miércoles, 27 de noviembre de 2024

HASTA SIEMPRE, SEBASTIÁN

El 23 de noviembre de 2004, fallecía D. Sebastián Carrillo Escámez.  Con la colaboración de su hijo José Antonio Carrillo Martín, escribí este artículo para una revista especializada de pesca en diciembre de 2004. 

Ahora que se cumplen 20 años de su fallecimiento, lo recuperamos en su memoria. 

Sebastián Carrillo Escámez

 

En la tarde noche del 23 de noviembre de 2004, en la marinera ciudad de Isla Cristina y a la edad de 68 años, nos dejaba para siempre, Don Sebastián Carrillo Escámez, presidente que fuera, de la Asociación de Armadores de Isla Cristina. Hombre sencillo donde los haya, quién creció, vivió en torno y para el mundo de la mar. 

Nació en el Real de la Almadraba en la Punta de Afuera, (Punta del Moral),  sexto hijo de una familia de pescadores, que conformaban ocho hermanos, llegados de la hermana provincia de Almería. Sus padres José “el Moro” y María, arribaron un día en esta desértica playa, donde se instalaron muchas familias de pescadores procedente  del levante andaluz, llegados como mano de obra para  los galeones y las almadrabas y, como pequeños armadores, con sus barquillas de velas para la pesca de la sardina, ubicándose en un almacén donde se guardaban  los enseres y  las  redes. 

Creció Sebastián, desde muy niño, impregnándose de agua, viento y sal, correteando por aquellos arenales entre retamas, sin una infancia, ya que como es sabido, en el mundo de la mar, no había tiempo para jugar y, sus brazos eran importantísimos para colaborar en el sustento de la familia. Los varones, embarcaron con su padre José  “el Moro”, a muy temprana edad.  Antonio, su hermano mayor, mucho antes que él, cuando contaba con solo 10 añitos y Sebastián, en su primera vez lo haría con 8 años, mientras que las hembras quedaban en tierra en las labores de aparejar, limpiar, preparar los botes  y en el hogar. Al poco tiempo, se trasladaron a esta orilla de la antigua Higuerita, concretamente a la barriada marinera de  Punta del Caimán, donde pasó la mayor parte de su vida. En este periodo, su padre José, fue nombrado por el Alcalde de Isla Cristina, representante o Alcalde pedáneo de los vecinos de esta barriada, que durante muchos años, estuvo separada de la población isleña por un caño de mar llamado del Cepo y que se unía por un puentecillo de madera en el Miramar. 

 Durante estos años, Sebastián, trabajó  codo con codo con sus hermanos e  hicieron un poquito de capital, con muchísimo esfuerzo y sudor, para poder construir una humilde vivienda para vivir. En este lugar conoció a la guapa y joven María “La de Valentín”, hija también de pescadores emigrados del vecino Algarve portugués, de quién se enamoraría y con quién creó un hogar, obteniendo como fruto de su matrimonio seis vástagos, conviviendo con ella,  hasta el ultimo minuto de su vida. La forma de vida y empresarial que trajeron estos “levantinos o levantiscos” como por aquí le llamamos, era el patriarcado jerárquico, es decir: que todo se movía en torno al cabeza de familia; el padre, quién además de respetado, controlaba la economía de todos e invertía los esfuerzos de cada uno de sus hijos sin diferenciar el sexo, en mejorar sus pequeñas embarcaciones, un circulo cerrado, con el único fin de mejorar día a día las técnicas que iban saliendo en el mercado, con lo que conllevaba a hipotecar sus vidas y la de sus hijos en una misma empresa común con el afán  de superación y mirando por el bienestar social de todos. Los años fueron pasando, falleciendo José “el Moro”, de quienes heredaron todos y cada uno de sus hijos su apodo. La familia de   “los Moros”, se convertiría con el tiempo, en una gran y populosa familia de Isla Cristina, ya que todos sus hijos e hijas, habían contraído matrimonio y  se habían multiplicado, llegando el momento de que cada hijo se independizara de este clan familiar, creado por José y María y que ellos mismos creaban  junto a sus hijos, volviéndose a imitar ese mismo estilo de vida y sistema empresarial tan tradicional en la zona. 

De esta manera, Sebastián se convierte en un nuevo patriarca familiar y todos sus hijos se van uniendo a él poco a poco  en las difíciles tatareas de la pesca. En un afán de superación e impropio de una persona que nunca tuvo posibilidades de instruirse culturalmente ya que pisaría la escuela muy poco tiempo, Sebastián, se integra en el Cabildo de la Cofradía de pescadores “Nuestra Señora del Carmen” de Isla Cristina, luchando incansablemente, por el bienestar de los pescadores, pasando en él muchos años. No satisfecho con los logros que desde la Cofradía se hacían y con una mentalidad de abarcar proyectos más ambiciosos y de futuro, junto con un grupo de armadores, deciden fundar la Asociación de Armadores de Isla Cristina, quienes deciden nombrarlo Presidente, intercalando su cargo en dicha asociación, con el propio de empresario armador hasta el último día de su vida. 

Durante se mandato, demostró que era un gran negociador, con una inteligencia innata digna de todos los elogios y difícil de ver en  un simple pescador sin estudios, codeándose con las altas esferas de la política y el mundo empresarial pesquero.  Muchos han sido  los logros que se consiguieron en beneficio del sector pesquero durante su etapa, entre otros y dada su importancia: La explotación de la Lonja de Isla Cristina junto con la Cofradía de Pescadores, uno de los pilares fundamentales en la economía de la localidad. Se acabó con el monopolio establecido con los carburantes, consiguiendo el abaratamiento de los costes del  combustible. Se sanearon las deudas contraídas años atrás por el sector. Se compró un local en propiedad, para ubicar la sede de dicha asociación que no llegó a inaugurar y que muy pronto se llevará a cabo. Fomentó y relanzó los productos más genuinos de nuestra costa;  el último de ellos fue en la ciudad de Alicante una semana antes de su fallecimiento, donde tuvieron una gran acogida. Peleó incansablemente en las diferentes negociaciones allí donde existía  un problema para el sector pesquero,  incluso, jugándose su integridad física y económica. Y además, tuvo el alto honor junto al Patrón Mayor de a Cofradía, Mariano García, de imponer la “Gamba de Oro”, galardón creado por “Lonja Isleña” a  S.A.R. Don Felipe de Borbón, Príncipe de Asturias, en su visita a la Lonja Isleña.

 

S.A.R Don Felipe de Borbón, Principe de Asturias y actual Rey de España, en su visita a Isla Cristina,  acompañado por Maríano García de Lonja de Isla, se dirigen a saludar a Sebatían Carrillo. 

Su talante, su espontaneidad, su capacidad de entrega y sacrificio, siempre dispuesto a mejorar el mundo de la mar será difícil de igualar. Por eso, marineros, armadores, pueblo en general y los medios de comunicación con el que siempre colaboró, autoridades de todos los escalafones sin excepción, despedimos a Sebastián, en el ultimo adiós, con el convencimiento, de una gran labor cumplida y el honor de haber despedido para siempre a un sencillo y gran hombre que vivió por y para el desarrollo de las gentes de la mar.

Sebastián Carrillo hace entrega al Prince de Asturias de la Gamba de Oro
 en su visita a "Lonja de Isla". 



NOTA:   El 15 de diciembre de 2005, Su Majesta el Rey Juan Carlos I, y en su nombre la Ministra de Agricutura, Pesca y Alimentación,  en atención a las cualidades y circunstancias que concurrían en Don Sebastián Carrillo Escámez, le otorgó el Titulo de la ENCOMIENDA DE NÚMERO de la Orden del Mérito Agrario, Pesquero y Alimentício, Sección del Mérito Pesquero con los honores en insignias que le correspondían. 

También, en sesión ordinaria de fecha 30 de enero de 2007, en su punto quinto, el Ayuntamiento de Isla Cristina, aprobó por unanimidad "Nominar con el nombre de D. Sebastián Carrillo Escámez y en su memoria, una calle en nuestra localidad".  

Hace un par de años, sin aviso a los familiares, sin `publicidad y sin inauguración previa, se rotuló la antigua calle San Francisco en Punta del Caimán, calle donde Sebastián residió y tuvo su vivienda, con el nombre de Sebastián Carrillo Escámez.  





sábado, 16 de noviembre de 2024

HIMNO DEL REAL GREMIO DE HALCONEROS DE ESPAÑA.

Finalizado el Carnaval de 2005, recibí la visita de nuestro recordado amigo, Jesús Martín Biedma, venía a ofrecerme, la participación en la grabación de un tema musical, que Manuel Diego Pareja Obregón de los Reyes, había compuesto y que le gustaría que lo dirigiera con las voces de nuestra comparsa "Mojiganga".
Tras contactar con Manuel Diego, me explicó bien el proyecto, nada más y nada menos, que se trataba de ponerle voz al Himno del Real Gremio de Halconeros de España que acababa de componer. Tras consultar con mi gente, no dudamos en aceptar colaborar en este bonito e interesante proyecto.
Hace unos días, me he topado con algunas fotografías de aquel momento, y que realizamos durante la grabación, me he dispuesto a recuperar este trabajo que he guardado durante 19 años, y al que no dimos mucha difusión. Hoy con las redes sociales, he montado un pequeño video, me gustaría compartirlo con vosotros, ya que merece la pena.
Fue todo un honor para nosotros, quedar inmortalizados en esta obra de Manuel Diego Pareja Obregón y sobre todo, dejar nuestras voces en tan magno proyecto.
Dicho himno fue presentado ante S.A. R el Rey Juan Carlos I en 2006, acto al que teníamos previsto asistir para interpretarlo, pero al final, surgieron algunos problemas que no lo hicieron posible.


miércoles, 6 de noviembre de 2024

EL HIMNO DEL CARNAVAL


Articulo recuperado y publicado en dos números,  en el periódico La Higuerita de 1-4-2004 y 15-4-2004


Sorprende a veces, oír, leer y escuchar declaraciones e informaciones que se vierten gratuitamente en algunos de los medios de comunicación tanto locales como de ámbito provincial  así, como en tertulias improvisadas que con o sin intención, nos deforman las noticias y hacen un daño a la veracidad de los hechos. Sin ánimo de crear polémica, creo verme obligado, como isleño y aficionado a la fiesta a defender lo defendible. Bien es sabido, que el abanico de los gustos es de mil colores,  ya lo dijo Serrat: “cada cuál, baja las escaleras como quiere”. 

En el número anterior de nuestra Higuerita, ha sido la última vez que leo un comentario de ese tipo, en el apartado Carnavaleando,  y aunque solo sea una opinión de quién la escribe, me gustaría puntualizarla y dar también la mía sobre este tema. 

No es verdad, que la Banda de Música Isleña interpretara “Isla Cristina Preciosa” y los carnavaleros presentes en la comida del carnaval, al mismo tiempo interpretaran “La Higuerita Marinera”, en una muestra de fuerza o mensaje, sino que fue propiciado por un cruce motivado por la espontaneidad del momento, sin ningún tipo de intención, ya que la música, provenía del final del local y se comenzó a entonar las coplas en la mesa presidencial.  Cuando se acabó de cantar “La Higuerita Marinera”, comenzó la banda a interpretarla, mientras que los asistentes, en ese momento ya interpretaban “Isla Cristina Preciosa”, Himno de nuestro Carnaval desde el 13 de febrero de 1981,  quien   interpretara el Coro “Los Cosacos” por primera vez, en los carnavales de 1935, con letra de Juan Figuereo. 

Bien es verdad que en los últimos años el pasodoble “La Higuerita Marinera”, se ha destacado e interpretado en casi todos los acontecimientos,  allí donde había un isleño festejado algo que festejar, y  que nos pone la carne de gallina cada vez que lo oímos, más aún,  si es escuchado lejos de nuestra querida Isla Cristina, por ello, muchos lo han llegado a confundir con el propio himno carnavalesco.  

Pero lo que no cabe la menor duda, es que si el maestro Vicente Sanchís, no la hubiera versionado, arreglado e instrumentado para banda y coral, y no la hubiese presentado en una de las galas de carnaval, grabado, divulgado a través de los medios de comunicación, incluso allende los mares por las corales Polifónicas Isla Cristina y Padre José Mirabent y por la Banda de Música Isleña, poniendo el punto y final a sus conciertos e inmortalizándolo; estoy plenamente convencido de que esta magistral y sentimental obra, hubiese pasado como tantos otros magníficos pasodobles que se han escrito a lo largo de nuestra historia. Pongamos por ejemplo: “Bajando por las palmeras”, “La mujer estibadora”, “Si al trasnochar”, “Con la misma gracia que brota de tus esteros”, “Un viejo me hablaba”  y, un largo etc.    

Esa hermosa obra que mi admirado y apreciado amigo Paco Bueno, escribiera, para nuestro regocijo y disfrute, merece un lugar de honor en nuestro corazón y en nuestra historia, y así lo proclamé el 15 de julio   de 2001, cuando tuve la suerte de pregonar en la I Exaltación a la Virgen del Carmen, donde solicité  públicamente a nuestras autoridades locales, lo nombraran “Himno Oficial del Marinero de Isla Cristina”,  pues,  recoge el autentico sentir de un pueblo eminentemente marinero, no exento de religiosidad popular y en el cual, nos identificamos casi todos. Aunque,  todavía existan algunas personas que se empeñan y  pongan  en duda la veracidad y capacidad de Paco Bueno para escribir esta letra. Seguro que no saben, que ese no fue el único pasodoble que escribiera para esa comparsa, pues también dedicó otro gran pasodoble al pesquero “Purita Pérez” y, que ese mismo año de 1982, escribió  otras composiciones que se interpretarían, en el Teatro Falla de Cádiz, por la comparsa del portuense José Luis Arníz, “Cuba”, concretamente los pasodobles dedicados a Antonio Machin y a la madre de Arníz, ya que este gran director,  no escribía y el autor de sus comparsas era Diego Caraballo y en aquellos momentos existían  desavenencias entre los dos. 

Explico todo esto, porque somos muy dados a tirar por tierra todo lo nuestro y a engrandecer sistemáticamente  lo que viene de fuera, sea como sea, -como ocurrió en la última resaca de carnaval-. No me cabe la menor duda de que Paco Bueno, es el  autor de la obra y José Luis Arníz de la música y, que además, se escribió antes la letra que la música, colaborando también, con algunas canciones  que Arníz, después grabó en sus discos, como por ejemplo: “Un pueblo blanco de cal”. ¡Sí, sí!  ese poeta de carnaval, que tantas veces nos ha hecho reír con sus payasadas y que anónimamente nos ha emocionado con grandes pasodobles, de quién  he tenido la suerte de beber cuando a los 14 años, salí por primera vez en una de sus murgas, humilde y sencillo,  retirándose,  sin ni siquiera haber conseguido el premio al mejor murgista. 

Después de todo, y  aun así, creo, que en mi humilde opinión, el  Himno de nuestro Carnaval es y debe seguir siendo, “Isla Cristina Preciosa”, quién ha  sobrevivido al tiempo, legada por nuestros antepasados, y cantada en bodas, comuniones, y todo tipo de celebraciones. Sobreviviendo a una época difícil y de represión, donde no había tanta difusión en los medios para hacerla popular y, a la que Juan Figuereo, plasmó todo su amor patrio, en una época de precariedad económica y falta de sardinas, la que el tiempo también a deformado y cambiado en sus contextos y  que merece por mi  parte, por su belleza, por historia y su mensaje y,  porque también soy pueblo, seguir siendo el Himno de nuestro Carnaval:  “Isla Cristina preciosa/ tierra de nuestros amores/ te OFRENDAMOS por hermosa/ nuestras más bellas canciones./ Nunca te despreciaremos PORQUE te falte la vida, / salvarte procuraremos para verte florecida./ Un fandango es tu agonía/ es tu llanto de guitarra/ TU SUFRIR la rebeldía/ de un corazón de gitana/. Eres JOVEN y laboriosa/ tu no mereces sufrir los tormentos/ de una crisis que destroza/ y convierte tu sonrisa en lamentos./ Que procuren los que puedan/ solución para tanta agonía/ y brindemos porque vuelva/ (muy pronto a esta población) a este pueblo pronto alegría/.”                                                                                                                              

lunes, 28 de octubre de 2024

LAS DIFERENCIAS DE HISPANOAMERICANO, LATINOAMERICANO, IBEROAMERICANO Y SUDAMERICANO.

                  


Suele ser muy común que oigamos, como se denominan a las personas del continente americano de habla española, como latinoamericanas, un uso que cada vez es más extendido y que está mal utilizado.

Por ello, dejo estás observaciones, por si os pudiera interesar, y cuáles son las diferencias de cada una: Hispanoamericano, Latinoamericano, iberoamericano y Sudamericano.

Hispanoamericano: se refiere al ‘conjunto de países americanos de lengua española’, relativo a la América que fue española.

Latinoamericano: se les llama al conjunto de países del continente americano donde se hablan lenguas derivadas del latín: español, portugués y francés. Esta forma, fue introducida por el interés y el control de los franceses, cuando dominaban España por la ocupación en el siglo XIX.

Para referirse exclusivamente a los países de lengua española es más propio que usemos el término Hispanoamericano y sí se incluye a Brasil, país de habla portuguesa, el término es Iberoamericano.

Sudamericano no es correcto cuando se incluyen a los mexicanos, cubanos y puertorriqueños, etc., o Centroamérica, porque no pertenecen al sur de América sino al norte, al centro o a los países del Caribe.

Espero que nadie se ofenda, y pongamos un poquito de nuestra parte, sobre todo, los que que manejan los medios de comunicación. 

miércoles, 23 de octubre de 2024

UNA MUESTRA, 250 AÑOS

Nota: Artículo recuperado y publicado en el periódico La Higuerita, el 1 de septiembre de 2006

 
Según una anécdota que cuenta Pepe Biedma en su libro “Carnavales de Isla Cristina”, un día, un forastero que visitaba nuestra localidad, se acercó al establecimiento que Marcelino Fernández Concepción “Zoilo”, regentaba en el paseo de los Reyes y le preguntó: “oiga, por favor, ¿sabe usted cuando son los carnavales de Isla Cristina?”, a lo que Marcelino con mucha guasa le contestó: “¡los carnavales, aquí carnaval es todo el año, hombre!”. 

Esta respuesta llena de doble intencionalidad, tiene muchísimas lecturas. No sé, lo que aquel hombre pudo interpretar con aquella magistral respuesta pero, para los isleños, está más que clara; el Carnaval,  no es una fiesta cualquiera en el calendario sino un sentimiento colectivo, una forma singular de  exteriorizar y entender la vida, donde el entretenimiento y la diversión se conjugan perfectamente con un profundo matiz  cultural, donde todo ese cúmulo y amalgamas se conjugan para eclosionar cada febrero. Por eso, desde la “Asociación de Carnaveleros Isleños ACI”,  a la que me digno pertenecer como Vicepresidente,  y acudiendo a la llamada que nuestro Ayuntamiento nos hizo como asociación,  entendíamos que el Carnaval, nuestro Carnaval, no podía faltar en los actos conmemorativos del 250 Aniversario Fundacional de Isla Cristina. 

Puestos manos a la obra y tras un sin fin de reuniones, el pasado sábado día 19 a las 21,00 h. volvían las calles de Islas Cristina, a acoger esa  algarabía llena de un multicolor desbordante que caracteriza a  nuestra Cabalgata, plasmada para esta ocasión en una “Muestra”, muestra que desbordó todas las expectativas tanto en participación como en público. En mi opinión y como dijera nuestro amigo y  presidente Emilio Bogarín, creo que hasta ahora, ha sido el acto que más personas a convocado de todos los que se han organizado para dicha efemérides pues, podríamos contar por miles las  personas  allí congregadas. 

Es verdad, que  esta muestra carnavalesca de nuestra cabalgata,  ha sido un trampolín extraordinario para promocionar nuestros carnavales a todos los forasteros y visitantes que en estas fechas estivales disfrutan de nuestras playas y nuestro clima y, que por circunstancias,  no conocen o no pueden visitar Isla Cristina en febrero pero, también es verdad, que no estuvieron todos los carnavaleros  que debían haber estado, algunos por motivos laborales y otros por que sencillamente no creyeron (gentes de poca fe) o no quisieron estar (ellos se lo perdieron). 

Pocas han sido las voces, pero sí  algunas, las  que al parecer han intentado desestabilizar este proyecto, enviando globos sondas que equivocaban o liaban a la opinión pública, con fechas erróneas  o inventándose una crispación con la organización de las fiestas de la populosa barriada de Punta del Caimán que nunca existieron, a la que desde aquí tengo que agradecer su condicional apoyo a este proyecto y en su nombre, a su presidente Luís Fernández Álvarez,  así como a los vecinos de la Avenida Federico Silva Muñoz que nos cedieron los puntos de luz para conectar la megafonía. 

Nada hubiera sido posible, sin la entrega de todos los grupos participantes en esta cabalgata, “Mushindo Batuca”, “Parece que fue ayer”, “Cachondeo Caribeño”, “Las Matildas”, “Comparsa Increíble”, “Bolando boy bolando bengo”, Murga “Todo por la cabra”, “Vini vidi vini”, la Comparsa Infantil “Desde mi casa al teatro”, “María Figueroa”, “Akungele” “Isla Cristina Guiri tours”, Murga “Por culpa del azuquita”……., “Los últimos en apuntarse”,  “María Antonieta”, “Kasi ke me echao laka killo”, La Asociación “miércoles de Ceniza” con su grupo y Carroza, la ComparsaLa Fábrica” y las Carrozas municipales “250 Aniversario, Aventura, Reinas Infantil y Juvenil con sus respectivas Cortes de Honor”. A todos ellos,  nuestra gratitud, por conseguir que este inalcanzable proyecto para algunos hoy sea una realidad consumada, y con una única espectacular  beneficiaria, Isla Cristina. Gracias también  a  “Oli”,  ejemplar  carnavalero isleño y a su equipo, a quien vimos nervioso, expectante y entregado con nuestra causa, su causa y que nos hicieron sentirnos más isleños aún, también a la Policía Local y a Protección Civil. 

Isla Cristina, desde sus orígenes es sinónimo de carnaval, por eso, podemos sentirnos orgullosos de haber sido participes en estos 250 años de haber  escrito páginas de la historia de nuestra Ciudad y con nuestra aportación a dicha efemérides,  honrar la memoria del Zoilo, Clemente, Horacio Noguera, El Mellizo. El Cadáver, El Patitas, El maestro Cervantes de la Vega, Milá, Carmelo El Vergüenza, Juan Figuereo, Miguel Montera, Alonso, Borrero, El Hormiga, Juan Andrés, Joselillo el Cabo Tambor, El Marqués, Claudio Núñez, Jerónimo López, Luís El Carbonero, Cayetano Delgado, Rita Arnau, Manolo Cabot, José Frigolet, Rafael Flores y el del Lunar, El Choquito, El Mata, Bartolo Beltrán y un sin fin de isleños que se me haría difícil de enumerar y que estuvieron  presentes ese día, junto a nosotros y en nuestros corazones.

Según una anécdota que cuenta Pepe Biedma en su libro “Carnavales de Isla Cristina”, un día, un forastero que visitaba nuestra localidad, se acercó al establecimiento que Marcelino Fernández Concepción “Zoilo”, regentaba en el  paseo de los Reyes y le preguntó: “oiga, por favor, ¿sabe usted cuando son los carnavales de Isla Cristina?”, a lo que Marcelino con mucha guasa le contestó: “¡los carnavales, aquí carnaval es todo el año, hombre!”. 

Esta respuesta llena de doble intencionalidad, tiene muchísimas lecturas. No sé, lo que aquel hombre pudo interpretar con aquella magistral respuesta pero, para los isleños, está más que clara; el Carnaval,  no es una fiesta cualquiera en el calendario sino un sentimiento colectivo, una forma singular de  exteriorizar y  entender la vida, donde el entretenimiento y la diversión se conjugan perfectamente con un profundo matiz  cultural, donde todo ese cúmulo y amalgamas se conjugan para eclosionar cada febrero. Por eso, desde la “Asociación de Carnaveleros Isleños ACI”,  a la que me digno pertenecer como Vicepresidente,  y acudiendo a la llamada que nuestro Ayuntamiento nos hizo como asociación,  entendíamos que el Carnaval, nuestro Carnaval, no podía faltar en los actos conmemorativos del 250 Aniversario Fundacional de Isla Cristina. 

Puestos manos a la obra y tras un sin fin de reuniones, el pasado sábado día 19 a las 21,00 h. volvían las calles de Islas Cristina, ha acoger esa  algarabía llena de un multicolor desbordante que caracteriza a  nuestra Cabalgata, plasmada para esta ocasión en una “Muestra”, muestra que desbordó todas las expectativas tanto en participación como en público. En mi opinión y como dijera nuestro amigo y  presidente Emilio Bogarín, creo que hasta ahora, ha sido el acto que más personas a convocado de todos los que se han organizado para dicha efemérides pues, podríamos contar por miles las  personas  allí congregadas. 

Es verdad, que  esta muestra carnavalesca de nuestra cabalgata,  ha sido un trampolín extraordinario para promocionar nuestros carnavales a todos los forasteros y visitantes que en estas fechas estivales disfrutan de nuestras playas y nuestro clima y, que por circunstancias,  no conocen o no pueden visitar Isla Cristina en febrero pero, también es verdad, que no estuvieron todos los carnavaleros  que debían haber estado, algunos por motivos laborales y otros por que sencillamente no creyeron (gentes de poca fe) o no quisieron estar (ellos se lo perdieron). 

Pocas han sido las voces, pero sí  algunas, las  que al parecer han intentado desestabilizar este proyecto, enviando globos sondas que equivocaban o liaban a la opinión pública, con fechas erróneas  o inventándose una crispación con la organización de las fiestas de la populosa barriada de Punta del Caimán que nunca existieron, a la que desde aquí tengo que agradecer su condicional apoyo a este proyecto y en su nombre, a su presidente Luís Fernández Álvarez,  así como a los vecinos de la Avenida Federico Silva Muñoz que nos cedieron los puntos de luz para conectar la megafonía. 

Nada hubiera sido posible, sin la entrega de todos los grupos participantes en esta cabalgata, “Mushindo Batuca”, “Parece que fue ayer”, “Cachondeo Caribeño”, “Las Matildas”, “Comparsa Increíble”, “Bolando boy bolando bengo”, Murga “Todo por la cabra”, “Vini vidi vini”, la Comparsa Infantil “Desde mi casa al teatro”, “María Figueroa”, “Akungele” “Isla Cristina Guiri tours”, Murga “Por culpa del azuquita”……., “Los últimos en apuntarse”,  “María Antonieta”, “Kasi ke me echao laka killo”, La Asociación “miércoles de Ceniza” con su grupo y Carroza, la ComparsaLa Fábrica” y las Carrozas municipales “250 Aniversario, Aventura, Reinas Infantil y Juvenil con sus respectivas Cortes de Honor”. A todos ellos,  nuestra gratitud, por conseguir que este inalcanzable proyecto para algunos hoy sea una realidad consumada, y con una única espectacular  beneficiaria, Isla Cristina. Gracias también  a  “Oli”,  ejemplar  carnavalero isleño y a su equipo, a quien vimos nervioso, expectante y entregado con nuestra causa, su causa y que nos hicieron sentirnos más isleños aún, también a la Policía Local y a Protección Civil. 

Isla Cristina, desde sus orígenes es sinónimo de carnaval, por eso, podemos sentirnos orgullosos de haber sido participes en estos 250 años de haber  escrito páginas de la historia de nuestra Ciudad y con nuestra aportación a dicha efemérides,  honrar la memoria del Zoilo, Clemente, Horacio Noguera, El Mellizo. El Cadáver, El Patitas, El maestro Cervantes de la Vega, Milá, Carmelo El Vergüenza, Juan Figuereo, Miguel Montera, Alonso, Borrero, El Hormiga, Juan Andrés, Joselillo el Cabo Tambor, El Marqués, Claudio Núñez, Jerónimo López, Luís El Carbonero, Cayetano Delgado, Rita Arnau, Manolo Cabot, José Frigolet, Rafael Flores y el del Lunar, El Choquito, El Mata, Bartolo Beltrán y un sin fin de isleños que se me haría difícil de enumerar y que estuvieron  presentes ese día, junto a nosotros y en nuestros corazones.


martes, 22 de octubre de 2024

MI COLABORACIÓN EN EL PROGRAMA "CARNAVALEANDO" DE RADIO ISLA CRISTINA.

El pasado lunes 22 de octubre, fui invitado a participar en el programa "Carnavaleando" que dirigen Jesús Hermoso y Toni Riego en Radio Isla Cristina. Hablamos de muchas curiosidades relacionadas con el Carnaval de Isla Cristina y su historia.   



Si no lo pudiste oír, os dejo un enlace directo con el mismo:  CARNAVALEANDO CON PACO GONZÁLEZ 

jueves, 17 de octubre de 2024

LOS OLORES DEL CARMEN

Artículo recuperado,  publicado en la Revista de las Fiestas de Carmen 2003


 

Cuando se acercan las Fiestas del Carmen, un olor especial inunda mis sentidos, retornándome, hasta una época llena de añoranzas y de recuerdos infantiles. 

El olor a gasoil que impregnaba la ropa azul de mi abuelo Cristóbal y que aún después de jubilado, siempre desprendió su piel curtida por toda una vida de desvelos dedicada a la mar, en la sala de maquinas de aquellos barcos que pescaban en la zona de Agadir. Es ese, el olor que rememoro al llegar estos días, pues de niño, me llevaba a arrancar el motor de un barco que se llamaba “Virgen del Carmen”, a encender las luces y llenar la presión de las botellas de aire, que al paso de la patrona de los marineros, a quien siempre tuvo una gran devoción, las hacía sonar hasta agotarlas, entre la alegría de aquel chiquillo que quedó marcado para toda la vida con la visita de la Virgen y la devoción autentica que mostraban aquellos viejos pescadores hoy, desaparecidos. 

También, el olor a sal, que desprendían las redes secas en la draga de las calderas, entre las que sobresalía, la figura desgastada de mi otro abuelo Rafael, quién tuvo el honor de portar la vara de la Virgen durante la procesión, al serle concedido el Homenaje al Marinero, por toda una vida de lucha y entrega. Hombre temperamental y sin infancia, que intentaba ocultar sus  muestras de fe, emocionándose con gran facilidad cada vez que la Virgen del Carmen recorría las calles y sus ojos se iluminaban y humedecían mientras trataba, avergonzado, de esconder sus nobles sentimientos.

 Pero este Carmen de 2003, llegará con un nombre muy presente  en la mente y el corazón  de todos los isleños: el de Agustín García Cazorla y el de toda su familia, compañeros inseparables de la angustia y la oración. 

Y,  volverá ese momento cumbre y sublime de la fiesta, cuando esa Virgen Chiquita que anida en nuestro corazón, la Estrella de los mares, que como Patrona y Capitana, subirá en uno de nuestros barcos pesqueros, para mirarse en el espejo de plata de nuestra ría, bendiciendo sus aguas, desde la pescadería a la barriada hermana  de  Punta del Moral, en memoria de aquellos centinelas que encontraron la vida eterna bajo su manto protector, para el disfrute de nuestros observadores ojos, en ese instante gozoso y emotivo lleno de fervor popular, en el que las gentes se arremolinan en torno a Ella, mientras los pescadores y costaleros,  se unen en una piña fusionados en un solo corazón para alzarla al cielo, llevándola  a cada uno de los barcos amarrados a puerto y la paseen por la “Lota”, donde las sensaciones interiores florecen entre las sirenas y el color rojo intenso de las bengalas, el impresionante crepúsculo del atardecer, las explosiones multicolores y los estruendos de los cohetes. 

Isla Cristina, ya no es aquella que se echaba a vivir la fiesta intensamente, desde por la mañana en la caseta, la de las carreras de cintas del desaparecido Pepe Cañavate, la de las calles de arena, la de las casitas bajas y sencillas de encalada blancura en las azoteas y paredes deslumbrantes, de vecinos sentados en las puertas de sus casas, la de los estrenos en la víspera y las rozaduras en los pies, la de las filas interminables de velas en la procesión y escapularios carmelitas colgados al cuello a la altura del pecho. Isla Cristina, hoy es una ciudad moderna que ha evolucionado, que ha cambiado en su fisonomía y algunas de sus costumbres y que mira al futuro con alegría sin querer desprenderse de su pasado, con una buena calidad de vida y que a veces esto, hace que nos olvidemos de nuestra raíces y valores culturales, hasta tal punto, de acordarnos de la Virgen, sólo, en momentos de apuros y verdadero peligro. Pero aún así, se sigue y seguirá oyendo ese grito hondo y sentido del pescador que vitorea el nombre de la Stma. Virgen del Carmen con la desgarrada y autentica serenidad de su alma. 

Que así se perdure en el tiempo  y nuestros nietos lo cuenten. 

lunes, 14 de octubre de 2024

FESTIVAL CORAL DEL ATLÁNTICO



Finalizó la XXXVII edición del Festival Coral del Atlántico, quizás, de uno de los festivales en su especialidad más longevos de Andalucía y que a lo largo de su historia,  con sus altibajos, ha aglutinado lo mejorcito de la música polifónica de España, alcanzando, y gracias al empeño exclusivo de los directores, las corales isleñas y del Ayuntamiento, que lograron convertirlo en un referente y una cita obligada para  los amantes de la música y la cultura en la provincia de Huelva.

El mayor éxito de este festival, siempre fue, ha sido y será,  la asistencia del público que abarrota el templo de Ntra. Sra. de los Dolores cada función,  arropando a las agrupaciones, en este preludio otoñal que casi coincide  con el puente del Pilar y el día de la Hispanidad,  convirtiéndolo en un atractivo turístico-cultural.

En tiempos ha, cuando corría la moneda, este Festival Internacional, permitía que los hoteles y restaurantes funcionaran, ya que hospedaban a los participantes generando economía en la localidad, se les organizaban  rutas visitables, comían en restaurantes y se fomentaba a través de la música un intercambio cultural.

Actualmente, y por razones obvias, nada es igual, salvo que a trancas y barrancas se continúa celebrando por el pundonor de los coralístas isleños, verdaderos artífices de este logro,  que consigue año tras año atraer aficionados y visitantes de diferentes partes de la geografía comarcal, así como acompañantes de otras corales, que se desplazan para disfrutar  llenando diariamente el templo.

Isla Cristina, puede presumir sin complejos, de muchas cosas, y una de ellas es el gran sentido musical y la gran afición a la música que atesora,  y por ende, a la organización del Festival Coral del Atlántico, un referente para toda la provincia de Huelva y de Andalucía.

Quienes no lo entiendan así, están ciegos o miopes.

La política tiene que servir para sembrar y engrandecer a los pueblos, un festival único, de estas características en Andalucía, no puede seguir viviendo de espalda a las realidades institucionales provinciales y regionales.

Tenemos un marco incomparable, gracias a la cesión que realiza el Obispado de la Diócesis cada año para su celebración, unas corales propias magníficas, que realzan con sus repertorios y engrandecen el nombre de Isla Cristina y la provincia, allá donde van, además, de un selecto elenco de formaciones musicales, cada vez menos,  que vienen desde los diferentes lugares de la geografía a mostrarnos su arte.

Sé muy bien de lo que hablo, no he faltado casi a ninguna edición como público y también como coralísta, y tuve el honor de presidir su organización durante dos ediciones, dos años de verdadero sufrimiento e ingratitudes,  en la que no había dinero ni para comprar las estatuillas que se entregan, símbolos del festival, pero que pudimos sacar adelante.

El Festival Coral del Atlántico, que organiza el Ayuntamiento de Isla Cristina, con la participación imprescindible de las corales isleñas, es un lujo para nuestra localidad, la provincia de Huelva y Andalucía, no permitáis que el ego, los celos y la vanidad así como los intereses espurios o políticos acaben con él.

Felicidades a la Coral Polifónica Isla Cristina, a la Coral Stella Maris de Torre del Mar (Málaga) única participante invitada) a la Coral de Voces Blancas "Isaac Cueto Burgos" y a la Coral Padre José Mirabent, al Ayuntamiento y como no, a nuestro párroco Don Gregor Kozar. 

miércoles, 9 de octubre de 2024

EL ALTO RELIEVE DE LA VIRGEN DEL MAR

 Articulo recuperado y publicado en la Revista de las Fiestas de la Virgen del Mar en Punta del Caimán de Isla Cristina en 2006.

 

Cuando en la populosa barriada de la Punta del Caimán, se conmemora el 25 Aniversario de las fiestas en honor de Ntra. Sra. del Mar, quisiera, traer a las páginas de esta revista, una reseña histórica que aunque pasa desapercibida para muchos de nosotros, no deja ser importante y es digna de ser conocida por todos. 

Me refiero a la imagen de la Virgen del Mar, que preside los bajos del edificio Monteduna, donde estuvo la anterior Iglesia. 

Dicha imagen, fue una donación personal de Don Juan Ruiz, (de profesión practicante),  esposo de Dña. Mari Tere Mirabent Feu a la Parroquia, siendo encargada al escultor isleño D. Carlos Silva Escobar. 

Dada la provisionalidad de dicha parroquia en aquellos momentos de su inicio y aconsejado por el párroco de entonces Don Manuel Gómez Orta, el escultor, concibió y realizó  este alto relieve, para que un futuro, cuando la futura iglesia fuera construida presidiera la torre del campanario, de ahí la posición de la Virgen que aparece con los pies de puntillas para que pudiera ser observada desde abajo hacia arriba, ganando volumen y toda la importancia en su rostro y el de su hijo Jesús. 

 Modelada en barro y posteriormente vaciada en escayola, se realizó esta preciosa obra de arte en cemento. Fue terminada el 24-10-1973 con unas dimensiones de 1,58x1, 23cm. La pátina primitiva imitaba al barro cocido, apareciendo con una tonalidad mate y muy artística, que se ha perdido con el paso  del tiempo por el deterioro y la aplicación por algún devoto que, con buena intención pero sin ningún conocimiento ha aplicado productos no apropiados de un carácter doméstico y sin rigor técnico, perdiendo su color original. 

La devoción que de unos años acá se ha expandido por toda Isla Cristina, ha permitido que dicha imagen, sea un lugar importante en el corazón de los devotos a la Virgen del Mar, pues, siempre es visitada y donde además, nunca faltan las flores frescas como ofrenda del amor sencillo que los hombres y mujeres de la Punta del Caimán, profesan a su Madre. 

viernes, 4 de octubre de 2024

BAJO EL ANTIFAZ


Artículo recuperado y publicado en la Revista Oficial de la Semana Santa de Isla Cristina 2002


 Acabábamos de rezar la tradicional oración de hermandad, cuando la puerta se abrió de par en par y el murmullo expectante de la muchedumbre se hizo silencio.

 Una nube de incienso, formaba una cortina translúcida de humo que se esparcía por todo el templo y que huía hacia fuera,  inundando el cielo de Isla Cristina e impregnándolo todo de su aromático perfume. La Cruz de guía presidía  y se adueñaba del dintel de la puerta principal de la parroquia,  inicio de aquel cortejo, que pronto volvería a pisar suelo isleño, después de todo un año de espera. Y, entre tanto recogimiento, un estruendo  ensordecedor,  frío y seco, me hizo estremecer, al mismo tiempo que  el paso, donde el Dios Hombre se hallaba, se elevaba impulsado por el esfuerzo cervical y unánime de los costaleros, atendiendo a  la voz firme e imperiosa de su capataz, mientras,  se desplazaban lentamente enfilando la salida. 

           Comenzaron a andar los nazarenos con sus largos cirios encendidos y tras el Señor,  un mar de velas se agolpaban alumbrando los desvelos, las oraciones, los ruegos y peticiones de un pueblo que esa noche, no quiso dejar solo a Cristo en su agónico peregrinar hacia el Gólgota. El olor a clavel se hizo  patente más aún, cuando los zancos del paso volvieron a tierra  y la suave brisa marinera, desplegaba su cálido aroma casi, como acariciándonos. Milimétricamente y después de una ardua maniobra,  abandonábamos  la iglesia ante la atenta mirada de todo el público expectante. Algunos, curiosos y observantes, otros, con la oración en los labios  y  extasiados ante la belleza plástica de quién quiso sufrir como un hombre siendo encarnizado para la redención del mundo. Y de pronto, el aire se llenó de un lamento desgarrado que penetraba en mis sentidos como una flecha, saeta que cruzaba la noche, la oración del pueblo andaluz sonaba a gloria  desde un rincón cualquiera  y sin poder contener la emoción,  el gentío allí reunido,  aplaudía  fervorosamente lleno de entusiasmo,  incluso antes de que acabaran los últimos compases, rompiéndose  ese mágico momento al que fui transportado.

            Pasaron los penitentes entre el estremecedor ruido de las cadenas y el penitencial peso de las cruces. Los niños a los que observé desde mi privilegiada  posición en el cortejo,  miraban asustados a sus padres y abuelos mientras, señalaban con sus manitas, a los pies descalzos de los que se martirizaban, aún más,  en su anónima estación de penitencia, con un pesado madero. Y a lo lejos, escoltada por las luces esplendorosas y destellantes de las velas de la candelería, asomaba la belleza inconfundible y majestuosa de la Virgen en su hermoso paso de palio, rompiéndose de nuevo, ese silencio en el que la Virgen llora, al compás de las bambalinas, tan armónico, como si fuera el acorde musical de una marcha procesional.

           Junto a mi lado, una anciana se santiguaba y  rezaba  entre dientes, sin perderle la mirada  al Señor y en su rostro, denoté un agónico lamento peticional, que solo Dios,  entendería en aquellos momentos.

            La noche fue avanzando y la procesión llegó a su fin. De vuelta a casa, cansado pero con un universo de sensaciones vividas bajo mi túnica y antifaz de nazareno, continué observando a la gente,  pocos se percataron de ello y en sus rostros, denoté, que un soplo de esperanza, iluminaban a esos ojos que antes acompañaron, imploraron, rezaron y agradecieron, al ver pasar al Señor y a su Santísima Madre, tras abandonar su Templo Sagrado,  para acercarse más nosotros en una catequesis que se renueva cada primavera..