viernes, 15 de octubre de 2021

EL VALOR DE LA HISTORIA, AL SERVICIO DE UN TURISMO CULTURAL. Sardines Pressées, Marcas ZZZ y Plata y Oro

 Artículo publicado en el periódico La Higuerita 15-10-2021

Arquivo Histórico Municipal de Vila Real de Santo Antonio


Los pueblos cultos presumen y se jactan de preservar su historia, la miman con gran interés e intentan poner en valor todo ese potencial, sacando todo el beneficio posible a lo que turísticamente el presente, pasado y futuro les pueda aportar.  El turismo de sol y playa, no es suficiente para romper la estacionalidad de los meses no estivales.

Pocos pueblos o ciudades,  pueden presumir de una historia tan fecunda y productiva en materia pesquera y conservera como Isla Cristina, quién puso su nombre en la órbita internacional y marcó el devenir de nuestros antepasados hasta nuestros días.

El Arquivo Histórico Municipal de la vecina localidad de  Vila Real de Santo Antonio, (Portugal), acoge una interesante exposición “sobre la Industria Conservera en Vila Real de Santo António”, donde se expone, gráficamente,  todo el proceso de impresión litográfico que se utilizaba para realizar las latas de conservas de las empresas de la localidad lusitana.

Primeramente, el boceto se realizaba grabando sobre una piedra calcárea el diseño de la empresa, a la que se le colocaba un papel vegetal utilizando para ello la prensa,  quedando grabado en una hojalata.

Establecimiento litrográfico  Ramirez,   Perez,  Cumbreras & Cía


Estas prensas sólo podían ser utilizadas para realizar unas 22 reproducciones o estampaciones, ya que el proceso químico es lo que permitía y había que relevar todo el mecanismo, esperando lógicamente, el tiempo de secado en el horno por cada unidad,  para volver a la prensa y sacar nuevas copias. Posteriormente, se le aplicaba una capa de barniz y nuevamente al horno para su secado. Finalmente, la hojalata ya impresa era transferida a la sección de  fabricación de las latas de conserva.

Recientemente, hemos descubierto dos piezas de piedra calcárea, expuestas en dicha exposición, y que se realizaron por la empresa Ramirez Perez & Cía de Vila Real de Santo Antonio para la empresa isleña de Manuel Hernández Rubio (Salazones ZZZ), abuelo de Manuel Columé Hernández, actual gerente de la empresa isleña Ficolumé, en la década de los años 50 del siglo pasado, para un novedoso experimento (del que fue pionero): la fabricación de sardinas saladas y prensadas en lata, y que se utilizó para la exportación, especialmente para Francia.

Esta técnica fue copiada por otros salazoneros, e incluso la firma USISA llegó a utilizarla en sus comienzos.

Esta técnica de utilización, de la realización de latas de conserva para la sardina salada sin aceite añadida, fue desapareciendo con el tiempo, ya que uno de los princípiales problemas que se detectaron fue la corrosión producida por la salmuera que oxidaba el metal y les generaban perforaciones a las latas durando muy poco tiempo, desistiéndose de este sistema para volver al tradicional de los bultos de sardinas prensadas.

Placas de la firma ZZZ y Plata y Oro de Manuel Hernández Rubio,
que se pueden observar en el Archivo.


Una pequeña colonia de pescadores, convertida posteriormente en pueblo,  y que con el paso de los años y gracias a su industria llegó a adquirir el título de ciudad, no puede permitir que de aquí a algunas décadas, los nativos del lugar no sepan que es una pila de sal, un tabal de sardinas, una prensa, un palangre, un rastro, la carpintería de ribera  o  infinidades de vocablos relacionados con nuestra historia.

La involución es todo lo contrario al crecimiento cultural e histórico, el turismo de sol y playas, debe ser un acicate compatible con el turismo cultural, que ponga en valor nuestras costumbres, tradiciones y nuestra historia, para que se vea reflejado y revierta  su beneficio en los sectores primarios, hoteleros y de restauración gastronómica, en definitiva en empleo.  La historia, al servicio de la economía.

Los tiempos han cambiado, y en muchos casos para mejor, Isla Cristina,  no puede ni debe, quedarse dormida por más tiempo, y todo ese potencial documental y etnológico,  debe recuperarse y exponerse cuanto antes,  y venderse junto a nuestras mojamas y conservas, junto al esfuerzo de nuestra flota pesquera, junto a nuestras gambas, sardinas y caballas frescas de la costa, junto nuestras playas, junto a nuestro hermoso entorno y puerto pesquero con sus puestas de sol, nuestras fiestas populares, los Carnavales,  la Semana Santa, y la simiente de nuestra agricultura.  

Isla Cristina es todo eso, mañana puede ser tarde, y los portugueses de Vila Real,  lo han entendido,  que no se nos olvide……

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