años de edad, casado y que dejó huérfanos a tres hijos de
21, 19, y 11 años, recibiendo 6 impactos de bala y falleciendo horas después, el 29 de julio en la Residencia de Ntra. Sra.
de Aránzazu.
Eran sobre las 22.40 h., en la casa-cuartel del barrio guipuzcoano de
Herrera, cuando varios etarras, desde un coche Peugeot 404 a gran velocidad ametrallaron
las instalaciones y alcanzaron a tres agentes. Mientras que los dos citados
fallecieron horas posteriores al atentado en la residencia de Nuestra Señora de
Aránzazu, un tercer agente, José Álvarez Hilos, conseguía salvar su vida pese a
quedar herido y ser alcanzado por seis balas.
El
ataque a la casa-cuartel se había visto antecedido ese mismo día por el
asesinato de dos policías nacionales en Bilbao. El contexto era de gran
violencia después de que ETA comenzase una nueva ofensiva terrorista en
respuesta a la aprobación del Estatuto de Guernica en su primer trámite y tras
un mes sin causar víctimas. En Pamplona dos policías también fueron heridos
intentando desactivar una bomba y se produjo el ametrallamiento de dos guardias
civiles de tráfico que resultaron heridos. Ese mismo día también explotó un
artefacto en un puente colgante de Portugalete y en el barrio bilbaíno de
Urioste los ocupantes de un vehículo intentaron atropellar a los agentes de un control de
carretera.
Moisés Cordero, fue enterrado en el cementerio onubense de Encinasola donde había pasado su infancia y juventud, y donde tiene dedicada una calle.
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José Fragoso Martín |
El
tercer atentado con víctima mortal se producía a las 19:00 horas del 16 de
febrero de 1982, en el que pereció asesinado el isleño nacido
circunstancialmente en Larache, José
Fragoso Martín, de 31 años y que estaba destinado en el Servicio Fiscal del
Puerto de Pasajes, fue encontrado muerto en el interior de su vehículo, un
127, junto a su domicilio, en el barrio
de Larzábal de la localidad guipuzcoana de Oyarzun con una herida de bala en la
cabeza junto a tres casquillos de pistola.
José Fragoso, se dirigía a la ciudad de San Sebastián, por la carretera
que va de Rentería a Oyarzún, cuando fue objeto del atentado por el grupo
Donosti, en las inmediaciones del campo de futbol de esta localidad y quienes
tres horas antes, habían asesinado a Benjamín Fernández, a Jesús María Zabarte
Arregui y a Juan José Iradi Lizarazu.
La Capilla ardiente se instaló al día
siguiente en el Cuartel de la Guardia Civil de Isla Cristina2, siendo
cubierto su féretro con la bandera de España donde fue portado a hombros por
sus compañeros hasta el campo santo, recibiendo cristiana sepultura en el
cementerio isleño de San Lorenzo3. José Fragoso Martín, dejaba viuda
y huérfanos a cuatro hijos.
Años más tarde en 1984, fue detenido
José Mari Zabarte Arregui, alias “El Carnicero”, quién reconoció 24 asesinatos
entre ellos el de José Fragoso Martín.
Sirvan estas humildes líneas como homenaje para todos
ellos, así como para sus familias,
víctimas todos de la sinrazón y que les fueron arrebatada sus vidas por una
banda de asesinos en la plenitud de la vida y en el desempeño de su trabajo y el
cumplimiento de sus funciones.
“Solo muere, quién es olvidado”. D.E.P
1.-
Encuesta realizada por GAD3, octubre de
2020
2.-
Periódico La Higuerita 23-2-1982
3.-
Registro Municipal de Enterramientos.
Nota:
algunos de los datos han sido recabados
de la prensa nacional y mapa de los asesinatos de ETA.