Me gusta la luz de otoño, y la mezcolanza de rojos al atardecer, la frescura de la mañana y el frío al anochecer. Las hojas caducas en las aceras, y los naranjos preñados de vida, el olor humeante a madera quemada que brotan de las chimeneas. Me gusta la belleza de esta luz, y los hermosos colores de la sabrosa fruta en la cocina.
sábado, 13 de noviembre de 2021
FRUTA DE OTOÑO

martes, 2 de noviembre de 2021
EL TÉRMINO MUNICIPAL DE ISLA CRISTINA EN 1837, ANTES DE LA ANEXIÓN CON LA REDONDELA POR RESOLUCIÓN DE LA COMISIÓN DE DIVISIÓN TERRITORIAL.
Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-11-2021
Mapa Capitanía General de Cádiz, provincia de Ayamonte 1748-1752 |
El periódico El Español, en su edición de 23 de junio de 1837
publicaba un resumen de la sesión celebrada en las Cortes Generales del día 22,
entre otros temas, el primero de ellos
decía textualmente: “Se da cuenta y pasa
á la comisión de División Territorial un expediente remitido por el ministerio
de la Gobernación que elevó á él la diputación provincial de Huelva, relativo á
que los habitantes de la Isla Cristina pedían se les asignase el territorio de
la de Canela”.
Este interesante dato, me hizo indagar sobre su contenido.
La Real Isla de La Higuerita, había conseguido1 el
9 de Octubre de 1833, la Jurisdicción Ordinaria, limitando con ello, las funciones que la Ayudantía de Marina venía
ejerciendo en la población, limitándose a partir de ese momento a las propias, y nombrándose a dos Alcaldes Ordinarios con
arreglo a las Leyes.. El 29 de enero de 18342, se produce el cambio de
nombre de Isla de La Higuerita por el de
Isla Cristina.. El 30 de junio de
18873 se produce la anexión del municipio de La Redondela al de Isla
Cristina.
He querido resaltar estos tres datos, pues me parecen muy relevantes
e interesantes para comprender un poco mejor,
de lo que vamos a tratar.
Isla Cristina, hacía tres años había conseguido la
Jurisdicción Ordinaria como municipio, crecía poblacional e industrialmente y necesitaba un término mayor
para desempeñar sus funciones de la pesca, elaboración y exportación de sus
productos, por ello, había solicitado al
Reino de España la ampliación de su término municipal.
Pero volvamos al inicio.
Recurriendo al Diario de Sesiones de las Cortes
Constituyentes, del día 22 de junio de 1837 encontramos la publicación, con un texto
parecido al que se publicaba en prensa: “Se
mandó pasar á la comisión de División territorial un oficio del Sr. Ministro de
la Gobernación de la Península, con el que remitía a la resolución de las
Cortes un expediente instruido por la Diputación
provincial de Huelva á instancia de la población de la isla Cristina, en solicitud de que se la asignase por término
jurisdiccional el territorio de la de Canelas”.
Ante tal noticia, recurrí al inventario del Archivo Municipal
de Isla Cristina y la Entidad Local Menor La Redondela, publicado por la Excma.
Diputación Provincial en 1986. Allí aparecía, qué desde 1910, existía la copia
de una disposición de 1837 sobre la concesión de terrenos públicos por el Gobierno de Su Majestad al
Ayuntamiento constitucional de Isla Cristina.
Visitado el Archivo Municipal, mi sorpresa fue mayúscula,
dicho documento no existía, HABÍA DESAPARECIDO. La guía de la Excma. Diputación
fue publicada en 1986, por lo tanto, hasta esa fecha, el documento estuvo custodiado
en el Archivo Municipal.
Prosigamos… había que encontrar la resolución para dilucidar
que decía y ahora más aún que había desaparecido del Archivo Municipal. ¿En qué
sesión de las Cortes Generales pudo reflejarse?
Había que intentarlo, así que, manos a la obra, y tuvimos suerte. En el
diario de sesiones del 16 de agosto de 1837, Nº 283, hayamos la respuesta:
“Fué aprobado sin
discusión el siguiente dictamen:
< La comisión de
División territorial ha examinado el expediente que el Gobierno de S. M. remite
á las Córtes para su resolución sobre una instancia del Ayuntamiento de la Isla Cristina, en la
provincia de Huelva, que pide se le asigne por término jurisdiccional el resto
de territorio perteneciente á La Redondela,
en la isla que le da nombre, y una parte de la de Canela, que hasta ahora ha
sido de Ayamonte.
La comisión está
conforme con lo que propone el Gobierno, á saber: que deben ser protegidos por
las Córtes los nuevos pobladores de Cristina, sin perjuicio de los legítimos
derechos de los antiguos, y para conciliar ambos extremos, visto el plano ó
croquis de aquel territorio, que obra en el expediente, y atendidas las razones
que expone en su informe la Diputación
provincial, es de parecer la comisión que puede señalarse a la Isla Cristina
por término jurisdiccional toda la
extensión que comprende la isla de aquel nombre, desde el punto llamado hoy término de la Isla
hasta la barra de Tuta, cuya extensión parece bastante para la población de que se
trata: permitiéndole además, y como es justo, el terreno necesario al Norte de
la población hasta la hoyada llamada de los Perales, que media entre Ayamonte y
la Redondela, para formar el camino que facilite la exportación de los
productos marítimos de la Isla por los demás pueblos del Marquesado, Condado de
Niebla, Sierra de Andévalo y Extremadura; pero quedando obligado el
Ayuntamiento de Cristina á contribuir á la Hacienda pública con todas las cargas, pechos y
gravámenes que antes tenían los de la Redondela y Ayamonte, a quienes hasta
ahora han pertenecido aquellos terrenos; respetando los derechos
adquiridos de algunos vecinos de la última, que tienen posesiones contiguas
á la expresada hoyada de los Perales,
y sin perjudicar en manera alguna á la
posesión inmemorial y propiedad de Ayamonte sobre toda la Isla Ilamada de
Canela, que desde luego deberá repartirse según las órdenes vigentes entre los
braceros de aquella ciudad que gimen en la miseria por la decadencia de la
marinería y por los perjuicios y quebrantos que les ocasionó la invasión francesa, la revolución de Portugal y el cólera-morbo que afligió
cruelmente á aquella hermosa ciudad.
Las Córtes, no
obstante, resolverán, como siempre, lo más justo. Madrid 9 de Agosto de 1837.
=Dionisio de Abad y Lasierra. =Antonio Hompanera de Cos. =Joaquín Abargues. =Carlos Salas. =Ramón Teijeiro. =Pascual Madoz,
secretario”. >
Leída la resolución, concluimos, y nos hacemos esta reflexión.
Queda de manifiesto que el término Municipal de Isla Cristina, fue configurado en 1837, abarcando toda la franja litoral
desde el núcleo poblacional hasta la barra de la Tuta y hacia el norte, hasta la hoyada de los Perales límite con
Ayamonte.
En 1887, tras la anexión con La Redondela, se unifican los
dos términos en un solo municipio.
La Comisión de División Territorial no accedió a la petición isleña de la asignación de la isla de Canela como
término municipal de la floreciente Isla Cristina.
Y por último, ¿cuándo, cómo, con qué fin, y quién o
quiénes hicieron desaparecer del Archivo
Municipal de Isla Cristina, después de 1986, la copia de la resolución
solicitada por el Ayuntamiento de Isla Cristina y que se custodiaba en el
Archivo Municipal desde 1910?
_______________________________________________________________
1,2.- Mirabent Soler, José “Memoria sobre la fundación y progresos de
la Real Isla de La Higuerita” CARTA.
3.- Sosa Rodríguez, José. Historia de Isla Cristina (Biografía
sentimental) Capítulo V

viernes, 15 de octubre de 2021
EL VALOR DE LA HISTORIA, AL SERVICIO DE UN TURISMO CULTURAL. Sardines Pressées, Marcas ZZZ y Plata y Oro
Artículo publicado en el periódico La Higuerita 15-10-2021
Arquivo Histórico Municipal de Vila Real de Santo Antonio |
Los pueblos cultos presumen y se jactan de preservar su
historia, la miman con gran interés e intentan poner en valor todo ese
potencial, sacando todo el beneficio posible a lo que turísticamente el
presente, pasado y futuro les pueda aportar.
El turismo de sol y playa, no es suficiente para romper la estacionalidad
de los meses no estivales.
Pocos pueblos o ciudades, pueden presumir de una historia tan fecunda y
productiva en materia pesquera y conservera como Isla Cristina, quién puso su
nombre en la órbita internacional y marcó el devenir de nuestros antepasados
hasta nuestros días.
El Arquivo Histórico Municipal de la vecina localidad de Vila Real de Santo Antonio, (Portugal), acoge
una interesante exposición “sobre la Industria Conservera en Vila Real de Santo
António”, donde se expone, gráficamente, todo el proceso de impresión litográfico que
se utilizaba para realizar las latas de conservas de las empresas de la
localidad lusitana.
Primeramente, el boceto se realizaba grabando sobre una
piedra calcárea el diseño de la empresa, a la que se le colocaba un papel
vegetal utilizando para ello la prensa, quedando grabado en una hojalata.
Establecimiento litrográfico Ramirez, Perez, Cumbreras & Cía |
Estas prensas sólo podían ser utilizadas para realizar unas
22 reproducciones o estampaciones, ya que el proceso químico es lo que permitía
y había que relevar todo el mecanismo, esperando lógicamente, el tiempo de
secado en el horno por cada unidad, para
volver a la prensa y sacar nuevas copias. Posteriormente, se le aplicaba una
capa de barniz y nuevamente al horno para su secado. Finalmente, la hojalata ya
impresa era transferida a la sección de fabricación de las latas de conserva.
Recientemente, hemos descubierto dos piezas de piedra
calcárea, expuestas en dicha exposición, y que se realizaron por la empresa
Ramirez Perez & Cía de Vila Real de Santo Antonio para la empresa isleña de
Manuel Hernández Rubio (Salazones ZZZ), abuelo de Manuel Columé Hernández,
actual gerente de la empresa isleña Ficolumé, en la década de los años 50 del
siglo pasado, para un novedoso experimento (del que fue pionero): la
fabricación de sardinas saladas y prensadas en lata, y que se utilizó para la
exportación, especialmente para Francia.
Esta técnica fue copiada por otros salazoneros, e incluso la
firma USISA llegó a utilizarla en sus comienzos.
Esta técnica de utilización, de la realización de latas de
conserva para la sardina salada sin aceite añadida, fue desapareciendo con el
tiempo, ya que uno de los princípiales problemas que se detectaron fue la
corrosión producida por la salmuera que oxidaba el metal y les generaban
perforaciones a las latas durando muy poco tiempo, desistiéndose de este
sistema para volver al tradicional de los bultos de sardinas prensadas.
![]() |
Placas de la firma ZZZ y Plata y Oro de Manuel Hernández Rubio, que se pueden observar en el Archivo. |
Una pequeña colonia de pescadores, convertida posteriormente en
pueblo, y que con el paso de los años y
gracias a su industria llegó a adquirir el título de ciudad, no puede permitir
que de aquí a algunas décadas, los nativos del lugar no sepan que es una pila
de sal, un tabal de sardinas, una prensa, un palangre, un rastro, la
carpintería de ribera o infinidades de vocablos relacionados con
nuestra historia.
La involución es todo lo contrario al crecimiento cultural e
histórico, el turismo de sol y playas, debe ser un acicate compatible con el
turismo cultural, que ponga en valor nuestras costumbres, tradiciones y nuestra
historia, para que se vea reflejado y revierta su beneficio en los sectores primarios, hoteleros
y de restauración gastronómica, en definitiva en empleo. La historia, al servicio de la economía.
Los tiempos han cambiado, y en muchos casos para mejor, Isla
Cristina, no puede ni debe, quedarse dormida
por más tiempo, y todo ese potencial documental y etnológico, debe recuperarse y exponerse cuanto
antes, y venderse junto a nuestras
mojamas y conservas, junto al esfuerzo de nuestra flota pesquera, junto a
nuestras gambas, sardinas y caballas frescas de la costa, junto nuestras
playas, junto a nuestro hermoso entorno y puerto pesquero con sus puestas de sol,
nuestras fiestas populares, los Carnavales,
la Semana Santa, y la simiente de nuestra agricultura.
Isla Cristina es todo eso, mañana puede ser tarde, y los
portugueses de Vila Real, lo han
entendido, que no se nos olvide……

domingo, 3 de octubre de 2021
EXALTACIÓN A LA STMA. VIRGEN DEL ROSARIO, PATRONA DE ISLA CRISTINA POR FRANCISCO GONZÁLEZ SALGADO 25-9-2021

viernes, 1 de octubre de 2021
APUNTES SOBRE ROQUE BARCIA EN EL BICENTENARIO DE SU NACIMIENTO.
Artículo publicado en el periódico La Higuerita 1-10-2021
El 4 de octubre de 2021, se cumplirá II Centenario del
nacimiento del ilustre "isleño", filósofo,
lexicógrafo y político, Don Roque Barcia
Martí, autor del Primer Diccionario Etimológico de la Lengua Castellana. Una
efeméride que no debemos pasar por alto y que debemos poner en valor para el
conocimiento y engrandecimiento de la cultura y la historia.
Los movimientos políticos que se sucedieron, contrarios al
ideario republicano a lo largo de nuestra historia, propiciaron un punto de
inflexión que condenó casi al silencio y al ostracismo a este personaje del liberalismo católico, más
reconocido en Iberoamérica que en su propio país.
La implicación de Roque Barcia en el levantamiento cantonal
de Cartagena, le supuso su derrumbe político y le propició el rechazo de parte
de sus antiguos compañeros de partido, quiénes lo tacharon de traidor, al reconocer,
que las ideas federales no estaban preparadas para gobernar, se había
convencido de que los federalistas no se podían encargar de la nación ni del
gobierno; que teniendo los apoyos y las ideas, les faltaban hombres capaces de
hacer realidad el mundo nuevo que vislumbraban y no estaban preparados para
disponer de la gestión de los negocios públicos, así como el rechazo que ya antes, le había
impuesto la curia de la iglesia por sus publicaciones, donde a pesar de ser muy
combativo, fue un fervoroso creyente, que plasmaba un amor imperecedero hacia
Dios y su Santísima Madre, pero que ponía en entredicho, a la jerarquía
eclesiástica, quién le llegó a excomulgar 68 veces.
Roque Barcia, llegó a ser un gran propagandista en la esfera
liberal entre el Bienio Progresista y la Restauración, con una gran capacidad
para contactar con las masas populares. La gran mayoría de sus obras
bibliográficas, se encuentran en la Biblioteca Nacional de España, donde
también se halla su obra manuscrita inédita, además obras de teatro y libretos
para zarzuela, así como alguna correspondencia suelta procedente de diversos
fondos, en la Hemeroteca Municipal de Madrid, la Universidad de Connecticut y
en la Biblioteca Nacional de Francia.
Roque Fausto Próspero Francisco de Asís Barcia Martí, como
así consta en su partida, recibió el bautismo1 en la parroquia de
San Esteban de la capital hispalense el día 15 de octubre.
Barcia Martí, fue el cuarto hijo de cuatro hermanos, segundo
varón del matrimonio entre Roque Barcia Ferraces (de origen gallego, establecido2
en la Isla hacía 1800 donde ejercía de escribano público y del cabildo desde
enero de 1809 en el Ayuntamiento de La Redondela y La Higuerita) y de Teresa
Martí Duboy (natural de La Higuerita, al parecer, su familia había llegado
procedente de Reus hacia 1780, para dedicarse a las labores de la pesca). En
1800, su abuelo, Juan Martí Faló2 esposo de Manuela Duboy, fue nombrado alcalde de La Higuerita por el
cabildo de La Redondela. Su familia
residía en la Real Isla de La Higuerita, en la casa nº 2 de la Ribera3,
los hijos registrados eran Filomena, Joaquina, Nicolás y Roque, el más pequeño que contaba con 3 años.
Curiosamente, su tío, hermano primogénito4 de su padre, fue partidario del absolutismo y de la «justa causa del Altar y el Trono contra la falsedad de la democracia», todo lo contrario que su hermano Roque, quién entre sus méritos perteneció a la Junta de Galicia durante la Guerra de la Independencia y haber dotado la defensa de Tuy con sus propios caudales. Como Comandante de las armas, se negó «vigorosamente» a jurar la Constitución de 1812. Ambos sufrirían la persecución política, el exilio y la confiscación de bienes, aunque en diferentes momentos y por diferentes causas. Necesariamente, el triunfo de uno implicaba la caída del otro.
Roque Barcia Martí, tuvo una existencia complicada, tocándole
vivir momentos difíciles en la vida de España. En su infancia, viviendo en La
Redondela, donde su abuelo tenía propiedades y negocios de vino y ganado, se produjo un accidente5 por la coz
de un cuadrúpedo que lo postergó y le desfiguró parte de su rostro,
perjudicando a su desarrollo infantil y que plantearon dudas acerca de su
capacidad cognoscitiva durante su niñez y juventud. La ayuda inestimable de su
amigo de la infancia, el niño cabrero de La Redondela, Simón, fue fundamental para su recuperación en
su tardía capacidad para aprender a leer y escribir (15 años), hasta que un día
tomó la decisión de marchar a estudiar a Madrid junto a su padre y hermano
mayor, donde ellos mismos le impartieron clases, viéndose truncada su formación
por el inesperado fallecimiento de su padre en 1838, a los pocos meses de su
llegada a la capital España, teniendo que volverse a Isla Cristina, en 1839 con
el trago de haber perdido toda posibilidad de crecimiento y truncando todos los
planes que hubiesen podido imaginar.
Ya6 en Isla
Cristina, retomó los estudios por su cuenta, entre 1839 y 1842 prosiguió en
soledad el estudio de la gramática castellana y latina, pasó a Ayamonte a
completar sus estudios de latín con el Padre Sacramento y, más tarde, a La
Redondela, donde estudió gramática francesa con José de los Reyes, que había
tenido que emigrar por cinco años a Francia por causas políticas. Por ese tiempo,
José Mirabent, cura párroco de Isla Cristina y conocido reformista vinculado a
las Sociedades Económicas matritense e hispalense, le ofreció el aprendizaje de
la filosofía, especialidad que había impartido durante muchos años en la ciudad
de Cádiz. Con él aprendió lógica, física, metafísica, ética y geografía
universal, «adquiriendo no menos ciencia con su gran Doctrina que con su
conducta verdaderamente religiosa, moralidad y ejemplo». Acabada este periodo de formación,
partió a Sevilla para intentar hacer carrera literaria e ingresar en la
universidad, algo que le fue imposible por no haber cursado los estudios
reglados en escuelas del estado, colaboró con publicaciones y lo intentó en el
teatro, de ahí a Madrid, etc……….
Don Roque Barcía Martí, desde una visión personal, fue un
hombre que estuvo totalmente influenciado por la figura de su padre, Roque
Barcia Ferraces de la Cueva: hombre culto, luchador incansable, enfrentado
ideológicamente también a la curia
eclesiástica aunque de profundas convicciones religiosas, defensor de los
intereses de la Real Isla de La Higuerita en Madrid, defensor de los armadores
y pescadores y a quién según su hijo, le costó la muerte un disgusto por un
pleito judicial en el que había sido
denunciado.
Durante los años de la II República, el ayuntamiento de Isla
Cristina, cambió el nombre de la antigua C/ Baja por el de Roque Barcia. Tras
la llegada de la dictadura, fue eliminado por el de 29 de julio, día en el que
las fuerzas nacionales tomaron la localidad. Años después, ante la necesidad de
corregir el gran error que se había cometido, en tiempos del alcalde Emiliano
Cabot del Castillo, es rotulada una nueva vía,
que nacía en C/ Emiliano Cabot Alfonso hasta la C/ Lirios, con el nombre de este Ilustre isleño Don
Roque Barcia Martí.
En La Redondela, también se le puso nombre a una plaza,
detrás del Ayuntamiento, y en la casa donde habitó en la C/ Santa María, siendo
alcalde de Isla Cristina Román Pérez Romeu,
se rotuló una placa el 10 de noviembre de 1922 conmemorando aquella
circunstancia.
El 21 de julio de 1980, durante unas jornadas culturales, la
Asociación de Amigos de Isla Cristina en Madrid, hizo donación de un busto en
piedra a su figura, que se ubicó en los jardines de Andalucía del Ayuntamiento,
obra del escultor Germán Benzal, y que
desgraciadamente, fue sustraído hace unos años. Todos, deseamos sea repuesto a la mayor brevedad.
Roque Barcia escribió en 1852: “Mi vida ha sido y es un drama
de un solo personaje; yo”.
Casado con Ana de Cantos, tuvo un hijo Roque y a pesar de su “grandeza y
los errores” como los grandes en la historia,
falleció pobre en Madrid, recibiendo sepultura en el cementerio católico
de San Lorenzo y San José de Madrid en 1885, utilizando el nombre de su padre
para poder ser enterrado.
1.-García Moscardó,
Ester. Roque Barcia Martí (1821-1885) Una biografía intelectual de un
republicano federal. El dato del nacimiento de Barcia es controvertido. Esta es
la fecha que figura tanto en el certificado de bautismo que acompaña al
expediente de senador de Roque Barcia [http://www.senado.es (…….) como en el
acta de matrimonio civil de Roque Barcia y Ana de Cantos, celebrado en París el
17 de julio de 1875. En el mismo acto de matrimonio reconocen también a su hijo
Roque Agustín Nicolás José Leonardo Barcia de Cantos, nacido en Madrid el 6-11-1869
y bautizado como hijo de ambos el día 24 de ese mismo mes.
2.- Bogarin Díaz,
Jesús. 180 Linajes Isleños.
3.- López Márquez,
Vicente. Isla Cristina por los caminos de la Historia.
4.- García Moscardó, Ester.
Roque Barcia Martí (1821-1885) Una biografía intelectual de un republicano
federal. Una familia de Escribanos Públicos.
5.- Carmona
Antonio/Caballero Pablo. Roque Barcia: Luces recobradas.
6.- García Moscardó,
Ester. Roque Barcia Martí (1821-1885) Las desgraciadas circunstancias del hijo
de un patriota.

miércoles, 29 de septiembre de 2021
EXALTACIÓN A LA STMA. VIRGEN DEL ROSARIO, PATRONA DE ISLA CRISTINA POR FRANCISCO GONZÁLEZ SALGADO 25-9-2021

miércoles, 15 de septiembre de 2021
FELISA, LA LAVANDERA DE LA VERA ABAJO.
Articulo publicado en el periódico La Higuerita 15-9-2021
![]() |
Antiguas pilas de lavar en la Barriada de Punta del Caimán, años 50 |
A lo largo de la civilización, son muchísimos los inventos
que nos han proporcionado una vida más fácil y una mejor existencia,
beneficiándonos los humanos, de esas
aportaciones que los inventores nos han legado y que han permitido un gran
desarrollo a la humanidad, evitándose de esta forma un gran esfuerzo y trabajo.
Uno de esos inventos ha sido la lavadora.
Hoy día, casi todos los hogares desarrollados, han
simplificado la tarea del lavado de ropa, puesto que casi todos, disponen de
esas máquinas automáticas que realizan por sí mismas el trabajo de lavar y
centrifugar, además del secado de la ropa, muy lejos de lo que suponía en antaño
la intensa y continua labor del lavado de la ropa a mano en el lavadero o pilas
públicas, dónde se acarreaban los cubos de agua a la intemperie y siempre expuestas
a merced de las inclemencias del tiempo.
Solo podemos apreciar y valorar ese esfuerzo, sí hacemos una
mirada retrospectiva al pasado, para conocer los medios tan rudimentarios que
tuvieron que utilizar nuestros antepasados, especialmente nuestras abuelas, para
lavar la ropa, muchas de ellas amas de casa, que se desenvolvían en el medio
rural y que pasaban la ropa
dos o tres veces por el jabón, y casi nunca lograban que las prendas
apareciesen limpias y blancas por completo, a pesar de los múltiples aclarados
continuos a fondo y el tendido al
Sol.
Es sabido, que las clases más pudientes siempre contaron con un servicio en el hogar, mozas jóvenes que se dedicaban a servir en todo lo concerniente a la casa, desde la cocina, la limpieza, la atención a los niños etc., y como no, al lavado y planchado de la ropa, recurriendo muchos de ellos, a la experiencia y laboriosidad de una gran mujer, que vivía en el campo de la Vera Abajo, llamada Felisa, y se dedicaba a realizar “la colada”, un procedimiento nada fácil, duro, penoso y especial, y que consistía en hacer fuego para recoger las cenizas resultantes del carbón y filtrarlas en calderas con agua hirviendo, que previamente había sacado de un pozo a pulso y cubo a cubo. Con el resultado del consiguiente líquido, volvía a frotar la ropa para conseguir la blancura en los tejidos, y eliminar así, las manchas que no salían con el lavado tradicional, pasando posteriormente al enjuagado y vuelta a aclarar en las pilas, tendiendo después al Sol todo lo limpio, para lo que utilizaba las matas más altas y los tojos silvestres como tendedero. Posteriormente, y tras todo este rudimentario procedimiento, Felisa, se desplazaba desde el campo de la Vera Abajo, hasta Isla Cristina con un burro, donde en sus serones transportaba todo el resultante de un duro trabajo ganado con su sudor, y con el producto de su beneficio, junto a su esposo Pedro, mantenían a sus hijos.
![]() |
Felisa Álvarez Espinosa, Felisa la Lavandera. |
Felisa Álvarez Espinosa, nació y se crió en la Vera Abajo, término municipal de Ayamonte, aunque la cercanía con Isla Cristina, hizo que su vida se desarrollara en la antigua Higuerita, donde falleció en la C/ Nueva, actualmente Poeta Juan Figuereo, el 20 de enero de 19791 a la edad de 78 años.
Hija de Gregorio y Josefa, casó con Pedro Martín Guerrilla,
con quién tuvo ocho hijos, cinco hembras y tres varones: Pedro, Manuel,
Antonio, Felisa, Pepa, Dolores, Paca y María, de los que actualmente, solo disfrutan
entre nosotros, Felisa a sus 95
años y Paca con 89.
La isleña, Mercedes Navarro Martín, en su libro de poemas
“Tiempo de Soledad” dedicó unos versos, que
la retratan, idealiza e inmortaliza la
figura de esta buena señora, que gracias a su esfuerzo y junto a su
esposo, pudieron sacar adelante a sus
hijos y al que tituló: Felisa.
Falda larga,
negra, casi
hasta los pies.
Pañuelo gris
a la cabeza.
Alta. Bien
plantada.
Todas las
semanas
aparecía el
mismo día.
La
acompañaba
un pequeño borriquillo.
Se llevaba
la ropa
blanca
para lavarla
allá lejos,
en el campo,
donde vivía.
Por Navidad
el
borriquillo venía cargado,
de romeros,
de piteras,
de
piedrecillas del rio…..
Nosotros
pondríamos el Belén.
Esta mujer
era Felisa,
la
lavandera.
Ella nos
traía el otoño, el invierno,
con sus
olores, con su bien hacer.
Olor a
castañas,
a espliegos
a membrillos.
Nos traía un
trocito
del campo,
de la Vera Abajo.
Allí, ella
residía.
Felisa, tú
también
quedaste en
mis
viejos
recuerdos.
1.- Libro de
enterramientos. Ayuntamiento de Isla Cristina.
PD. Mi agradecimiento
a Felisa Martín Álvarez, y a su hijo Pedro Figuereo Martín, por la cesión de la
fotografía de su madre.

miércoles, 1 de septiembre de 2021
REAL ORDEN DE 1915, PARA AMPLIACIÓN DE LA ADUANA DE ISLA CRISTINA, PARA IMPORTAR DEL EXTRANJERO.
![]() |
Detalle industrial de la Fábrica de Cabot hacia los años 20 |
En los tiempos que corren, con una llamada de teléfono, un
correo electrónico o solo, con apretar un botón del móvil u ordenador, es muy
fácil adquirir productos o hacer una compra
a miles de kilómetros. La era de las tecnologías, las comunicaciones y
la globalización, nos permite estar en contacto directo con clientes y
proveedores a una gran velocidad, superando las vicisitudes que un siglo
atrás, tenían que sortear los gremios
pesqueros y salazoneros de la localidad para realizar tanto las ventas de sus
productos como la adquisición de materiales para el desarrollo de sus funciones
pesqueras.
Isla Cristina, al ser un puerto fluvial contaba con una aduana,
una oficina del gobierno que controlaba las mercancías que entraban y salían, y a las que se gravaban con
impuestos, aranceles o tasas correspondientes.
Dicha aduana, también, tenía la misión de controlar los
productos que no cumplían las normas, el
tráfico de personas, las substancias
ilegales, así como el tráfico de animales, etc.
En 1915, a instancias del alcalde don José Antonio Zarandieta
Roselló, del secretario del Ayuntamiento don José Soler Barcia, don Matías Cabot Alfonso y don Ángel Pérez
Romeu, estos dos últimos vecinos de Isla
Cristina, que ostentaban la representación del gremio de salazoneros y
conservas de pescado, constituido en la
localidad. Solicitan, se habilite la Aduana de Isla Cristina para la
importación de anclas, cadenas, clavazón de hierros, hilos de fibras vegetales
para las redes, cables de alambres de acero,
estaño en barras, hoja de lata sin labrar y gasolina para aparatos de
soldar.
![]() |
Fotografía mucho más reciente, pero que representa a la perfección el montaje de los aparejos y pertrechos para la pesca del atún. |
Los interesados fundaban su petición en que siendo la
habilitación actual de la Aduana de Isla Cristina tan restringida para importar
géneros del extranjero, se les obligaba con frecuencia a traer por distintos
puertos este tipo de material y otros varios, que exigían el floreciente
desarrollo de las industrias pesqueras y salazoneras que constituían y hacían
imprescindible la vida de la localidad con el consiguiente recargo de gastos y
dilaciones altamente perjudiciales al interés de esta industria.
Las autoridades competentes, visto los informes de las
autoridades de Huelva, que todos fueron favorables a la habilitación solicitada,
acordaron: acceder a lo solicitado, con
excepción de la gasolina, ya que no se perjudicaban los intereses del Tesoro
Público, beneficiando del amparo oficial a esta comarca tan necesitada por la
clase de industria a la que se dedicaba.
La Real Orden1 firmada en Madrid, el 25 de enero de 1915 decía así:
“S.M el Rey (q.D.g.), conformándose con lo propuesto por esa Dirección
General, se ha servido acordar se amplíe la habilitación de la Aduana de Isla
Cristina (Huelva) para importar del
extranjero anclas, cadenas, clavazón de hierros, hilos de fibras
vegetales para redes, cables de alambre de acero, estaño en barras y hoja de
lata sin labrar”
1.- Gaceta de Madrid.
29 Enero de 1915

sábado, 14 de agosto de 2021
DOLORES Y JOSEFA, LAS SIRVIENTAS “ISLEÑAS” DE BLAS INFANTE.
Muchos son los historiadores que han dedicado estudios y
publicaciones que resaltan la vida y figura de Don Blas Infante Pérez de Vargas,
Padre de la Patria Andaluza.
Nacido el 5 de julio de 1885 en Casares (Málaga), tuvo la
desdicha de ser detenido en su casa de Coria del Rio (Sevilla) por las fuerzas
del movimiento el 2 de agosto, junto a otros detenidos, siendo conducido en un
camión hacia la carretera de Carmona, donde fue fusilado en la madrugada del 11
de agosto de 1936, en el linde de la antigua Huerta de las Clarisas.
Cuatro años después de su fallecimiento, el 4 de mayo de
1940, un jurado dictaría sentencia para
justificar su injusta muerte, con el argumento de estas razones: “Formó parte
de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931; en
los años sucesivos hasta el 1936 se significó como propagandista para la
constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz, y [...] falleció
el 10 de agosto, noche de San Lorenzo de 1936 a consecuencia de la aplicación
del Bando de Guerra”.
El notario Blas Infante, fue un hombre de una gran carga
idealista y de una visión esencialista. Trató la política del sentimiento de
amor a la tierra para transformarlo en conciencia social del pueblo. Algunas de
sus ideas, han permanecido hasta nuestros días, en cambio otras, se han ido
desvirtuando.
Los andaluces, y la Comunidad Autónoma de Andalucía no solo
recibimos de él la herencia de sus símbolos: la bandera, el himno y el
escudo, sino que nos dejó el ideario de
una “Andalucía para sí, para España y para la Humanidad”. El verde y el blanco
de su bandera1, “Porque sus colores eran los más apropiados para
representar la empresa de la restauración de un Pueblo, nunca bélico, y siempre
creador de culturas originales directoras de la Humanidad, como lo fue
Andalucía.”
La letra del himno, con
música inspirada en el “Santo Dios” cante que se usaba en algunos pueblos
andaluces como en Cantillana, por los segadores, a la salida y a la puesta del
Sol, y que fue adaptada y armonizada por
el maestro José del Castillo, director de la Banda de Música de Sevilla sobre
1933, el propio Infante escribe2 sobre él: “Mejor dicho, que usaban
en este pueblo los segadores, recientemente ha dejado de cantarse porque la
letra del himno invoca a Dios y esta es una palabra tabú para el embeleco
marxista de los jornaleros andaluces, quienes en mala hora vinieron a
denominarse obreros, como en Europa, con detrimento de su rango de andaluces”.
El escudo, inspirado en el de la antigua ciudad de Cádiz,
cabecera del pueblo andaluz antes de Tartesos, en los tiempos primitivos, cerrándolo un arco de medio punto, donde
figuran también las palabras latinas “DOMINATOR HERCULES FUNDATOR” y la
leyenda: “ANDALUCÍA, POR SÍ PARA ESPAÑA Y LA HUMANIDAD”
El notario Blas Infante Pérez de Vargas, llegó a Isla
Cristina por primera vez3, el 9 de octubre de 1921, invitado por el
alcalde, Román Pérez Romeu para pronunciar una conferencia en el Teatro
Victoria, con quién mantenía una buena relación de amistad, participando a lo
largo de su estancia en la vida cultural de la localidad.
Es en 1922 cuando se traslada a Isla Cristina como notario,
dedicándose al estudio y a su familia, mientras se producían la clausura de los
Centros Andaluces, con el nuevo régimen del General Primo de Rivera.
Casado con Angustias García Parias, durante el periodo de
1922 a 1931, nacen
en Isla Cristina sus dos primeras hijas, María Luisa en 1928 y María de los Ángeles
en 1930, de quiénes Blas Infante transmitió -en una carta al periódico La
Higuerita, del que era suscriptor- que consideraba a Isla Cristina "su
patria, por ser aquella la de mis hijas, y por haber vivido momentos
felicísimos en nuestra ciudad en su vida personal". Ya en Coria del Rio,
nacieron su único varón Luis Blas en 1931 y Alegría de las Mercedes en 1936.
![]() |
Las hermanas Dolores y Josefa Borrero Oliva, cocinera y niñera de Blas Infante. |
En los años que la familia Infante García, vivió en la Calle Real, nº 9 de Isla Cristina, fueron años florecientes en la pesca y la industria, donde mucha gente se desplazaba buscando un mejor porvenir. Dolores y Josefa Borrero Oliva, dos jovenzuelas y hermanas que emigraron desde la localidad de Aroche hacia Isla Cristina, fueron contratadas para servir, elegantemente uniformadas con sus cofias y delantales en las labores del hogar, la cocina y cuidado de las niñas.
La mayor de las hermanas
fue la encargada de cocinar para los Infante. Dolores Borrero Oliva, quién
nació en Aroche en 1906 y falleció en Isla Cristina en 1979, casó con Manuel
Franco Palacios, empleado albañil en el ayuntamiento y natural de Villablanca
1906, falleciendo en Isla Cristina en 1969. Tuvieron cinco hijos, José, Rosa,
Dolores, Manuela, Carmen y Juani Franco Borrero, quién actualmente es la única
que vive, esposa de nuestro buen y apreciado amigo Pedro Lima Valero, Policía
Local jubilado.
Josefa Borrero Oliva, natural también de Aroche, nació el 5
de octubre de 1909 era la encargada de cuidar y pasear a las niñas, falleció en Isla Cristina y casó con Manuel
López Rodríguez, natural de Moguer, 1908, quién regentó la bodega “El Rincón” junto a la
Plaza de San Francisco. Fueron padres de
Manuel y José López Borrero. Fallecido Manuel “El cartero”, Pepe Borrero, como
así lo conocemos, disfruta actualmente de su familia y de su jubilación bien
merecida como maestro de escuela.
De Don José, pude disfrutar algunos cursos de su docencia
como maestro de sociales, y
curiosamente, también fue concejal en el Ayuntamiento de Isla Cristina durante
algunos años por las siglas del extinguido Partido Andalucista, el mismo que promovió
y defendía la doctrina de Blas Infante.
Tanto Juani, como Pepe, destacan de sus recuerdos, que era Josefa quién atendía y
alimentaba al zorro “Don Dimas”, la mascota de Don Blas, y que este, no dejaba que las niñas se acercaran a él por precaución. También, que colgaban del
cuello de las niñas un cartel que decía “si me quieres, no me beses”, algo que muchos
no entendían y que hoy, recobra bastante
sentido, al revivirse una pandemia parecida a la Gripe Española de 1918 que
padecían por aquellos años.
Cuando tuvieron conocimiento del fatídico desenlace, lloraron amargamente, y sintieron su muerte como la de alguien de la familia, afirmando, “que siempre fue un hombre atento con ellas, cariñoso y buena persona”·
__________________________________________________________________
1.- Los símbolos de
Andalucía. Fundación Blas Infante
2.- Blas Infante
Pérez, Orígenes de lo flamenco y secreto del cante jondo, 1929-1933,
reproducción facsímil de la edición de la Junta de Andalucía de 1980, Sevilla,
Junta de Andalucía, 2010, pp 104-105.
3.- Isla Cristina,
Por los caminos de la historia. López Márquez Vicente.
Nota: Mi
agradecimiento a Juani Franco Borrero y a José López Borrero, por las fotografías
y los datos facilitados.

lunes, 2 de agosto de 2021
LA MANSIÓN DE DIOS, EN EL ORIGEN DEL GRUPO ESCOLAR NTRA. SRA. DE LOS ÁNGELES “LA ERMITA”
![]() |
Fachada de la capilla del Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles. |
El empresario y doctor en medicina José Caballero Romeu, en 1914 gestó la idea de la construcción en el
solar del primitivo cementerio “del Santo Cristo de la Resurrección y la Vida”
en desuso desde 1884, de un edificio que
comprendiese iglesia, hospital y escuelas,
con el fin de dotar de cultura y conocimientos a los muchos trabajadores
de la época, faltos de los más elementales conocimientos primarios.
Para ello, instó a la creación de un Patronato Benéfico, del
cual, fue nombrado presidente, solicitando
aquel mismo año al Ayuntamiento de Isla Cristina dicho solar para construir su
ansiado proyecto que comprendía una iglesia, dos naves para la enseñanza de párvulos
y adultos en clases nocturnas, y otras dos para la asistencia de enfermos de
ambos sexos, así como un nave para residencia de las Hermanas Mercedarias de la
Caridad, las cuales se pretendía destinar al cuidado de tales servicios.
El ayuntamiento, nunca respondió a aquella primera solicitud,
en la que además del solar, se solicitaba una subvención para que se hiciera
cargo de las asignaciones en el sostenimiento de seis Hermanas de la Caridad,
de la indicada Orden Mercedaria, mientras tanto el patronato, no contara con la
economía suficiente para este menester.
José Caballero Romeu, inició una campaña de captación de
colaboradores económicos en la prensa
local.
El 15 de marzo de 19151, en un acto, presentó la
memoria, los planos y las bases
correspondientes, acompañado del modelo de edificio que habría de construirse, representándolo
en proporción del 2 % en una superficie de 1 m² con una precisión y un lujo de
detalles admirables. A dicha reunión
asistieron como presidente el autor del proyecto don José Caballero Romeu, el alcalde Presidente del Ayuntamiento Don
Diego Zarandieta Roselló, el ayudante
militar de Marina Don Juan de Flores y Cavieces, el cura párroco de la iglesia
de Nuestra Señora de los Dolores Don Salvador Sánchez Palomas, los concejales Don Serafín Zarandieta Romeu, Don Toribio Lázaro Tuset y Don José caballero
Cuchi, el secretario accidental del Ayuntamiento Don Juan Martín Quintana, los
industriales y comerciantes don Bartolomé Rodríguez por los señores Rodríguez
Hnos. y compañía, y Don Miguel Cordero
Toscano. Los maestros de las escuelas
nacionales de esta isla, Don Sebastián
Urbano Vázquez y Don Emilio Pérez Molina,
el médico titular Don José Roselló Ferrera, Don Juan Bautista Rubio Zamorano, Don Antonio
Ortiz Frigolet, Don Francisco Cervantes
de la Vega y don Tomás Vesaluce Barrena,
director y redactores del recién fundando semanario La Higuerita y Don
Ángel Grinda Quínter, director del
Semanario Ecos.
El 17 de noviembre de 19152, volvió a enviar un
nuevo escrito al ayuntamiento en el que hacía saber, el historial de beneficios que por la
construcción de dicho edificio recibirían los habitantes de la barriada del
“Mundo Nuevo o Barrio Nuevo” distante casi un kilómetro del centro de la población
y que carecían de iglesia y escuela, y
donde los habitantes de Isla Cristina encontrarían la formación cultural
adecuada.
Los puntos fundamentales de aquel ambicioso proyecto eran:
1.- Dotar al barrio llamado “Mundo Nuevo”, de un centro de cultura
tanto civil como religiosa, que satisficiera las exigencias de saber del
pueblo. 2.- Disponer de asilo para atender a los que fueran víctimas de
accidentes del trabajo o cualquier otra enfermedad, evitándose, ver morir en
las calles a muchas personas por falta de medios económicos o no disfrutar de
una adecuada prestación médico sanitaria y de alimentación. 3.- Dotar a los
vecinos de una iglesia, que aunque fuera pequeña, contribuyese a combatir la
ignorancia absoluta en que se hallaban la mayor parte de los vecinos de todo
principio religioso, enseñándoles el camino de la fe, fortaleciendo su
formación moral y sus deberes cristianos. 4.- Hacer partícipe a Isla Cristina
de los incalculables beneficios que se desprenden de la asistencia domiciliaria
nocturna, prestada por las caritativas Hermanas Mercedarias.
Una de las primeras ayudas que se recibieron fueron 5.000
ptas., en altruista gesto por el industrial alosnero José Toronjo Limón,
consiguiéndose que el Arzobispado de Sevilla cediera el terreno, ya que
pertenecía a la iglesia, comenzándose los estudios para su inmediata
construcción con un presupuesto de gastos de unas cuarenta y cinco mil pesetas.
El nombre elegido para el proyectado edificio era el de “La
Mansión de Dios”, un proyecto que nunca pudo ver la luz, ya que el doctor José
Caballero Romeu, fallecería en Isla Cristina el 1 de abril de 1918.
Aquel mismo año, la familia Pérez Romeu o sobrinos de Tomás
López, en el mes julio, retomaron el sueño de engendrar en realidad el pensamiento
de su primer impulsor, aunque con importantes cambios y matices, obligados por
la ausencia del doctor Caballero.
La epidemia de gripe que también asoló a la familia,
llevándose consigo al filántropo Ángel Pérez, hizo que las obras no continuasen
con el ritmo proyectado, siendo reanudadas por su sobrino-yerno y gran
benefactor Román Pérez Romeu, finalizándose en 1920 y siendo inaugurado
oficialmente el 8 de marzo de 1921.
En la víspera de la Semana Santa de 1921, y coincidiendo con
la inauguración del edificio, se funda la Hermandad de Ntro. Padre Jesús del
Gran Poder, gracias a la donación de la imagen
que presidía la Capilla de Ntro. Padre Jesús Nazareno del Grupo Escolar
“Nuestra Sra. de los Ángeles”, nombre este, que adquirió en memoria de Ángel
Pérez, fallecido por la pandemia de Gripe en 1918. En 1929, la hermandad adquiere la primitiva
imagen de la Virgen de las Mercedes, a quién bendicen con el nombre de Mercedes,
en honor de las Hermanas Mercedarias de la Caridad que nunca pudieron venir a
servir al asilo.
Siete años después de que el industrial y doctor José
Caballero Romeu idealizara en su mente el proyecto de “La Mansión de Dios”,
Román Pérez Romeu, hizo posible para Isla Cristina, la Capilla de Jesús
Nazareno, y el Grupo Escolar Ntra. Sra. de los Ángeles.
1.- La Provincia 16-3-1915
2.- Sosa Rodríguez, José Historia de Isla Cristina,
(biografía sentimental)

jueves, 15 de julio de 2021
DEVOCIÓN MARIANA EN PUNTA DEL CAIMÁN: DE LA VIRGEN DEL CARMEN A LA VIRGEN DEL MAR.
La oración y la pobreza, fue la cuna de la Orden de los
Carmelitas en el monte Carmelo, donde numerosos profetas rindieron culto a Dios,
y esa devoción a la Virgen, permitió que naciera una nueva advocación a María.
Ahora que estamos inmersos en la festividad de la Patrona de los Marineros,
vamos a recordar a la Virgen del Carmen de la Punta del Caimán.
En la antigua Higuerita, tanto la Virgen del Carmelo patrona
de los marineros, como la Virgen del Rosario, patrona del Gremio de Mareantes y
la Virgen de los Dolores, han sido los
pilares de arraigo devocionales a los que han recurrido los hombres y mujeres de
la mar para manifestarles sus gracias, ruegos y sus suplicas.
La configuración geográfica de Isla Cristina a principios del
siglo XX, distaba bastante de la Isla Cristina que actualmente conocemos, quién separaba por un brazo de ría a la
barriada de Punta del Caimán del núcleo urbano de la localidad, teniéndose que
cruzar en botes, y más tarde, a través de un pequeño puente de madera.
La necesidad de alfabetización y de ofrecer cobertura
cristiana en dicha barriada, hizo que Doña Dolores Pérez Alvedrú y de Areces, maestra y muy religiosa, en la
humilde y pequeña habitación de su vivienda, junto al antiguo colegio San José que
dirigía, (en la antigua C/ San Juan, hoy Profesor Ramón Noya González)
habilitara una pequeña capilla para dar culto a la Stma. Virgen del Carmen.
Esta distinguida señora, profesora de instrucción primaria y
de grandes dotes cristianos, fue la organizadora y quién fomentó el culto y la
procesión de la Virgen del Carmen en la barriada de Punta del Caimán en 1917,
cuando gracias a una donación le hicieron entrega de una imagen de bulto de
Ntra. Sra. del Carmen.
En una misiva publicada en la prensa local y dirigida a Juan
Bautista Rubio, decía así1: “Por
fin llegó a esta su casa la Santísima Virgen del Carmen. Es preciosísima sobre
toda ponderación y sólo viéndola puede apreciarse su belleza. ¡Cuánto sentí no
verlo a usted aquí cuando desembarcó!........la tengo colocada en un altarcillo
modesto, pero muy visitado de todos estos mis queridos vecinos”.
Aquella imagen, fue colocada en una humilde cámara y bajo un
cielo raso, donado por la señora doña Dolores Romeu, viuda de Pérez, siendo bendecida el 29 de julio de aquel mismo año,
en una solemne misa ante la imagen, y presidida por el canónigo de la
S.I.C de Badajoz, Don Hipólito Virella
López.
Los donantes de la imagen fueron los Sres. de Aponte, que habían venido a España para asistir al
acto, pero ineludibles quehaceres les hicieron regresar a La Habana (Cuba)
donde habitaban.
En julio de 1936, los trágicos sucesos que se produjeron en
los primeros días de la Guerra Civil Española, hicieron que tanto el colegio de
La Punta, como la capilla de doña Dolores fueran asaltados por las turbas
anticlericales, destrozando todas las imágenes que allí recibían culto.
En el mes de agosto, Juan Bautista Rubio Zamorano, editor de
La Higuerita y conocedor de lo acontecido escribía en su periodico2 “Hemos oído decir que se proyecta la celebración - como todos los años –
de la Procesión, que ya es leyenda por la venerada dama doña Dolores Pérez
Alverú y de Areces, anciana de dotes ejemplares de cristiandad. Recogemos la
noticia a título de rumor y la publicamos con tintes informativos”
En el siguiente número de La Higuerita3, Dolores
Alverú escribía:
Carta desde la Punta. Sor. D. Juan Bautista Rubio, Director de “La
HIGUERITA”. Mí distinguido amigo: Acabo de recibir el periódico de su digna
dirección que agradezco en la que vale, y como siempre su bondad de V, se
extrema en darme noticias que puede interesarme. Muchísimas gracias.
Supongo se haya V.
enterado de la desgracia que ocurrió en esta su casa, con el atropello que
ocasionó la pérdida de mis imágenes, única compañía y consuelo en mi soledad,
Dios los perdone á los culpables como yo los perdono.
Respecto a la procesión
no hay nada, ni puede haberlo; primero porque no tengo salud, estoy más muerta
que viva, y segundo porque no es esta ocasión de fiesta y procesiones, cuando
nuestros hermanos, los españoles están derramando sangre á torrentes por la
patria
Más quisiera, amigo mío
hablarle que escribirle; bien sabe V. lo mucho que le aprecio de antiguo, pero
apenas puedo andar á causa de la debilidad que me produjeron los disgustos de
estos acontecimientos; ya que querrá Dios que esto cambie y tendré el gusto de
ir á saludarle.
A su señora, mis caros afectos como á sus hijos y V. sabe de
verdad soy su firme afma. y agradecida.
S.S. – Dolores Pérez Alverú.
Tras estos hechos, la procesión de la
Stma. Virgen del Carmen de La Punta, nunca volvió a celebrarse, dejando un gran
vacío espiritual y devocional en la barriada.
No es hasta 1981, cuanto tras la
intercesión del párroco de La Punta, Don Manuel Gómez Orta, se adquiere en
Madrid, una preciosa imagen de la Virgen María con la advocación de Ntra. Sra.
del Mar, para presidir como titular, la
Parroquia que llevaba su nombre desde el 10 de octubre de 1972, convirtiéndose
desde entonces, en un referente de la devoción marinera de la barriada puntera
y de toda Isla Cristina.
_____________________________________________________
1.- Semanario La
Higuerita 26-8-1917
2.- Semanario La
Higuerita 24-8-1936
3.- Semanario La
Higuerita 31-8-1936
