Importante vía que se convirtió a
principios del siglo XX en la arteria más transitada e importante de la
localidad, ya que todo la circulación de entrada a la misma, se hacía por ahí
para llegar al centro de la localidad, hasta
la construcción del puente de hierro en 1932, que desvió el tráfico pesado, descongestionando
la zona.
Fue una calle señorial, donde aún
se conservan algunas viviendas interesantes, convertida en uno de los accesos casi
imprescindibles para también llegar al mercado de abastos y al muelle, de ahí que compatibilizada su estilo netamente
residencial con el comercial, ya que allí
se ubicaron bastantes comercios: zapaterías, mercerías, tiendas de tejidos
etc., todo en un entorno comercial como eran las calles cercanas al mercado.
Esta arteria viaria, va de norte
a sur, desde el mismo muelle de La Marina o de “Agadir”, hasta la confluencia
entre las calles Doctor Gómez Bastero y Del Prado, por sus características es una
hermosa y bonita calle, aunque muy fría, azotada por los vientos del norte,
típicos en la zona.
El nombre de Carreras, le viene por el comerciante catalán, natural de Mataró, Salvador Carreras, de quién
se podría decir que fue de los primeros
comerciantes instalado en La Real Isla de La Higuerita y quién levantó un almacén construido
en madera en la parte norte de la localidad a orillas de la ría, hoy Muelle de
La Marina y que se dedicaba a la venta de toneles, pipas, cascos, tabales,
bullonas, cordelería, etc., y todo tipo de enseres relacionados con la pesca y
el salazón, así como ropas, alimentos y medicamentos, de dónde venían a comprar
desde Ayamonte y Portugal. Cada temporada, cargaba su laúd con productos en Mataró y en otras localidades de
Cataluña y los exportaba para venderlos en La Higuerita.
Su almacén estuvo cercano a la
ría, donde frente por frente se encontraba un puente de atraque de madera para la
carga y descarga de los barcos, y de manera popular, los marineros decían: “vamos para el muelle
del Carreras”.
Para llegar hasta el centro, a la
Plaza de la Iglesia, Carreras, recorría un
camino de arena fangosa en línea recta donde poco a poco, se fueron construyendo viviendas y al que los higuereteros
llamaron: la Calle del Carreras.
Este fue su primer nombre de
manera popular, convirtiéndose en oficial, y con los años, fue rotulada con el nombre de Luciano Vázquez Zarandieta, alcalde, que entre otras cosas realizó el puente de
madera que enlazaba con esa calle, para que en tiempos de la dictadura, volviera
a cambiar rotulándose como Queípo de Llano, en honor al general
franquista Gonzalo Queípo de Llano.
El pueblo siempre le llamó Calle del
Carreras o Carreras, y llegada la democracia, se le repuso el nombre primitivo por
el que siempre había sido conocida y desde sus orígenes.
